Sana POV

──¡¿Quién mierda es?!──El grito de Chaeyoung terminó de despabilarme, y corrí lo más rápido que pude hacia el primero piso de mi nueva casa mientras me ataba el cinturón de la bata con manos temblorosas.

En cuanto llegué al recibidor, me encontré con la espalda de Chaeyoung, mientras ella observaba por la mirilla con el ceño fruncido.

Echándose un vistazo rápido al reloj de pared comprobé que recién eran las seis de las mañana.

──¿Qué haces aquí, Sooyoung?──Masculló Chaeyoung cuando abrió la puerta, y miré de arriba abajo a la guardaespaldas y socia de Tzuyu.

Estaba agitada, desarreglada y asustada.

Un estremecimiento de alarma me recorrió entera.

──Hay problemas.──Dijo simplemente, y por la mirada desenfocada que tenía, supe que algo andaba realmente mal.

Siete minutos más tarde, Sooyoung ya estaba sentada en el sillón de la sala con un café en la mano, mientras yo arrullaba a Minju en mis brazos, que había comenzado a llorar por todo el barullo.

──Necesitamos información clara, Sooyoung, así que deja de jadear, ¡Y habla de una maldita vez!──Chaeyoung esta fuera de sí, caminando de lado a lado en la habitación, mientras se pasaba las manos por el cabello nerviosamente.

Eso debía ser algo de hermanas. Quizás ella lo hubiera aprendido de Tzuyu.

──Tzuyu me ofreció dejarme todos sus negocios ahora que se estaba saliendo de la mafia. Lo rechacé.──Comenzó mientras inspiraba hondo.──En las últimas semanas todo ha sido un desastre con lo que está haciendo. Despidió a todos sus guardaespaldas excepto a los que están aquí ahora, ha desbaratado miles de negocios y se ha ganado una buena cantidad de enemigos. Habíamos estado hablando Mina, ella y yo en un restaurante ayer por la noche, y allí le dije que debería tener más cuidado, pero ustedes saben lo terca que es... ──Sacudió la cabeza lentamente, y yo estuve a punto de sufrir un colapso nervioso.

──¡Dime de una vez qué le sucedió a mi novia!

──La secuestraron, Sana.──Susurró Sooyoung lentamente.──A ella y a Mina, las secuestraron ayer al salir del restaurante. Felix se contactó conmigo a la madrugada para hacer que le pasara el dinero de Tzuyu a su cuenta bancaria. Piensa asesinarla, pero no creo que sea pronto.

Cerrando los ojos con fuerza, me dejé caer sobre el sillón de un cuerpo frente a ella, y Chaeyoung se cubrió el rostro con ambas manos.

──Es mi culpa.──Susurré, estrechando a mi hija más fuerte contra mi cuerpo.

──¿Tú culpa? ¿De qué hablas, Sana?──Sooyoung me observó como si repentinamente me hubiera salido un tercer ojo en medio de la frente.

──Si yo no le hubiese pedido que se saliera, nada de esto hubiera sucedido, nada.

──Hubiera ocurrido tarde o temprano, Sana. Esto no es culpa de nadie.

──¿Gajes del oficio?──Mascullé amargamente, mientras bajaba la cabeza y besaba la mejilla de mi nuevamente dormida hija.

Chaeyoung suspiró, y se sentó junto a Sooyoung.

──¿Qué podemos hacer?

──No mucho. Practicamente, yo y tres tipos que están protegiéndolas allá afuera somos los únicos empleados que le quedan a Tzuyu. No somos nada en comparación a todo lo que tiene Felix.

──Debemos sacarlas de allí.──Susurré, con la vista perdida en algún punto fijo, y noté la mirada de Sooyoung fija en mí.

──Es prácticamente imposible, Sana.

──¡Van a asesinarlas!──Exclamé.──No voy a permitir que eso suceda sin antes dar batalla. Este hijo de puta se metió en mi vida como un maldito tornado y no voy a dejar que se vaya así como si nada. No lo hará.

Chaeyoung sonrió brevemente.

──Estaba pensando exactamente lo mismo.──Comenzó a negar lentamente con la cabeza, bajo la mirada aterrada de Sooyoung.──No les sucederá nada. También nos tienen a nosotras...

──Chicas, lamento tener que decirles esto, pero ustedes dos no podrían hacer absolutamente nada en contra de toda una organización mafiosa.

