Aclaración: Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto. La historia de caperucita, obviamente, no me pertenece, pero si las locas cosas que pasan por aquí.

Advertencia: Escenas violentas, lenguaje soez, posible sexo explícito (que sé que les gusta cochinillos XD) y si hay algo más, iré avisando.

Historia corta (creo), Algunos personajes OoC.

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Mí Zorro Feroz

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El cuerpo de Hinata actuó por puro instinto y se tiró al suelo, poniéndose de costado, llevando su mano sana sobre su cabeza y convirtiéndose en un objetivo pequeño.

El suelo tuvo un temblor cuando el zorro aterrizó sobre ella, Hinata sintió sus patas pesadas caer encerrando su cuerpo bajo el de él. Hinata gimió, estaba tan asustada que no pudo hacer que su boca funcionará para pedir auxilio. Pero, ¿de qué serviría?

Ella se quedó completamente quieta y con los ojos fuertemente cerrados, el aliento del zorro golpeó en su cara y ella tembló involuntariamente. Ella jadeó cuando una lengua gigante y aspera paso por su mano y cara, pero al no pasar nada ella abrió los ojos lentamente. Giró su rostro para ver al enorme zorro con la parte baja de su cuerpo alzada, su cola moviéndose como si quisiera jugar y no comerla.

Su respiración era dura mientras miraba al zorro, él volvió a pasarla la lengua húmeda, está vez por toda la cara. Hinata ocultó la mueca de desagrado y reconoció los ojos de Naruto cuando el zorro ladeó el rostro a un lado. Un estruendo los asustó a ambos, que provenía de la zona donde había quedado su abuela con la lucha de ese horrible animal.

—Naruto—, lo llamó Hinata desesperada—. Por favor, mi abuela...

Ella se detuvo cuando Naruto mostró los dientes. Un gruñido bajo y lleno de rencor, ella podía entender que él estuviera enojado con ella... Hinata dejó caer su cabeza hacía adelante al darse cuenta que su abuela se había ganado el odio de Naruto. Ella misma estaba enojada con su abuela aún por lo que le había hecho pero también estaba preocupada.

Ella se había olvidado de su brazo roto y se quejó cuando quiso moverse. El dolor yendo directo a su hombro y se esparció por todo su cuerpo, como si fuera una serpiente que se enrrollaba y apretaba cada uno de sus músculos. Aunque sus ojos estaba cerrados, las lágrimas caían por su cara. Escuchó por arriba de sus laboriosos jadeos el mismo sonido de huesos que había hecho A cuando se había vuelto hombre. Hinata no podía abrir los ojos, cuando quiso hacerlo su visión se volvió borrosa y se sintió casi desfallecer por el dolor. Antes de que pudiera, fuertes manos tomaron su rostro.

—Hinata está herida—, la voz de Naruto era un gruñido enojado.

Él la ayudó a acostarse en el suelo, y ella empezó a sentirse un poco mejor si no movía el brazo. Vió a Naruto ponerse del lado donde estaba herida, Hinata desvío la mirada a un lado y cerró los ojos cuando él tomó su brazo. Estos de abrieron de golpe cuando sintió que Naruto mordía su hombro, ella gritó cuando sus dientes traspasaron la piel.

De repente el aire le faltó y su grito se cortó, su columna de arqueó cuando fuego comenzó a correr por su interior. Hinata intentó pelear, sacarse a Naruto de su hombro, pero no podía controlar su cuerpo como ella habría querido. Ella sintió que algo crecía en su interior mientras más le mordía Naruto. Su columna se tensó tanto que terminó apoyando los pies y su cabeza en el suelo, su espalda lejos del piso.

Un dolor grave se esparció por su columna que hizo que su cabeza se golpeara contra el suelo varias veces y sus ojos se voltearan hacia atrás de su cabeza.

Hinata perdió el conocimiento totalmente después de eso.

La primera vez que despertó, sólo pudo abrir los ojos uno segundos. El ruido de batalla era fuerte y pudo reunir la suficiente fuerza para voltear su cabeza hacía allí.

Naruto en su forma de zorro estaba en la espalda del enorme lobo gris, el de ojos rojos tiró la cabeza hacia atrás y rugió, agitándose para tirar a un lado a su zorro. Hinata lo vió volar hasta un tronco pero él rápidamente se levantó y volvió a lanzar es gritó atronador y tenebroso. Los ojos de Hinata se estaban cerrando cuando vio a su abuela, pero no llegó a ver lo que estaba haciendo.

La segunda vez que despertó, estaba en los brazos de Naruto. Podía identificarlo por el olor, uno almizclado y natural. Olor a bosque y fuego, a agua cristalina y sudor. Él olía tan bien, que ella no pudo evitar acercarse un poco más. Ella no quería abrir los ojos, pero empezó a ser más consciente de su entorno como para escuchar que su zorro estaba hablando con Kaguya.

—Hinata herida contigo. No más. Ella es mía—, gruñó Naruto.

—Cachorro estúpido, de verdad crees que podrás salvarla. No hemos podido matar a esa cosa aún—, lo reprendió su abuela, aunque su voz fue suave.

—Hinata bien en la cueva, hasta que llegar tu...

—Llegaste tú, se dice—, le interrumpió.

Hinata sintió que él se tensaba, también podía sentir que no estaban caminando, pero si moviéndose. ¿Sobre un caballo? Tal vez...

—Hasta que llegaste tú—, gruñó—. Ella... es mí mujer. Mía para cuidar y mía para amar.

Hinata sintió que su corazón se derretía, pero cuando quiso moverse para decirle a Naruto que estaba dispuesta a intentarlo, se dió cuenta que no podía moverse. Comenzó a asustarse cuando le mando las órdenes a su cerebro, pero ninguno de sus órganos le contestaron.

Kaguya siguió hablando.

—Ella no es una cosa, ni una mascota. No es sólo alimentarla y darle cariño. Hinata es más que eso.

—Hinata mía—, volvió a gruñir él, obstinado.

Hinata comenzó a sentir que su conciencia se iba de nuevo, poco a poco las voces de Naruto y su abuela se fueron apagando. Lo último que escuchó y entendió fue:

—Ya lo veremos, muchacho.

Continuará...

Lo siento por la tardanza. Desde ayer, me quiero poner a escribir y lo hago, tal vez dos o tres párrafos y me duermo. No sé que tengo jajaja, mis ojos se cierran automáticamente. Así que .. aquí me tienen después de unas cuantas siestas XD.

Espero poder subir un capítulo más y terminar la historia y no dormirme en el proceso.