f i n
La Batalla de Hogwarts había comenzado, Fred Weasley se encontraba en el castillo junto a los demás miembros de la Orden del Fénix. Sorprendentemente, no estaba asustado, la adrenalina se había encargado del miedo.
Miró a George, quien le dedicó una sonrisa de ánimo.
McGonagall estaba delegando responsabilidades a cada uno, pero su mente ya se había dispersado, había cosas más importantes qué pensar.
De pronto una figura negra se materializó en el centro del Gran Comedor. Alguien se había aparecido.
Todas las miradas estaban puestas en ella, con la varita apuntándole; debido a que la sombra era negra, estaban seguros de que se trataba de un mortífago.
Fred no pudo evitar sonreír al ver la sonrisa insolente frente a él. Freya Malfoy.
—Descubrí por qué fui elegida en Gryffindor —dijo la chica sonriente.
Y antes de que alguien reaccionara, se acercó a Fred y le plantó un beso en los labios. El pelirrojo la abrazó como si su vida dependiera de ello, permitiéndose disfrutar el contacto con la chica Malfoy. La había extrañado, no había pasado un solo día en ese año en donde no hubiera pensado en ella.
El mundo entero había desaparecido y sólo estaban ellos dos, ni siquiera se percató del espectáculo que estaban dando frente a los alumnos de Hogwarts y los miembros de la orden.
—Fred, creo que ya notamos que la extrañaste —se burló George a sus espaldas.
Ambos se alejaron sin borrar la sonrisa del rostro, Fred mantuvo su mano entrelazada a la de Malfoy.
—Señorita Malfoy, es un gusto verla —dijo la profesora McGonagall, visiblemente incómoda—. Veo que planea unirse a la lucha.
—Por supuesto, profesora. Apenas si logré escapar.
Los miembros de la orden la miraban con el ceño fruncido, sin saber si debían confiar en ella.
—Pueden confiar en mí —dijo Freya al ver sus expresiones—. Aunque si necesitan información no seré de mucha utilidad, llevo encerrada en el sótano de la mansión por meses —admitió—. Mis padres decidieron... que no era de fiar.
Los adultos intercambiaron miradas, como intentando decidir qué harían con la chica.
—Bien —habló un hombre moreno, Kingsley—. Te quedarás junto a Weasley.
La chica asintió sonriente.
Fred no podía evitar fijarse en la mirada asesina de su madre, quien parecía ser la más molesta con la llegada de Malfoy; a Freya parecía no importarle. Weasley estaba seguro que de ser al revés, él apareciéndose frente a los Malfoy, éstos tendrían la misma expresión que sus padres en ese momento.
Caminó junto a su hermano y Freya con paso rápido a través del castillo, les habían asignado uno de los frentes; se suponía que debían cubrir ese lado desde lo alto del castillo.
Miraron al cielo, un escudo de color azul brillante cubría todo Hogwarts.
Fred tragó saliva. La guerra estaba por comenzar.
• • •
—¡Weasley, abajo! —gritó Malfoy, antes de lanzar un hechizo contra uno de los mortífagos que estaba detrás de George.
No paraban de esquivar hechizos a diestra y siniestra, además de lanzar los suyos. Hogwarts se había convertido en una zona de guerra, sólo podía verse fuego y miles de luces de un lado a otro. Los mortífagos se habían encargado de destruir todo, junto a los gigantes, carroñeros y hombres lobo.
Freya divisó a Augustus Rookwood a lo lejos, quien le sonrió cínicamente.
—Fred, ¿confías en mí? —preguntó tomándole las manos, a lo que Fred asintió, confundido por la pregunta.
Freya lo abrazó y se arrojó con él al vacío.
• • •
George miraba desesperado a la puerta del Gran Comedor, esperando entrar a Fred, pero conforme pasaba el tiempo comenzaba a temer más. Fred no estaba. La última vez que lo vio se había arrojado de la torre junto a Malfoy, antes de que ésta explotara.
Al principio pensó que Malfoy había cometido suicidio y había arrastrado a su hermano junto a ella, pero después de ver lo que había causado Rookwood ya no estaba tan seguro. Quizá Malfoy lo había salvado de morir por una explosión, pero habían terminado toparse con la muerte.
No aparecieron hasta después de diez minutos, Fred con Malfoy inconsciente. George deseó que no estuviera muerta, lo deseó con todas sus fuerzas.
Fred se acercó a él y colocó a Freya en el suelo, George soltó un suspiro de alivio al ver que su pecho se elevaba.
—¿Qué pasó? —se atrevió a preguntar.
