12
Jimin explotó en carcajadas ante la graciosa anécdota que le contaba Taehyung en ese momento. Secaba con el dorso de su diestra la humedad en sus ojos mientras se enderezaba en su asiento tras varios minutos de retorcerse de la risa.
¡Ah, cuanto había extrañado a su mejor amigo!
--¿Y tú, Minie? -retomó la palabra Tae, dejando de lado sus jocosos comentarios --Cuéntame cómo te va en tu matrimonio.
--Me va bien. -aseguró, sonriendo e intentando restarle importancia al tema para que el pelirrojo no insistiera.
--Entonces, ¿ustedes ya...? -dijo de forma sugestiva, haciéndole saber a Jimin que no dejaría pasar el tema.
El castaño se removió en su asiento. Taehyung era su mejor amigo, pero aún así le resultaba incómodo tratar ciertos temas con él --Pues no. -contestó tímidamente.
--¡¿Cómo que no?! -exclamó, sobresaltando al más bajo --Debes estar bromeando. -bufó molesto cuando Jimin negó con la cabeza --Seguro es impotente, ¡eso es! sí.
--¿Qué cosas dices, Tae? -cuestionó divertido por las locuras con las que el otro salía aveces.
--No me explico otra razón por la cual aún no has tenido acción.
--Porque no le atraigo. -agregó con una mezcla de vergüenza y tristeza que intentó ocultar en vano.
--¿Cómo no le vas a atraer, Chim, si te pidió matrimonio?
--Eso es porque creía que su abuelo iba a morir. -explicó desganado ante el recuerdo de cómo la pequeña mentira del señor Min había sido descubierta cuando, por casualidad, Yoongi y él habían decidido hacerle una pequeña visita sorpresa.
La cara del mayor de los Min había sido todo un poema mientras se encontraba animádamente comiendo, riendo y charlando de manera escandalosa con la madre de Hoseok cuando Yoongi había entrado mirándolo de manera acusadora.
Jimin tuvo la impresión de que el pálido ya lo sabía o al menos lo sospechaba, ya que solo observó a su abuelo con reproche y una mirada que decía "¡Te descubrí!". Pero el asunto no trascendió, Yoongi no pareció demasiado enojado al principio y, hasta el momento, tampoco había vuelto a sacar el tema.
Jimin no sabía cómo sentirse al respecto. Él esperaba que el pálido quisiera anular el matrimonio o algo, pero este no había cambiado su actitud para con él en ningún momento. Siempre se mostraba amable y considerado.
--Pero creí que eso había sido después. -agregó Tae --¿Acaso su abuelo estaba enfermo cuando te regaló el anillo?
Jimin suspiró. --No lo sé.
Ese es un tema aparte. Todavía es un misterioso el tema del anillo de compromiso y Jimin empezaba a temer que eso también fuera obra del abuelo Min.
***
Las horas pasaron volando cuando, luego de almorzar, pasó por la que hasta hace solo un mes atrás había sido su casa. En verdad se sintió muy nostálgico al estar allí, había extrañado la calidez que le brindaban sus padres y la manera en la cual siempre lo hacían sentirse tan querido. Asegurándole que lo amaban más que a nada y que siempre sería su bebé.
Sin embargo, una parte de él sentía que no era del todo cierto, que él ya no era el bebé de sus padres y que ese ya no era su hogar. Porque su hogar estaba ahora en Seúl, con Yoongi.
Así de rápido se había acostumbrado.
***
De regreso a la casa de su mejor amigo -la cual no quedaba muy lejos de la de sus padres- Jimin fue persuadido por este para que prepara varios postres porque, según Taehyung, extrañaba probar su deliciosa comida y Jungkook igual.
--¡Deja! -exclamó, golpeando en la mano al pelirrojo que intentaba robarse otra de las galletas de avena y chispas de chocolate que había horneado.
--¡Pero quiero comerme otra! -pataleó y puchereó el más alto.
--¿Te las piensas comer todas? -le reprochó pues esa sería ya la quinta que se comía --Ni creas que voy a preparar más cuando te las termines.
--Pero si quedan muchas. Vamos, dame otra. -exigía mientra intentaba arrebatar el recipiente que contenía el delicioso bocadillo de las manos del más bajo.
--¡Yah! Tae, te dije que no. Debes dejarle a Jungkook también.
--¿Qué se supone que hacen? -cuestionó el musculoso pelinegro nada más entrar y toparse con la escena de Taehyung forcejeando con Jimin mientras el segundo intentaba quitarse de encima al primero y estiraba la mano que resguardaba las galletas en dirección contraria.
--¡Kookie~! -gritó Tae nada más percatarse de que su esposo ya estaba en casa para, sin previo aviso, abandonar la lucha con su mejor amigo y correr para subirse como un Koala sobre Jungkook a la par que
sonreía como un niño feliz. Jungkook lo recibió gustoso, besándolo dulcemente en los labios.
--Minie, que gusto verte. -saludó el apuesto chico a su amigo que en ese momento se encontraba con las mejillas infladas viendo con reproche a Taehyung.
--Hola, Kook. También me alegra verte.
--Amor, mira. -llamó Taehyung, bajándosele de encima para mostrarle las galletas que Jimin aún resguardaba con recelo. --Ya, Minie, dame las galletas. Prometo no comérmelas. -aseguró, pero tras notar la reticencia en la mirada del más bajo, optó por quitárselas --¡Ta-Dá! -exclamó, agitando una y otra vez el recipiente que acababa de arrebatarle al más bajo.
--Bebé, dame. -dijo suavemente Jungkook mientras tomaba posesión del tarro antes de que el efusivo chico hiciera migajas todo el contenido.
