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¡Nami, la ladrona de pitaras!

¡Mi Vida En One Piece!

Arco: Romance Dawn

Capítulo 02

¡Nami, la ladrona de pitaras!

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El Hombre que lo tuvo todo en el mundo,

El Legendario Rey de Los Piratas, Gold Roger

Sus últimas palabras provocaron que las personas salieran al mar.

"¿¡Mi Tesoro!? Si lo quieren es suyo. ¡Búsquenlo!"

"¡Lo deje todo en ese lugar!"

¡Las personas salieron en busca de aventura!

¡Y ahora, La Gran era de Los Piratas ha comenzado!

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Reeditado

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Habían pasado unas cuantas horas desde que huyeron de los marines y por los momentos estaban a salvo, Luffy se encontraba tirado en la cubierta completamente empapado de sudor y realmente cansado. Cuando había hundido los buques de la marina no había soltado ni una sola gota de sudor pero, había acabado en ese estado nada más por seguir la ordenes de Nami.

Ella era un demonio, aunque Luffy estaba en mejor estado que el pobre de Coby, el cual parecía que no podría vivir un día más; le faltaba resistencia.

Realmente navegar un barco tan grande con solo tres personas (los cuales "solo dos" ponían la mano de obra) era demasiado.

—Coby... ¿Estás bien? —preguntó Luffy, a la vez que se sentaba.

—S-Si —apenas susurró—. Co-Comparado a lo que Alvida-sam... Alvida me hacía hacer, esto no es nada.

—Jajajajajajajaja Nami es un demonio.

—¿¡Quién es un demonio!? —escuchó Luffy a su espalda, él pobre sudó frío, podía sentir perfectamente el aura oscura que desprendía de Nami.

—Nadie —Luffy tragó grueso.

Él giró la cabeza para ver a Nami cruzarse de brazos y mandarle una mirada gélida que le caló hasta los huesos. "¡Por Enel! ¡Qué miedo!", pensó Luffy.

En ese momento un ronquido se escuchó, ambos se giraron y vieron a Coby dormir.

—Parece que el cansancio le ganó —habló Nami relajándose un poco.

—Sí, así parece.

Un silencio agradable se formó entre ambos, solo siendo roto por unos pequeños ronquidos y el sonido de las olas.

—Por cierto eres una gran navegadora, mira que lograr poder en marcha este barco, solo con tres personas —Luffy rompió el silencio mientras se ponía de pie para verla, se dio cuenta de que solo era unos centímetros más alto que ella.

—Por supuesto, yo soy la mejor navegante del mundo —dijo con orgullo—. Pero ahora que lo pienso, tú eres bastante fuerte.

—Sí, lo soy —Luffy observó su mano, la cerró en un puño y la apretó con fuerza—. Pero para cumplir mi sueño, está fuerza no es suficiente.

—Únete a mí.

—¿Ah?... ¿Disculpa? —Luffy se volteó a verla con una ceja alzada, no era lo que estaba esperando, había espera una pregunta como "¿Cuál es tu sueño?" O algo parecido—. ¿Por qué debería unirme a ti?

—Yo soy una ladrona de piratas, sí te unes a mí tendrás una porción de las ganancias ¿Qué dices? —propuso estirando la mano—. Con tu fuerza y mis habilidades seremos ricos.

—Yo no recibo órdenes de nadie... Por algo yo soy el capitán —se cruzó de brazos, negando con la cabeza.

—Entonces hagamos una alianza, de ese modo ninguno de los dos recibirá órdenes del otro... Espera dijiste ¿Capitán? —Su mano tembló.

—Soy un pirata.

Nami retiro su mano y le mando una mirada gélida— Olvídalo, ya no hay trato... Lo que más odio en el mundo son a los piratas.

—Muchas personas odian a los piratas y nos los culpo —Luffy asistió con la cabeza y dijo sin rodeos—: Nami se mi nakama.

—¿¡Ah!? ¿¡Eres sordo!? ¿¡Acaso no escuchaste lo que dije!?

Si Luffy no hubiera enfrentado cara a cara a un Garp Súper, Mega e Imper Enojado, hubiera dado un paso atrás.

—Sí te escuche, dices que odias a los piratas, pero no me compares con ellos —Luffy camino hasta la barandilla y se recostó en ningún momento aparto los ojos de los de Nami—. Existen piratas buenos; como piratas malos en este mundo... Pero al final un pirata siempre será un pirata.

—¿A dónde quieres llegar con esto?