Fred se encogió de hombros.
—Ella me salvó, George. Pude haber muerto.
George asintió sentándose junto a él, para después abrazarlo.
—Luego un hechizo la goleó de llenó en el pecho, pensé que estaba muerta —admitió, George pudo ver cómo las lágrimas le recorrieron las mejillas—. Por Merlín, George, la vi dejar de respirar.
George volvió a abrazarlo.
—Pero aquí está, Freddie, estoy seguro de que en cualquier momento despertará.
El resto de la familia Weasley no tardó en acercarse, George se los explicó, Fred no parecía tener la fuerza necesaria para hablar. Resultó que después de salvar a su hijo, a los señores Weasley ya no les caía tan mal Malfoy, aunque estaban reacios a aceptarla.
• • •
Cuando Freya se despertó lo hizo de golpe, incorporándose con la respiración agitada. No se encontraba en Hogwarts, ni tampoco en un lugar conocido para ella. Miró a su alrededor confundida, estaba en una pequeña habitación, el suelo era de madera y las paredes de un naranja muy tenue, eso le recordó el cabello de Fred, ¡Fred!
No sabía dónde estaba el pelirrojo, tampoco sabía si estaba vivo, recordaba haber sido golpeada por un hechizo mientras luchaban, pero además de eso, no podía recordar nada.
La cabeza le palpitaba, pero fuera de eso se sentía bien, bastante bien.
—Veo que despertaste —dijo una voz a sus espaldas.
—Hola, George —saludó la chica, acomodándose el cabello.
—Enseguida llamo a Fred, sólo quería darte las gracias —George sonrió sinceramente—. Si tú no hubieras estado ahí...
Freya sonrió.
—No tienes por qué agradecerlo.
El pelirrojo le dedicó una sonrisa antes de salir de la habitación, Fred tardó sólo unos en aparecer. No dijo nada, simplemente se acercó y abrazó a Freya, para después besarle la frente.
—Por Merlín, Malfoy, no sabes lo asustado que estaba. Te prohíbo volver a hacer algo así.
Freya sonrió de oreja a oreja.
—Era para dar chispa a la relación, Weasley —Fred frunció el ceño—. Ya sabes, mantenerte interesado.
El pelirrojo soltó una carcajada, antes de tumbarse en la cama junto a Freya. La rodeó con ambos brazos y ésta se recostó en su pecho.
—A decir verdad, hubo un momento donde pensé que no lo lograríamos, Fred. —Reconoció— Yo estaba encerrada, sin varita, no había forma de entrar o salir de ahí.
Fred le acarició el cabello.
—¿Cómo lograste escapar?
—Mi madre. Fue ella quien me devolvió mi varita y me dejó ir —las lágrimas le recorrieron las mejillas—. Me dijo que no podía vivir con la culpa de ser quien le quitara la libertad a su hija. Creo es el momento más emotivo que he tenido con ella —admitió—, incluso nos abrazamos.
—Todo está bien ahora, Freya.
La chica asintió, cerrando los ojos mientras abrazaba a Fred.
—Una cosa más —dijo Fred, haciendo que la castaña lo mirara confundido—. Hoy conocerás a mi familia.
Freya suspiró.
—¿No podías esperar?
—Es momento de que conozcan a mi novia.
—¿Novia? —preguntó Malfoy encarnando una ceja—. ¿Con quién consultaste eso, Weasley?
Fred rió.
—Estabas inconsciente, Malfoy, pero aún recuerdo cuando dijiste que sí.
Freya lo golpeó en el hombro, antes de tomar a Fred por el rostro y besarlo. Llevaba tanto tiempo sin hacerlo que temía que las cosas hubieran cambiado o que el contacto se sintiera diferente, incluso había llegado a pensar que Fred la había olvidado.
Pero en ese momento, sintiendo los labios de Fred moviéndose lentamente sobre los suyos, estaba segura de que el pelirrojo no la había olvidado, ni tampoco había dejado de pensar en ella.
Pasó sus manos por el cabello de Fred y enredó sus piernas en el cuerpo de este.
—Realmente te extrañé, Freya —reconoció el pelirrojo entre besos.
—Yo sólo un poco —dijo la chica burlona.
—Cada vez mientes peor —dijo Fred antes de volver a besarla.
Las cosas habían terminado tal y como habían empezado, aunque dudaba que eso fuera un final, se trataba de un principio. Un principio junto a Fred Weasley.
¡Muchas gracias por leer! Espero les haya gustado<33.
En mi perfil tengo una nueva historia, es de George Weasley, si pueden pasarse se los agradecería muchísimo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro