Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

~Capítulo 34: Aspros VS Defteros por Asmita + Horrible Tortura.

Unas horas atras mientras la brisa mecía sus cabellos azules y sus ojos observaban el inmenso mar azul su mente se encontraba llena de incógnitas, tenia muchos sentimientos encontrados pero lo que más reinaba en el era la emoción de ver después de tanto tiempo a su hermoso rubio, el amor de su vida y la madre de su bebé, esa carta que recibió hace apenas unos días de parte de Fudo que debió haber leído hace más de un año lo lleno de tristeza al imaginarse el dolor con el que su amado escribía esas líneas pero también le dió una gran esperanza de que aún lo ama y serán una familia con su bebé.

Una sonrisa broto de sus labios al imaginarse como sería el fruto de su amor ¿Se parecería a el? ¿O sería tan angelical como Asmita? Sea como fuera desde que supo de su existencia lo amo aún sin conocerlo y maldecia el haberse perdido tanto tiempo de su vida, le fuera encantado estar con Asmita en su embarazo y consentirlo en todo, estar presente en el nacimiento de su hijo, en sus primeras palabras y sus primeros pasos. La vida ha sido muy injusta con el...tal vez su propia cobardía le arrebató todos esos momentos pero todo lo que hizo lo hizo pensando en el bienestar de Asmita.

Pero ahora que se alejó de su padre y dejo de temerle por qué le hiciera daño a su amado ya que ahora estaba lejos de Atenas podían vivir felices amándose.

Definitivamente la vida le sonreía.

Apenas supo dónde se encontraba Asmita tomo el primer barco que lo llevará a la India, después de un largo viaje al fin estaba a solo horas de llegar, se sentía sumamente nervioso. Como la primera vez que le conoció o cuando ambos escaparon de sus hogares para verse en un prado a altas horas de la noche, estaba nervioso como la primera vez que con sus dedos recorrió su cuerpo, estaba nervioso por conocer a su hijo, por ser un mal Padré, el se esforzaría en ser para ese bebé lo que su padre jamás fue con él.

Y sobretodo jamás le volvería a fallar a su familia.

Por fin después de horas y horas viendo solo el mar pisaba las tierras de la India, no descanso de su larga travesía sino que de manera inmediata de dirigió al Taj Mahal dónde preguntaba con un indi algo torpe la ubicación de un rubio llamado Asmita, muchas personas no le supieron dar respuesta hasta que le pregunto a una azabache que salia de su trabajo con dirección a su hogar.

—Disculpe la molestia pero estoy buscando a alguien y me gustaría preguntarle si conoce a esa persona—Gioca miro al hombre frente a ella, definitivamente era un extranjero. Lo delataba su traje ya que en la India por el calor que muchas veces hacia y por cultura solían usar las túnicas. Además su acento era bastante extraño, la pelinegra le sonrió antes de contestar. Ella sabía lo difícil que era llegar a un país que no conocía, ella misma muchas veces estuvo desorientada en la India.

—Claro con gusto le ayudaré, el Taj Mahal no es tan grande y entre todos nos conocemos, si la persona que buscas es del pueblo de seguro la conozco—Defteros suspiro aliviado esperando la joven conociera a Asmita para llegar con el lo más pronto posible, cada segundo sin su presencia lo sentía una eternidad.

—Bueno su nombre es Asmita, es un joven rubio, muy atractivo y adorable por cierto—Dio una risita avergonzado sintiendo que se estaba desviando del tema—Segun se vive en esta locación pero no conozco mucho la verdad, no tengo ni idea donde podría estar y quiero llegar lo antes posible.

—¿Que si lo conozco? ¡Soy su vecina! A veces cuido a su bebé ambos son un encanto te puedo llevar si gustas—Dijo entusiasmada—¿Eres su familiar o algo por el estilo?—Pregunto entrando en conciencia, no podía llevar a un extraño a la casa de su vecino.

—Digamos que si somos familia—Asmita era el amor de su vida y ambos tenían un hijo, un tenue carmín que no se distinguía casi por su piel morena cubrió sus mejillas al decir aquello...se oía tan bien, familia.

Caminaron durante unos minutos, Defteros miraba el paisaje embelesado, empezaba a atardecer y su corazón a acerlerse después de tanto tiempo se reencontrarian.

—Mi casa queda por allá, sube está pequeña colina y llegarás a una cabaña que está en medio del prado floreado y el río, me saludas a Asmita ¡Adiós!—Se despidió la amable joven con una sonrisa.

—¡Adiós, muchas gracias!—Estaba tan  emocionado que irradiaba felicidad, tenía que descargar tanta buena energía que tenía después de meses de melancolía, abrazo a la joven fuertemente haciendole sonrojar y después la soltó para acelerar sus pasos.

Corría.

Con el corazón acelerado y una amplia sonrisa. Sentía que le dolían las mejillas de tanto sonreír, paso meses maldiciendo todo a su alrededor consumiendo porquerías que no llenaban el vacío que dejó la ausencia de Asmita pero hoy todo aquello parecía un mal recuerdo, el atardecer acompañaba sus pasos pero cuando diviso una hermosa cabaña aquel rostro que era la personificación de la alegría se esfumó.

Temblaba.

Sintió su cuerpo temblar, sus manos le fallaron y la maleta que traía consigo cayó junto a todas sus esperanzas, era increíble. Tenía que ser una pesadilla, lo que veía no podía ser...si era un mal sueño quería despertar ya, pero lamentablemente el dolor que le embargaba confirmaba que esto era la cruel realidad, el amor de su vida estaba en los brazos de otro hombre...y no cualquier hombre ¡Su hermano gemelo!

Las primeras lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas, su amado hermano que apesar de ser el que se llevaba todas las atenciones en la niñez era el causante de buenos recuerdos, besaba con amor y deseo a la única persona que lo hizo sentir especial y a quien amaba con todo su corazón, la madre de su hijo...pensó que Aspros no le podía quitar más nada, el poco cariño de su padre que el siempre deseo ya lo tenía pero se equivocó.

Aspros le estaba quitando al amor de su vida.

Sus nudillos se volvieron blancos de tanto que apretó sus manos, se limpio las lágrimas con brusquedad y camino con la elegancia que le caracterizaba, no se dejaría ver débil y destrozado aunque lo estaba, el vino al Taj Mahal de la India por un motivo y nadie le haría cambiar de opinión y sobretodo no permitiría que Aspros le arrebatará a Asmita.

El rubio enredo sus brazos en el cuello de  Aspros mientras esté profundizaba el beso, el oxígeno les comenzaba a hacer falta así que se fueron separando de poco, se contemplaron unos minutos pero el sonido de unos pasos llamo su atención, ambos dirigieron su mirada hasta donde provenía el sonido de esas fuertes pisadas y no lo podían creer.

Era Defteros.

El gemelo mayor estaba confundido por la presencia de su hermano ¿Que hacía el en el Taj Mahal de la India? Por su parte Asmita no lo podía creer, después de tanto tiempo ahí estaba el...el hombre que amo con todas las fuerzas de su ser, el que lo embarazo y abandonó, cuando por fin comenzaba a superar el pasado y se hacía a la idea que Defteros jamás volvería este volvía justamente cuando el estaba con alguien más descolocandolo y poniendo su mundo de cabeza.

—Defteros...—Murmuro sin creerlo del todo.

—Asmita...cuánto tiempo—Su voz era una mezcla de tristeza, desilusión e irá.

—¿Hermano que haces aquí?—Pregunto Aspros extrañado, no entendía por qué ambos se trataban con tanta familiaridad—¿Se conocen?

—No me llames hermano...—Escupio lleno de odio, sentía su sangre hervir y la voz de Aspros se le hacía irritante.

Asmita se sentía a desfallecer.

—¿Ustedes son hermanos?—Pregunto en estado de shock ¡Que demonios estaba pasando!

—Asi es... hermanos gemelos—Contesto Aspros extrañado con la actitud de su gemelo.

El menor no lo podía creer...ahora todo parecía tener sentido, el parecido de Aspros con su antiguo amor era demasiado, en estos momentos se sentía un tonto por no darse cuenta, pero no sabía cómo reaccionar ante la presencia de Defteros que estaba allí después de tanto tiempo, creyó que más nunca lo vería y ahí estaba frente a el, estaba confundido y no entendía nada.

—Asmita tenemos que hablar, a solas—Defteros ignoraba la presencia de su hermano.

—¡Tu y yo no tenemos nada que hablar, todo quedó claro cuando te casaste con mi amigo y me diste la espalda a mi y a mi hijo!—Grito con lágrimas saliendo, todo el dolor que sintió lo volvía a experimentar con la presencia de Defteros.

—¡¿Tu eres el padre de Shaka?!—Aspros se puso de pie escandalizado, sabía que su hermano no se casó pero el que abandonará al rubio en espera de un bebé no tenía perdón.

—Tu te callas que esto es entre Asmita y yo, después ambos arreglaremos las cosas como hombres—Se acercó hasta donde estaba y lo encaro.

—No me mandes a callar—Dijo Aspros de manera amenazante, no entendía que pasaba con su gemelo pero no permitiría que le faltará el respeto después de todo era el mayor.

—Ya lo hice—Sonrio altanero hasta que el primer puño llegó a su pómulo.

Defteros no se dejaría así que le devolvió el golpe, ambos hermanos se empezaron a golpear sin tregua llenos de irá ignorando las súplicas del rubio para que se tranquilizaran, es una pena que no tuvieran sus espadas, de ese modo arreglarían este enredo de una vez por todas.

Con sangre.

~🌿~

En las deplorables mazmorras de Atenas dos jóvenes se miraban en espera de las palabras del otro, Degel no se quedaría de brazos cruzados esperando a que Kardia llegará a rescatarlos, el saldría de allí a como diera lugar, ese soldado no le parecía una mala persona y estaba seguro que le ayudaría.

Regulus por su parte acepto escuchar al prisionero no muy convencido, desde que empezó su formación como soldado se les decía que no debían tener relaciones estrechas con los presos ni mantener conversaciónes, se sabía un novato pues acababa de obtener su cargo y no quería que se aprovecharán de el por serlo, pero de igual manera escucharía su relato para no ser maleducado, aunque no podía hacer mucho.

—Gracias por escucharme—Agradeció Degel de antemano, suspiro preparándose para hablar—Mi nombre es Degel Versau, único hijo del fallecido Mystoria Versau. Mi padre era un integrante del consejo ateniense y al padecer su cargo me fue heredado, aunque se trate del gobernador que es una persona que está por sobre nosotros en poder político no le quita el echo de que sea un corrupto, se que pocos se dan cuenta pero Hades hace movimientos extraños con el capital de Atenas, no me gustan las injusticias y me opongo a sus métodos, me imagino que conoces al enmascarado ¿cierto?—El chico asintió ¡Claro que lo conocía! Todos en Atenas lo hacían—Bien, pues por oponerme a sus métodos y por qué hace más de un año ese hombre que usa un antifaz me ayudó a salir de una boda de la cual yo era el novio y no me quería casar el gobernador piensa que lo conozco y mantengo una relación pasional con él, me trajo aquí en contra de toda ley o norma alegando que se su identidad pero eso no es así—Aunque conociera la identidad del enmascarado y más que pasional era su esposo eso era un secreto el cual nadie sabría jamás, la identidad de Kardia era un secreto que mantendría hasta el día de su muerte como juramento de su amor y confianza, no podía decirle del todo la verdad—Llevo días aquí encerrado injustamente, Hades quiere atrapar a ese sujeto y está siendo irracional y está actuando como desesperado, no he tenido contacto con nadie del exterior y además...—Suspiro—estoy esperando un hijo del hombre que verdaderamente amo, no puedo seguir aquí por qué mi salud está en decadencia y mi embarazo corre peligro... Se que no puedes simplemente dejarme libre pero necesito tu ayuda para comunicarme con alguien del exterior.

Regulus escucho todo y estaba por dar su respuesta cuando escucho unos pasos, se alejó de la celda y tomo su posición, Degel también se alejó para disimular.

Quién estaba entrando era Hades.

Su sobrina le había puesto al tanto de la situación en la que estaba Kardia Antares y de sus planes, su bella niña tenía todo controlado y haría su propia fortuna por lo cual no debía preocuparse más por ella, el necesitaba conocer la identidad del enmascarado para poder hacer con Atenas todo lo que le viniera en gana para ser el hombre más poderoso y sabía con quién encontraría la respuesta...

—Retirate soldado Relamp—Exigió a Regulus que se sobresalto por su pedido, se imaginaba lo que haría...

—Señor con todo respeto, el prisionero ha tenido muy buena conducta no lo vaya a...—Interrumpido.

—¡Cállate! Recuerda que necesitas este trabajo para mantener a la invalida de tu mamá y que con solo mover un dedo la desaparezco a ella y a tí, así que no me contradigas y lárgate—Grito en cólera, Regulus solo pudo seguír órdenes y mirar a Degel con una mirada llena de melancolía que solo podía significar un "lo lamento"—Ahora tu Versau...fui muy benevolente y paciente pero tengo mis límites y has llegado a ellos, dime la identidad de ese sujeto ya mismo por qué no tengo tiempo que perder o atente a las consecuencias.

—Ya le dije que no sé quién es—Dijo firme, Hades frunció el entrecejo molesto dispuesto a sacarle la verdad a como diera lugar.

—Veo que no quieres cooperar...bien, entonces lo haremos por las malas. ¡Soldados!—Llamo y los robustos hombres que se mantenían al margen se acercaron—Ya saben a dónde llevarlo.

Abrieron la celda e inmovilizaron a Degel con su gran musculatura y espadas y lo empezaron a llevar al cuarto que les dijo el gobernador.

El cuarto de torturas.

Lo arrojaron allí de manera brusca, Degel veía con espanto todos los látigos, espadas, cuchillos, sogas, cadenas y guillotinas que allí habían, por un momento sintió que se desmayaría pero mantuvo su expresión estoica...debía pensar en algo o de lo contrario moriría llevándose consigo la vida de su bebé.

—Muy bien Versau, esta es tu última oportunidad ¿¡Quien es el enmascarado!?—Grito tomándolo del mentón, Degel quería alejar esas sucias manos de su rostro pero le habían encadenado las manos.

—Ya le dije que no se quién es—Se mantuvo firme.

Hades río.

—Ya veo... así que esto es lo que Quieres—Le hizo una seña a los soldados que acataron sus órdenes arrodillándo al menor al suelo, acomodaron sus cadenas de manera que no se pudiera mover, Degel no podía ver qué estaba haciendo Hades, solo sentía su respiración acelerada y el corazón bombearla sangre más rápido.

Hades por su parte veía todo lo que estaba a su alcancé, tomo el látigo que le haría sufrir pero si no usaba en exceso no lo mataría...después de todo lo necesitaba con vida y no soportaría mucho la tortura y terminaría diciéndole la identidad del enmascarado.

Degel cerró los ojos fuertemente cuando sintió el látigo golpear su espalda, arqueo su cuerpo sintiendo un dolor terrible pero no emitió ningún gritó, lo que no pudo evitar fue la lágrima de dolor, agradecía que Hades no podía ver su rostro.

—¡¿QUIEN DEMONIOS ES EL ENMASCARADO!?—Grito fuertemente volviendo a estampar el látigo sin piedad en su espalda.

Degel gimió de dolor pero no contesto.

—¡DÍMELO!—Lo volvió a golpear con más fuerza.

Está vez Degel tuvo que reprimir un grito.

—¡CONTESTA!—Dio más latigazos, el sonido del cuero chocando con la blanca espalda del francés que comenzaba a sangrar era estremecedor.

—N-no lo sé...¡No sé quién es el enmascarado!—Grito desesperado.

Hades lleno de odio siguió torturandolo sin apiadarse de sus gritos de agonía o de la sangre y hematomas que se veían.

Degel tomaba su vientre intentando proteger a su bebé, sentía que su espalda se estaba quemando...intentaba no llorar pero el dolor tan terrible hacia que las lágrimas brotarán por si solas, sin embargo no pediría piedad...Hades no se la daría.

El azabache lo golpeo hasta que sus músculos se durmieron, Degel sentía que perdería la conciencia de tanto dolor.

—Esto es solo el comienzo Versau, ya veremos cuanto más puedes resistir—Soltaron las cadenas e irremediablemente el francés cayó al suelo sintiéndose incapaz de caminar—¡Levántate!—Ordeno y al ver que no obedecía se acercó para patearle, Degel no quería que golpearan su estómago así que se levantó Tambaleándose.

Aunque no duró mucho de pie pues volvió a caer de rodillas al suelo, Hades hizo un ademán con la mano y los soldados lo tomaron con brusquedad para llevarle de vuelta a la celda, le dejaron allí solo con sus pantalones y la espalda sangrante, como si no le fuera suficiente Hades le lanzó una cubeta de agua helada que tenía preparada una vez saliera del cuarto de Tortura.

Al sentir el agua helada se estremeció, además está hacia doler aún más sus heridas que estaban abiertas.

—Esto no es nada a comparación de lo que te haré si no me dices quien es ese sujeto, nos veremos muy pronto querido Versau, espero que para entonces me tengas una respuesta o no tendrás tanta suerte como hoy—Se fue de ahí riendo como un auténtico maníaco.

Degel quedó en ese duro concreto adolorido y temblando de frío y dolor, ni siquiera tenía una manta para cubrirse y estaba empapado, no sabía cómo salir de ahí.

Tampoco sabía si él y Milo lograrían soportar todo esto.

GiferRj🌟













¡No me odien!
Se que esto no parece tener mejoría pero todo tiene un desenlace.😈

Tranquilidad que después de la tormenta llega la calma(?😇

Ya está historia está terminada en mi mente y creo que les gustará el final.😃🔥

Ahora un poquito de humor xD


Gracias por leer.♥️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro