Se había dicho que la anterior fue la última vez, que debía terminar todo. Pero allí estaba, escapó de noche una vez más para estar allí con él.

Devika se mintió al decir que la anterior fue la última noche que estaba junto a Theodore Nott.

Allí estaba con él, en su habitación, a oscuras.

Devika estaba debajo con su espalda tocando la sábana, mientras Theodore se acomodaba sobre ella.

Siempre fue así, él quería tener el control, sin dejarla a ella liderar la situación algo que le frustraba demasiado.

Estaba acostumbrada a ser ella quien mandaba, ser quien lideraba y tenía el control, pero con él. Con él jamás podía ser la chica que era.

Se acomodó en la entrada de la chica entrando de una sola vez, la había estado lubricando antes, pero aún así Devika sentía que algo faltaba.

- ¿Puedes decirlo una vez más? - rogó Nott entre murmullos.

- Nott - susurró Devika complaciéndolo.

Las embestidas iban y venían, Devika gemía al sentir el placer correr su cuerpo. Theodore tenía las manos en su cintura firmemente, dejando las manos de la chica McGonagall libres.

Con una de sus manos comenzó a estimular su pecho, dejando caricias alrededor de su pezon, lo pellizcaba y jalaba, acariciaba. Algo que Theodore no le daba.

- Ya casi, nena - murmuro Theo.

- Si... aaaaah - gimió Devika al sentir el placer en su estómago, nada se comparaba a sus manos.

Tal vez el sexo con hombres era bueno, tenían algo que ella no podía darse, pero sin duda, la masturbacion era algo que le gustaba más.

Theodore salió de ella cuando estaba a punto de correrse dejando caer todo el semen al piso de la habitación.

Devika aún no llega al orgasmo, bajo su mano hasta su vagina metiendo los dedos en ella. Comenzó con caricias, seguía una de sus manos en su pecho jugando con su pezon.

Ante los ojos de Theodore esa era la escena perfecta, digna de una fotografía.

Así fue como comenzó todo, con Theodore de curioso en una habitación al escuchar los gritos y gemidos de una chica, encontrando la misma imagen que ahora.

Devika con su mano en su vagina y otra en su pecho, gritando y gimiendo de placer.

- Eso es nena - murmuro Theo. - Así fue como nos conocimos.

- Eras... - Devika gimió al sentir el cosquilleo en sus piernas. - ¡Ah! Eras... muy... curioso...

Sus manos entraban y salían más rápido al sentir como estaba por correrse, cuando sintió el orgasmo sacó su mano de su vagina demostrando todos los fluidos en ella.

Theodore se subió a ganas a la cama al verla lamiendo el resto de ella de las prendas en la colcha.

Llevo la mano de Devika a su boca chupando los fluidos de ella. Aquella escena se le hizo sensual a la chica, dejándola escapar un gemido.

- Mi turno - murmuró Theodore sacando la mano de Devika de su boca. Le mordió la mano.

Se acomodaron de manera inversa, Theodore tenía su cara en la vagina de Devika, mientras ella tenía el pene del chico en su boca.

Con su lengua Theodore comenzó a complacer a Devika, mientras ella jugaba con su lengua en la punta del pene del chico.

- Devi - gimió Theo. - Dulce Devi.

Devika metió el miembro del chico en su boca acariciando las bolas con sus manos mientras seguía con su punta jugando.

Theodore daba embestidas con su lengua, daba pequeñas mordidas en los labios menores de ella, estimulaba su clitoris.

Saliva caía de la boca de Devika, al igual que fluidos.

- Córrete - ordenó Nott a Devika.

Ella dejó escapar su extasía al tiempo que Theodore se corría en ella. Trago todo lo que pudo.

El Nott se acomodó en la cama, mientras que Devika se levantaba como podía, sus piernas aún flaqueaban.

- Deberías quedarte, cariño - propuso Nott.

- Conoces la reglas - recordó ella colocándose su blusa dejando el brasier por la habitación. - Nada de contacto físico o una noche juntos, así aceptaste.

Theo lo había roto con sus manos al estar demasiado exitado.

- Odio tus reglas.

- Es la última vez Nott - recordó ella colocándose el pantalón. - No volverá a pasar.

- Eso dijiste antes y aquí estas, gimiendo mi nombre.

La chica rodó los ojos.

- Si mal no recuerdo quien dijo "Oh Devika, más Devika" fuiste tú - se acercó a los labios de él juguetonamente.

La lucha por ver quien lideraba el beso no tardó, ella ganó. Mordió el labio de Nott.

- No ocurrirá otra vez.

- Lo veremos, McGonagall.

Devika caminaba por las calles de Hogsmeade, cubierta con la chaqueta negra.

Pedía a gritos que su abuela no estuviera en casa o de lo contrario tendría que inventar una excusa creíble no iba a decirle que salió para tener sexo con un chico.

Al entrar en casa vio como una vela se encendía haciéndola brincar.

- Me asustaste - dijo al ver a su mellizo. Dimitri.

Dimitri McGonagall es el hermano mellizo de Devika, quien se ha encargado de estarla cubriendo de sus salidas clandestinas en el último año.

- Así tienes la conciencia, hermanita - se burló Dimitri. - La abuela dijo que no vendría esta noche, están arreglando los últimos detalles del nuevo curso.

- Tengo suerte.

Devika se dejó caer en el sillón, sin embargo su hermano la detuvo.

- No te sientes - se quejó Dimitri. - Vete a bañar que hueles a un mal sexo con Theodore Nott.

Devika se rio al escucharlo. Subió las escaleras de su habitación para entrar en la ducha.

Su hermano tenía razón en algo, si tenía mal sexo junto a Theodore Nott, no era que fuera malo, simplemente que era como sino estuvieran hechos para tener ese tipo de encuentros.