Nota: este one-shot está basado en la versión escolar de kimetsu no yaiba, kimetsu gakuen, no en la original.

La campana sonó indicando el inicio del periodo escolar después de las vacaciones; junto a su sonido un gran grupo de estudiantes se dirigían a la que sería su aula durante el resto del curso, algunos con más ánimos que otros.

— ¡Esta vez me volveré popular para conseguir chocolates en San Valentín! — exclamó ilusionado Zenitsu.

— Pero aún faltan meses — le cuestionó su mejor amiga, _________.

— ¡No me importa! Haré que incluso tú me quieras dar chocolate — replicó mientras la agarraba de las manos, invadiendo peligrosamente su espacio personal y produciéndole incomodidad por todas las miradas que tenían sobre sí.

— Zenitsu, la estás molestando — interrumpió Tanjiro sin conseguir ningún resultado.

— ¡Aparta Monitsu!, ¡tengo exámenes que derrotar! — gritó Inosuke corriendo hacía su aula y apartandole de un empujón, obligándole a soltar a su amiga, pero sin siquiera darse cuenta de ello.

 Aprovechando su oportunidad para escapar ella se dirigió a su asiento y acomodó sus cosas en el escritorio, preparada para la llegada del nuevo profesor y el inicio de la clase.  No tenía mucha idea de como resultaría, pues se enteró por pura casualidad de que Yahaba, el antiguo profesor de dibujo técnico, había sufrido un accidente cuando unas bolas Temari impactaron en su cabeza a gran velocidad. Ella misma había supuesto que debido a ello tendrían un sustituto al retomar las clases.

Continuó haciendo especulaciones sobre la apariencia y la personalidad del recién llegado en su cabeza, sin prestarle atención al alboroto que estaba causando el resto. Hasta que el aula de inundó por un profundo silencio, llamando su atención y haciendo que su mirada se dirigiese hacia la puerta.

— Buenos días, mi nombre es Warabihime y substituiré al profesor Yahaba durante su recuperación — habló la nueva profesora dejándola pasmada, en ningún momento pensó que podría tratarse de una mujer tan joven y hermosa —. Mi estancia aquí será solo temporal, pero espero que las clases sean productivas — continuó, provocando una expresión desanimada en sus alumnos ante la primera afirmación.

A los pocos minutos de comenzar más de un estudiante había recibido ya una reprimenda, ya fuera por responder mal una pregunta o por no estar prestando atención. ___________ no fue una de ellos, pues escuchaba con atención cada una de sus palabras y las anotaba para que no se le olvidasen; nunca había estado tan motivada en una asignatura y cualquiera hubiera dicho que la habían sustituido por un clon, incluso se permitía el lujo de apreciar su rostro de vez en cuando.  La clase finalizado con la mayor parte de sus compañeros abatidos sobre sus pupitres debido a la dureza de la nueva profesora; sin embargo, la chica se mantuvo con una sonrisa deseosa de que llegara el día siguiente para tener otra clase con ella. Tenía muy claro de quería trabajar para impresionarla.

— ___________, ¿puedes quedarte un momento? — le preguntó Warabihime acercándose a su pupitre antes de que se marchase al descanso.

— S-Sí — tartamudeó la nombrada al mirar hacía arriba y darse cuenta de quien le había hecho esa petición.

Una vez se encontraron solas en el aula la profesora cerró la puerta, provocando más nervios en la  estudiante, la cual se acercó al escritorio temblorosa.

— Quería hablar contigo porque el profesor Yahaba me pidió que te tuviera vigilada, ya que el curso pasado aprobaste esta asignatura por los pelos — empezó a hablar, provocando que la estudiante temiese por la buena imagen que quería lograr ante ella —. Aunque dudo que le haga caso, por lo que he visto hoy eres de quien menos debo preocuparme, así que no bajes el ritmo y podrás sacar buena nota.

— ¡Eso haré! ¡Le prometo que me esforzaré para que esté orgullosa de mí! — exclamó ilusionada, sintiendo avergonzada al instante por si Warabihime tomaba esa confianza como una falta de respeto.

— Eso espero, puedes retirarte — respondió la profesora con una débil sonrisa, con ganas de saber de que sería capaz. 

Lo último  que vió la alumna antes de alcanzar la cafetería para el descanso fue como Warabihime llamó a unos de sus compañeros para hablar; si no recordaba mal era quien había fallado todas y cada una de las preguntas que se le habían hecho. Un grito llego a sus oídos justo antes que de fuese sofocado por el griterío del resto.

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Las semanas fueron pasando y ___________ cumplió su promesa, incluso las personas más cercanas a ellas estaban sorprendidos de lo mucho que estaba estudiando últimamente; claro que no sabían que se debía a que quería ganarse el respeto de una bella profesora. Justo en ese momento iba a empezar otra de sus clases encontrándose ansiosa por ello.

— Antes de empezar la explicación de hoy tengo un par de anuncios que hacer — habló Warabihime, haciendo que todos prestasen atención a lo que tuviera que decir —. El primero, es que a todos los educadores se nos han dado instrucciones para avisaros de un posible asaltante que se pasea por los alrededores de la escuela durante la noche — advirtió mientras repartía unos panfletos con detalles sobre el individuo —. Su comportamiento es siempre similar: habla muy alto, de repente calla y te mira fijamente, a veces también echa a correr y suele seguir a las chicas.

"Tiene pinta de ser alguien muy peligroso", pensó la chica cuando su profesora terminó con la descripción. En ese instante su compañero de adelante le dió uno de los panfletos, por lo que se dispuso a ver que aspecto podría tener un tipo así. "¿¡Zenitsu!?", exclamó para si misma al darse cuenta de que el asaltante no era otro que su amigo con un gorro y gafas de sol; por suerte iba lo suficientemente cubierto para que solo sus amigos le reconociesen, quienes supusieron que su búsqueda de popularidad no iba muy bien.

— El otro anuncio es que el señor Yahaba ya se encuentra recuperado y listo para incorporarse, por lo que esta será la última clase que impartiré — sorprendió a todos, pero especialmente a la que la consideraba su profesora favorita —. Ha sido un gusto trabajar con ustedes, con algunos al menos — finalizó con una última mirada de amabilidad que ___________ habría jurado que estaba dedicada a ella.

La clase continuó con normalidad pero la decepción de su cara era notable, se preguntaba porque siempre se le agarraba más confianza a los profesores y profesoras sustituyentes antes que a los fijos. No podía evitar pensar que probablemente no volvería a verla.

— ___________, ¿puedes quedarte un momento? — le preguntó Warabihime al finalizar la explicación, como el primer día que se conocieron. Sin embargo, solo recibió un asentimiento como respuesta, pues no tenía ánimos para hablar —. Te he notado distraída hoy, ¿ocurre algo?

— No quiero que se marche — se sinceró después de unos segundos de duda.

— Entiendo, yo también he apreciado tenerte en mi aula, pero quedarme es algo que no está en mis manos, ¿lo entiendes?

— Lo entiendo.

— Bien, entonces márchate o no tendrás tiempo de descansar antes de la siguiente clase — se despidió la profesora.

— Fue un placer señorita Warabihime — respondió la alumna lista para cruzar la puerta.

— Llámame Daki, así dejo que me llame la gente que me cae bien — le corrigió, provocándole una risa dulce.

— Entonces, fue un placer Daki — dijo un poco más alegre.

— Estoy orgullosa de de ti, ___________ — se sinceró esta vez la profesora después de que la chica ya hubo salido por la puerta, sin estar segura de si había sido escuchada.