18
Antes de empezar a leer, un saludito especial a la hermosa zafiro_hades😊
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Tres días transcurrieron desde que Jimin había decidido regresar a su ciudad natal. Desde entonces, Yoongi no sabía nada de él pese a que muchas veces había tomado su teléfono celular con la intención de llamarlo, sin embargo, la maraña de sentimientos que habitaban en él terminaban confundiéndolo y desesperándolo aún más.
Y es que estaba hecho un lío, dividido entre lo que dictaba su mente y lo que dictaba su corazón.
Estaba dolido y se sentía engañado, y no por el hecho de que Jimin no fuera virgen porque él no era un santo y definitivamente no esperaba casarse con uno. Al contrario, siempre se había jactado de gustar de parejas experimentadas en el sexo. No en vano tiene una lista ex-amantes que fácilmente igualaban su historial en el ámbito sexual.
No. Definitivamente no le hubiera molestado el hecho de que el menor ya tenía experiencia de haberlo sabido antes.
Antes de sucumbir ante toda esa dulzura cargada de inocencia e inseguridad que caracterizaba al menor.
Porque ¡¡Demonios!! Dios sabe todas las veces que se contuvo de hacerlo suyo, obligándose a recurrir a todo su autocontrol y buscando en lo más recóndito de su ser todavía un poco más cuando sentía que estaba llegando al tope.
Había hecho todo lo humanamente posible y cruzado más allá de la línea con tal de esperar hasta que Jimin se entregara voluntariamente a él.
Y lo había hecho sin cuestionárselo porque se trataba de él, el ser más puro e inocente que había conocido.
Y ahora dudaba acerca de qué era real y qué no lo era.
En definitiva, se sentía dolido, decepcionado y, más que nada, burlado porque por primera vez en su existencia había deseado ser el primero y último en la vida de alguien más.
Pero a fuerza debía aceptar que aquello por lo que esperó e irónicamente anheló, ya le había sido arrebatado mucho antes de siquiera quererlo.
[.]
Yoongi gruñó cuando se percató de que su horario laboral había culminado. Por muchas razones que su orgullo herido le impedía analizar a fondo, le fastidiaba tener que regresar a su departamento cuando sabía que allí no había nada que le aportara sosiego.
Con mucho gusto se quedaría a trabajar horas extras de no ser porque
había adelantado todo su trabajo en los dos días posteriores a la ida de Jimin. Además, no era tonto, sabía que su comportamiento estaba creando ciertas especulaciones sobre su vida privada.
Renuente a regresar a la frialdad de su funcional departamento donde solo lo esperaban una cama vacía y un montón de recuerdos que lo hacían añorar la calidez y felicidad que recientemente perdió, tomó sus cosas y salió de su oficina, notando las miradas curiosas posadas en él con cierto disimulo.
"Malditos chismosos" -gruñó en sus adentros tras escuchar leves murmullos a sus espaldas.
***
--¿Donde está el tomatito? -cuestionó por quinta vez el abuelo Min desde la llegada de su nieto que -hasta el momento- evadía con astucia la pregunta. De no ser porque lo conocía como a la palma de su mano, probablemente no le daría mayor importancia al asunto, pero su agudo instinto le decía que le estaba ocultando algo.
Yoongi desvió la mirada en busca de algo que le ayudara en su cometido de distraer a su mayor.
--Min Yoongi. -entonó con voz grave para hacerle saber que había agotado su paciencia --¿Donde está el pequeño tomatito?
Ambos hombres se miraron a los ojos con seriedad, uno imponiendo autoridad y el otro evaluando sus opciones.
Apartando la mirada a la par que suspiraba con resignación, el de mirada gatuna decidió responder por fin --En Busán. Está con sus padres.
El pálido podía sentir la mirada taladrante de su abuelo puesta en su persona; si tenía suerte, este se conformaría y dejaría de preguntar.
--¿Cuándo regresa?
Debió saber que la suerte no estaba de su lado.
--No lo sé. -respondió, tomando asiento y mirando directamente a los escrutinadores ojos del veterano.
--¿Qué se supone que significa eso? -la pregunta fue hecha con una engañosa calma --¿Se pelearon? ¿eso fue? -insistió tras la falta de respuesta del otro.
--Puede decirse que sí. -contestó llanamente --¿Qué buscas, abuelo? -preguntó confundido al observar al mayor pasear la mirada por toda la habitación.
--Busco mi bastón, ¿no lo has visto?
--No, la tía debe tenerlo guardado, ¿para qué lo buscas si nunca te ha gustado usarlo? -elevó una ceja cuando nuevamente fue el blanco de la sagaz mirada.
--¡Para rompértelo en la cabeza y descubrir de qué está llena! -exclamó totalmente airado --¡¿Cómo lo dejaste ir por una simple pelea?!
--Abuelo, cálmate. -pidió en vano.
--Es que me queda más que claro que la inteligencia de los Min no les tocó ni a ti ni a Hoseok, ¡ambos son unos estúpidos¡ -vociferó con el enojo pintado en sus facciones.
--Ni siquiera estás al tanto de lo que ocurre. -se defendió, dolido por el ataque verbal --Además, te recuerdo que tú me engañaste y manipulaste para que me casara con Jimin, no debería sorprenderte que las cosas no salieran bien.
--Eres un ingrato. -espetó indignado con el azabache --Deberías agradecerme por haberte guiado hacia el tomatito en vez de reclamarme nada.
--Sí, claro. -masculló con resentimiento mientras trataba de convencerse de que el pequeño sobresalto de su corazón no se debía al recuerdo del rostro sonrojado del tímido doncel.
--Debes ir por él. -dictaminó el mayor, provocando que el pelinegro lo encarara.
--Se acabó, abuelo. Acepta ya que tu plan fracasó. -sentenció con ímpetu --No debiste engañarme para que me casara con él.
--No te das cuenta, ¿verdad? -dijo tras notar la amargura en la voz de su nieto --Estás enamorado de él.
--No. -espetó sin mucha convicción --Solo... él... no lo amo. -culminó tajante.
--Pero te casaste con él.
--¡Fingiste que te morías! -acusó.
--Pero no te pedí casarte, solo te alenté a buscar estabilidad junto a alguien especial. -refutó.
--Y curiosamente ya estaba comprometido gracias a una de tus tretas.
--Pudiste haber dicho la verdad en cualquier momento y terminar con el compromiso.
--Hubiera sido de mal gusto...
--Solo buscas excusas para no aceptar lo obvio.
[.]
Tras varios días de confrontar sus propios sentimientos, haciendo a un lado tanto su ego como su orgullo, Min Yoongi por fin había decidido que era hora de hablar con su esposo.
Tan solo había transcurrido una semana desde que Jimin lo abandonó, pero eso no evitaba que sus manos temblaran ligeramente de anticipación. Y es que, en honor a la verdad, debía admitir que moría de ganas de ver al menor.
No había podido sacarse se la cabeza la idea de que se había enamorado del tímido chico desde que su abuelo le había lanzado tal verdad a la cara. La negación estuvo presente las primeras veinticuatro horas, pero mientras más intentaba converse de que lo suyo era más una dolorosa desilusión que un corazón roto, más incógnitas surgían en su cabeza.
Si no estaba enamorado, ¿A qué se debía que no pudiera sacarse a Jimin de la cabeza ni un instante? ¿Por qué razón había actuado como un maldito celópata la noche de la fiesta? Porque sí, ya había aceptado que todo esa molestia e indignación no eran más que celos en todo su esplendor; y, lo más importante, ¿Por qué sentía ese vacío en su corazón desde que el castaño no está?
¿Por qué ya no se siente a gusto en su propia casa? ¿Por qué Jimin es lo primero que viene a su cabeza al levantarse y en lo último que piensa al acostarse? ¿Por qué razón, si apenas lo conoce de unos meses, lo extraña como si se conocieran de toda la vida?
