Un suspiro tranquilo escapo de los labios del buen Manigoldo, la fresca brisa de la tarde golpeaba su rostro y el sonido del mar se le hacia tranquilizador, abordaba un barco rumbo a Grecia, estar unas semanas en Italia era lo que necesitaba para dejar atrás el estrés que le causaba no llegar al corazón de Albafica, al partir, pensó en darse por vencido pero la charla que tuvo con su tío lo motivo nuevamente e iba con todo el animo en conquistar a esa flor salvaje, tendría que esforzarse en ser mas romántico con el joven doncel y no demostrar su afecto toscamente como estaba acostumbrado.

Al llegar a la mansión Antares Manigoldo se sorprendió al escuchar esos gritos de agonía, con la piel erizada pensando lo peor se adentro en la mansión dónde todo estaba roto y en el centro estaba Kardia sollozando desconsolado, sus manos ensangrentadas por los vidrios rotos...su cabello estaba echo un desastre y sus ojos eran un torrente interminable que no parecía querer parar jamás, con cada sollozo ahogado sentía su garganta y corazón desgarrarse.

El italiano no sabía que había sucedido pero jamás había visto a Kardia así... roto por completó.

-¡Kardia, hermano cálmate que pasó!

-M-manigoldo están muertos ¡MUERTOS! Ayúdame..me duele, todo es mi culpa ¡ESTAN MUERTOS MANIGOLDO, MUERTOS! NO NO, ¿¡QUE ALGUIEN ME DIGA QUE SE SUPONE QUE HAGA AHORA!? AHHHHH ME DUELE.

Horas antes...

Kardia, que estaba conversando frente a frente con Hades quedó estupefacto con semejante revelación.

-Estas mintiendo-Lo repitió varias veces, se sentía sumamente desorientado, acababa de despertar de su letargo y este hombre le decía tal cosa, Degel no podía estar muerto.

-No estoy mintiendo, es lamentable que tu consorte falleciera pero es así, vaya...y pensar que nadie en el pueblo sabía que eran esposos, será el tema de conversación durante semanas cuando se enteren en el funeral-Rasco su barbilla luciendo pensativo, por dentro gozaba de ver el rostro de Antares lleno de horror.

Lo que había sucedido era lo siguiente: en aquella carta que le arrebato a Régulus Degel le imploraba a Kardia ayuda, efectivamente no tenía relación con el enmascarado porque en la nota de auxilio no se mencionaba nada al respecto, Hades llegó a la conclusión que Versau solo se topo con aquel hombre de negro para darle la información de las reuniones que tenían en el consejo definitivamente Versau era el infiltrado, sin embargo no podía dejarlo escapar sabiendo que es consorte de Antares, Si el feto de Sasha salía defectuoso solamente lo intercambiaria por un mocoso que realmente tuviera sangre Antares, descubrió que el galo estaba encinta en aquella nota, tendría que tratarlo más suave si quería que viviera.

Su plan después de leer aquella nota era obtener en un par de meses ese niño de Sangre Antares para que su querida sobrina pudiera casarse y gozar de esa fortuna, una vez hecho el proceso legal y todos los bienes de Kardia pasarán a manos de Sasha se encargaría de desaparecer a Antares, era una pena...a pesar de ser esposo de ese insoportable francés le agradaba la lealtad de Antares hacia el, no dudaba pues en más de una ocasión el peli azul le había demostrado que estaba de su parte, pero aunque así fuera, asegurarle una fortuna a Sasha era más importante que un simple bufón más a sus pies.

-¿Como asegura eso Hades?-salio de su estupefatcion Kardia para hablar, por un momento dejo de pensar como el enmascarado de Atenas, ahora solamente era el esposo de Degel y quería saber que demonios estaba pasando.

-Encontraron su cuerpo en la orilla del risgo, murió ahogado y al parecer pasaron muchos días... su cadáver está irreconocible, no te recomiendo mirar-Gracias a sus influencias Hades consiguió en la morgue del pueblo un cadáver sin identificar completamente putrefacto e irreconocible, completamente perfecto para hacerle creer a un desorientado Antares aquella mentira, de ese modo así estaría viudo legalmente.

-Imposible...¿Que pasó? no puede ser el, necesito verlo es imposible.

-Ya que insistes en torturarte...

Salieron de la mansión dejando a una Sasha que se quedó sin palabras atrás, Hades llevo a Kardia hasta la morgue y lo dirigió a aquel cuerpo descompuesto del cual se encargó que se viera lo más similar posible a Degel Versau.

En todo el trayecto Kardia no se detuvo a pensar, sus impulsos lo estaban controlando y ahora a unos pocos metros de ese ataúd fue que empezo a asimilar la situación...¿Degel estaba muerto? Imposible...el olor era nauseabundo sentía que se iba a desmayar ahí mismo, todo esto era demasiado para su cansada y recién recuperada mente...un paso a la vez, parecía una eternidad, simplemente debía ser una mentira, si realmente Degel murió ¿Que se supone que hiciera?

Con el pañuelo de su traje cubrió su boca y nariz reteniendo una arcada, los encargados del lugar levantaron la tapa del ataúd de madera y al mirar dentro sintió que se desmayaría...era simplemente escalofriante e indescriptible pero ver esa camisa de flecos blanca desgastada y esos anteojos que conocía a la perfección rotos al lado de aquella carne putrefacta su mundo se detuvo.

Ese...

Era...

Degel...

Murió, su esposo, el padre de su hijo, su razón de ser, su motivación para un pueblo libre de corrupción ¡¿era eso que estaba en aquella caja de madera!? lo primero que sintió fue un vacío en el estómago y en el alma e inmediatamente perdió la conciencia.

Unos minutos después reacciono y ya no estaba en la morgue, estaba fuera de esta con los trabajadores de la misma poniendo esencia de eucalipto en su rostro para hacerle reaccionar, cuando su vista se fue aclarando vio a Hades frente a el mirándole desde arriba.

-Te lo advertí-Dijo el gobernador.

Sin embargo no estaba en condiciones de lidiar con la arrogancia de ese hombre, lo que menos necesitaba era lidiar con el en estos momentos, sin decir ni una palabra se fue corriendo hasta su carruaje dónde pidió al cochero con voz débil que lo llevará a su mansión.

No puede ser...
Esto tiene que ser un error...
Que he hecho...
Es mi culpa...
¿Que paso?
Degel...

Se repetía una y otra vez como un mantra en su mente.

~🌿~

En el taj mahal de la India, en una de las muchas tiendas se encontraba un atractivo extranjero de piel morena que robaba la atención de todos los presentes, sin embargo este parecía no notarlo ya que estaba más concentrado en observar detenidamente las pequeñas tunicas de seda que tenía entre sus manos.

Aún no podía creer que tenía un hijo con su hermoso ángel de cabellos rubios, a su mente volvía el recuerdo del pequeño Shaka entre sus brazos y se sintió muy feliz.

Finalmente se decidió por una túnica blanca para su pequeño, Defteros después de tantos meses sumido en una fuerte depresión al fin se encontraba alegre, aunque ese sentimiento sería completamente auténtico si Asmita aceptará volver a su lado y sobretodo...

¡Si el infeliz de Aspros dejara en paz a su rubio!

Suspiró para calmar sus pensamientos y se concentro en comprar unos bocadillos y un ramo de rosas, hoy Asmita no trabajaba lo que significaba que podía visitarle en la cabaña para ver a su hijo e intentar interactuar con el blondo.

No veía la hora de estar juntos como la familia que siempre debieron ser,no quería pensar más en lo que se perdió y al contrario quería disfrutar del presente y ser mejor para Asmita y un padre digno para Shaka, le construiría a sus amados rubios una mansión en el terreno donde estaba la pequeña cabaña, Asmita debió pasar por muchas penurias siendo un padre doncel soltero y a tan temprana edad, aún no cumplía los 18 y ya tenía tantas cargas.

Ya no más, su amado rubio ya no sufriría jamás, él le defendería de todos, hasta de su propio padre, ya no le tenía miedo a Abel Gemak, solamente un enorme resentimiento que jamás podría sucumbir.

Camino hasta que llegó a la cabaña, de inmediato su buen humor quedó atrás al ver quién más se encontraba ahí...

Su hermano Aspros.

-¿Que demonios haces aquí?-Pregunto lleno de irá, el gemelo mayor estaba a punto de tocar la puerta, al parecer coincidieron en la hora.

-No te debo explicaciones-Dijo con indiferencia.

-Aspros deja de ser un maldito-Una vena sobresalió de su frente, quería matarlo a golpeas ahí mismo-Entiendo que te atrajera Asmita por su belleza y cualidades, no te culpo por ello...lo que no puedo tolerar es que aunque ya sabes que el es el doncel que amo insistas en arrebatarmelo

-Las cosas no son así hermano...-Dejo de lado su indiferencia y hablo con el corazón-Te juro que jamás habría hecho esto pero estoy completamente enamorado de Asmita, y acéptalo Defteros, tu ya tuviste tu oportunidad y el maldito fuiste tú, no la supiste aprovechar fuiste un mal hombre y un pésimo padre...no puedo desistir quiero a ese doncel para mí.

Defteros perdió la compostura, tomo a su gemelo del cuello de la camisa y lo arrinconó a cabaña las compras cayeron al suelo pero poco le importo.

-Escúchame bien tu no sabes cómo fueron las cosas así que no tienes derecho a juzgarme, siempre has tenido lo que has querido caprichoso de mierda, pero está vez no te lo permitiré, ASMITA ES, FUE Y SERÁ MÍO.

-NO HE TENIDO LO QUE HE QUERIDO TU TAMPOCO SABES NADA, NO VOY A DESISTIR NI PORQUE SEAS MI HERMANO, ASMITA SERÁ MÍO

De un momento a otro los gemelos se agarraron a golpees.

Otra vez.

-¡Ya basta los dos!-La serena voz de Asmita se torno muy molesta, la cabaña era sumamente pequeña y porsupuesto que escucho sus gritos-Para empezar no soy ningún objeto para que estén hablando de ese modo de mí, y para que lo tengan en claro no quiero nada con ninguno de los Dos, Defteros eres el padre de Shaka y ya te dije que no voy a prohibirte verlo, y tú Aspros eres bienvenido con tus hijos que son los primos de mi bebé, si van a continuar golpeándose como animales alejense de mi casa que mi hijo está durmiendo y no permitiré que nadie interrumpa mi paz y la suya, no los quiero ver hasta que dejen de comportarse como niños y empiecen a actuar como los hombres que son.

Asmita cerro la puerta y aunque estaba completamente firme la verdad es que por dentro era un mar de emociones...por supuesto que seguía amando a Defteros, su primer amor y el padre de su hijo.

Pero...

Aspros llegó a su vida cuando más solo se sentía, despertó en el sentimientos que creía jamás volvería a experimentar por un gran desamor.

La verdad era que estaba entre dos amores y lo peor de todo es que eran hermanos ¡Gemelos, como si fuera poco!

Asmita era joven, pero había pasado por muchas cosas y la vida lo había enseñado a madurar, por más que su interior fuera un torrente de emociones por los hermanos Gemak el se pondría a el y a su hijo como prioridad, seguiría adelante como siempre sin ningún hombre al lado suyo.

Ya había tomado su decisión.

~🌿~

Por otra parte dentro de la oscuridad de la celda un afiebrado Degel iba despertando, sentía a alguien moviendolo y llamándole, pero su cuerpo estaba tan cansado que le costó un poco despertar por completo.

Al hacerlo lo primero que se encontró fue el rostro lloroso de Regulus, aquel soldado que es su única esperanza, con una mueca de dolor se reincorporo y le pregunto con preocupación-¿Joven Regulus que pasa? ¿Se encuentra bien?

-¡Señorito Versau! ¡Señorito Versau!-El castaño lloraba amargamente-Levantese pronto, lo voy a sacar de aquí.

-¿¡De verdad!?-Pregunto incrédulo-¿Pero cómo, Tu estás bien? ¡estás muy golpeado!-Exclamo con preocupación, al fijarse mejor en el rostro del joven noto lo lastimado que estaba, la sangre aún no paraba de brotar de su nariz y sus ojos verdes no se veían por lo hinchados de sus párpados.

-Señorito lo lamento-Hipo mientras lloraba-El señor Hades tomo la carta que me dió.

Degel sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal ahora Hades sabía que Kardia es su esposo y que estaba en cinta, por suerte no escribió nada sobre el enmascarado así les daría más tiempo a Kardia y a el para planear algo antes de que Hades comenzará a sospechar.

-No te preocupes por eso, gracias por intentarlo y lamentó mucho que por mi culpa te hayan golpeado de ese modo-Acaricio sus cabellos con cariño-¿De verdad te encuentras bien?

-Señorito...estos golpes no son nada al enterarse que lo estaba ayudando el señor Hades...el gobernador-Lloro más antes de continuar-¡Mato a mi mamá a golpes, mis compañeros la mataron!

Degel abrió los ojos en grande, ese hombre era un desgraciado, se sentía horrible...a ese pobre muchacho que solo fue amable con él le hicieron tales aberraciones.

-Por los dioses, no puede ser... lo lamento tanto, todo es mi culpa-Sintio cómo se formaban lágrimas en sus ojos, una disculpa no bastaría para tal castigó-Lo lamento, lo lamento, por favor vete de aquí antes de que te hagan más daño.

-Señorito no se disculpe nada de esto es su culpa fue mi propia decisión ayudarle, y eso haré así muera en el intento...me escape por poco de que me matarán, pronto me van a encontrar pero antes de que lo hagan tengo que salvarlos a usted y a su bebé-Tomo sus manos y seco aquellas lágrimas de esos ojos amatista, ver ese rostro tan hermoso y noble con semejante pesadumbre no le gustaba.

-Pero por mi culpa mataron a tu amada madre y ahora te están buscando-El galo no se pudo contener y comenzó a llorar amargamente.

-No me arrepiento...déjeme terminar lo que empecé por favor.

A pesar de su rostro golpeado Régulos tenía más fuerza para caminar que Degel, lo ayudo a ponerse de pie y apoyo su peso en la espalda, de ese modo comenzaron a salir de ahí con toda discreción, si alguno de los lacayos de Hades los encontraban estarían en grandes problemas.

Y al parecer los problemas no tardarían en aparecer, una bala resonó por todo el calabozo...

-¡Está intentando escapar, el prisionero del señor Hades está intentando escapar!

~🌿~

En el ventanal de una hermosa mansión se encontraba la grácil figura del bellísimo jóven Rose, estaba rodeado de lujos y atenciones, por fin tenía a su lado un hombre que era todo lo que siempre espero, realmente lo tenía todo.

Sin embargo...

¿Por qué no se sentía feliz?

Tal vez se debió a qué Minos tuvo una reunión y lo dejo encerrado en tan enorme espacio arquitectónico o a qué extrañaba más de lo normal a su padre y amigos pero...¿Que podía hacer? el noruego era caballeroso pero absorvente y requería de mucho de su tiempo.

Suspiró por enésima vez, tenía que pensar con cabeza fría, esto era lo mejor para el, nadie quiere estar con una persona que no le da estabilidad económica y afectiva y aunque Minos no tenía esa chispa que lo emocionará era la mejor opción...

La decisión estaba tomada.

Solamente esperaba no haber cometido un error...

~🌿~

Manigoldo quedó en shock, lo primero que hizo fue buscar rápidamente el botiquín de la casa para curar las manos llenas de vidrios de su amigo, al parecer en un ataque de histeria había roto varias vitrinas y por el adrenalina no sentía el dolor, Kardia era el mayor peligro andante para si mismo, siempre actuando a base de impulsos sin detenerse a pensar en las consecuencias, lamentablemente eso era la causa de sus problemas.

-Cálmate Kardia ¿que sucedió?-Pregunto sereno una vez el de hebras azules estaba más calmado.

La histeria y llanto de Antares se había ido por completo ahora sus ojos parecían destellar en carmín, una sonrisa ladina adorno su rostro, dió una tétrica risa antes de hablar.

-Lo mato, no me cabe dudas que ese desgraciado fue el responsable de la muerte de Degel, no supe reaccionar y no me detuve a pensar... Manigoldo ya es hora de que empiece a actuar de manera inteligente, no quiero dar muchas explicaciones pero este pueblo ya no es seguro, no me gustaría que te quedarás aquí y corrieras peligro...ahora tu eres lo único que me queda.

-No me importa el peligro, no te voy a abandonar como tú no lo hiciste conmigo cuando estaba en la calle y las drogas en Sicilia, gracias a ti llevo una vida decente, soy tu empleado pero sobre todo soy tu amigo y estaré aquí para tí, y si el maníaco de Hades asesino a Degel ya es momento de darle fin.

-Manigoldo... gracias, tal vez sientas que eres afortunado al haberte topado conmigo ese día pero el afortunado fuí yo por encontrar un amigo como tú, maldición me duele el pecho...amigo se que debo hacer pero no sé vivir sin Degel.

-Viejo esto es una porquería, no puedo creer que tú consorte este muerto ¿Estás completamente seguro?-Pregunto incrédulo.

-Tu...¿Sabías que nos habíamos casado?-Kardia pensó que habían ocultado bien aquello.

-Me ofendes, soy estúpido pero no imbécil, por lo menos en esta casa era evidente que eran más que amigos y por si se te olvida yo también vivo aquí-Le dió un puño amistoso en el hombro-No puedo ni imaginar cómo te sientes al haber perdido a la persona que amas pero no es momento para llorar, toda esta tristeza y odio que sientes canalizala de manera inteligente, piensa bien tu siguiente movida llenate de valor y termina lo que empezaste, una vez cumplas tu objetivo de vencer a Hades puedes llorar lo que quieras, pero por ahora no permitas que la muerte de Degel sea en vano.

-No voy a desistir Manigoldo, ahora menos que nunca...tengo el rostro de ese sujeto grabado en mi mente, su arrogancia al mostrarme el cuerpo de Degel como si lo estuviera disfrutando...no veo la hora de atravesar mi espada en su pecho y oler su sangre, oír sus quejidos de agonía...no me importa convertirme en un asesino si es para matar a Hades, ya lo estoy deseando-Kardia había reprimido toda su tristeza y culpa para darle paso a un odio que iba creciendo, su rostro al hablar era desquiciado, si Hades lo había hecho sufrir a el y A sus seres queridos el se encargaría de hacerlo sufrir el triple.

-Apoyo absoluto-Dio una risita-Pero...lo que no logro comprender es...¿Que motivos crees que tenía Hades para asesinar a Degel? No creo que haya descubierto que eres el enmascarado y con esto te haya querido debilitar porque con el poder que tiene ese sujeto si se entera que eres el enmascarado podría desaparecerte a ti si lo desea.

-Soy tan estúpido...no pensé en las situaciones que estaba viviendo por ser un idiota que actúa a base de impulsos... Manigoldo no se cuántos días han pasado pero ¿me creerías si te digo que perdí la memoria y Hades y Sasha jugaron conmigo a su antojo? Han llegado a mi mente pequeños fragmentos...y he llegado a la conclusión de que la sobrina de Hades estaba así de resbalosa porque quiere la fortuna que pertenecía a mis padres, rebuscando en mi mente un poco nítida estoy completamente seguro que no me acosté con esa mujer.

-Te creó...y lamentó haberte dejado si no me fuera ido tal vez las cosas habrían Sido diferentes, por eso no pienso abandonarte nuevamente-Dijo cabizbajo, denotaba un gran arrepentimiento, Kardia siempre estuvo para el pero cuando su amigo lo necesitaba el no estubo.

-Manigoldo no te sientas así...no te culpo de absolutamente nada-Le sonrió con sinceridad- Los arrepentimientos no pueden detener el tiempo y cambiar las cosas, por ejemplo yo cometí muchos errores y perdí lo que más amaba... pero ya no será así...haré a Hades pedazos.

~🌿~

En el calabozo de Atenas un sin fin de disparos se escuchaban, los cansados cuerpos de Régulus y Degel inhibieron por completo el dolor para intentar huir con todas sus fuerzas, se vieron obligados a esconderse detrás de una columna mientras un grupo de soldados pasaban corriendo, por suerte ya había oscurecido lo que les permitiría camuflajearse.

Pronto llegarían a la salida y parecía que todo iba de maravilla pero...

Algo no andaba bien.

El olor metálico de la sangre invadió el olfato de Degel, también podía escuchar la pesada respiración de Régulus.

-Joven Régulus ¿está bien?-Tanteo entre la oscuridad para tocarlo y se humedecido las manos con la sangre que salía del cuerpo del muchacho-Por los dioses...le han disparado tenemos que salir pronto de aquí para que lo atiendan...resista por favor.

-S-señorito Versau... La verdad es que esta herida es mortal siento que atravesó uno de mis pulmones y me estoy quedando sin oxígeno-Jadeaba mientras hablaba entre cortado-La salida está cerca pero aún hay muchos guardias ahí, yo los distraere mientras usted huye, aún puede salvarse.

-¡Absolutamente no! Sería incapaz de dejarle mientras escapó, prefiero morir con usted-Dijo decidido, no abandonaría a la persona que sacrificó hasta su propia vida para ayudarle.

-No sea terco por favor y déjeme terminar con lo que empecé.

-No puedo hacer tal cosa... prefiero morir contig-Se vio interrumpido por los labios del castaño.

Besaba apasionadamente esos finos labios de cerezo, al separarse noto gracias a la poca luz de la luna esos ojos amatista llenos de asombro y confusión.

-Sea feliz con su esposo e hijo, estoy feliz de haber compartido una pequeña parte de mi vida contigo, por favor no haga que mi muerte sea en vano...

Quemando lo último de su vida corrió hasta dónde estaban los guardias de la entrada y los distrajo cuando paso corriendo, estos obviamente lo siguieron, Régulus corría sin respirar, ya sentía que su cuerpo lo abandonaba mientras daba sus últimos pasos, le dispararon incontables veces pero se sintió extrañamente en paz y sintió que había hecho lo correcto...tenía el vago sentimiento de que su muerte no fue en vano, murió en paz.

Degel aún en shock y más que todo por reflejó corrió hasta la salida del calabozo dónde escucho un sin fin de balas que iban dirigidas a ese ángel que lo salvó, con lágrimas en sus ojos y sin mirar atrás tomo uno de los caballos y continuo...

-Tu muerte no será en vano...te lo juro...haré que mi vida sea provechosa, gracias Régulus.

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.
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Después de cabalgar por un largo tiempo por fin diviso la mansión Antares, lloro de alegría y ya sentía como la adrenalina iba desapareciendo para dejar espacio al enorme cansancio que lo invadia.

Dentro de esta, Kardia estaba terminando de ponerse un traje negro...iría a buscar el cuerpo de su amado galo y le daría digna sepultura, lo que no se imagino jamás es que al abrir la puerta de su mansión el mismísimo Degel estaría frente a el.

El galo perdió el equilibrio y cayó en los brazos de su esposo, por fin podía dejar de ser fuerte y caer y llorar.

Kardia no lo podía creer.

-Por los dioses Degel....mi Degel ¿Eres tú?-Tomo el rostro del peli verde entre sus manos aún sin creer que fuera real y sin notarlo lágrimas empezaron a escaparse de sus ojos zafiro.

-Regrese a casa Kardia...después de tanto tiempo regrese.

Se abrazaron y lloraron como nunca antes, Kardia estaba tan feliz y agradecido con la vida por está segunda oportunidad.

Después de llamar al médico de la mansión que atendió al francés exigiendo absoluto reposo estos se encontraban en la habitación principal, Degel en la cama completamente agotado y débil pero por fin a salvó, y Kardia miraba a la ventana lucía pensativo.

-¿Que piensas Kardia?-Pregunto el galo haciéndose a un lado dándole espacio en la cama, el Heleno se acostó a su lado y apoyo el mentón en esas hebras verdes, beso su cabeza con cariño antes de hablar.

-Te creía muerto, fue la peor experiencia de mi vida y estaba decidido a terminar lo que empecé para que tú vida no fuera arrebatada en vano...Degel pero estás aquí conmigo, vivo...quiero ser egoísta e irnos lejos a un lugar seguro para ser felices con nuestro hijo como me dijiste cuando supimos que Milo vendría en camino, ya no quiero exponerlos jamás, vámonos Degel, si te vuelvo a perder no lo voy a soportar.

-No Kardia.

-¿Por qué no mi amor?

-Ahora soy yo el que no quiere irse sin terminar lo que comenzamos, juntos vamos a protejer a Milo pero al desgraciado de Hades no lo podemos dejar inmune, no importa que nos tome años Antares, quiero que ese sujeto se vaya al infierno.

La sonrisa ladina de Kardia volvió a su rostro nuevamente y sus ojos destellaron en carmín.

-Sabes que no te puedo negar nada, está vez seré más cuidadoso y te juro mi amor que a ese hombre no le alcanzará la vida para pagar una a una lo que ha hecho.

Ahora con más decisión que nunca y después de haber vivido las consecuencias de ser descuidados, estaban completamente decididos a derrotar al gobernador del infierno.

Sin importar el tiempo o lo que tuvieran que hacer Hades pagaría.

Y esa decisión ya estaba tomada

Fin del acto 2.

Gifer1710~

F por Régulus:(

AHHHHH espero haya valido la pena tanta espera, ahora se viene el tercer y último acto dónde descubriremos si:

¿Albafica tomo la decisión acertada?

¿Asmita realmente ignorara sus sentimientos por siempre?

Kardia y Degel están más decididos que nunca en derrotar a Hades, amo cuando se ponen vengativos TIEMBlAAA HADES

Y por último pero no menos importante... En el acto 3 estará Milooooo

Nos leemos pronto. 😽