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Capítulo 24- El tiempo correcto.

Jooin había regresado hacía tres días, había pasado esas primeras horas adaptándose nuevamente al cambio de horario y luego firmando el nuevo contrato de su apartamento, reinstalándose en este y enviando por fax los nuevos documentos que validaban su reincorporación al cuerpo estudiantil por problemas personales inespecíficos.

Ahora que finalmente volvía a tener tiempo, se encontraba con que era la mañana del último día del año y todavía tenía algunos temas que aclarar. El tono de marcado sonó cuatro veces antes de que Cain contestara.

— Hola, Jooin— saludó, su voz sonaba calmada, como si no estuviese afectado por su llamada desde su número de Corea.

— Hola, Caín— devolvió el saludo, algo nervioso— Sé que es la mañana del 31 de diciembre, pero pensé que tal vez podríamos almorzar juntos y tener esa conversación pendiente— explicó, sintiendo como el otro se quedaba en un silencio dubitativo durante algunos segundos, antes de soltar un suspiro bajo que Jooin alcanzó a escuchar.

— Está bien, dime dónde— cedió con un tono de rendición, Jooin decidió ignorar esto y darle la dirección de un restaurante familiar que estaba cerca de su apartamento.

Se vistió rápidamente con unos pantalones negros, un suéter beige y un abrigo largo a cuadros rojos, tomó su gorro y su bolsa con dinero, saliendo apresurado para tomar una mesa y esperar por Caín. Estuvo esperando unos 30 minutos, habiendo pedido algo ligero para ir comiendo y que le permitieran permanecer dentro.

Su aliento se atascó en su garganta cuando vio a Cain entrar al establecimiento, su cabello estaba más corto, usaba un suéter marrón, unos pantalones oscuros y un abrigo negro largo por encima, adornado con una bufanda roja que le daba un aire imponente, pero relajado a la vez. Este se dirigió con paso firme hacia Jooin, tomando asiento frente a este mientras le saludaba.

— Me da gusto verte nuevamente— dijo de forma casual, mirando el menú que rápidamente la camarera había traído.

— Lo mismo digo— aseguró Jooin, ordenando su almuerzo junto con Caín, la chica se fue tomando ambas órdenes y mirando de reojo al rubio ocasionalmente— ¿Cómo has estado?— preguntó Jooin inseguramente.

— He tenido tiempos mejores— se sinceró Caín, pero su mirada no estaba dolida, de hecho, Jooin podía asegurar que se veía en calma— pero todo se va superando, además, han sido tres meses Jooin, muchas cosas cambian en ese tiempo— Jooin sintió esa frase como una indirecta puñalada dentro de él, se contuvo de deformar su tranquila e incómoda expresión facial y logró volver a hablar.

— Quería disculparme— inició, deteniéndose un momento para que la camarera pusiera los platos que acaba de traer delante de ellos— Sé que mi forma de actuar fue inmadura, me concentré tanto en lo que había perdido y quería recuperar, que no pensé en la manera en que te estaba lastimando a ti.

Caín permaneció en silencio unos segundos, hasta que una sonrisa ladina con tristeza marcada apareció en su rostro, prosiguiendo a darle algunos bocados a su comida antes de hablar nuevamente.

— Jooin, te voy a ser totalmente sincero— habló, una calma parsimoniosa en su voz que hizo a Jooin erizar— Dolió, sufrí muchísimo, pero eso fue mi culpa también. Siempre supe que lo amabas a él, tu elección era Yahwi, pero decidí interponerme. Estaba tan encaprichado en la idea de que habías sido mi maestro en nuestra vida pasada que no pensé en la forma en que mi intervención podía afectar tu vida y por eso lo lamento.

Una disculpa sincera como ninguna antes estaba dando Cain, sintiendo como un peso extraño se liberaba de sus hombros.

— Te mentí— admitió, haciendo a Jooin mirarlo impactado— Sí me estafaron, pero básicamente yo sabía que eso pasaría y tenía dinero suficiente para que esa situación no fuese un problema— Cain dejó escapar una risa irónica— Tengo dinero suficiente para haber vivido todo este tiempo en el penthouse de un hotel cinco estrellas y no pasar trabajo— esa confesión tomó a Jooin totalmente por sopresa.

— ¿Qué?— la incredulidad patentaba su voz y la comida empezaba a enfriarse, el apetito se le había ido. Cain también dejó de lado su plato antes de continuar, totalmente enfocado en Jooin.

— No soy tan rico como Yahwi, pero mi familia está bien acomodada y no soy ningún tonto, incluso desde la distancia ayudo a los negocios familiares junto con mis hermanos mayores— explicó Cain, aclarándose la garganta suavemente— Nunca dije nada porque estar dentro de tu casa me daba una ventaja sobre ti que Yahwi no tenía, ignoré también lo obvio que era la relación de ustedes dos, interviniendo cuando sabía que estaban teniendo discusiones tensas o acercándome a Yahwi a tus espaldas para ponerlo nervioso y a la defensiva— Cain prosiguió, viendo a Jooin mantener sus ojos llorosos fijos en él, quien le sostuvo la mirada.