──Yo soy la esposa de una mafiosa muy peligrosa, y la hermana de otra todavía más temida. Merezco algo del crédito.

──Podemos intentarlo.──Mascullé, mientras en mi cabeza ya se comenzaba a formar un plan.──Dinos que sabes cobre Felix.

──Chicas, no...

──Sooyoung, habla. Ya.──Enfaticé, mirándola a los ojos, y ella suspiró pesadamente antes de comenzar a hablar.

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Tzuyu POV

Abrí los ojos lentamente, frunciendo el ceño ante la incómoda luz blanca que apuntaba directamente a mis ojos.

──Al fin despiertas, Chou.

Intenté mover mis manos, solo para encontrarme con que las tenía atadas detrás de una silla.

La luz provenía de una lámpara apuntándome frente a mi rostro.

──¿Por qué carajo no sacas esa lámpara de mi rostro? No necesitas ser tan dramático, Lee.

La carcajada seca de mi antiguo socio llenó la pequeña habitación, y la lámpara por fin se movió, dejándome parpadear y enfocar tranquilo.

Era un cuarto pequeño y lleno de humedad, estaba sentado sobre una destartalada silla de madera, y frente a mí una mesa y una lámpara eran el único mobiliario del lugar.

Lee Felix estaba parado frente a mí, con los brazos cruzados y una sonrisita estúpida en el rostro.

──Dime una cosa, Chou, ¿Qué mierda se te cruzó por la cabeza al hacer lo que hiciste?

──Quién sabe.──Mascullé, y probé el salado sabor de la sangre cuando su puño se estrelló contra mi mejilla con fuerza.

──¡¿Tienes idea de cuántos millones me hiciste perder por tu maldita salida, hija de perra?!──Oh, bien, ahora se había enojado. Estampó ambas manos sobre el escritorio y se acercó a mí tanto que podía sentir su respiración contra mi rostro.──Respóndeme, idiota.

──Siempre supe que había algo raro en ti, Felix, pero debo advertirte que yo sí sigo siendo superior.──Mascullé, odiando que estuviera tan cerca de mi rostro.

Otro golpe, solté una carcajada.

──Idiota.

Se alejó de mí, y me observó con rabia.

──Voy a hacerte sufrir, Chou, quizás a Myoui la mate más rápido, pero a ti... Te haré sufrir como la hija de puta que eres.

──Suena interesante.──Susurré mientras lo veía alejarse hacia la puerta de metal en la otra esquina de la habitación.

──Ahora, me iré a visitar a mis putas mientras tú te quedas aquí, pudriéndote como un gusano.

Masculló, y cerró la puerta con fuerza.

Eché la cabeza hacia atrás, suspirando.

Pobres muchachas las que tuvieran que ejercer de putas para ese maricón.

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Sana POV

──No puedo creer que vayamos a ser las putas de Felix.──Mascullé, asqueada, mientras me miraba en el espejo.

──No tenemos otra forma de entrar en su vida. Lo único que Sooyoung sabía sobre él es que visita este club todos los viernes y le paga a un par de chicas para llevárselas a casa. Espero que se interese en nosotras.──Susurró mientras se acomodaba los senos dentro de aquel minúsculo brasier.

Luego de dejar a Minju al cuidado de Hyejin un par de horas atrás, Chaeyoung y yo habíamos conducido hasta aquel horrible club de strippers en Seúl, y tuvimos que rogar al tipo de la puerta para que nos dejase entrar.

Finalmente, luego de algo así como una hora en la cual la encargada nos miró de arriba abajo y nos preguntó cerca de cinco veces si de verdad queríamos trabajar allí, nos dejaron entrar, y nos dieron un traje.

Si es que se podía llamar traje a esos dos pedazos de tela roja con brillos.

Lucía como una total prostituta. Y eso sería esta noche.

La prostituta del enemigo de mi novia.

No pude evitar soltar una risita.

Tzuyu se iba a enojar, mucho.

Cuando salimos fuera del baño, inspiré hondo, pensando que posiblemente yo hubiera terminado en un lugar como aquel en contra de mi voluntad si Tzuyu no hubiese aparecido en mi vida.

Momentáneamente sentí asco de todo aquello, pero mirando a Chaeyoung, quien asintió e inspiró hondo, decidí que aquello era lo que debía hacer.

Salvar a mi mujer.

Y luego darle un buen golpe por ser una idiota.