Capitulo 23
Maratón 1000 lectores 5/7.
-ATENCION-
Pongan la canción cuando les diga
-BYE-
11 de Junio del 2019.
Marco
Hacia una media hora que estaba peleando con el nudo de la corbata. Iba a mandar todo al diablo y no usarla, pero vi mi salvación estaba apoyada en el marco de mi habitación.
Isadora. Mi querida hermana.
Le di una mirada que pedía ayuda a través del espejo, puso sus ojos en blanco y con una sonrisa se acercó a mí.
-A ver, déjame a mi- hablo deshaciendo el nudo que había hecho.
-Gracias- susurré derrotado- Estuve a nada de ir sin ella.
-Eres un exagerado- reímos- Listo- murmuro mirándome.
-¿Ya? No pudo haber sido tan fácil- dije.
-Pues si- arreglo el cuello de la camisa- Estas muy guapo- paso sus manos alisando las arrugas inexistentes.
-Gracias niña- giro los ojos por como le dije- Creo que es hora de que me vaya- mire la hora en mi móvil.
-Si, ya tienes que irte- soltó- Borravino eh- confeso arreglando nuevamente la corbata.
-Va a estar hermosa Isa- tome mis cosas y las llaves del coche- No puedo esperar para verla- una sonrisa tiro de mis labios.
-Ya, vete- me empujo fuera de mi habitación- Hay mucho amor en el aire y se me va a pegar.
-No digas eso niña- la mire obre mi hombro- Cuando aparezca algún chico que robe tu corazón te quiero ver- comencé a bajar las escaleras.
-Chica, soy gay idiota- me recordó.
Mi hermana nos había confesado el año anterior que le gustaban las chicas. Mis padres lo tomaron muy bien y yo bueno, ya lo veía venir. En Portugal íbamos a la misma escuela y un par de veces la había sorprendido mirando a una chica de su misma clase.
Cuando termine de bajar las escaleras me tope con mi hermanita menor.
-¡GUAUU, ESTAS MUY GUAPO!- confeso, me agache para quedar a su altura y la mire.
Esa niña cuando fuera adolescente iba a robar muchos corazones.
-¿De veras lo dices?- pregunte haciéndome el tonto.
Ella asintió- Si, te pareces a uno de esos chicos de las películas- la mire con una sonrisa.
-¿Cuáles?
-Los que tienen un gran castillo y bailan con una chica de vestido gigante- confeso.
-Jajajaja, prometo que cuando tengas uno de esos vestidos vamos a bailar, solo si quieres, ¿Tu quieres?- pregunte.
-SIIIIIIII- grito para después abrazarme.
-Bien reina, me tengo que ir- la separe.
-Está bien.
-Te quiero Val- dejé un beso en su frente y vi como salió disparada al salón.
Estaba por abrir la puerta cuando escuche que alguien silbó. Me di vuelta y era mama.
-Estas muy guapo- se acercó a mí.
-Gracias mama- acepte su abrazo apoyando mi barbilla en su cabeza.
Iba a decirle que me tenía que ir cuando escuche un sollozo por su parte.
-¿Mama?- susurre.
-Estoy bien- movió las manos para tranquilizarme- Ve, te tienes que ir- se limpio las lágrimas y acomodo mi corbata.
Esta fue acomodada unas veinte veces mínimo.
-Ven aquí- la atraje hacia a mi- Te quiero mama- confese.
-Y yo a ti hijo- dejo un beso en mi mejilla, repetí su acción, pero en ella y me fui.
Ya me encontraba en mi auto, puse la llave, encendí el carro, lleve mis manos al volante y suspire. Hoy iba ser una gran noche. Sin más arranque el camino para la casa de Bella.
Bella
Estaba terminando de maquillarme, todavía faltaba como 45 minutos para que Marco pasara por mí. Cuando termine de aplicar el brillo labial aprete mis labios para que se acentuaran mas los brillos que tenia este. Lleve la mirada a la puerta y estaba mama, con sus cosas para peinarme.
-Pasa- le dije.
-Vine para esto- movió las cosas que tenía.
Asentí y dejé que me peinara.
Treinta minutos después ya había terminado. Me hizo un moño despeinado, dejando algún que otro mechón suelto.
-Gracias mama, es perfecto- susurre.
-Espera, falta algo- se fue de mi habitación dejándome con la pregunta en la punta de la lengua.
En menos de cinco minutos volvió con algo en su mano.
-Flato esto- confeso, poniendo en mi cuello un collar de perlas.
Mis ojos se llenaron de lágrimas, ese collar lo reconocía fácilmente, lo había visto gran parte de mi vida. Era el collar de Sara.
-El collar de Sara- susurre soportando en nudo que se había formado en mi garganta.
-Así es, a ella le hubiese gustado que te lo pusieras hoy-dijo pasando sus manos por mis hombros.