—Yo solo quiero ser libre —sus ojos brillaron ante el pensamiento de libertad—. No me interesa eso de buenos y malos... El mundo no está compuesto de colores blancos y negros el mundo está teñido de distintos tipos de grises... No soy un santo pero tampoco un demonio pero puedo volverme un monstruo si alguien daña a los que me importan.

—E-Eso... ¿Eso que tiene que ver conmigo? —Nami se cruzó de brazos, tratando de poner una barrera entre ambos.

Luffy suspiró— Nami ¿Cuál es tu sueño? —Contestó con otra pregunta, descolocándola un poco.

La navegante claramente no se esperó esa pregunta y con algo de duda respondió—: Reunir 100 millones de berries.

—Eso sonó más como una meta, incluso un objetivo que un sueño... Nami te lo preguntare una vez más... ¿Cuál es tu sueño?

—Hacer un mapa mundial —no dudo en contestar esta vez.

Luffy se acercó hasta que estuvo al frente de ella— Un mapa mundial... Si te unes a mi tripulación como mi navegante tu sueño se hará realidad.

El corazón de Nami comenzó a latir cada vez más rápido ante la cercanía de Luffy y no solo por él, sino también ante la posibilidad de cumplir su sueño, pero ¿Se convertiría en lo que más odiaba para cumplir su sueño?

—Olvídalo, jamás me convertiría en un pirata —dijo decidida mientras le daba la espalda.

—Ser el rey de los piratas...

—¿Qué? —Nami se dio la vuelta, Luffy tenía la vista en su sombrero de paja el cual sostenía con su mano derecha.

—Ese es mi sueño, ser el rey de los piratas, se lo prometí a la persona que me dio este sombrero de paja... Este viejo sombrero de paja es mi tesoro más preciado —se colocó el sombrero en la cabeza y la miro a los ojos—. Aunque más que un sueño es algo que será una realidad —Luffy le regalo un brillante sonrisa.

Esa sonrisa había hecho que el corazón de la mujer comenzara a latir cada vez más rápido. Ella sabía que era una locura el ser el rey de los piratas, pero la seguridad con la que Luffy hablo le hacía creer que no era para nada una locura y no sabía porque pero estaba segura ese chico que tenía al frente se convertiría en el siguiente rey de los piratas.

—Para cumplir tu sueño tienes que ir al Grand Line y completarlo, eso es algo que solo el rey de los piratas ha logrado... Si te conviertes en mi nakama, 100 millones de beris no son nada comparado a lo que yo te puedo dar —Luffy se acercó una vez más a ella y colocó sus manos en sus hombros, ignorando lo que provocaba en la navegadora—. Te ofrezco el One Piece Nami.

Nami se quedó en Shock...

El One Piece...

El legendario tesoro del rey de los piratas...

¿Realmente le estaba ofreciendo el tesoro más grande del mundo?

—Yo lo único que quiero es la libertad que me dará ser el rey de los piratas... El One Piece solo es la prueba de que conquiste el Grand Line, en si el tesoro no me importa, por eso te lo ofrezco a ti —los ojos de Nami se convirtieron en el símbolo del berrie, su rostro brillaba ante la posibilidad de tener esa montaña de dinero para sí sola—. Aunque claro el tesoro será tuyo solo si te unes a mi tripulación —Luffy sonrió ante el chantaje que estaba haciendo.

Ese comentario pareció traer a Nami al mundo real, porque se quitó bruscamente las manos de los hombros y lo fulmino con la mirada— En todo caso si acepto no obtendré el tesoro de un día para otro —alzó la barbilla tratándose de ver más grande—. Puede pasar años hasta que lo encontremos.

Luffy sonrió con suficiencia ante el "lo encontraremos", Nami claramente lo estaba considerando solo un empujoncito más y tendría navegante para el final del día.

—Es verdad no lo niego —dijo indiferente—. Pero si tanto necesitas los 100 millones, podemos reunirlos mientras estemos en East Blue*... A todo esto ¿Para qué quieres tanto dinero?

—Quiero comprar un pueblo —la decisión estaba impresa en los ojos de Nami.

—Ya veo, bueno reunimos los 100 millones, compras tu pueblo y luego nos vamos al Grand Line... ¿Qué te parece? ¿Trato?

—¿Y el One Piece?

—El One Piece será tuyo cuando lo encontremos... ¿Feliz? —preguntó algo cansado—. ¿Tenemos un trato? —Luffy estiro la mano.

Nami se debatió mentalmente y con un suspiro hablo—: Esta bien, seré tu navegante, pero ¡No seré un pirata! Cuando reunamos los 100 millones decidiré si sigo o no en la tripulación —al culminar de decir esas palabras, estrecho su mano en un fuerte apretón.

El trato estaba hecho.