--Dame una~. -pidió el pelirrojo, abriendo grande la boca y provocando que su esposo riera por lo bajo ante su comportamiento infantil. Con delicadeza, tomó una de las galletas hasta depositarla en la boca contraria.
Mientras tanto, Jimin observaba en silencio la tierna escena que protagonizaban sus dos mejores amigos. El amor y el cariño recíproco con el cual estos se trataban siempre lograban hacerlo cuestionarse si algún día tendría algo como lo que ellos tienen.
--Minie, ven. -llamó Taehyung al notar que se había quedado repentinamente en silencio cuando él había esperado que le reclamara por un buen rato.
Jimin se acercó a paso dubitativo hasta ambos chicos, siseando segundos después cuando, de la nada, el pelirojo se le lanzó encima, riendo y haciéndole cosquillas.
--¡B-basta, Tae! -pedía entre risas el de mejillas abultadas.
Mientras tanto, Junkook sonreía y negaba divertido, llevándose a la boca otra galleta.
***
--Vamos, quiero que desembuches ahora mismo. -pidió Taehyung, entrando en la habitación de huéspedes donde Jimin se quedaría a dormir, por insistencia de él mismo.
--¿Qué? -cuestionó confundido el tímido doncel, viendo a su mejor amigo hacer espacio en la cama individual en la que dormiría.
--¿Qué haces? -cuestionó cuando el otro se acurrucó a su lado --¿Acaso vas a dormir conmigo?
--Síp. Así que empieza a contarme qué es lo que ocurre con tu matrimonio. -Taehyung observó a Jimin bajar la mirada apenado mientras se mordía el labio inferior. Aguardando en silencio y de manera paciente, esperó a que este se animara a contarle.
--No lo sé. Yoongi simplemente no me toca. -confesó bajo, temiendo que alguien más escuchara. Aunque era imposible ya que solo estaban ellos dos.
--Dices que...
--No parece tener el más mínimo interés en mí de esa manera. -susurró con voz apagada --Quizás solo está esperando un poco más de tiempo para disolver el matrimonio. -bajos sollozos salieron de su boca y Tae deseó romperle la cara a su cuñado.
--No lo creo. -aseguró --Si quisiera hacer eso no tiene sentido que prolongue las cosas. Sería mejor hacerlo y ya.
Jimin sorbió por la nariz. Se sentía un poco avergonzado y es que era humillante su situación. Era un esposo solo en el papel.
--¿No has intentando dar el primer paso? -cuestionó de la nada, haciendo que Jimin lo mirara de repente.
--¡Por supuesto que no! -se escandalizó --¿Qué va a pensar de mí?
--Pues que quieres que te haga el amor. -obvió provocando un bufido en el contrario --Minie, le pediste que te diera tiempo para adaptarte, ¿y si no te toca porque piensa que no estás listo aún?
Jimin pestañeó varias veces ante o dicho por el pelirrojo. Ciertamente tenía lógica. Yoongi le había dicho que no lo forzaría a nada y tal parecía que estaba cumpliendo con su promesa.
--Aún así no me creo capaz de ser tan directo. -negó con las mejillas encendidas. Si bien, en su mente había creado un montón de fantasías eróticas donde el pelinegro era el protagonista, no era lo mismo la realidad que la ficción. Seguro moriría de vergüenza antes de poder siquiera ejecutar su primera acción.
--Sé sutil. No tienes que ser directo si no quieres. -dijo con voz suave --Puedes provocarlo hasta que se vuelva loco de deseo por ti.
El castaño rio bajito ante eso, mordiendo su labio inferior una vez más, pero esta vez por la expectativa de llevar a cabo semejante proesa.
--¿Crees que funcione? -cuestionó con timidez y tono esperanzado.
--¡Pero claro que sí! -festejó el pelirrojo --Te daré todos los tips de seducción con los que atrapé a Kookie.
Y así fue. Hablaron hasta altas horas de la noche sobre diferentes tácticas y métodos de seducción.
[.]
¿Que si estaba nervioso? Por supuesto.
Se había pasado todo el día así. Desde que llegó a media tarde desde Busán se había estado preparando para ese momento. La hora de dormir, según Taehyung, era la idónea para poner en marcha su plan de seducción.
Sentía que las ganas de hacer pipí se acrecentaban a medida que esperaba sentado en un sillón a que el pelinegro saliera de la habitación que usaba como estudio.
Gimió bajo cuando escuchó una puerta abrir y cerrarse y luego pasos en su dirección. Ganas de salir corriendo no le faltaban, pero no podía fallar. No debía hacerlo si quería tener al menos una oportunidad.
--¿Jimin, qué haces aquí? -cuestionó Yoongi cuando dio con la vista del menor poniéndose de pie.
Arqueó una ceja interrogativo al no obtener respuesta alguna. Luego, sus orbes casi se salieron de sus cuencas cuando, en un abrir y cerrar de ojos, tenía a Jimin encima, sujetándolo fuertemente con una mano por la nuca mientras movía sus labios frenéticamente contra los suyos.
Un chasquido se escuchó al momento en que el pequeño doncel finalizó el beso y, sin darle tiempo a reaccionar, corrió tan rápido en dirección a la recámara que ambos compartían, que Yoongi temió que se matara.
Aun en shock, con el corazón alterado y la boca hormigueante, Yoongi se cuestionó si lo que acaba de pasar era real.
¿En serio la pequeña bola de timidez y ternura acababa de comerle la boca?
Porque ¡mierda! Jamás nadie lo había besado con tanta hambre y, ciertamente, él había quedado con ganas de más.
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Quiero agradecerles el apoyo que le están dando a esta historia. En serio, mil gracias a todos.
A las nuevas personitas que se han sumado, bienvenidos. Espero que la historia sea de su agrado. 😊
♡♡Gracias por leer, votar y/o comentar♡♡
《Akina》
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