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Capítulo 29- El diseño a ciegas.

La moto se detuvo en una zona abandonada, había partes de los edificios que nadie registraba y esto lo ayudaba a mantenerse fuera del radar un tiempo. Jung-Hwa se dejó caer en el suelo, levantando el pulóver y observando la herida, era algo serio, la bala se había quedado dentro, aunque no estaba muy profunda, pero si iba al hospital lo atraparían. Como medida desesperada, tomó la chaqueta que siempre tenía guardada en la bolsa que se mantenía en el asiento de su moto y algo de dinero, escondiendo su rostro con una capucha y dirigiéndose a la farmacia más cercana.

Al entrar, intentó llamar la atención lo menos posible, limpiándose la sangre seca de la mano en la parte interior de la chaqueta. Tomando unas botellas de alcohol, algodón, gasas antisépticas y pastillas para el dolor, llevó todo a la dependienta, entregándolo con su mano no ensangrentada mientras la otra mantenía la presión en la herida por dentro de la chaqueta, pagando con unos billetes arrugados y saliendo del sitio tan rápido como pudo.

Caminó sujetando su costado hasta que logró llegar a su escondite temporal, tirándose al lado de su moto, usándola para tapar su imagen de extraños que pudieran caminar por allí. Entre temblores logró descubrir la herida, sacando el alcohol y vertiendo mucho de este, gruñendo y apretando los dientes ante el ardor que lo quemaba por dentro, echó alcohol también en su cuchillo, metiendo un trapo en su boca para contener los sonidos y pasando el filo de la hoja por su piel, llegando a la tocar con los dedos la bala que se había quedado en su cuerpo a un nivel superficial.

Un sudor frío recorría su cuerpo mientras usaba unas pinzas de motor esterilizadas con alcohol para extraerla, vertiendo más de este líquido en la herida, limpiándolo todo con las gasas y absorbiendo la sangre con el algodón, vendando la herida e ingiriendo una alta cantidad de pastillas para el dolor.

Apoyó su espalda contra el suelo, pensando en cuál sería su siguiente movimiento mientras intentaba recuperarse de su bruta forma de cuidados, necesitaría puntos y lo sabía, pero por el momento no estaba en condiciones de buscar ningún lugar donde pudieran ayudarlo sin levantar sospechas, por lo que se limitó a limpiar toda la evidencia y sus propias manos, envolviéndose en su chaqueta y descansando, necesitaba dormir unos minutos.

                           oOo

Yahwi no podía creer lo que le estaban contando, sus primos y Woo-Bin habían irrumpido en su apartamento para relatarle los sucesos de las últimas 24 horas, haciendo hervir la ira dentro de su cuerpo ante la ignorancia en la que lo habían mantenido durante toda la noche. Jiyu sostenía una taza de leche que miraba fijamente, Jihwa la había invitado a desayunar y poco después los invitados inesperados habían llegado con aquella información terrible que hacía que todos fueran más conscientes del peligro que los acechaba.

— ¿Qué podemos hacer?— preguntó Jiyu finalmente, rompiendo el silencio en el que llevaban más de diez minutos— ¿La policía no ha dado ninguna idea?

— Sí, pero…— inició Ae-ri, siendo abruptamente interrumpida por Yahwi.

— No, no la ha dado— afirmó él, apretando visiblemente el borde del reposamanos del sillón, algo que nadie pasó por alto.

— ¿Qué dijo la policía?— insistió Jihwa, notando la tensión en Yahwi y la inseguridad en los demás presentes, menos su prima, que permanecía tan ignorante como él.

— La policía quiere hacer un cebo para forzarlo a salir— respondió Kang-Dae de repente.

— ¡Cállate!— ordenó Yahwi, mostrando el enojo que lo recorría, pero Jihwa sabía más, lo conocía mejor, no era enojo, era miedo. Fue entonces que la realidad de lo que no decían lo golpeó de lleno.

— Quieren usarme a mí de cebo— planteó este, viendo el escalofrío que recorrió a Yahwi ante esas palabras.

Todos permanecieron en silencio, observando la mirada fría y perdida de color amarillo mientras presionaba sus palmas juntas. Jihwa podía entenderlo, si la situación fuera al revés él ni siquiera se plantearía dejar a Yahwi ir de cebo con un lunático, pero todo se estaba saliendo de control y necesitaban actuar de alguna manera.

— Lo haremos— aseguró, ganándose la atención de todos en la sala.

— No, no lo haremos— rebatió Yahwi, su voz ronca y baja, como una amenaza latente.

— Yo quiero intentarlo— repuso Jihwa, dirigiéndose únicamente a Yahwi, quien se incorporó abruptamente, doblándose ligeramente del dolor ante el brusco movimiento, pero no por ello deteniendo su paso hacia Jihwa, a quien sostuvo por los brazos, marcando su penetrante mirada solo en él.

— No, no lo haremos— reafirmó Yahwi— Piensa en cómo te sentiste cuando ese imbécil me hirió en Navidad, no puedo pasar por eso, no puedo arriesgarme a perderte. No es una opción.

Todos los presentes estaban demasiado impactados por la repentina muestra de afecto que era tan ajena en Yahwi como para mostrarse incómodos ante la íntima escena. Jiyu miraba con apreciación a la pareja, notando la preocupación y el amor de Yahwi por Jihwa, no podía llegar a imaginar que este fuera una persona fría cuando ella podía ver con tanta facilidad las emociones en él. Ae-ri dejó salir un suspiro derrotado, haciendo que todos la mirasen menos Yahwi y Jihwa, quienes parecían haberse abstraído en su propio mundo.

— Buscaremos otra manera— habló ella finalmente, haciendo que Jihwa y Yahwi también la miraran— Lo hemos encontrado antes y lo encontraremos ahora, está herido, necesitará cuidados en algún momento, aun si fuera tan salvaje para sacarse la bala él mismo. Usaremos eso a nuestro favor, así que por el momento, tengamos calma— Jihwa pudo literalmente sentir la tensión dejando el cuerpo de Yahwi, estiró su mano, entrelazando sus dedos para darle clama.

— ¿Os quedáis a almorzar?— preguntó el pelirrojo, cambiando la conversación, buscando tener un poco de paz tan temprano en el día.

— No, este tiene que descansar y nosotros tenemos trabajo que hacer— respondió Ae-ri poniéndose de pie, refiriéndose a Woo-Bin, quien se limitó a alzar una ceja mirándola, acostumbrado a su forma nada dulce de ser.

— Lamentamos no tener mejores noticias, cualquier cosa seguimos hablando— dijo Kang-Dae, ayudando a Woo-Bin a incorporarse mientras Ae-ri abría la puerta para ellos, todos los observaron irse y sintieron una pesada carga en el ambiente durante varios segundos.

— Bueno— intervino Jiyu, decidiendo alegrar algo el ambiente— Ya recogí mi ficha para el trabajo, empiezo mañana.

— ¿No te hará daño con el bebé?— preguntó Jihwa, sentándose junto con Yahwi en el sofá sin soltar sus manos.

— Casi todo es teórico en principio, para cuando empiece la parte práctica mi bebé ya habrá nacido— contestó ella, escuchando el sonido de Jihwa escupiendo abruptamente el café y manchando el suelo, Yahwi lo miró extrañado, mientras lo asistía para que no se ahogara y Jiyu permaneció atónita mirándolo, hasta que entendió lo que había dicho.

— Tú…— le miró acusadoramente Jihwa— ¿Qué tiempo tienes de embarazo?— Jiyu intentó contener la sonrisa nerviosa que deformó sus labios, pero fue ineficaz en ello.

— Tengo seis meses— confesó finalmente, poniéndose de pie y quitándose el grueso abrigo que traía, dejando ver un vientre firme y redondeado, pero que no era grande en exceso, pues de por si su constitución delgada no permitía que su embarazo fuera muy marcado.

— Yo…tú… ¿Cómo? Arrrggg— Jihwa gruñó de frustración, enredando sus dedos en su cabello y despeinándose, Jiyu tenía seis meses, SEIS PUTOS MESES de embarazo. La risa de Yahwi a su lado lo hizo alzar la mirada— ¿Y tú de qué te ríes?— preguntó acusadoramente, haciendo a Yahwi reír más fuerte.

— Lo siento— se disculpó, aunque era obvio que no lo lamentaba y todavía estaba riéndose— simplemente nunca vi escenas como estas— explicó, haciendo a Jiyu sentir un calor fraternal hacia él.

Jihwa no le había contado mucho de la vida de Yahwi, solo lo necesario para que ella comprendiera ciertas actitudes del joven, pero era obvio que amaba a su primo y la forma en que se mostraba relajado con él la hacía sentir en paz.

— En fin— intervino ella— Imagino que me ayudaréis a comprar cosas para el bebé, ¿cierto?

— ¿Qué tienes hasta ahora?— preguntó Jihwa, pasándose las manos por el pelo para acomodarlo mientras Yahwi estiraba su brazo por el espaldar del sofá, pasando por encima de sus hombros en un gesto natural que Jiyu no perdió de vista.

— Pues…nada— admitió ella en tono culpable y lo siguiente que se escuchó en el apartamento fue el grito de Jihwa, para luego pasar veinte minutos escuchándolo pelear sobre la irresponsabilidad de su prima para con su bebé, para la diversión de Yahwi, quien no perdió vista de Jihwa pegándole con un cojín del sofá a Jiyu mientras esta se quedaba sentada, escudándose con manos y piernas y seguía riendo sin admitir culpa alguna.

Tal cual habían dicho, las siguientes semanas pasaron como un borrón extraño para todos. Ae-ri y Kang-Dae se encargaron de llevar a cabo negocios de la compañía, acorde al trato que habían hecho con su abuelo, mientras Woo-Bin se recuperaba y a la par llevaban la investigación de Jung-Hwa, quien no aparecía ni vivo ni muerto y tampoco había registro de que hubiese recibido atención médica por personal de salud, ni en clínicas veterinarias, que había sido una opción propuesta por Yahwi.

Por su parte, Jihwa y Jiyu dedicaban mucho tiempo a decorar la habitación del nuevo bebé, del cual ella había decidido mantener oculto el sexo para mayor sorpresa, por lo que las paredes habían terminado siendo azul pastel y la cuna era color marfil, con sábanas en colores similares. Muchos objetos del bebé habían sido encargados por Yahwi, quien por algún motivo desconocido tenía excepcional gusto en cosas para infantes, desde los sonajeros púrpura con bolitas que se desplazan dentro hasta el móvil de planetas y estrellas.

Aprovechando la compra de cosas para el bebé, Jihwa también había comprado las pegatinas de constelaciones y estrellas que quería, sorprendiendo a Yahwi, quien al apagar la luz para dormir se había encontrado con las fluorescentes formas de la galaxia adornado sus paredes y techo, con la figura de Jihwa parado en medio de la habitación, expectante de la reacción de Yahwi.

— Es maravilloso— había pronunciado suavemente el mayor, aunque nunca llegó a especificar si se refería a la decoración o a la imagen de Jihwa feliz parado en medio de todo, con la iluminación verde brillando contra él.

A veces Jihwa simplemente se dedicaba a estudiar e ir repasando las materias, ya que finalmente la herida de Yahwi se había curado y no tenía que dedicar tiempo a regañarlo sobre mantenerse tranquilo y hacer sus curas pertinentes en horario. Ya no estudiaba tanto con Yahwi, porque este finalmente había decidido el tema que desarrollaría para el proyecto, pero se negaba a mostrarle a Jihwa nada, y por más que esto frustrara al menor, igualmente lo mantenía altamente intrigado.

— Jihwa— llamó Yahwi, apareciendo en la sala todavía con su pijama negra con cuadros verdes puesta, la que nunca llegó a usar en la cama pues se pasó la noche despierto en el estudio— Necesito que hagas la parte de diseño gráfico para la presentación.

— Me alegra saber que ya tienes el diseño lo suficientemente avanzado— celebró Jihwa, alcanzándole a Yawhi mandón y centrado en su trabajo su taza con el gato blanco y manchas marrones, llena con café bien cargado, y dándole un beso suavemente en los labios— Buenos días.

— Perdón— se disculpó sinceramente el mayor, tomando un sorbo de café y llevando su cabello hacia atrás con sus manos, estaba más largo ahora— Buenos días.

— Entonces— dijo Jihwa, tomando asiento en la mesa del comedor, donde un desayuno de panqueques les esperaba— Volviendo al trabajo, solo tienes que mostrarme el diseño y yo iré trabajando en la presentación.

— No te mostraré el diseño— afirmó Yahwi, llevándose un trozo de panqueque a la boca y ganándose una mirada confundida e impactada de Jihwa.

— ¿Cómo piensas que haga mi trabajo sin saber el diseño?— preguntó el menor, sin comprender qué ideas podía tener Yahwi a causa del insomnio.

— Yo te explicaré todo, pero no te mostraré el diseño— reafirmó Yahwi, bebiendo su café— Lo que he creado no puede ser mostrado antes del diseño final, la presentación tendrías que trabajarla más hacia las sensaciones y colores, no hacia el diseño así, haciendo de este un secreto.

— Pero no puede ser un secreto para mí, porque soy quien hace la proyección para que tú la presentes— rebatió Jihwa, intentando hacer entrar a Yahwi en razón, pero este solo negó con la cabeza mientras masticaba.

— No lo necesitarás, llevo toda la noche trabajando en la información que te daré, con croquis y explicaciones exhaustivas. No necesitarás más, sé que puedes hacer arte sin más— aseguró Yahwi firmemente.

Jihwa no tenía ni idea de qué podía estar pasando por la cabeza de Yahwi, pero sí sabía que la sonrisa ladina con aire travieso que adornaba su rostro mientras desayunaba, siendo el complemento perfecto para el brillo emocionado de sus ojos, no era por gusto, antes de dar cuenta, él también estaba sonriendo.

Sí, admitía que toda la situación era extraña y poco cotidiana, pero Yahwi se veía inusualmente excitado al respecto y eso era suficiente para que Jihwa se arriesgara. A fin de cuentas, si vale la pena arriesgarse por algo, ese algo es amor.

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Okey, admito que les estoy dando todo el amor que puedo en estos capítulos antes de desatar la tormenta divina que tengo preparada. Sorry, not sorry.

¿Qué piensan del Capítulo? ¿Qué les parece la relación de Yahwi y Jihwa? ¿Jihwi? ¿Yahwa? Tengo que trabajar en eso 😂.

En fin, como buena persona que soy...(no se lo crean)...SIGUIENTE🔜🔜🔜

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