
09
--No puedo creer que te vas a casar y no estaré en tu boda. -reprochó, una vez más, el pelirrojo a su mejor amigo.
--Tae, ya te expliqué la situación. Ni siquiera es algo que pueda controlar. -contestó con voz divertida por el puchero que estaba haciendo el más alto.
--No es justo, ChimChim, soy tu mejor amigo, ¿cómo no voy a estar en primera fila el día de tu boda? -se volvió a quejar el chico --¿Por qué tienen que hacerlo tan repentino? Es decir, ¿en serio no pueden esperar a que Kookie y yo regresemos de la luna de miel? ¡Es tan injusto! -terminó de decir para luego lanzarse sobre la cama del castaño, provocando que este riera por la manera tan graciosa como rebotaba sobre la misma.
Taehyung se vio contagiado de la risa del más bajo, por lo cual se apresuró a levantarse y llegar hasta él. Con su peculiar y hermosa sonrisa sostuvo al otro de las mejillas y las estiró con un poco de fuerza, riendo alto cuando se quejó.
--Aveces eres tan malo, Tae. -lloriqueó Jimin, acariciando sus adoloridos cachetes.
Ambos chicos se sonrieron con complicidad ante lo tonto de su comportamiento, pero así eran ellos. Así era su amistad, era tan fuerte y tan profunda que, pese a lo retraído que el más bajo solía ser, Taehyung siempre encontraba la manera de hacer surgir al Jimin real. Ese chico alegre y divertido que en verdad era.
--¿En serio no me vas a esperar? -volvió a insistir, fingiendo estar indignado al cruzarse de brazos y pucherear ante la mirada divertida del castaño.
--¡Yaaah! -exclamó Jimin lanzándose sobre el pelirojo, derribándolo en el proceso y provocando que ambos terminaran sobre la cama, retozando y riendo como locos durante un rato.
Luego, ambos se colocaron boca arriba sobre la cama, en silencio, con sus miradas en el techo de la habitación del tímido doncel.
--¿Estás totalmente seguro de hacer esto? -cuestionó el de sonrisa cuadrada, rompiendo el agradable silencio en el que se habían sumido.
Jimin giró su cabeza para conectar su mirada con la de su amigo, viendo entonces la evidente preocupación de las facciones del de sonrisa cuadrada.
--Seguro seguro, no, pero en serio quisiera intentarlo. -contestó, tras soltar un suspiro al aire.
Taehyung se limitó a asentir y no insistir más en el asunto. Estaba preocupado, sí. Era imposible no estarlo. Sin embargo, hasta cierto punto le tranquilizaba todo el asunto de la boda, porque eso significaba que Jimin al menos se estaba abriendo a nuevas posibilidades.
Solo quedaba esperar que los resultados del precipitado matrimonio fueran favorables para su mejor amigo.
***
--Abuelo, ¿cómo te sientes? -cuestionó Yoongi acomodándose en la cama, cerca del débil cuerpo de su mayor.
--E-estoy bien. -contestó, respirando profundo antes de proseguir --¿Cómo estás tú, hijo?
--Bien. -aseguró con una sonrisa --Te quiero contar algo. -empezó a decir con entusiasmo en la voz, seguro de que sus siguientes palabras alegrarían mucho a su mayor --Me voy a casar. Anoche hablé con Jimin y sus padre, y ya está decidido.
Yoongi observó satisfecho la manera en que los ojos del contrario parecieron iluminarse tras sus palabras. Se felicitó mentalmente por lograr su cometido.
--¿Hablas en serio? -cuestionó el canoso hombre, sorprendiendo a su nieto por el súbito entusiasmo que mostró.
--No debes exaltarte. -lo regañó suavemente para que no hiciera esfuerzos innecesarios --Acuéstate. -ordenó, ayudándolo a volver a su posición.
Una vez estando nuevamente acostado, el mayor pareció perder toda la energía que lo había embargado hace un instante. Y Yoongi quiso golpearse por ello.
Sin embargo, todo pensamiento recriminatorio abandonó su cabeza cuando su abuelo volvió a hablar.
--¿Cuándo será la boda?
--Pronto. -aseguró, sonriendo con cariño ante la mirada expectante que le era dedicada en ese momento --Planeamos que la ceremonia sea íntima, solo la familia y amigos muy cercanos. -explicaba, manteniendo el mismo tono de voz suave.
--Deberían hacer una boda por todo lo alto. Me parece una tontería eso de una pequeña ceremonia. -refunfuñó el mayor, desconcertando, una vez más, al pálido que aún no se acostumbraba a sus intermitentes estados de ánimo.
--Abuelo, cálmate. Te puede hacer mal. -pidió, temeroso por la agitación que mostraba el contrario --Además, no estaría bien hacer una gran boda cuando estás tan delicado de salud.
--¡Pamplinas! -bufó el señor Min, visiblemente enojado.
Yoongi pestañeó varias veces antes de observar detenidamente a su abuelo, quien en ese momento no mostraba rastro de debilidad o quebranto alguno, más bien, parecía que había recuperado toda su habitual vitalidad.
Su ceño se frunció ante la insistente sensación que le aseguraba que algo no encajaba.
Pero, ¿qué era?
Sacudiendo su cabeza se obligó a despejar su mente del cúmulo de ideas que querían embargarlo y amenazaban con sumirlo en una espesa bruma llena de conspiraciones y teorías que se negaba a siquiera contemplar. En cambio, regresó toda a su atención a la persona que yacía absurdamente enfurruñado a su lado.
--Solo tranquilízate, ¿sí? -volvió a pedir, con la voz teñida de preocupación, seguro de que tanta efusividad no era buena para el estado de salud del mayor --Quiero que guardes fuerzas para el día de mi boda.
Por suerte su abuelo pareció lo suficientemente complacido con lo dicho, porque adoptó una expresión serena y relajada. Yoongi aprovechó para levantarse y apresurarse a despedirse de él; dejándolo así descansar como le habían indicado hacer.
Una vez cerró la puerta tras de sí, se topó con la madre de Hoseok que llevaba una bandeja tapada con, lo que suponía que era, la cena del mayor.
--¿Ya te vas? -cuestionó su tía.
--Sí, necesito ir a solucionar algo. -contestó escuetamente --El abuelo está un poco exaltado por la noticia de mi matrimonio, ¿crees que estuvo bien que le dijera?
--Por supuesto, le hace más bien del que crees. Que no te sorprenda que se levante de esa cama una vez estés casado. -respondió enigmática, provocando que su sobrino frunciera el ceño ante tal comentario, inseguro de si se trataba de una broma o no, pero sin tener cabeza para psicoanalizar el extraño comportamiento de sus familiares últimamente.
Tenía asuntos amorosos que resolver y que no podían esperar.
--¿Hoseok ya regresó? -cuestionó, retrasando un poco más su ida, sontiendo luego un sentimiento de tristeza embargarlo cuando recibió una respuesta negativa.
--Está bien, volveré mañana. Descansen. -se despidió, besando en la mejilla a la dama.
***
Yoongi llegó al departamento de la mujer que hasta el momento ocupaba el puesto de su novia. Con un suspiro resignado se obligó a sí mismo a tocar la puerta que fue rápidamente abierta.
--Cielo, cuando dijiste que me recompensarías no creí que sería tan pronto. -dijo la exuberante mujer con una sensual sonrisa en sus labios. --Te ves cansado, ¿quieres que prepare el Jacuzzi y te sirva una copa de vino?
"Oh, mierda. No tienes idea de cuanto lo deseo". -pensó y sonrió feliz cuando, sin esperar una respuesta, la fémina se apresuró a ir hasta su minibar y servir dos copas del que sabía era el vino favorito del pálido quien, por su parte, jalaba su pelo con un poco de fuerza ya que se sentía frustrado y enojado. Porque, aunque hacía todo aquello por voluntad propia y por amor a su abuelo, eso no hacía la situación más llevadera.
"¡Diablos! ¿En serio voy a renunciar a esto?" -se preguntó cuando el diminuto y ceñido vestido de la mujer, que ya de por sí era bastante revelador, dejaba al descubierto varios centímetros más de la esbeltas y blanquecinas piernas debido al constante contoneo de caderas.
Yoongi sabía que era una acción premeditada. No existía una pizca de inocencia en esa mujer, y eso es precisamente lo que le fascinaba de ella.
Siempre tan dispuesta a complacerlo, a disfrutar del sexo libre de compromisos y ataduras. Solo placer por placer.
Y tendría que renunciar a ella.
--Gracias. -contestó cuando le fue tendida la bebida, tomando asiento antes de dar un sorbo.
--Pareces cansado, ¿pasa algo? -insistió la joven.
"Solo dilo y ya. No prolongues más esto". --Me voy a casar. -soltó sin emoción alguna y con su vista fija en la reacciones de la mujer frente a él.
--Vaya, esto si que es sorpresivo. -comentó luego de pestañear varias veces seguidas --Felicidades, supongo.
--Bueno, no creo que felicitarme sea lo más acertado. Después de todo, no me siento muy afortunado que digamos.
Yoongi se deleitó con la suave risa de Sahir en reacción a su comentario. Esta, una vez había dejado de reír para ocupar un asiento en frente del pálido y adoptar una expresión serena.
--Entonces, ¿por qué estás aquí contándomelo? -cuestionó con calma --Claramente me vas a pedir terminar con nuestro amorío. -dedujo, acercándose más y más --Y es más que obvio que eso es lo que menos deseas hacer. -y finalmente capturó los delgados labios entre los suyos, jadeando cuando el beso le fue devuelto con hambre.
--Tienes razón, terminar lo nuestro es lo que menos quiero hacer. -contestó, una vez rompieron el contacto de sus labios --Sin embargo, no tengo opción.
Sahir emitió un sonido pensativo. Una sonrisa ladina adornando sus labios antes de ponerse de pie y crear distancia entre ambos.
--Entonces, será mejor que nos despidamos como es debido, ¿o no? -articuló mientras se bajaba el vestido, dejando al descubierto primero sus pálidos y firmes pechos y luego el resto de su anatomía.
Con un gesto provocador, se dio la vuelta y caminó hacia donde estaba su recámara, mientras que Yoongi observaba con ojos lujuriosos la vista de su cuerpo a la par que se empezaba a deshacer de su ropa para reunirse con ella.
----☆☆☆----
Probablemente este capítulo tiene más errores de lo normal, pero me pasé media tarde corrigiendo la ortografía, editando y puliendo el capítulo solo para que wattpad decidiera no guardar los cambios. Así que, perdón desde ya si está deficiente pero me siento cansada de reescribir, leer y corregir.
En fin...
¿Será que de esta última noche de pasión nacerá Yoongi Jr?
♡♡Gracias por leer, votar y/o comentar♡♡
《Akina》
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro