MI METEORO FAVORITO

Capítulo 2: La presentación

Montevideo, Uruguay.

―La ciudad está expectante ante la presentación de todos los exóticos vehículos que se dieron cita para la competencia automovilística. Cada ciudad capital de cada país Sudamericano, será la meta en la que se otorgará al ganador uno de los trofeos: huevos de ñandú. Montevideo, no dará ningún trofeo ya que será la ciudad punto de partida de la carrera. Todo un honor ya que será compensada en metálico por los auspiciantes ―relata la comentadora de la carrera: Nahikari Black Lovegood.

―Y el auspiciante principal y organizador de la carrera es empresas WeylandYutani ―relata el co-comentador: James Sirious

Luego de una generación terminada la guerra contra Voldemort, el Ministerio de magia y Hechicería, observó que surgían voces radicales que recordaban los postulados radicales de los mortifagos respecto a la superioridad de los magos (en especial sangre pura) con respecto a los muggles.

El ministerio, junto con Hogwarts decidieron transmitir la carrera muggle al mundo mágico en un esfuerzo de demostrar que los muggles no son barbaros incivilizados, y que mejor manera de hacerlo sino mostrando una gran competencia deportiva como esta.

«Al enterarme que James (el relator oficial de Hogwarts en los partidos de quidditch del colegio) iba a cubrir esta competición muggle, no podía hacer otra cosa sino ofrecerme de voluntaria», pensaba Nahikari, una Hufflepuff que estaba atraída por el griffindor de voluminoso cabello rizado color miel, hombros anchos y ojos verdes como su famoso padre.

James se mostró mosqueado ya que la directora McGonagall, lo puso a él como co-comentador.

«No debí gritar en el partido que Escorpious Malfoy, era tan mal buscador como su padre, Draco», pensaba malhumorado James. «Tampoco debí gritar frente todo el estadio de quidditch que toda su familia de mortifagos apestaba para el quidditch».

La directora McGonagall, no podía permitir que los acalorados comentarios de James, dieran al traste las intenciones del ministerio, poniendo más leña al fuego. Así que decidió que fuera Nahikari la comentarista principal.

―Y ya se acercan los corredores con sus pintorescos vehículos para la presentación ante los reporteros muggles ―decía Nahikari que veía de reojo y un tanto preocupada a James.

―Viva ―decía James sin ganas.

«Sigue enfadado conmigo por lo de la decisión de McGonagall», pensaba Nahikari, mientras lágrimas estilo anime recorrían sus mejillas.

―Pst, Lovegood. Te toca ―le daba un pequeño codazo el griffindor.

―Eh, ¡ah sí! El primer vehículo que se aproxima para la prensa es el..., no sé qué modelo muggle es ese, pero es inmenso.

Tanto Nahikari como James, transmitían al mundo mágico desde la cesta de un globo aerostático mágico, ya que este no dependía del viento, sino que podía desplazarse a voluntad de los jóvenes magos.

―Muy alto como una casa de dos pisos y largo como un camión. De color gris metálico..., y el conductor es Gru, quien ahora sale del vehículo y posa para los reporteros muggle.

»El segundo vehículo es el match 5. Muy bonito modelo de características aerodinámicas y blanco salvo por el capó que tiene el logotipo del conductor. Una Eme de color escarlata de diseño estilizado y elegante..., y allí saluda el piloto, su nombre: Meteoro.

»El tercer vehículo es un auto de diseño alargado, el Tempestuoso, conducido por Pedro Bello..., James.

―El auto de Pedro Bello es un drag racer con dos ruedas traseras enormes.

―El cuarto vehículo es el Troncoswagen, conducido por Brutus y su copiloto..., ¿un castor que se llama Listus?! ―decía desconcertada Nahikari, mientras tomaba sus omniculares y enfocaba al animalito que llevaba un casco, una bufanda y guantes color amarillo.

―Brutus tiene la pinta cliché de un leñador y su auto parece estar conformado por trozos de madera basta y de ruedas tiene..., ¡sierras circulares en lugar de ruedas! ― exclamaba James, que lo mismo que Nahikari, tomaba sus omniculares para enfocar mejor al vehículo.

―Se acerca el quinto automóvil, el Súper chatarra special, conducido por..,. aquí no tengo ningún nombre, James.

―El piloto es el soldado Meekly, y el cañonero es el sargento Blast..., parecen ser más sus nombres códigos que otra cosa.

―El auto, por llamarlo de alguna manera, es una extraña combinación entre un jeep, una aplanadora y la torreta de un tanque con cañón incluido ―decía Nahikari que volvía a usar los omniculares.

―Y parece que todo el conjunto está unido por soldaduras muy precarias ―evaluaba James.

―Y ahora tenemos al sexto auto (por fin un auto de verdad), la Antigualla blindada, mejor conocida como Chugabum. Cuyo piloto es Mafio y con el van sus..., ¿seis copilotos?

―Bueno, pues considerando sus muy bajas estaturas no creo que vayan incomodos en el enorme auto ―decía riéndose James mientras recibía un codazo de su compañera―. ¡¿Qué?!, ¡si se parecen a los siete enanitos de Blanca Nieves!

―¿Siete qué de Blanca qué? ―preguntaba Nahikari.

―Un cuento de hadas muggle..., bueno, volvamos a la exhibición. El vehículo es un antiguo sedan de los años 1920... Esperen un momento, el piloto se llama Mafio y el resto de sus copilotos conforman ¿la mafia del hormiguero?..., ¿estos tipos son corredores o gánsters? ¿Y por qué todos van apiñados en el asiento delantero, cuando hay tanto espacio disponible?

―El ¿séptimo auto?..., es el Auto/convertible, conducido por el Dr. Locovitch, James.

―Esto me supera, no sé qué diablos es lo que conduce. Parece un barco con ruedas, con un monomotor trasero para avión... ¡Y está desplegando un par de alas que hace que el auto vuele en este momento!..., aunque a muy baja altura y no muy bien que digamos.

―¡¿Oh no, y ahora que es esto?! James, tú vives en el mundo muggle, instrúyenos, por favor.

―¡¿Qué?!, ¡te echaron un hechizo confundus o algo!, ¡¿cómo voy a saber que es esa cosa?!

―Bueno, al parecer el octavo "auto" es el Rocomóvil, un pedazo de roca ahuecada y con ruedas diminutas también hechas de roca, conducido por dos..., bueno, ¿cavernicolas?..., los hermanos macana, Piedro y Roco; cada uno lleva una enorme macana y se golpean mutuamente la cabeza con estos..., ¡y parecen muy felices por ello! ―Nahikari tuvo que volver a ponerse los omniculares para verificar la escena, con tal fuerza que se lastimó el puente de la nariz y el borde de los ojos.

―Lovegood, tu turno.

―Nyu...

―Bueno, relatando en lugar de Lovegood. Tenemos al noveno vehículo..., al menos esta vez se parece a un automóvil. Es el Espantomóvil, conducido por la Pareja Tenebrosa, un muggle tan grande como Hagrid, y un vampiro diminuto de color purpura.

―¡¿Qué?!, ¡se supone que ninguna criatura mágica puede exponerse de esa forma a los muggles! ―exclamaba Nahikari.

―Creo que los muggles piensan que esos dos solo están disfrazados.

―¡Pero el "auto" tiene una nube de tormenta que los sigue a todas partes! ―volvía a exclamar la joven bruja.

―Tal vez piensen que son efectos especiales ―decía James―. Mi abuelo materno tenía razón, los muggles no reconocerían la magia aunque esta esté delante de ellos bailando con una cubre tetera de sombrero.

―¡James!

―¡¿Qué?!, mi abuelo lo dijo sin el ánimo de insultar a los muggles, de hecho, él es un fanático de los muggles... Bueno, regresando a la carrera. El Espantomovíl, es una mezcla de coche antiguo de diseño de los años 1920, una antigua carroza fúnebre, una torre victoriana o gótica, y un campanario..., un dragón se asoma por la torre, lo mismo que varios fantasmas y brujas..., ay, por Merlín.

―Piensen o no que son efectos especiales, seguro el Ministerio de Magia no estará muy contento con esto ―decía Nahikari frunciendo el ceño.

»El décimo vehículo..., no sé, pero por alguna razón algo me dice que esto no es un auto, no estoy muy segura, James.

―Porque no lo es, Lovegood, más parece un biplano de la Primera Guerra Mundial..., una guerra de los muggles.

―Creo que todos los magos saben lo que fue la Primera Guerra Mundial muggle. Lo vimos en Historia Muggle en Hogwarts.

―Casi nadie toma esa materia, Lovegood, solo los cerebritos.

En ese momento Harry se tomaba en puente de la nariz mientras que Ginny escupía su refresco y Hermione miraba muy enojada a Ron que se desternillaba por la risa, ya que recordaba como el obeso pelirrojo le dijo lo mismo cuando estaban en el colegio.

―Bueno, James, ahora tú eres el cerebrito en lo que respecta a maquinaria muggle, así que dinos más acerca del "auto".

―Pues el Stuka rakuda, es una mezcla de coche antiguo con un biplano y supongo que es de color escarlata en honor al triplano color rojo del Barón Manfred von Richthofen, alias el Barón Rojo... ¿Qué pasa, Lovegood, por qué pones esa cara de desconcierto?, pensé que tu pasaste Historia Muggle

―¡Eres insufrible, James Potter! ―gritaba Nahikari mientras ahorcaba a su compañero. El cual solo miraba a la cámara mágica y sacaba la lengua al mismo tiempo que hacia la Ve de la victoria.

Esta vez era McGonagall quien escupía su té y lanzaba chispas por los ojos, sin darse cuenta que el Ministro de Magia al lado de ella se preparaba con manos temblorosas un té de boldo para el estrés.

―Perdón por la interrupción ―se excusaba una colorada Nahikari―. El Stuka rakuda, es conducido por el Barón Hans Fritz, y aunque parezca que tiene ventaja ante los demás coches, en realidad vemos que al igual que el "auto" del Dr. Locovitch, el Stuka rakuda también vuela a ras del piso y no muy bien que digamos. Gracias por la disertación Potter, se ve que eres todo un cerebrito.

Todo el mundo mágico se reía en ese momento de James, quien tenía la cara roja sabiéndose derrotado por la chica ante todo el mundo mágico.

»Y en el puesto once, tenemos al Alambique veloz, cerebrito Potter, haz los honores.

―Pues el Alambique veloz, es eso, un alambique oxidado que hace de motor de un coche de madera que parece que fue hecho por el conductor, Lucas que tiene una pinta cliché de granjero del pantano, y su copiloto es el oso miedoso, que es eso, un enorme oso con casco y bufanda.

―Ahora tenemos en el puesto doce al Súper Ferrari, conducido por Pierre no doy Una..., eh, James, ¿ese apellido es común en el mundo muggle?

―Ahora dejas el Potter y vuelves a llamarme James, Lovegood.

―Seamos profesionales, James (no hagas que te lance el cruciatus), y por cierto, me llamo Nahikari, si fueras tan amable.

―Bueno, Nakihari. Sí, ese es su nombre, Pierre no doy Una, y no, no es un apellido muy común entre los muggles. El copiloto de Pierre es otro animal con ropa, su perro Patán. En cuanto al coche, es un Ferrari a reacción (wow, ya quiero uno) con pinchos y aletas aquí y allá que le dan una apariencia malvada.

―Falta un corredor, ¿qué pasó con Penélope Glamour? ―preguntaba Nahikari.

A lo lejos se oía el rugir de un coche que venía a tal velocidad que parecía una estela color rosa.

CONTINUARÁ...