—¿Eh? No era la respuesta que esperaba —confesó—. Pero acepto —la alegría que embargo a Luffy fue tanta que abrazo a Nami—. ¡Tengo navegante!

Nami se sonrojo ante la repentina muestra de afecto— Pero si no cumples tu palabra en cuanto a mi tesoro... ¡Yo misma te matare! —la mirada de ella se oscureció haciendo a Luffy tragar grueso, Nami disfruto de verlo así.

—¡Cla-Claro! —tartamudeó. Luffy lo rectificaba Nami era un demonio—. Yo nunca rompo mis promesas.

—Mientras este claro todo bien —Nami le regalo una sonrisa para al final dedicarse a observar el rostro de su "capitán"

—¿Sucede algo Nami? —preguntó algo incómodo.

Ella parpadeo y sonrió avergonzada— A-Ahora que lo pienso ¿Estas bien? Tu camisa tiene varios agujeros de balas.

Luffy bajo a ver su camisa y efectivamente tenía agujeros— Si estoy bien, las balas no me hacen efecto.

—¡Cierto! ¡Ahora que lo mencionas! —dijo Nami apresuradamente—. ¿Qué fue lo que hiciste antes para subirnos al barco? Pareció que te estirarte... Con todo lo que paso no pude preguntarte.

—¡Ah Eso! Yo me comí una Akuma no Mi*, la Gomu Gomu no Mi*... Soy un hombre goma —Luffy seguidamente procedió a estirarse la mejilla.

—¿Akuma no Mi? ¿En verdad existen? ¿No es un mito? —preguntó todo al mismo tiempo y no dejo a Luffy responderle, porque comenzó a estirar sus mejillas lo más que podía, al igual que otras partes de su cuerpo.

—Nami no soy un juguete para tu diversión —Luffy apreso las muñecas de Nami y las bajo, él se dio cuenta de lo cerca que estaban, y con los ojos fijos en el otro.

—¿Qué están haciendo? —ambos giramos la cabeza y vieron a Coby sentado restregándose el sueño de los ojos.

—¡Nada! —chilló Nami empujando a Luffy con una fuerza monstruosa, tirándolo al suelo

"¿De dónde vino esa fuerza? ¿¡Acaso eso había sido Haki!?", Luffy entrecerró los ojos y negó con la cabeza, eso no podía ser posible.

—¡Nami! No seas tan ruda —Luffy se sobo su trasero, en serio ese golpe sí que le había dolido, ¡Y él era de goma, GOMA! subió la mirada para verla con el ceño fruncido.

—E-E-Es tu culpa por acercarte así.

Luffy levanto una ceja al ver un sonrojo en el rostro de Nami, no pudo seguir pensando en eso cuando su estoma gruño siendo oído por todos.

—Tengo hambre —dijo lo obvio, Nami suspiró.

—No hay más remedio —Nami negó con la cabeza—. Vamos a la cocina, les preparare algo.

— ¿En serio? ¡Genial!

—Sí, pero ayuda a Coby parece que no puede moverse.

—Por supuesto —Luffy llego hasta Coby y lo levanto y se lo llevo al hombro como si de un costal de papas se tratara.

—Gracias Luffy-san y disculpa las molestias —murmuró Coby

—No es nada Coby.

Luffy siguió a Nami dentro del barco hasta que llegaron a la cocina, el lugar era amplio y ordenado, el color rosa predominaba en las paredes, estantes incluso los platos eran rosa, Luffy se sentó en una larga mesa y coloco a Coby al lado de él, el pequeño se notaba bastante cansado con un bostezo se recostó en la mesa dormitando.

Luffy dirigió la mirada a su nakama, verla moverse en la cocina como si la conociera de toda la vida a pesar de que era la primera vez que estaba allí, él estuvo todo el raro observándola hasta que el olor de la comida se sintió abriéndole el apetito aún más, un gran plato con comida fue puesto al frente de él.

—Itadakumasu* —dijo Luffy antes de comenzar a devorar su comida.

—Si sigues tragando así te vas a ahogar —regañó Nami y como si fuera una adivina Luffy se atraganto con un bocado—. Ves te lo dije... Toma —le paso un vaso de agua, el líquido desapareció en un santiamén.

—Aaaaah, gracias Nami me salvaste.

—No fue nada —Nami se sentó al frente de Luffy y comenzó a comer.

En vez de ser una cena tranquila parecía el frente de un campo de batalla, Luffy se estiraba robando la comida de Coby y Nami, a pesar de que ambos hacían el intento de que no les robaran, todo su esfuerzo fue inútil, no podían con la velocidad de Luffy.