No podía sacar la mirada de mi cuello, las lagrimas amenazaban con salir, pero no iba a permitir que arruinaran mi maquillaje, así que moví mis manos cerca de mis ojos para secar las lágrimas.
En las mejillas de mama ya corrían desde hacia rato, me pare quedando frente a ella y la abrace. En mi mente se estaba formando la oración "Te quiero mucho mama", pero no me atreví a decirlo.
Me separé de ella, pasé mis pulgares sobre sus mejillas y solamente le sonreí.
-Estas preciosa hija- confeso con la voz afectada.
-Gracias mama- susurre.
-Bien, será mejor que bajemos, Marco puede llegar en cualquier momento.
-Si, es buena idea- afirme.
Tome mi abrigo y cartera. Ya nos encontrábamos abajo, en el final de la escalera, Marco iba a legar enseguida.
Mire a mama sobre mi hombro y se volvió a formar esa oración.
-Mama- la llame.
-¿Qué paso?- preguntó preocupada.
-Te....- me corto el sonido de mi móvil.
Saque la mirada de ella, busque mi móvil y mire el mensaje, era Marco, me decía que estaba en la puerta. Levante la mirada a mi madre y volví a hablar.
-Esta fuera- murmure señalando la puerta.
-Sisi, ve- se acercó- Espera que la pases bien hija- susurro.
-Gracias- susurre.
Le sonreí, di media vuelta, tomé el picaporte soltando todo el aire que tenían mis pulmones y abrí.
Lo primero que vi fue un Marco con las manos en los bolsillos, una sonrisa tiro de mis labios. Cerré la puerta detrás de mí y comencé a caminar para donde estaba.
No podía quitarle los ojos de encima, era la primera vez que lo veía de smoking, estaba muy lindo, note como su mirada repasaba todo mi cuerpo de arriba abajo.
Sonreí como una tonta.
Ya estábamos uno frente al otro, ninguno había soltado palabra alguna. Tome aire y hable.
-Estas guapo- susurre.
Por primera vez desde que había salido de casa reacciono. Sentí sus manos en mi cintura, tiro un poco de mi para pegar nuestros cuerpos.
-¿Tienes espejos en tu casa?- murmuro cerca de mi labios.
-¿Por qué preguntas?- estaba segura de que no le había gustado el vestido o como estaba arreglada- ¿No te gusta?- fruncí el ceño.
-¿Qué? No- tomo aire- Princesa estas hermosa- confeso.
Cuando iba a responderle sentí sus labios en los míos. Era un beso de esos que te derriten el corazón. Puse mis brazos alrededor de su cuello y el apretó más mi cintura.
Cuando rompió el beso por falta de aire pego nuestras frentes.
-Es hora de irnos princesa- susurro sobre mis labios.
Solo asentí.
Se separo de mi haciendo que de un paso hacia atrás para que pudiera abrir la puerta del carro. Dejé un leve beso en su mejilla y subí.
Mientras abrochaba mi cinturón, Marco encendía el carro, note su mirad en mi perfil, me gire conectando nuestras miradas.
-¿Qué?- pregunto con una ceja elevada.
-Nada- negó con la cabeza- Me gusta tu collar- dijo cuando ya habíamos comenzado el recorrido.
-Me lo dio mama- suspire- Era de Sara- lleve mi mano a él.
-Te queda lindo pequeña-llevo una mano a mi muslo.
No dije nada, solo sonreí. El viaje a la escuela fue tranquilo, íbamos hablando, riendo y todo eso.
Bajo del carro cuando estacionamos en la escuela, dio vuelta para poder abrir la mía, me arremangué el vestido y salí. Tomo mi mano encaminándonos al gimnasio, donde sería el baile.
-¿Dónde nos encontramos con los chicos?- dije frenando en la entrada.
-Pues aquí mismo- confirmo- Ven aquí- me dijo llevándome contra él.
Nuestros labios hicieron contacto, llevo una de sus manos a mi nuca profundizando el beso, mis manos jugaban con el cabello de su nuca. Nos separamos al sentir un flash.
-Ay quedo muy bonita- dijo mi mejor amiga mirando su móvil- Luego se las paso- confeso guardándolo en su pequeña cartera- Están muy lindos- susurro abrazándonos a ambos.
-Ustedes también- hable- Hola Leo.
-Hola Bella- me dio un leve abrazo- ¿Qué hay hermano?- saludo a mi novio.
-Nos tenemos que tomar una foto- soltó Chiara.
Luego de una larga sesión de fotos, entramos al baile. Confieso que una de las razones por las que dejamos de sacarnos fotos fue porque el cielo empezó a parpadear, si estaba pronosticado lluvias fuertes.
Con Chiara dejamos los abrigos en el guardarropa y volvimos a nuestra mesa. Mas tarde cuando terminamos la comida, Chiara me llevo, bueno mejor dicho me arrastro a la pista de baile.
Estuvimos un largo rato bailando, riendo y saltando. La música se apagó totalmente, llevamos nuestra mirada al escenario, nos encontramos con el director. Estaba por decir quién era el rey y la reina del baile de este curso. Todo eso paso rápido, les doy una pista Ana salió como reina y el rey fue un chico del equipo de futbol.
Llego el momento del vals de los reyes, bailaron y varias personas se le sumaron más tarde. Sentí unas manos en mi cintura, sabia de quien eran, me di vuelta y sonreí.
-¿Me concede esta pieza querida novia?- pregunto Marco.
-Claro que si- asentí riendo.
(Pongan la canción)
La canción cambio y empezó a sonar Can't Help Falling In Love, pero la versión de Ed Sheeran. En ese instante mis ojos conectaron con los de mi novio, la letra de la canción representaba mi situación, los ojos se me llenaron de lagrima.
-But I can't help falling in love with you
Shall I stay? Would it be a sin
If I can't help falling in love with you? - cante.
Veía preocupación en los ojos de Marco, los míos se habían inundado de lágrimas hacia bastante, le di una sonrisa para que se tranquilizara y apoye mi cabeza en su pecho.
De esa forma bailamos toda la canción.
Shall I stay? Would it be a sin
¿Debo quedarme? ¿Sería un pecado?
Esa era una pregunta que últimamente aparecía en mi cabeza.
Marco me separo de su cuerpo, se acercó a mi oído y me dijo.
-¿Quieres que nos vayamos princesa?
A decir verdad, ya no quería estar en el baile, quería pasar la noche con él. Solo con él.
-Si, vámonos- afirme.
Nos despedimos de nuestros amigos, pasamos por el guardarropa para que pudiera agarrar mi saco y nos encaminamos a la salida. Pero frenamos en seco al notar que la tormenta ya había comenzado.
-Mierda- susurro.
¿La vida era una no?
Lo mire y le sonreí, saque mis tacones y corrí al medio del estacionamiento dejando que la lluvia me empapara, mire al cielo con los ojos cerrados, en ese instante todos mis pensamientos desaparecieron, sentí las manos de Marco en mi cintura, baje mi mirada para poder verlo a él y note una sonrisa en sus labios.
-Estas loca princesa- tomo mis mejillas para poder juntar nuestros labios.
Con una de mis manos lo agarre de la nuca para poder profundizar el beso, la otra se posó en el pecho de él, agarrando un poco de su saco y camisa. Sus manos pasaron de estar en mis mejillas a estar en mi trasero, lo apretó ligeramente haciendo que soltara un gemido, en ese momento aprovecho para unir nuestras lenguas.
-Vamos al carro- jadee.
Asintió agarrando mi mano, la otra busco la llave en su bolsillo. Una vez dentro nuestras respiraciones eran lo único que se escuchaba. Nos miramos y sin pensarlo me pase a su asiento quedando sentada a horcajadas de él, seguimos con el beso que habíamos empezado afuera.
Sus manos se posaron en mis caderas ayudándome con los movimientos que hacía. Levanto mi vestido, reí al ver que no llegaba al final, cuando lo logro, sentí su creciente erección.
-¿Quieres cumplir otra cosa de la lista pequeña?- pregunto con vos ronca.
-Si- respondí riendo.
Llevé mis manos al broche de sus pantalones, solté un gritito cuando se hizo para adelante, puso una mano en mi espalda y abrió la guantera, sabía que iba a buscar.
Ataque su cuello dejando besos húmedos, se acomodo en el asiento, me miro con una sonrisa pícara, bajo un poco su bóxer dejando a la vista su pene, se puso el condón bajo mi atenta mirada.
-¿Lista?- pregunto, a lo que solo asentí.
Su mano se encontró con mi humedad, jadee al sentirlo, engancho el borde de mis bragas y las corrió a un costado, esa era mi señal. Me agarre de sus hombros, guio su erección a mi entrada, cuando sentí la presión que hacía, estaba vez fui bajando lentamente, hasta que quede sentada sobre él.
Ambos jadeamos cuando comencé a subir y bajar, me agarré de sus hombros para poder acelerar más los movimientos, estábamos cerca, yo notaba como mi interior se contraía y veía como el llevaba su cabeza hacia atrás soltando maldiciones. No sé cómo, pero acelere todavía más.
-Vamos princesa, correte como tú sabes- gruño.
-Ahhhh...- gemimos.
En ese momento, dentro de su coche y con una tormenta afuera, nos corrimos a la vez.
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Nota de la Autora.
Primero que nada quiero pedirles perdón si esta mal traducida esa parte de la canción (no se ingles), pero me guie con la traducción del video de multimedia.
Ahora si. ¿Llore con este capitulo? Si, un poquis. Creo que ya van atando los cabos, pero sino es así no pasa nada, ya lo van a entender.
Si les gusto voten y síganme.
Nos vemos en el proximo capitulo.
Bookstagram: maruchabooks.
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