Una vez terminadas las clases Ian se apuntó a las clases de manejo junto con otros cinco alumnos, los citaron en la parte de afuera de la escuela.

Cuando la instructora se presentó y preguntó por algún voluntario.

-yo- se ofreció Ian levantando la mano.

El joven elfo se subió en el asiento de piloto de la camioneta.

-enciende el auto- le dijo la instructora

Ian metió la llave y la giro para encender el auto, cuando intentó arrancarlo el coche dio varios frenones hacia enfrente ya que no sabía cómo usar los pedales.

Una vez que Ian logro arrancar bien el automóvil e ir en línea recta.

-bien ahorra cambia de carril.

Ian encendió las direccionales para avisar que se cambiaría de carril, muy atento vio por el espejo retrovisor, giro el volante, no estuvo tan mal de no ser que al momento de cambiarse otro auto dio un frenon debido a la alta velocidad a la que iba.

-sigue de frente y detente en el semáforo

El chico disminuyó la velocidad, pero al llegar al semáforo el auto se pasó por unos centímetros de la línea que marca el límite provocando que un peatón le abucheara diciéndole.

-aprende a conducir primero-

Una vez que el semáforo se puso en verde la instructora le dijo.

-Da vuelta en esta esquina-

El chico giró el volante para girar en la esquina, al menos eso pudo hacer bien el auto siguió circulando sin ningún problema pero la instructora le dijo.

-atravesaste la línea amarilla eso es multa-

-¿Cómo?- Ian volteo a ver pero la instructora en automático le dijo.

-ojos al frente y manos al volante-dice

Ian volteó a ver al frente, cuando de pronto vio el puente con la entrada a la carretera.

-sube por el puente toma la carretera-

Sin mucho convencimiento Ian giro el volante y logro subir por la rampa hacia la carretera, una vez ahí Ian vio como pasaban los automóviles, el chico trago saliva sintiendo inseguridad.

-incorpórate-

Ian giro el volante incorporándose a la carreta en su primera oportunidad, pero instintivamente giro de nuevo el volante y el auto regreso al carril de ingreso y salida de la carretera.

La instructora le dijo lo mismo otra vez, pero por la cantidad de automóviles que pasaban pusieron aún más nervioso a Ian.

-¡Incorpórate!-

Ian no pudo hacerlo tenía la impresión de que si lo hacía podría chocar.

-oríllate- le dijo

Ian regresó a la calle antes de regresar por las calles de regreso a la escuela.

-suerte para la próxima- susurró para si mismo

Cuando por fin todas las clases acabaron Ian salió de la escuela, vio a los chicos del club se ciencias, Ian tenía dudas si podía invitarlos la fiesta, si porqué no.

Pero como hacerlo, Ian sin pensarlo mucho escribió ideas en su mano, hablar de su fiesta de cumpleaños, pastel quizás, Ian respiró profundamente armándose de valor antes de ir a hablar con ellos.

-¿Qué harás el fin de semana?- preguntó uno de ellos.

-bueno...

-chicos... hola soy Ian nos conocemos ya que creo que vamos en la misma clase o al menos en ciencias y bueno hoy es mi cumpleaños y...- el chico volteo a ver lo que apuntó en la manos.

-mira compraremos un pastel y eso, podríamos ir en autobus-

-¿tú nos estás invitando a una fiesta?- preguntó al sátiro.

Ian estaba a punto de responder que si cuando una música de batalla céltica comenzó a sonar a alto volumen, para Ian solo significaba una cosa y en lo personal Ian deseaba con todas sus fuerzas equivocarse ya que en ese momento se acordó de Barley que le había prohibido la fiesta.

-¡Ahí está el cumpleañero!- gritó Barley

El temor de Ian se convirtió en realidad.

-miren a ese conducir-

Ian instintivamente volteó a ver a Barley que estaba asomado por la ventana sin ver el volante y no digamos los pedales.

La furgoneta azul con un pegaso pintado al lado llamada Ginebra (Gwiniver).

La furgoneta pasó a toda velocidad por la calle, un automóvil la tuvo que evadir para no chocar contra ella.

-apuesto cinco a que sale volando por los aires- dijo la sátiro

-yo a que termina sin piernas- dice el trol en muletas

-yo a que muere-

-yo a que no se cumple ninguna-

Pactaron la apuesta haciendo un saludo secreto de amigos.

Ian hubiera dado lo que fuera porque pasara la primera, pero para su desgracia Barley logró recuperar el control de su furgoneta a tiempo para dar un giro y estacionarse chocando contra uno de los postes de luz que estaban a fuera de la escuela.

-Ian intento hacer como que no lo vio y volvió a centrarse en el tema.

-que tal si...

-¡Ian Ligthfoot al cumplir dieciséis años!.

-que dicen-

-¿lo conoces?-preguntó la sátiro

Ian estaba a punto de decir que no cuando el trol morado le dijo.

-pues te está hablando-

-...en la que debes probar tu hombría enfrentando ferozmente a...

-no en serio si te está hablando-

-y creo que está loco-

Ian volteó a verlo y para empeorar las cosas Barley iba vestido de vikingo con capa.

En eso a su furgoneta se le cayó la delantera y el dejo de hablar para agacharse y decir.

-oops que vergüenza-mientras que se agachaba se le vio la parte delantera de la raya eso si era vergonzoso.

Una vez que Barley terminó de darle una reparación rápida a la furgoneta.

-como nueva-

Ian no sabía qué hacer en especial cuando Barley volvió a hablar.

-disculpen, todo fue un mal entendido...

Comenzó a dar excusas ridículas para terminar retirándose del lugar e ir con Barley, subiéndose al asiento del coopiloto, dónde estaba lleno de multas por pagar, como era posible que no lo arrestaran por eso, debería deber miles en multas.

-felicidades- le replicó Ian a Barley, una vez que ambos se subieron a la furgoneta.

Ian apago la música de guerra vikinga.

-¿felicidades?... oye-

Barley volvió a encender el estéreo

-si ¡iba a invitarlos a la casa!-

Ian volvió a apagar el estéreo

-parece que se te olvidó que dije nada de fiestas, jovencito-

Barley volvió a encender el estéreo

-disculpa mamá me dio permiso y es lo que los adolescentes normales hacen-

Ian estiro su brazo para apagarlo pero Barley le agarró la muñeca apretándola con fuerza.

-no se te ocurra-

-¿Por qué me haces esto?-le preguntó el chico.

-¿Cómo se dice?-

-está bien podrías soltarme poderoso Barley, os prometo que no lo apagaré-

Barley soltó la muñeca de Ian, el chico uso su otra mano para sobarse la muñeca de verdad le dolió, siempre era lo mismo con Barley.

- nadie es normal y a ti te hace falta una mano firme que te guie y te corrija antes de que vayas por el mal camino jovencito-le respondió Barley a Ian

-¿jovencito? Barley tienes apenas dos años y pico mayor que yo-

-sí y eso me hace más hombre

Ian estaba a punto de responderle que el mal ejemplo es el, pero eso significaría que Barley se abalanzara sobre el mientras conducía o peor que al llegar a casa lo embestiría con toda su fuerza contra el piso provocándole más lesiones.

-por cierto tenemos que ir a una búsqueda épica- le dijo mientras que le pasaba a Ian una lista de cosas para comprar.

-es una lista para el súper mercado, no crees que exageras-

-ah no, no, no jovencito, es una búsqueda de suministros-