—¡LUFFY! —gritó Nami apuñalando un cuchillo en la mesa justo en medio de dos dedos de Luffy—. ¡Quédate quieto! —ordenó con los ojos en blanco y los dientes de tiburón.

—Es-Esta bien —del cuello de él bajaban pequeñas gotas de sudor—. Gochisousama deshita*

—Luffy-san no te había preguntado antes debido a las circunstancias pero... ¿Qué eres tú? —preguntó Coby.

—Ha es verdad tú no los sabes aún, yo comí la Gomu Gomu no Mi soy un hombre goma —Luffy se estiro la mejilla, Coby claramente estaba sin habla.

—Ahora que lo pienso Luffy —habló Nami recordando algo repentinamente—. ¿A dónde nos dirigimos? No tenemos un cruzo fijo.

—Bueno —la pregunta había tomado desprevenido al capitán—. Por aquí cerca debería haber una isla con una base marina ¿Verdad? —Preguntó viendo a Coby.

—¿Eh? —Coby lo pensó un poco—. Sí la isla Yotsuba en ella está la ciudad Shell Town, pero Luffy-san ¿Por qué quieres ir a esa isla? —preguntó curioso.

En el rostro de Luffy apareció una gigantesca sonrisa— Fácil porque quiero hacer a Roronoa Zoro, el infame cazador de piratas parte de mi tripulación, quiero hacerlo mi nakama.

—¿¡QUEEEEE!? —Gritaron al mismo tiempo Coby y Nami ambos impactados.

— ¡Luffy-san estás loco! ¡Roronoa Zoro es famoso porque es un cazador de piratas!, ¡Un cazador de PIRATAS! ¡Ese hombre no conoce la piedad! ¡Es despiadado, malvado y muy peligroso! —Coby temblaba de miedo.

—Si Luffy ese hombre es peligroso, además escuche que fue capturado por la marina —Nami estaba aterrada—. Para este momento debería estar pudriéndose en una celda o incluso ya fue ejecutado.

—Eso aún no lo sabemos, y si está vivo lo vamos a rescatar... ¡Nami! —Luffy lo volteo a ver—. ¿Sabes dónde queda la isla?

—Sí, no hay lugar a donde no pueda llevarte Luffy, aunque... —dejo la frase a medias, puso una mano en su barbilla pensativamente—. Aunque eso puede sernos beneficioso.

— ¿De qué hablas Nami-san? —preguntó Coby.

—Tengo información que el capitán de esa base tiene un mapa que lleva a la entrada del Grand Line.

— ¿El capitán Morgan? —mencionó el más pequeño de los tres.

—Sí, ese mismo —Nami asistió.

—Está decidido, iremos a Shell Town, haré que Zoro acepte ser nuestro nakama, Nami se encargará de robar el mapa y cualquier cosa de valor que encuentre y Coby se unirá a la marina —explicó el plan de acción.

— ¡Espera un momento! ¿Unirse a la marina? Pensé que Coby era parte de la tripulación —dijo Nami sorprendida.

—No, Nami-san. Mi sueño es ser un marine...

—Yo solo lo estoy ayudando para que cumpla su sueño —Luffy se giró a ver al de lentes—. Aunque no te he preguntado si quieres ser mi nakama.

— ¿¡EH!? —Coby estaba claramente consternado.

Luffy entrecerró los ojos seriamente, por su cabeza jamás había pasado el pedirle a Coby que se uniera a su tripulación.

—Coby... ¿Quieres ser mi nakama? —Coby por su parte se removió incómodo—. No tienes que responderme ahora, aún falta para que lleguemos a la isla —dirigió su vista a Nami—. ¿Cuánto falta para que lleguemos?

—Mmmm si el viento está a nuestro favor, serán tres días, si no cuatro.

—Bien. Coby tienes hasta entonces para darme una respuesta —Luffy miro hacia una de las ventanas de la cocina, el cielo ya estaba oscuro, la noche ya había caído—. Será mejor que vayamos a dormir. Mañana será un día muuuy largo y duro.

Los otros dos asistieron con la cabeza, entre los tres llevaron los platos al lava vajillas y los lavaron, cuando terminaron salieron de la cocina, en la cubierta el viento los roso levemente estremeciéndolos a los tres. Luffy camino en dirección a la parte trasera del barco.

—Eto... Luffy-san ¿A dónde vas?

Luffy se giró a verlo— Voy a bajar a mi barco pesquero para buscar mis cosas.

—Ya veo.

—Nami.

—¿Sí?

—Por casualidad no tendrás un cofre de tesoro, en tu bolsa.

—Eh, bueno, creo que hay uno —dijo pensativa.

—Podrías traérmelo, por favor —Luffy camino hasta la barandilla del barco y de un salto se paró sobre ella.

—No tengo problema, pero ¿Para qué lo quie... —sin contestarle Luffy salto por la borda—. Grrr imbécil —Nami se dio la vuelta para buscar dicho cofre.

Luffy cayó en el pequeño barco pesquero, con sus buenos reflejos pudo mantenerse en pie al pesar del brusco tambaleo, Luffy colocaba varias de sus cosas en su bolso cuando Nami grito que ya tenía el cofre. Él estiró su brazo para tomar la barandilla y subir al barco.

—¿Es ese? —Preguntó a la vez que dejaba su mochila en la cubierta.

—Sí, aquí tienes.

—Gracias.

Luffy tomó el cofre y volvió a bajar al bote, una vez allí removió cierta tabla revelando un pequeño agujero lleno de varios cuadernos, por las cubiertas se podía notar que eran bastante viejo y la mayoría estaban en muy mal estado.

De en uno en uno los cuadernos fueron puestos en el cofre, para cualquier persona que los viera pensarían que eran los diarios de una niña pequeña, aunque lo cierto era que el contenido de dichos diarios era bastante peligroso.

En esos cuadernos estaban impresos todos los datos que recordaba Luffy de la historia original, él había pasado años pensando si escribirlos o no, pero algo inevitable era que con los años existía la posibilidad de olvidar algo de suma importancia, por eso no se podía dar el lujo de olvidar información tan importante.

Luffy estaba seguro de que su nakama (Nami por el momento) no leería los escrito allí si se los pedía, a pesar del poco tiempo que llevaban de conocerse, Luffy confiaba ciegamente en Nami, él sabía que con el tiempo Nami le seria extremadamente leal así como sus futuros nakamas.

Una vez que el ultimo diario estuvo en el cofre, Luffy coloco nueva mente la tabla como si nunca se hubiera removido, una vez termino dio unos saltos en el aire hasta aterrizar en la cubierta del barco.

Nami y Coby rotaban sus miradas entre Luffy y el cofre.

Luffy suspiró— Adelante, pregunten.

—¿Qué hay en el cofre? —preguntaron ambos al mismo tiempo con una sincronización impresionante.

Luffy abrió el cofre, al instante ambos curiosos se inclinaron para ver adentro.

—¿Diarios? —Nami alzo una ceja.

—Sí. Son unos diarios muy importantes para mí, así que me gustaría que no preguntaran que contienen o busquen de leerlos —Nami abrió la boca para replicar—. ¡Y no insistan! —ella cerró la boca al instante con el ceño fruncido.

—Bien —Nami cedió—. ¡Coby!

—¿Sí?

—Llévame al camarote de Alvida. Quiero dormir.

—Claro Nami-san —Coby asistió a la vez que daba media vuelta y guiaba a la mujer al camarote.

Luffy tomó su bolso y se adentró en el barco buscando el lugar donde dormía la tripulación, Nami ya había dejado en claro que quería el camarote del capitán, la cual debería pertenecer a él; pero a Luffy realmente no le importaba, ya que sabía que las mujeres necesitaban su espacio, al fin y al cabo en otra vida había sido mujer.

En un pasillo algo estrecho y algo oscuro solo siendo iluminado por una lámpara de aceite Luffy observo varias puertas, se acercó a la primera y sonrió al ver que en dicha habitación había colgado varias hamacas, dejando el cofre y el bolso en una esquina, Luffy se acercó a la primera hamaca que estaba cerca y se acostó, apenas cerro los ojos el sueño lo venció.

//SALTO DE ESCENA//

El barco se balanceaba lentamente de un lado a otro, un movimiento constante que daba una sensación de relajación, poco a poco los parpados de Luffy se fueron abriendo, parpadeo un par de veces sin ver nada en particular, un ronquido le hizo dirigir sus ojos a una dirección en específico donde se encontró con Coby durmiendo plácidamente en su propia hamaca.

Con un bostezo él capitán se levantó silenciosamente, camino soñoliento hasta su bolso donde tomo una muda de ropa, una toalla y unos utensilios de limpieza, con un nuevo bostezo Luffy se encaminó en la tarea de buscar el baño, lo cual no era una tarea fácil para una persona que estaba medio dormida.

Después de recorrer el barco barias veces logro encontrar el escurridizo baño, ya adentro Luffy pudo ver atreves de una pequeña ventana que el sol aún no había salido pero, no fletaría mucho para ello.

Se desvistió y se dio una ducha rápida, aunque en realidad se dio una ducha extra rápida debido a que el agua estaba helada, cuando termino se vistió con un sencillo short rojo hasta las rodillas con unas franjas blancas a los costados, sin usar una camisa Luffy se colocó su suéter rojo dejándolo abierto para mostrar su torso, atando sus zapatos deportivos él salió del baño.

En el camino de vuelta a la habitación de la tripulación Luffy amarro su larga cabellera en una cola de caballo, dejando su sombrero de paja colgando por su espalda, este tenía una pequeña cuerda que rodeaba el cuello del él.

Una vez llego a su destino dejo sus casa a un lado, rebuscó en su bolso hasta que sacó un pequeño Den-Den Mushi con cámara incorporada y la guardo en un bolsillo, desde ese día Luffy no se separaría de ella, por último saco un silbato y un cronometro.

Con una sonrisa malvada Luffy se llevó el silbato a la boca y camino hasta la hamaca de Coby, tomó aire y soplo, el sonido resonó fuertemente en la habitación vacía.

—¡COBY! ¡DESPIERTAA!

—¡AHH! ¡NOS ATACAN! —gritó alterado, saltando de la hamaca y cayendo al suelo, Luffy tuvo que hacer uso de todo su auto control para no reír.

—Coby...

El nombrado levantó levemente la cabeza para ver a Luffy.

— ¿Lu-Luffy-san? —preguntó confundido, se levantó tanteando con sus manos en una pequeña caja buscando sus lentes.

—Coby, prepárate, tienes diez minutos para estar en la cubierta —dijo el capitán con un tonó de orden, Luffy encendió el cronometro comenzando a contar el tiempo.

— ¿Pa-Para que Luffy-san? —el tonó de voz que Coby dejo salir había un toque de miedo, ya que la persona que estaba al frente de él, no parecía el amable Luffy-san que conocía.

—Entrenamiento —contestó simplemente Luffy dándose la vuela para salir—. Diez minutos Coby, si llegas un segundo tarde... Prepárate para las consecuencias.

Luffy salió de la habitación camino unos pasos hasta que se detuvo se recostó en una pared y se tapó la boca para no dejar salir la carcajada que tenía atorada, ya que la cara que había hecho Coby había sido realmente graciosa.

Él estaba seguro de que el de lentes ni siquiera se había dado cuenta que le había sacado una fotografía, Luffy respiró profundamente para calmarse una vez lo logró, dirigió sus pasos al camarote del barco.

Cuando estuvo al frente Luffy dio una patada voladora a la puerta, lo suficientemente fuerte para abrirla pero no para tumbarla, dentro Nami saltó exaltada de la cama y debido al movimiento brusco la mujer cayó al suelo con un sonido sordo.

—¡Nami! ¡Prepárate para el entrenamiento, te quiero en diez minutos en la cubierta! —Dijo la voz autoritaria del capitán.

Luffy la vio firmemente antes de darse la media vuelta y salir de allí, cuando estuvo segura de estar lejos del rango de visión de Nami, Luffy comenzó a correr aunque era mejor dicho que salió huyendo de allí ¿Por qué?

Mugiwara no Luffy no quería tentar su suerte, con respecto a Nami.

Él conocía a la perfección el carácter de la navegante, como para saber cuándo debía retirarse, Luffy estaba aterrado de Nami ya que la había visto en ropa interior, y solo Enel sabría que le haría ella cuando saliera del shock de ser despertada de forma tan abrupta.

Luffy se recostó en el barandal cuando llego a la cubierta, se cruzó de brazos y se dedicó a observar el horizonte donde el sol había comenzado a salir, luego de unos ocho minutos Coby había aparecido su ropa estaba mal arreglada y por su cabello caían pequeñas gotas de agua, seguramente por lavarse la cara.

Justo cuando faltaban diez segundo para los diez minutos Nami hizo acto de aparición, y por la expresión de demonio en su cara no parecía para nada contenta, de un movimiento rápido Luffy paro el cronometro.

—¡Princesa! —Llamó Luffy.

En menos de lo que canta un gallo el rey marino salió del agua, el animal bostezo audiblemente y en sus ojos se podían ver unas lágrimas de sueño, aunque también podían ser gotas de agua.

—¡Luffy! —el tonó de voz de Nami era de ultratumba—. ¿Qué significa esto? ¡Esperó que tengas una muy buena explicación! —dijo a la vez que tronaba sus dedos.

Luffy se negó a demostrar el miedo que sentía y con la voz más neutral que pudo contestó:

—Simple, los desperté para entrenar —se encogió de hombros, aparentando indiferencia.

"Deberían darme un Oscar por mi actuación", pensó Luffy.

—Sí. Te escuche la primera vez, ¡Pero! ¡Despertarme de esa manera y verme en ropa interior! —un aura negra la envolvió.

Luffy trago grueso, solo por un segundo habría creído ver un pequeño sonrojo en el rostro de Nami, pero no lo podía asegurar.

—¡Lo pagaras caro! —Nami se volvió a tronar los dedos, mostrándose mortalmente aterradora.

Inteligentemente Coby se alejó de la navegante, para refugiarse cerca de Princesa, la cual, al ver el estado de Nami se le había borrado todo rastro de sueño.

Nami envuelta en ira se abalanzó sobre Luffy, con un puño cerrado intento golpearlo, él solamente giró la cabeza hacia un lado esquivando fácilmente el puñetazo.

—No lograras darme —dijo burlonamente.

Más enojada que antes Nami lo intentó otra vez, y nuevamente Luffy esquivó, este con las manos en la espalda comenzó a caminar en retroceso esquivando cada uno de los golpes, y con cada intento fallido Nami se enojaba cada vez más, con un gruñido parecido al de una bestia Nami sacó de debajo de su balda tres varas pequeñas de madera las cuales unió para forma una larga vara.

Con su arma distintiva en manos Nami volvió a atacar, esta vez sus movimientos eran más rápidos y más fluidos pero, para Luffy sus movimientos era fácilmente predecibles, sin que Nami lo hubiera visto Luffy había tomado su mano y la había doblado de tal manera que tuco que soltar la vara.

Esta hizo un sonido sordo al caer y rodó fuera del alcance de la navegante, Luffy tomó el puño de Nami y doblo su brazo contra su espalda realizando una simple pero dolorosa llave.

—¡Duele! —Nami gimió de dolor en contra de su voluntad.

Luffy la soltó y retrocedió unos pasos a la vez que se cruzaba de brazos, Nami también tomó distancia mientras se sobaba el brazo.

—Con ese nivel no sobrevivirás en el Grand Line —dijo Luffy—. En este momento ustedes tres, están en la tripulación del futuro rey de los piratas... Aunque en un caso solo es temporal —señaló a Coby.

—El punto es que como parte de esta tripulación deben ser fuertes para poder defenderse de todos los peligros que vendrán en el futuro, yo los protegeré con mi vida ya que al fin y al cabo son mis nakamas y jamás dejare que algo malo les pase. Pero... ¿Qué va a pasar cuando les toque luchar contra un enemigo más fuerte que ustedes y yo no esté cerca? ¿O yo deba dejarlos enfrentar a un enemigo para poder enfrentarme con el más fuerte?

Todos bajaron la cabeza pensando, Luffy suspiró, él no quería que nada malo le pasara a sus nakamas pero la realidad es que no siempre iban a estar juntos, por lo cual había ideado un plan de entrenamiento, uno el cual consistiría en trabajar sus cuerpos al máximos para que pudieran dominar una o más de las técnicas de Rokushiki*.

A Luffy le había tomado tres largos años dominar cada uno de los poderes, pero él quería que sus nakamas se enfocaran en aprender un solo poder, uno el cual los ayudara en su propio estilo de pelea.

—Quiero que sepan que, tengo debilidades como cualquier persona y ustedes que son mis nakamas son mi debilidad más grande —todos abrieron los ojos—. Pero también son mi fuerza para seguir adelante. Quiero que yo cuando este peleando contra un oponente fuerte, no tener que preocuparme por ustedes, porque sabré que podrán cuidarse solos, que saldrán victoriosos de cualquier situación que se les presente —la determinación crecía en los ojos de Nami, Coby y Princesa.

Luffy sonrió y las siguientes palabras que dijo, las dijo desde el fondo de su corazón:

—¡Además! ¡Ahora no tengo que preocuparme por mi espalda! —todos ladearon la cabeza confundidos—. Porque sé que ustedes la protegerán por mí.

—¡Luffy-san! —dijo Coby a la vez que bajaban lágrimas por su rostro al igual que Princesa.

Nami por su parte se tensó y desvió la mirada.

—¡Luffy-san no te preocupes por nada, tal vez todavía esté pensando en lo que me dijiste pero, por el momento cuenta conmigo! —Coby se quitó con el dorso de su brazo las lágrimas y los mocos—. Tu espalda estará segura —la mirada de decisión que reflejaba no había ni un gramo de duda.

Princesa gruño fuertemente dando a entender que también podían contar con ella.

—Cuento con ustedes.

—¡Sí, capitán!

—Bien, con eso aclarado —Luffy entrelazo sus manos en su espalda irguiéndose firmemente—. Comencemos con el entrenamiento.

—¡Sí!

—¿Sí, qué? —su tonó de voz era autoritario a la vez que levantaba una ceja.

—¡Sí, señor! —tanto Nami como Coby se colocaron firmes, incluso Princesa se colocó recta.

—Bien. Tengo en mente un entrenamiento que si lo cumplen sin falta en poco tiempo podrán notar los cambios, al principio serán leves pero con el tiempo... Todos se volverán realmente fuertes.

—¿Y qué es lo que haremos? —preguntó Nami, pero al recibir la mirada gélida de Luffy comprendió que había hecho mal—. ¡Señor! —se apresuró a decir.

Luffy asintió ante la palabra faltante.

—Para comenzar lo primero que ustedes necesitan es fortalecer su cuerpo, es decir, necesitan tener una mejor condición física —al decir la última parte la mirada de Luffy se centró en Coby.

—Entonces tenemos que empezar haciendo ejercicio ¿Verdad, señor?

—Así es Coby. Comenzaremos corriendo, dando cien vueltas alrededor de la cubierta a máxima velocidad, en el caso de Princesa alrededor del barco sin rosarlo. Luego se harán series de cien de sentadillas, abdominales, lagartijas... —mientras más ejercicios nombraba Luffy, los rostros de Coby y Nami se volvían más azules. Y al notar esto el mugiwara habló—: Por favor, estos son series ligeras.

—¿Dónde está lo ligero en cien sentadillas... Señor? —los dientes de tiburón de Nami se apretaron con fuerza en su última palabra.

—Cuando yo hice este entrenamiento había comenzado con quinientas series de cada ejercicio; si no los cumplía en el tiempo límite me penalizaban con quinientas más. Deberían de estar agradecidos que solo son cien series —se cruzó de brazos indiferente.

—¿¡Quinientos!? ¿¡Quién demonios te entreno!?

—M-Mi abuelo —nadie paso por alto el estremecimiento de Luffy.

—¿¡Q-Qué cla-clase de persona es tu abuelo de Luffy-san!?

Ante la pregunta, pequeñas gotas de sudor comenzaron a bajar por el rostro de Luffy. Incluso su cuerpo comenzó a temblar siendo evidente para todo el mundo, él tragó grueso a la vez que su rostro se volvía azul.

—Un hombre que espero que no tenga que conocer... —dijo Luffy "Pero, conociendo la historia lo más probable es que lo veamos más temprano que tarde", pensó—. Si nos lo llegamos a encontrar la opción más sensata es huir. Huir como si no hubiera un mañana, o si no adiós al sueño de ser el rey de los piratas.

El sol poco a poco fue saliendo iluminado todo a su paso.

—¿Qué clase de personas hay en tu familia?

Luffy sonrió sin ganas ante la pregunta de Nami.

—Por el momento te diré que está conformada por monstruos... Dejemos de hablar sobre mi familia —Luffy volvió a recobrar la seriedad de antes—. Haremos el entrenamiento todos los días, comenzando antes de que el sol salga y terminaremos antes del desayuno. Lo volveremos a hacer en las tardes para bajar el almuerzo y antes de cada cena. Conforme avancemos iremos aumentado las series y el nivel de dificultad.

—¡Sí, señor!

—Ah, una cosa más. El que sea el más lento al final de la semana recibirá un castigo —la cara de Luffy se oscureció mostrando una sonrisa maquiavélica—. Así que... Buena suerte... La necesitarán.

El miedo era palpable en los rostros de todo el mundo.

De esa manera comenzó el entrenamiento, uno bastante ligero si se comparaba al de Garp. Aunque en la opinión de los nakamas de Luffy de ligero no tenía nada. Luffy era tan duro como lo había sido su abuelo con él, no existía tregua para ninguno.

Princesa había recibido varios golpes en la cabeza por rosar el barco cuando nadaba alrededor de él, Coby apenas y aguantaba el ritmo solo su fuerte fuerza de voluntad era lo que lo hacía seguir. Contrario a lo que había pensado Luffy, Nami era la más débil de todos.

De esta manera cuatro días pasaron entre entrenamientos infernales, al medio día del cuarto día en el horizonte se pudo observar una isla con una base marina. Habían llegado de Shell Town.

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Aclaratorias:

East Blue: Azul Este.

Akuma no Mi: Fruta de Diablo.

Gomu Gomu no Mi: Fruta de Goma.

Itadakimasu: Gracias por la comida, antes de comer.

Gochisousamadeshita: Gracias por la comida, después de comer.

Rokushiki: Seis poderes.

Shell Town: Ciudad de Conchas.

Nota de Autor:

Capítulo reescrito.

Besos.

SaraDragonil1

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