Nota: En este one-shot aparecen actitudes tóxicas que no deben ser tomadas como referentes en la vida real. Ahora sí, disfrútenlas en la ficción.

Durante los acontecimientos de la Reunión de los Cinco Kages Naruto se encontraba recordando las palabras de Madara, preguntándose a sí mismo si realmente tendría que enfrentarse a Sasuke, al que él consideraba su compañero. En ese preciso instante estaba intentando localizarle usando el modo ermitaño, hasta que fue interrumpido por la llegada del grupo de Sakura Haruno.

— Solo te estoy diciendo que ahora me gustas tú, en lugar de Sasuke — se confesó Sakura al rubio en un intento de detenerle, el cual se encontraba atónito mientras la escuchaba —. Sabes lo que dicen: "las mujeres son tan volubles como el tiempo en otoño". 

— ¡Odio a las personas que se mienten a sí mismas! — la interrumpió. Tiempo atrás habría estado emocionado de por fin escuchar las palabas que tanto deseaba, pero ahora estaba seguro de que estas no eran sinceras.

Mientras Naruto le hacía ver su intención de ir a buscar a Sasuke a toda costa, una figura femenina había estado observando toda la escena desde una distancia prudente, medio oculta entre dos casas. No fue hasta cuando se movió una vez que la conversación hubo terminando que el chico se dio cuenta de que estaban siendo espiados; sin embargo, no le dio más importancia al suponer de quien se trataba.

Sakura y sus compañeros se alejaban a paso decidido cuando uno de ellos, Rock Lee, notó como una pequeña piedra impactó en su nuca atrayendo su atención hacía una acumulación de árboles cercana, donde pudo distinguir una sombra moviéndose entre estos.

— Tengo que mear, ahora vuelvo — avisó al resto para acercarse con rapidez, esperando vislumbrar quien había sido el responsable.

— ¡Chist!, ¡chisst! — escuchó como alguien chistaba en su dirección.

— ¿_________? — preguntó sorprendido al darse cuenta de quien se trataba — ¿Qué demonios haces aquí?

Llevaba un tiempo sin ver a su amiga, la misma que mantenía una relación en secreto con Sakura, y en seguida le invadió la preocupación; había tenido mucha suerte de llegar sana y salva a su ubicación teniendo en cuenta de que no sabía pelear, ya que hasta donde él sabía ella no debería conocer su paradero y sus padres de ninguna manera la habrían dejado marcharse en su búsqueda, la única posibilidad era que se hubiera escapado. Pero algo más le inquietaba, si había presenciado la confesión de su novia a Naruto no estaría muy feliz y solo podía esperar que no descargase su rabia con él, ya había pasado una vez y no le apetecía repetir la experiencia.

— La pregunta es que hacéis vosotros, lleváis fuera una eternidad y la echo de menos — le respondió con cara de pocos amigos —. Además, tenía que asegurarme de que estaba bien, ni siquiera me ha mandado una carta. 

— Lo primero, no ha sido una eternidad — comenzó a enumerar —. Y lo segundo, aunque te la hubiese mandado no la habrías podido leer porque estás aquí.

— Entonces admites que ni siquiera ha pensado en mandarme una carta.

— ¿Qué? — expresó su confusión por el giro que esta le había dado a sus palabras.

— ¿Qué de qué? — le imitó.

Mientras estos seguían aportándose información absurda que no parecía llevarlos a ninguna conclusión Sakura se impacientaba cada vez más esperando el retorno de Lee para comunicarle a su grupo su decisión de ir en búsqueda de Sasuke por su cuenta. "No puede ser que tenga la vejiga tan grande", pensó una vez hubo pasado bastante duración desde que se alejó.

— Se acabó, iré yo misma a buscarlo — anunció cuando su paciencia, que no era mucha, llegó a su límite. No estaba dispuesta a que le hicieran perder más el tiempo ahora que estaba decidida a marcharse lo antes posible.

A medida que se acercaba los sonidos provenientes de los árboles se hacían cada vez más claros, hasta el punto de poder distinguir dos voces. Dudaba que su compañero se hubiera estado dedicando todo ese rato a hablar consigo mismo mientras modulaba su voz para que pareciese más grave o más aguda, pero tampoco lo descartaba. No obstante, la situación se volvió evidente ante ella cuando se fijó en la cabellera femenina que tanto le gustaba.

— ¡_______! — gritó corriendo hacía ella con intención de abrazarla. No entendía que hacía allí, pero en ese momento poco le importaba.

Lo que parecía que iba a ser un ambiente de un reencuentro feliz cambió radicalmente cuando la nombrada uso su brazo para detenerla hasta de ser alcanzada, sorprendiéndola. Lee atendió a aquello con nerviosismo, no había tenido tiempo de preguntarle directamente pero ya no le quedaba ninguna duda de que sí había oído la confesión; no encontraba ninguna otra razón por la que su amiga actuaría así. 

— Al parecer ahora te gustan más los chicos, los rubios concretamente — escupió _______ con intenciones hirientes.

Después de procesar las palabras de su novia no pudo evitar enfadarse, lo único que quería en ese momento era lanzarse sobre ella y recuperar todo el tiempo perdido en una sola noche; no entendía porque había tenido que arruinarlo cuando se suponía que tenían acordado desde hace mucho que su supuesto interés por otras personas era parte de su tapadera. Esta vez tenía otros motivos, pero dudaba mucho que fueran de su interés.

— Habló la que estaba solita en el bosque con un chico — sabía que si ella había acudido a Lee era porque sabía sobre su relación; pero, aun así, no pudo evitar defenderse con la misma moneda al sentirse atacada por la persona que quería.

_______ no supo que responder, se había quedado quieta ante aquella insinuación. La tardanza de ambos miembros del grupo provocó que los restantes fueran a comprobar la situación, aunque de ninguna manera podían imaginar la que encontrarían. Presos por la confusión solo se dedicaron a observar y a esperar un desenlace.

Sakura avanzó haciéndola retroceder hasta que su espalda chocó con el árbol detrás de ella, acorralándola contra este y quitándole cualquier posible vía de escape poniendo sus manos a ambos costados de su cabeza.

— Deja de pensar cosas que no son — le pidió en una voz más baja una vez se hubo tranquilizado —. Tienes que estar segura de que te quiero — le confesó dejando a quienes no conocían de su relación con los ojos como platos.

— ¿Cómo voy a estarlo si yo soy la única en la que pareces no interesarte? — le preguntó con las primeras lágrimas asomando por el rabillo de sus ojos.

Las dos parecían tener su propio debate mental: Sakura no sabía cómo hacerle ver lo mucho que quería estar con ella, y _______ no entendía porque no conseguía confiar en quien la había hecho sentir segura tantas veces. Solo tenían clara una cosa, ambas deseaban lo mismo en ese instante, así que sin importarles quien pudiera estar viendo se besaron usando ese lenguaje que solo ellas entendían para hacerse ver lo mucho que se necesitaban la una a la otra.