Inhalando y exhalando repetidas veces, contó hasta tres para, acto seguido, darse varias palmadas en sus mejillas. Necesitaba espabilar, había ido hasta allí en busca del castaño y eso debía hacer.
Era domingo por la mañana, casi la hora de almorzar por lo que llevaba varios bocadillos de postre y un buen vino para no llegar con las manos vacías.
A paso apresurado llegó hasta la puerta de la casa de los Park, sonriendo de manera nerviosa cuando, tras tocar el timbre, la madre de Jimin abrió la puerta.
--¡Yoongi! -exclamó la menuda mujer --¡Pero que sorpresa tenerte aquí! Jimin no me dijo que vendrías.
Bien. Definitivamente Yoongi estaba desconcertado.
¿Acaso Jimin no había puesto a sus padres al corriente de su situación actual? A juzgar por la cara sonriente de la señora Park, era obvio que no.
--Bueno... es que no le dije...
--Oh, ya veo... ¡Es una sorpresa! -interrumpió --Querido, ven a saludar a Yoongi.
Varios segundos después, un simpático señor Park le daba un amistoso apretón de manos a su yerno.
--Es bueno tenerte aquí, Yoongi. -dijo con evidente sinceridad --Últimamente Jimin ha estado algo triste, supongo que es porque te extraña.
--Sí, no lo quiere admitir, pero es obvio que no soportará un mes lejos de ti. Ya le dijimos que no había problema en que acortara su visita y regresara a Seúl.
"¿Por qué Jimin le mentía a sus padres? Será que..."
--Se pondrá muy feliz de verte, le encantará tu sorpresa. -canturreó la dama, totalmente ajena a los problemas matrimoniales de su único hijo --Pero él está en casa de su mejor amigo, se quedará a comer allá. -dijo con pensar al recordar ese detalle.
--Oh, ya veo... -Yoongi realmente no sabía que más decir.
--Pero la casa de Tae queda cerca de aquí, puedes ir hasta allá y darle la sorpresa. -propuso ante la mirada desconcertada del azabache.
***
Luego de que los padres de Jimin explicaran con lujo de detalle cómo llegar hasta la casa del mejor amigo de su hijo y la descripción de esta, Yoongi llegó hasta una relativamente grande casa que correspondía a la perfección al calificativo de "pintoresca" empleado por la madre del menor.
Aunque no es como que el pálido no hubiera dado con ella de todos modos. No cuando se topó con su lindo esposo sonriendo muy feliz al lado de un atlético y apuesto chico que -apostaba lo que fuera- no era el tal TaeTae.
----☆☆☆----
Lamento si está flojo, tenía pensado tomarme más tiempo para terminar este capítulo. Espero haber plasmado bien la postura de Yoongi, .
Dato Curioso: Inicialmente no era parte de la trama que Jimin no fuera virgen, la idea principal era bastante ligera, pero, no sé, sentía que le hacía falta algo, por lo que me puse a buscar ese plus (entiéndase como +drama)
Y bueno, en mi búsqueda de complicarlo todo, recordé una historia hetero que había leído donde la protagonista era violada y lo ocultaba (NO. Jimin no fue violado. Él le entregó su virginidad a alguien en el pasado) y pues terminé usando la idea y acoplándola a la trama inicial.
En fin, el punto es que me doy cuenta de que ese detalle en verdad le agregó picante a la historia. Tanto así, que la que terminó más impactada fuí yo al leer el tremendo drama que se ha armado en torno a la virginidad de Jimin😅
Me pregunto ¿qué hubiera pasado de haber dejado la historia tal como la planeé al inicio?
Siempre tengo un montón de cosas que quiero decirles pero no sé como hago para que se me olviden cuando voy a actualizar jajajaja.
♡♡Gracias por leer, votar y/o comentar♡♡
《Akina》
#NoALaCulturaDeLecturaFantasma
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