— Pero tú…parecías tan…bueno— dijo Jooin en confusión, con su voz trabándose por el llanto contenido y la frustración.

— Aquel día en que nos acostamos, yo no coincidí contigo de casualidad— continuó Cain, obviando las palabras de Jooin— Te seguí, como cientos de veces antes, y cuando te abrazaste a mi bajo la lluvia para detenerme, has de saber que yo no iba a pegarle a Yahwi, simplemente hice parecer que sí para que te aferraras a mí porque él estaba unos metros atrás de ti, bajo la lluvia, mirándonos con una expresión de dolor y ruptura que me hizo sentir muy satisfecho.

Cain no estaba orgulloso de lo que había hecho, pero no iba a mostrar arrepentimiento ni dolor admitiéndolo, consideraba que eso sería una falta de respeto más que agregar a la lista y si estaba hablando era precisamente para cambiar las cosas.

— Oh, Dios mío— lamentó Jooin, derramando finalmente las lágrimas y apoyando los codos en la mesa, para cubrir parcialmente su rostro con sus manos— Yo le hice esto, él siempre tuvo razón sobre ti y no le escuché— farfulló por lo bajo, pero Cain llegó a escucharlo, mostrando una sonrisa rendida.

— Sí, Yahwi siempre fue muy perceptivo— comentó el rubio, desviando la mirada unos segundos antes de devolverla hacia Jooin— No tienes que disculparte conmigo, todo lo que sufrí por ti estos meses me lo tengo más que merecido, me lo busqué yo a pulso— Cain estiró su brazo por encima de la mesa hasta llegar a tocar el rostro de Jooin suavemente, allí donde sus manos no cubrían, justo al lado de sus ojos— Lamento mucho todo esto, ahora soy consciente de lo jodido de mi forma de actuar, por eso es hora de que te deje ir— Jooin lo miró confundido y dolido.

— ¿Te vas?— preguntó, su voz rota por el llanto.

— Me quedaré en Corea— aseguró Cain suavemente— pero me voy de tu vida— retiró su mano lentamente, colocando el dinero de la comida sobre la mesa mientras se ponía de pie— Espero que la vida sonría para ti, Maestro.

No esperó más respuestas, simplemente escondió su rostro detrás de la bufanda para cubrirse y salió parsimoniosamente del local. La mente de Jooin era un caos total, Yahwi había tenido razón todo el tiempo, él había sido un estúpido sin igual, pero Caín, Caín era todo lo que le quedaba.

Sin contenerse, Jooin se puso de pie de forma estrepitosa mientras salía corriendo del restaurante familiar, mirando en todas direcciones hasta ver la familiar figura rubia cruzando la calle por el paso peatonal de la cuadra siguiente. Corriendo a través de un mar de personas, Jooin avanzó hasta estar a unos metros de Cain, sintiendo su garganta arder al jadear y la tensión acumularse en su cuerpo. Tenía…no, necesitaba aferrarse a algo, a alguien, Cain no podía abandonarlo.

— Ca…—el grito que iba destinado a captar la atención del extranjero murió en su garganta antes de siquiera poder alzar la voz apropiadamente, deteniendo su caminata para observar la escena delante suyo.

Cain se acercaba a la cafetería que tenía mesas dispuestas en el exterior, donde en una de ellas había un rubio conocido que lo esperaba jugando en su celular. Cuando Phill levantó la mirada por la cercanía de Cain, Jooin vio como este último elevaba la mano a forma de saludo antes de pararse delante de Phill, quien sonrió con dulzura, poniéndose de pie y empezando a caminar al lado de Cain.

Incluso allí, en la distancia, era obvio para Jooin la tranquilidad y cómodo compañerismo que había entre ellos dos. Era inútil siquiera preguntarse en qué momentos se habían vuelto así de cercanos, ya nada de eso era remediable, la realidad se imponía por encima de todas las cosas, para Jooin ya era demasiado tarde.

                               oOo

— Cain, apúrate o te dejo atrás— sentenció Phill, quien iba caminando delante de Cain en dirección a donde todos sus amigos se reunirían para recibir el año nuevo, en un festival inmenso que se llevaría a cabo a campo abierto, por lo que necesitaban apurarse para llegar a obtener una buena localización para los fuegos artificiales.

— Eres más pequeño que yo— comentó Cain unos pasos más atrás, pasando entre las personas con dificultad— ¿Cómo puedes ir tan rápido sin que te pasen por encima?— preguntó con reproche, indignación marcando su voz. Phill le dio una mirada por encima del hombro, con una sonrisa divertida en su rostro.

— Porque puedo pasar entre las personas sin ocupar tanto espacio— explicó arrogantemente antes de apresurar el paso, ignorando los llamados y bufidos enojados de Cain. Finalmente, luego de diez minutos de atravesar la multitud, Cain se encontró con Phill, que lo esperaba a una orilla del mar de personas.

— ¿Eso fue divertido para ti?— preguntó Cain acusadoramente, estaba cansado, eso era obvio y Phill no pudo evitar carcajearse, aferrando sus manos a su abrigo azul oscuro ligeramente largo.

— Admito mi culpa— afirmó Phill, restregando con cuidado sus ojos aguados de la risa y mirando a Cain poner un puchero frustrado— Vamos, esto no ha acabado— dijo, caminando por el borde de las personas hasta que en la cuadra siguiente le mostró una multitud aun mayor concentrada— Nuestro objetivo es el árbol grande del final— señaló a un árbol alrededor del cual habían varias personas y que estaba relativamente lejos de su posición actual.

— ¿Me estás diciendo que tenemos que atravesar esa cantidad de personas?— protestó Cain, dispuesto a sentarse en la acera y esperar allí hasta el año nuevo. Phill se rio por la expresión atónita y testaruda del chico, alzando una mano en su dirección.

— Vamos, prometo no dejarte atrás esta vez— aseguró con la voz más relajada y Cain tragó grueso un segundo, antes de tomar la mano de Phill entre la suya y dejarse llevar por el tirón que este le dio, adentrándolos en la multitud.

Hubo empujones, muchas peticiones para pasar, disculpas por algunas pisadas inintencionadas y mucho calor corporal ajeno pegándose al suyo, pero Cain solo podía concentrarse en la calidez de la mano que lo sostenía firmemente, haciéndolo avanzar a paso firme detrás de su guía por esa noche.

Ni siquiera fue consciente de cuánto tiempo les tomó lograr salir del tumulto de personas, pero sí sintió el frío que congeló su cuerpo por dentro cuando Phill dejó ir su mano, dirigiéndose hacia donde sus amigos lo esperaban.

Todos se saludaron efusivamente, e incluso Cain se vio arrastrado por los alegres saludos. Las amistades de Phill ya habían escuchado hablar lo suficiente de él o habían tratado con él directamente en las ocasiones en que acompañó a Phill, que de alguna manera se había vuelto parte del grupo.

— Aquí tienen, cada uno tome una— dijo uno de los amigos de Phill repartiendo serpentinas y bengalas de humo, Cain no sabía cuál porque siempre lo confundía con su gemelo, en su mente les llamaba Cosa 1 y Cosa 2— Ya viene, estén listos.

Cain se acomodó al lado de Phill, quien le dedicó una sonrisa mientras todos sostenían sus bengalas y serpentinas en dirección al cielo, esperando. El conteo regresivo empezó a viva voz, todos mentando los números en orden decreciente hasta que llegaron al final de la cuenta, un gran estallido tronó en el aire, el cielo brilló en fuegos artificiales y las bengalas soltaron humo en diferentes colores mientras las serpentinas caían encima de todos.

Los gritos de felicidad y las felicitaciones, acompañadas de los buenos deseos, empezaron a ser repartidos entre todos los presenten, tanto para los conocidos como para los extraños, hasta que finalmente solo faltaban por felicitarse los dos que habían permanecido juntos uno al lado del otro todo el tiempo.

Cain se giró hacia Phill, quien ya estaba de frente a él, ambos se miraron unos segundos, con un mutismo significativo en medio del desorden de ruido que los rodeaba. Phill cerró los ojos e inspiró profundamente cuando sintió la mano de Cain rozando suavemente sus dedos, en un gesto tentativo que pedía permiso. Cain sintió su corazón detenerse cuando Phill hizo entrelazar sus dedos con los suyos, sintiendo su boca secarse y los nervios dominarlo.

Estuvieron así, en esa calma utópica, durante algunos segundos, hasta que Phill desenlazó sus dedos y abrió los ojos, enfrentándose a los verdes brillantes cual esmeraldas de Caín. Para Cain se sintió como si en ese pleno invierno lo hubiesen hundido en una piscina helada, observó los ojos dolidos de Phill y la forma en que negó lentamente, de forma casi imperceptible, mientras una sonrisa se formaba en sus labios.

— Feliz año nuevo, Cain— dijo suavemente y Cain lo supo, todavía no era el momento.

— Feliz año nuevo, Phill— devolvió, sintiendo por dentro la esperanza formarse, sabiendo que Phill tenía razón, tenían mucho tiempo por delante, todavía no era su momento.

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Originalmente este shipp no iba a pasar, entonces puse a Phill a decirle a Cain que si había valido la pena y me di cuenta de que quedaba perfecto. Algunas de ustedes llegaron a comentarme que les gustaba como lo estaba desarrollando y eso me dio voluntad para llevarlo hasta este punto de un capítulo de desarrollo para ellos. Espero les haya gustado, dejen sus estrellitas y comentarios si así fue y pues, ya saben, lean los otros dos capítulos. 🔜🔜 

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