~Capítulo 16 : ¡Se robó a mi hijo!
Momentos antes Manigoldo se alejó de Kardia, sabía que estaría como tonto mirando y acosando al francés de cabellos verdes y no quería hacer el mal tercio, sintió unas tremendas ganas de orinar así que se dirigió hasta al sanitario, abrió la puerta y se encontró frente a frente con el hermoso chico de cabellos celestes y acento sueco.
—Que agradable sorpresa bella Fiore...—Se acercó para darle un beso en la mejilla a modo de saludo.
—Oh valla no esperaba verte aquí—Mentiras, se alistó con entusiasmo pensando en verse hermoso por si se lo llegase a encontrar, pero no diría nada. Ante todo dignidad.
—Pues la verdad yo si, mi corazón me decía que me iba a encontrar con el muchacho grosero que mete pastelillos en bocas ajenas y cierra puertas en la cara—Le dijo divertido.
—Yo no soy grosero—Le dijo Sonrojado golpeándolo en el hombro a modo de reproché.
—Si lo eres—Dijo sobándose, las manos del peliceleste eran delgadas y delicadas pero tenía el puño pesado, le dolió el golpe.
—¡No lo soy estúpido!—Cubrió su boca cuando notó que dijo una grosería.
—Si lo Eres, pero también eres elegante, hermoso, sensible y maravilloso—Guiño su ojo derecho haciendo que las mejillas de Albafica tomaran un fuerte color carmín.
—Tonto...—Se retiro "molesto" esas palabras hicieron su corazón latir desbocado pero no le daría el gusto a ese guapo sujeto el saber que sus palabras tenían efectos en el...todo un difícil.
Manigoldo reprimió su carcajada, iba dispuesto a seguirlo cuando accidentalmente sus oídos escucharon una conversación ajena.
—¿No sé verá muy sospechoso Señor Hades?—Preguntaba un hombre de traje elegante al gobernador.
—¿Me estás contradiciendo ministro Jaimes?—Pregunto amenazante, odiaba que le pusieran peros, el era la ley y sabía lo que hacía.
—No mi Señor eso nunca, ahora mismo iré con mi cochero dispuesto a vender el oro que sacamos esta semana de la mina, esta misma noche le traeré las ganancias de la venta.
—Asi me gusta Jaimes, te espero en mi despacho esta misma noche, si haces bien tu trabajo te premiare...los demás miembros del comité no deben saber sobre este negocio, más te vale cerrar tu boca así yo tendré más dinero y tú una buena parte.
—Yo pensé que lo íbamos a dividir en partes iguales para cada miembro del comité nocturno...—Dijo confundido, se suponía que ese era el trató, exprimir el dinero de Atenas y dividirlo entre un grupo de influyentes avariciosos.
—Te atreves a contradecirme Jaimes...¿Acaso quieres terminar en la orca?—Le pregunto haciéndolo temblar.
—N-no Señor, se hará como usted ordené, ya mismo me retiró—Se alejó después de una reverencia.
Hades sonrió complacido, está noche sería más rico, se encaminó a la mesa para seguir socializando como el exelente gobernador que era... Manigoldo que estaba oculto en una columna cercana no daba crédito a lo que oía, Kardia tenía que saber esto cuanto antes, maldijo entre dientes. Quería molestar al chico se cabellos celestes pero ya tendría oportunidad.
Camino hasta donde estaba Kardia y se apresuró a hablarle—Viejo espero hayas traído tu Antifaz...lo necesitarás. Acabo de escuchar algo que requiere del enmascarado—Le dijo seriamente, no le gustaba nada la idea de que exprimieran los recursos del pueblo ateniense para que Hades se hiciera más rico.
—Mani espera un momento tengo que hacer algo—Apesar de que el tema era de suma importancia sería egoísta y pondría sus intereses personales encima de la justicia solo por hoy...quería alcanzar a Degel y tratar de enmendar lo que acababa de presenciar.
Manigoldo se dió una palmada en la frente al notar como su patrón se alejaba detrás del chico de anteojos.
Kardia alargó sus pasos y tomo la pálida mano del galo impidiendo se alejara más—Degel lamento lo de hace un rato, continuemos en lo que estábamos—Lo atrajo más hacia su cuerpo tomándolo de la cintura.
El menor se sobresaltó un poco pues no esperaba ese movimiento del peli azul—Kardia no creó que sea buena idea...—Le dijo titubeante, no quería ser grosero con su amigo pero en estos momentos no le apetecía bailar.
—Yo creo que sí...dejate llevar—Sus miradas se cruzaron intensamente, se sentía bien estar frente al dueño de su corazón sin antifaz, tocarlo como Kardia Antares. La música era suave y sus movimientos lentos y sincronizados.
—Es muy lindo volver a bailar contigo después de tanto tiempo pero de verdad ya lo haremos otro día—Ejercio un poco de fuerza para poder alejarse pero Kardia no se daría por vencido tan fácil, quería seguir de ese modo con Degel.
Lo acercó más... sintió como su respiración se aceleraba y sus cuerpos rozaban de a poco, la melodía se trataba de amores verdaderos y era únicamente un momento mágico, Degel volvió a intentar alejarse y eso hizo sentir terrible a Kardia, tal vez se molesto por ver cómo ignoraba su presencia cuando la sobrina de Hades se le acercó.
—Entiendo que estés molesto pero te juro que mi intención no era desplazarte, la Señorita Ifrad solo llegó, en verdad no tenemos nada, hoy solo quiero bailar está pieza contigo...pero si te quieres alejar por lo que viste entenderé—El heleno bajo la cabeza y Degel no sabía de qué demonios hablaba Kardia. La verdad no le importaba lo que el hiciera con su vida, en su corazón solo estaba un ser sin rostro.
—No es eso tonto, se me están cerrando las vías respiratorias. Necesito una inyección ahora—Dijo respirando erráticamente, no quería hacerle un desplante a su amigo pero esa estúpida gardenia le estaba causando estragos.
—...—En ese momento Kardia se sintió el más estúpido del universo.
—Creo que voy a perder la consiencia...—Tosio un poco, su garganta se estaba cerrando—¿Me puedes ayudar a llegar donde mi padre?
—¡Por supuesto Degel! Lo siento tanto...—Lo tomo de la cintura y paso el brazo del galo por su cuello para ayudarlo a caminar—No tenía idea que te sentías tan mal y te retuve—Le decía avergonzado mientras caminaban por la gobernación en busca de Mystoria, por suerte lo divisaron charlando no tan lejos.
—No te preocupes—Le sonrió para tranquilizarlo—En parte es mi culpa por no decirte desde un principio, pero estabas tan inspirado que no me atreví.
Mystoria ve a su hijo en una posición muy comprometedora con el joven Antares y frunce el ceño. Al parecer tendría que darle una charla de ética moral a su hijo sobre el respeto hacia su prometido, vio que se acercaron y una vez los tubo al frente habló—¿Que significa esto Degel? Joven Antares por si no lo sabe mi hijo esta...—Interrumpido.
—Papà... inyección... gardenias—Logro decir apenas ahora sí estaba seguro que se desmayaría.
Con esas simples palabras Mystoria dejo el enojo para pasar a la preocupación, alejo a Degel de los brazos de Kardia agradeciéndole y alejándose, por suerte un buen amigo iba de salida, le pidió de favor que los llevara hasta el consultorio del pueblo y este acepto...
Kardia devolvía sus pasos preocupado por la salud del galo, avergonzado por creer que este estaba celoso de el y decepcionado por no haber bailado con su amor.
Entonces noto a Manigoldo que estaba de brazos cruzados con semblante enojado y recordó que este le intentaba decir algo—¿Maní que me decías hace rato?
—Te decía pedazo de animal que Hades planea hacer de las suyas nuevamente, venderá oro que es patrimonio de Atenas para quedarse con el dinero, su cómplice es uno de los sujetos del consejo y adivina que—Le dijo molesto, sentía una vena latir en su frente.
—¿Que?—Pregunto nervioso, Manigoldo se veía muy enfadado.
—Tu francesito se acaba de ir con el cómplice de Hades.
¿Acaso esto podía ser peor? No.
—No inventes Manigoldo...—Kardia jalo sus cabellos azules estresado.
—Si, ¡pero bravo Kardia! Bailaste unos segúndos con el y por poco lo matas asfixiado—Aplaudió sarcásticamente.
—Voy por mi máscara.
Se retiró apresurado, tenía que impedir a toda costa que Hades logrará su cometido... además parece que el enmascarado tendría otro encuentro con su principito cara de ángel.
~🌿~
Después de caminar por Atenas en un incómodo silencio que Defteros no sabía cómo romper se encontraban en la entrada de la panadería Bossi, de esta salía un pelirrojo Acompañado de un rubio, Fudo empujó al moreno a los arbustos para impedir que sus tíos lo vieran e hicieran preguntas, el heleno reprimió su grito de dolor pues al parecer ese chico no quería que lo vieran, observó oculto entre las ramas y noto como los padres de su adoración salían por la puerta, suponía que eran los padres de Asmita pues recordaba que su ángel los describió con esos rasgos.
—Fudo que bueno que llegaste—Hablo el pelirrojo—Nosotros íbamos de salida para vender el pan, necesitamos dinero urgentemente...Asmita debe ser tratado o de lo contrario morirá—Se vio obligado a reprimir su llanto, no era momento para lamentarse. Debían hacer algo para salvar a su hijo, aunque por mucho que lo intenten nunca llegan a nada...ha Sido así todas estas semanas, la devaluación e inflación era mucha en Atenas y para alguien que no fuera de clase alta era un completo martirio subsistir—No queremos que se quede solo, tiene mucha fiebre y tememos que en cualquier momento...—Guardo silencio, la sola idea le causaba escalofríos—¿Podrías cuidarlo?
—Por supuesto tíos, vallan tranquilos, yo estaré con el—Les sonrió de manera tranquilizante, sabía por el martirio, estrés y preocupación que pasaban sus familiares y quería darles un poco de paz.
—Gracias hijo, trataremos de volver cuanto antes—Agradeció el rubio para instantes después retirarse junto a su esposo.
—Ya puedes salir—Dijo de manera cortante al moreno que aún se encontraba entre los arbustos, Defteros salió para volver a seguir al de ojos bicolor que se adentro al hogar de los Bossi, un agradable olor a pan inundó sus fosas nasales, era un lugar estrecho y humilde pero destilaba amor, una sonrisa sincera se dibujó en sus labios después de tantos días, era magnífico conocer el hogar de su ángel, aunque las circunstancias no eran como las imaginó, quería pisar esa casa con orgullo para pedir la mano de su amado a los padres de este, pero la situación no lo permitía—Aqui es la habitación de Asmita, que conste que hago esto por el...a ti te repudió.
Giro el picaporte de la puerta, lo que había detrás de esta era simplemente la imagen más dolorosa que Defteros hubiera presenciado en su vida...En una pequeña cama individual se encontraba la silueta de su amado rubio...sus labios estaban pálidos y sus mejillas rojas por la fiebre, se notaba más delgado y tenía rastros de hematomas, Defteros jamás pensó verlo de ese modo...su vida se desmoronó, Asmita no podía estar de ese modo...Asmita es su todo.
—Asmita—Dijo en un susurro inaudible que solo el escucho, sus pasos se hicieron largos y veloces, ahora se encontraba sosteniendo esa delicada palma entre sus manos, sus ojos se aguaron y en su estómago sentía un vuelco—¿Que le sucede?—Pregunto entre llanto—¡Que pasó! Por qué mi ángel está así...
—Tuvo un accidente la noche que fue a verte, le advertí que solo querías jugar con el pero mi primo es muy inocente...tu eres un hipócrita, vienes aquí derramando lágrimas haciendo como si te importará cuando tú lo dejaste—Sus palabras estaban llenas de rencor y hacia puños con sus manos—Solo te llama entre delirios y apesar que no mereces ni respirar el mismo aire que Asmita creo que el necesita verte para poder partir Tranquilo—Una gota cristalina escapó de su ojo pero la limpió en seguida.
—¡No digas eso! Asmita no morirá, el es un ángel que no merece partir...esto es mi culpa, yo nunca quise que esto sucediera—Lloraba mientras afianzaba mas el agarre a la fría mano de su amado—Mi ángel lo siento...yo no quería dejarte, yo no te use mi corazón, yo te amo más que a mí vida...Asmita no te puedes morir, si tú te vas este mundo ya no tiene sentido.
El rubio no reaccionaba pero una pequeña sonrisa casi imperceptible se asomó por sus labios, soñaba que era feliz con Defteros... soñaba que lo amaba y nunca lo dejo.
—No te entiendo...no entiendo tu actitud, si en verdad lo quisieras no lo hubieras dejado a su suerte—Hablo Fudo completamente perdido, no sabía que pretendía este hombre.
—Te voy a decir la verdad...—Sin más opción Defteros le contó absolutamente todo a Fudo que aún estaba algo inseguro, al parecer este hombre si amaba a su primo cómo el lo merecía—Ahora que sabes el por qué no fui aquella noche y me desaparecí necesito que me hagas un favor—Dijo una vez terminado de narrar los acontecimientos pasados—Necesito que seas mi cómplice...amo a Asmita y no saber sobre el me vuelve loco, no me puedo acercar por qué si lo hago pondría en peligro a mi amado ángel y eso es lo que menos quiero, Fudo. Yo lo amo...
—Ahora entiendo...lamento haberte juzgado sin conocer tu versión, no quiero que le pase nada malo a Asmita...espero ocurra un milagro y viva, los diagnósticos son desalentadores.
—No. Por supuesto que Asmita vivirá, ahora mismo te voy a dar el dinero suficiente para que contraten al mejor doctor del pueblo, comprale el tratamiento y cuídalo por mi Fudo...y si no es mucho pedir dale muchos dulces y abrazos, se lo mucho que le encantan—Lagrimas brotaban sin control, le encantaría estar cerca pero no puede...no debe—Fudo cuando tengan algún tipo de necesidad avísame con confianza, se que Asmita no merece un amor como el mío que tengo que estar siempre entre las sombras eso lo sé y no le quiero atar a un romance así, el merece algo mejor,por eso si el se enamora de alguien más también lo entenderé pero siempre lo protegeré así el no lo sepa.
Se acercó y le dió un dulce beso en la comisura de sus labios...tal vez está era la última vez que los probaría pero apesar de no poder tocarlo y mirarlo siempre lo amaría y velaria por el, dejo una bolsa con suficiente dinero para el tratamiento de su amor y se fue de ahí...Fudo lo observo irse decaído pero no le podía pedir que se quedará, prefería ver a Asmita triste que muerto a manos de Abel Gemak.
~🌿~
Por suerte el consultorio del pueblo no estaba tan lejos de la gobernación, después de suministrarle a Degel la vacuna antialérgica se sentía mucho mejor.
—Muchas gracias Jaimes, no se qué fuera echo sin tu ayuda, mi cochero no estaba en la salida por qué le pedí unos encargos—Hablo agradecido y más calmado Mystoria.
—No hay problema Versau, para eso estamos los amigos, me alegra que tu hijo se encuentre mejor—Observo al joven de hebras verdes que se encontraba dormido por los efectos del medicamento—¿Amigo te puedo llevar a tu casa más tarde?—Pregunto intentando no parecer sospechoso, debía vender el oro cuanto antes para llevar el dinero a Hades, no tenía tiempo para hacer favores pero no se podía negar a una petición de Versau.
—No hay problema, nos ajustaremos a tus tiempos—Dijo sin problemas, no importaba la hora que llegara a su finca, lo importante era que Degel estaba bien.
—Perfecto—Le dió la dirección a su cochero y empezó el recorrido en silencio, no había nada que hablar—¿Por qué te detienes?—Pregunto molesto Jaimes al sentir que el coche no avanzaba.
—Señor tenemos problemas...—Hablo asustado el cochero.
—¿De qué hablas? ¡arranca!—Grito molestó.
—No puedo, hay un hombre enmascarado en el camino.
—¿Que diablos...?—Asomo la cabeza y efectivamente estaba un sujeto con un antifaz, lo reconoció de inmediato se trataba del bandido enmascarado, lo sabía pues en todas partes habían carteles ofreciendo una recompensa a quien lo atrapara.
Kardia estaba parado en medio del camino limpiando su espada de manera desinteresada, todos estaban en silencio en espera del primer movimiento, el enmascarado suspiro antes de hablar.
—Muy bien amigo, si no quieres mi espada en tu tracero dame ese oro que no es tuyo ahora—Exclamo.
—¡Jamás! Cochero arranqué, si este sujeto quiere morir atropellado le haremos el favor y de paso cobraremos la recompensa—Grito como desquiciado mostrando su verdadera personalidad, Mystoria solo escuchaba estupefacto mientas abrazaba más al durmiente Degel hacia su cuerpo.
—Iluso—Dijo Kardia entre estruendosas risas.
El enmascarado empuño su espada y camino lentamente hacia el coche, una vez estuvo frente a ese traidor vente patria lacayo de Hades este puso una pistola a en su frente, de un manotazo se la quitó y bastó que Jaimes sintiera el acero inoxidable tocar su cuello para entregar el oro sin renegar.
—Que aburrido esto fue más fácil de lo que pensé—Decía el enmascarado en tono decepcionado mientras subía al coche con completa tranquilidad, vio que Mystoria abrazaba a su príncipe de ojos amatista y sin dudarlo se lo arrebato de los brazos—Tomaré prestado está belleza, gracias y adiós.
—¡Espera! ¡Devuélveme a mi hijo!—Mystoria solo observó como ese enmascarado se robaba a su hijo...¿Y ahora?
Gifer1710🌟
Se robaron a Degel :o
Jasjahs, Holaa espero les haya gustado, gracias por leer :3💙💚
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro