
No importa lo que hagas: pierdes
Hablar con Claudia y posteriormente con Alan le había servido de mucho. Todo el día se la pasó encerrada con ellos dos, viviendo en una burbuja del mundo exterior. No quería ni saber qué decían los medios de comunicación, qué había dicho Steve, ni le importó que Susan o el resto de la productora estuvieran buscándola de manera desesperada. Tenía tantas cosas en la cabeza que necesitaba aislarse, incluso de Ian, con quien tampoco quiso hablar.
Ese día no podía faltar a clases, imaginaba que todo estaría más calmado y en la tarde ya podría reaparecer en el canal, para tener una reunión con Susan y los productores para pensar cómo solucionar el asunto frente a los medios.
Su tío los llevó al colegio, estacionaron frente a la puerta y en cuanto alguien reconoció a Sophie un par de reporteros corrieron hacia ella. Se notaba que los habían mandado a esperarla a la puerta del colegio, suponiendo que ese día sí asistiría.
Alan le avisó a su padre que él se encargaría de ayudar a Sophie a entrar al colegio esquivando a los reporteros y a un fotógrafo que disparaba la cámara sin sentido, esperando logar capturar algo; mientras tanto una joven periodista que reconoció del programa "Cara a cara con Octavio" le hacía preguntas insistentemente.
Sophie la ignoraba y se cubría con la mochila. Al entrar al patio del colegio los guardias no permitieron la entrada a los reporteros. Sophie y Alan se sintieron aliviados, pero no esperaban que un grupo de alumnas de primer año los emboscaran.
Aunque Sophie no tenía mucho contacto con ellas, sabía que en los primeros cursos del colegio tenía a un buen número de fanáticas que tímidamente le pedían algún autógrafo cuando se cruzaban en los pasillos. Ese día habían dejado la timidez en casa, emocionadas se arremolinaban a su alrededor, preguntándole si había aceptado, si tenía un anillo de compromiso o si era verdad que había rechazado a Steve por su ex novio.
Cuando escuchó la última suposición se puso helada. ¿Era posible que lo supieran? Quienes la conocían del colegio sabían algo de su historia con Ian, y no era muy difícil de suponer que él hubiese tenido algo que ver.
El sonido del timbre y los maestros que se acercaron a despejar al multitud permitieron a Sophie llegar a su aula, donde si bien no la acosaron con preguntas por encontrarse el profesor, sí volteaban a verla. Como nunca deseó que la tierra se la tragara, para que dejaran de verla de esa forma tan incómoda.
El lugar donde siempre se sentaba la estaba esperando, con Ian al lado. Como si fuera posible se puso más nerviosa.
Lo saludo en voz baja evitando el contacto visual, sacó sus útiles y podía sentir que la miraba de reojo.
No prestaba atención a la clase, seguía perdida en sus pensamientos, hasta que sintió a su teléfono vibrar en su bolsillo. Antes de que sonara lo observó por debajo de la mesa.
Ian: Vas a seguir esquivándome?
Sophie: No te esquivo
Ian: Entonces por qué apagaste tu teléfono ayer?
Sophie: Para que no me molestaran los del canal.
Ian: Llamé a casa de Alan, tampoco quisiste contestarme
TENEMOS que hablar
Sophie: Sí, ya lo sé, en el recreo.
Después de su último mensaje apagó el teléfono y le dio a entender con la mirada que no era momento de discutir.
Para Ian los primeros cuatro periodos de la mañana se le hicieron eternos, a Sophie todo lo contrario, el tiempo se le había ido de las manos y no sabía exactamente cómo enfrentar a Ian después de lo ocurrido el día anterior.
Cuando solo faltaba un minuto para el recreo Ian guardo sus cosas a toda velocidad y en cuanto sonó el timbre agarró a Sophie de la mano y se la llevó casi corriendo hacia la azotea del edificio, donde había un balcón, ahí podrían hablar sin interrupciones.
— ¿Ahora sí vas a decirme qué te sucede?
La chica se apoyó en la baranda, mirando hacia el patio, tomando valor para hablar. Ian se apoyó a su lado, esperándola.
—Necesitaba un tiempo alejada de Steve y de ti para pensar. Tenía todo decidido hasta que Steve me propuso matrimonio. Ahí me di cuenta que solo lo estaba usando como una excusa para alejarme de ti.
— ¿Eso es lo que te preocupa?
—Eso es lo único que debería preocuparme, pero no es así... Ian, estaba demasiado ebria cuando fui a buscarte y no creo haber tomado las decisiones correctas. Me refiero a lo que pasó entre nosotros ¿nos acostamos verdad? —Lo miró a los ojos por primera vez ese día.
—Sí.
—Me lo imaginaba, no recuerdo mucho y hay algo que me preocupa. —Respiró profundamente, tomando nuevamente valor para hablar— ¿Usamos protección? Digo... tú me entiendes —preguntó con voz temblorosa, carcomida por los nervios.
—No.
— ¡¿Lo dices en serio?! ¡Cómo se te ocurre...! ¿Encima que yo estaba en ese estado no pudiste ponerte un maldito preservativo? No, claro que no, porque mi vida es un desastre y esto es el cherry en el pastel. Tenía ese presentimiento y ayer me la pasé con Claudia buscando calendarios de ovulación en internet, no era un buen día, era el peor día... ¡demonios Ian! ¡Debería lanzarte desde aquí! —gritó casi hasta quedar afónica y después empezó a hiperventilar. La propuesta de Steve ante cámaras y lo que dirían ante los medios de comunicación, era un problema insignificante en ese momento.
—Sophie tranquilízate. —La agarró por los hombros, pero ella se soltó de inmediato.
— ¿Cómo puedo tranquilizarme? Puedo estar embarazada, Thaly va a matarme, le juré que esto no me iba a pasar ¿Qué vamos a hacer?
Ian encogió los hombros y volvió a mirar hacia el patio.
—Si es niña la podemos llamar Lily. Me gusta ese nombre: Lily Key ¿es muy dulce no crees? Aunque tendrá que ser Lily Hyde ya que no puedo recuperar legalmente mi nombre —explicó pensativo.
— ¡¿Me estás hablando en serio?!
—Sí, sabes que tuve que cambiarme el nombre para inscribirme en el colegio y poder entrar luego a la universidad.
— ¡No hablo de eso! Tener un hijo es algo serio, peor a esta edad; no es para que estés pensando en el nombre.
—Me lo tomo en serio, los hijos necesitan nombres.
Sophie se puso pálida, sin creerse lo surreal de la situación. Iba a gritarle a Ian de nuevo hasta que el chico comenzó a reírse.
— ¿De qué te ríes?
—De que eres una histérica y una fatalista ¿por qué siempre tienes que imaginar el peor panorama posible? No estás embarazada.
— ¿Y cómo puedes saberlo? ¿Eres estéril?
—Claro que no, la naturaleza no sería tan cruel como para negarle mis genes al mundo. ¿Tienes idea de cómo se hacen los bebés? Necesitas tener sexo primero.
—Sí, y tú me dijiste.... Espera...—Reaccionó—. ¿Al final nos acostamos o no?
—Acostarse es una palabra muy ambigua, ¿por qué no llamas a las cosas como son? Si te refieres a que dormimos juntos en la misma cama, sí, lo hicimos, pero no tuvimos sexo. Estabas ebria, eso habría sido aprovecharme de ti y jamás haría eso.
—Sí, pero, es que recuerdo ciertas cosas y desperté desnuda en tu cama... —Empezó a repasar lo poco que recordaba de esa noche, sintiéndose estúpida.
—Eso fue porque primero intentaste desvestirme a mí y cuando no te dejé tú te quitaste el vestido, y no llevabas nada debajo. Te dije que no íbamos a hacer nada porque estabas ebria, pero insistías demasiado. Así que te dije que lo haríamos si te echabas en la cama. Te besé hasta que te quedaste dormida. Y esta semana me toca la habitación, no iba a cederte la cama, el sillón es incómodo.
Era oficial, nunca en su vida se había sentido más estúpida ni con instintos asesinos tan fuertes.
—Desde un principio sabías a qué me refería, ¿Por qué me hiciste creer que sí habíamos hecho el amor?
—Para que aprendas la lección, tú y el alcohol no deben estar ni en la misma habitación, haces cosas muy estúpidas. Por suerte estabas bajo mi protección, otro no habría tenido tanto autocontrol.
—Te odio —dijo cada palabra cargada de sentimiento.
—No es cierto, no puedes odiarme porque me amas —respondió cínico—. Hasta te hiciste un tatuaje en mi honor —rió.
—¡¿Cómo sabes eso?!
—Me lo dijiste antes de querer violarme. Sí te creí lo de la marioneta, pero pensé que lo del tatuaje era un invento producto del alcohol, hasta que lo vi cuando te quitaste la ropa —rió con más ganas, enfadando y avergonzando a Sophie—. No puedo creer que lo hayas hecho, es decir, ¿qué te incentivó a tatuarte una mariposa en el trasero?
— ¡Solo quería hacérmelo! Y tenía que ser en un lugar donde no se viera, en mi contrato con la KTV está prohibido que tenga piercings o tatuajes. —Totalmente avergonzada le dio la espalda, para que no viera lo roja que se había puesto—. Deja de reirte o voy a lanzarte enserio por el balcón.
Evan interrumpió abriendo la puerta de la azotea, él y Alan los estaban buscando desde hacía rato.
—El director te está llamando —le dijo a Sophie y tras darle el mensaje regresó a disfrutar lo que le quedaba de recreo.
Resignada y pensando que ahora vendía alguna reprimenda o castigo bajó de mala gana hacia la dirección. Ian la acompañó y al director pareció no importarle que él estuviera presente. Le ordenó cerrar la puerta e invitó a Sophie a sentarse frente a su escritorio.
— ¿Ahora qué hice?
—Sabes qué hiciste. El consejo de padres de familia me ha estado llamando desde ayer y me están volviendo loco. No les agrada la idea de que la prensa esté en la puerta acosando a sus hijos, preguntándoles si te conocen o si saben algo sobre tu relación con Steve o el ex novio misterioso con quien le pones los cuernos. La verdad tu vida personal no me importa, ni tampoco lo que la televisión ande diciendo, pero tienen razón, el colegio es un caos, no solo por el acoso de los medios, descubrimos que en twitter hay una campaña de fans para hacer una huelga de hambre hasta que te comprometas con el actor ese públicamente y varias alumnas de este colegio están metidas.
—Oh genial... ¿o sea que tengo que hacer algo que no quiero para que alguien no se muera de hambre?
—También hay otra campaña de padres que pretende sabotear la KTV si es que aceptas, porque no creen que seas un buen ejemplo para las adolescentes de tu generación.
—O sea que no importa lo que decida igual voy a salir perdiendo.
—Yo no sé demasiado de esto, en mis tiempos las adolescentes se limitaban a desmayarse frente a los famosos y los padres a prohibirnos ver ciertos programas de televisión o escuchar cierta música. La tienes difícil. Y las cosas se me están poniendo difíciles también. Necesito calmar las cosas. Así que voy a suspenderte esta semana.
— ¡¿Qué?! ¡No puede hacer eso, no es mi culpa!
—No estoy diciendo que lo sea. Y esta suspensión no entrará en tu registro, hablaré con tus maestros para que te permitan entregar trabajos o dar exámenes la próxima semana. Solo necesito alejarte del colegio hasta que las cosas se calmen.
La idea no le sonó tan mal a Sophie. Una semana de descanso le vendría bien.
— ¿Sabe?, los medios también van a acosarme. Hay rumores de que Sophie dejó al actor de cuarta por mí, seguramente querrán saber algo...—Ian intervino.
—Está bien, Aaron, entiendo, puedes tomarte también el resto de la semana, solo porque puede que tengas —aceptó el director. Últimamente andaba muy contento con el muchacho, porque en poco tiempo se había puesto al día y tenía el mejor rendimiento del colegio—. Ya llamé a tus padres Sophie, puedes retírate antes el día de hoy.
Al salir de la oficina, Ian se despidió vagamente de ella. Como tenía las cosas en su mochila no pasó por su casillero y se fue del colegio.
Sophie no esperaba eso. O era ahora Ian quien la esquivaba o estaba planeando algo.
Bueno, para los que querían la escena del ñiqui, ñiqui, pues no hubo! >:(
en el siguiente cap sabremos que pasa con Tiago y que pasa con Ian. Gracias por leer, espero que les haya gustado!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro