-ATENCION-

Pongan la canción cuando les diga.

-BYE-

9 de Mayo del 2019.

Bella

-¿Qué te parece esta?- le pregunte a mi mejor amiga, mostrándole la falda bordo que me estaba probando.

-¡ME ENCANTA!- grito.

-¿De verdad?- volví a consultarle.

-De verdad Be- afirmo- Tengo un crop top blanco de tirantes que puede ir genial, te lo llevo mañana a la escuela- soltó.

-Gracias- le susurre con una sonrisa- ¿Oye crees que le guste?- murmure dudosa.

-Bella, a Marco le gustas con esa falda o con una bolsa de residuo- me dijo agarrándome de los hombros- Solo tienes que ver cómo te mira.

-¿Y como me mira?- susurre con miedo.

-Como si te quisiera follar en cada momento querida amiga- dijo sin vergüenza alguna.

-Ya- baje mi cabeza porque me había sonrojado.

-Ey mírame- susurro agarrando mi barbilla- Pasara cuando te sientas lista ¿si?- solo asentí- Ven, vayamos a pagar esto que ya están por cerrar- dijo Chiara.

Nos encontrábamos caminando de regreso al auto de mi amiga, hasta que rompí el silencio.

-Le dije a Marco que lo amaba.

Chiara freno de golpe cuando escucho lo que dije.

-¿Qué?

-Que le dije a Marco que lo ama...- me corto al abrazarme.

-Te quiero- susurro.

-Y yo a ti- dije abrazándola con fuerza.

-¿El que dijo?- pregunto al separarse de mí.

-Que también me amaba.

-¡Dios era hora!- grito levantando las manos al cielo.

Su acción me hizo estallar en carcajadas. Estábamos abrochando los cinturones de seguridad cuando me dijo que le contara como había pasado. Termine de contarle unos minutos antes de llegar a mi casa.

-Estoy muy contenta por ti Be- confeso agarrando mis dos manos.

-Gracias- le murmure

-¿Por qué?

Negue con una sonrisa en mi cara- Por estar siempre- sentí que era el momento perfecto para decírselo.

-Ay amiga, ven aquí- nos abrazamos por un largo rato.

Fue un abrazo sincero, uno que mostraba una verdadera amistad.

Una vez dentro de casa grité que ya había llegado, pero como siempre no obtuve respuesta.

O bueno hacia unas semanas que recibía tal respuesta. Lo que se me hizo completamente extraño.

Mientras subía a mi habitación, conteste el mensaje de mi querido piojoso.

*-¿Cómo te fue con Chiara princesa?

-¿Qué te compraste? ¿Me muestras?

-Por sueste bien, pero nos probamos la tienda entera.

-Una falda.

-Y no, la veras el día de la fiesta.*

Guardé el móvil en el bolsillo de mi mochila, cuando comencé a escuchar llantos.

Pegue la oreja a la puerta del cuarto de mi madre y fue cuando escuche. Los llantos venían de su habitación. De mi madre para ser más exacta.

Abrí la puerta con mucho cuidado.

-¿Mama?- grite con miedo.

Después de no obtener respuestas fue cuando me fije en su habitación, estaba todo tirado.

(Pongan la canción)

-¿Mamaaa?- volví a llamarla, mi respiración ya se encontraba muy acelerada.

-¿Bella?- escuché en un susurro ahogado.

En ese momento supe que estaba en el baño. Solté las bolsas, mi mochila y entre corriendo al baño.

Y ahí la vi.

Estaba sentada en la ducha bajo la regadera, con una botella de vodka del lado de afuera. Su mirada estaba aguada, veía como sus lágrimas se perdían en el agua que corría arriba de ella.

Sin pensarlo me meti con ella, me senté entra la pared y ella para poder abrazarla por los hombros. Ella puso sus manos sobre mis brazos.

-Mama- le susurre con un nudo en la garganta.

-Perdóname hija, perdóname- me dijo en un ahogado murmuro.

No le respondí, las palabras se habían atascado en mi garganta. Solo la abrace más a mí.

-Bella, hija necesito que me perdones, por favor- pidió.

Escucharla suplicar por mi perdón hizo que mi corazón se rompiera mas de lo que ya estaba, entonces en ese momento mis lagrimas comenzaron a salir.

-Shhh mama, tranquila- susurre acariciando su pelo- ¿Cuánto tomaste?- consulte mirando la botella.

-Solo un vaso- confeso, solté una risa apagada.

-Mama, te tomaste casi toda la botella- dije- Eso me parece que es más de un vaso.

-Lo siento mi niña- confeso besando mi mano- Bella no sé cómo pedirte perdón- dijo dándose vuelta y limpiando mis lágrimas, lo cual era inútil porque estábamos bajo el agua.

-Mama- la tome de las manos- Hablaremos mañana ¿sí?

Ella asintió, luego de un rato la ayude a salir de esta, se quedó sentada en el váter con una toalla a su alrededor. Yo fui a su closet en busca de ropa interior y su pijama.

Cuando ya estuvo seca y cambiada, la ayude a acostarse, la arrope, para dejar un beso en su cabeza.

-Descansa mama.

Estaba agarrando las cosas que había dejado tiradas cuando volvió a hablar.

-¿Te puedes quedar?

Mi mirada dejo de estar en las cosas que tenia en la mano para estar en donde mi madre se encontraba acostada.

-Claro- dejé mis cosas en el sillón individual que tenia cerca de la ventada y me fui a acostar con ella.

-Te quiero hija y lo siento tanto- confeso.

-Y yo a ti- dije en un tono muy bajo.

Pasaron tres horas en la cuales no me pude dormir. Me encontraba sentada en el sillón donde había dejado las cosas más temprano. La observaba y recordaba lo que había pasado.

Se veía tan destruida. Tan arrepentida. Tan sincera.

No me había dado cuanta que mis lagrimas empezaron a correr por mis mejillas nuevamente. Las limpie cuando mi móvil comenzó a vibrar. Miré quien era y atendí.

*-Ey- dije desanimada.

-¿Princesa te encuentras bien?- pregunto Marco.

-Si...no...no se- confese soltando un suspiro.

-¿Qué paso?- sonaba preocupado.

-Mama- solté.

-¿Me quieres contar?

-Si- susurre con lágrimas en mis ojos.

-Entonces soy todo oído pequeña- él sabía que estaba llorando.

Le conté todo. Lo que había pasado, como paso, que dijo, que dije. TODO.

-Así que no iré mañana a la escuela- comente- No quiero que este sola.

-Bueno princesa, si necesitas algo mientras yo este en clase solo llámame ¿si?

-Tranquilo piojoso, estaremos bien, solo vamos a hablar- dije mirándola.

-Bella hablo en serio, no te cierres, habla conmigo.

-Lo siento, si necesito algo te llamo.

-Eso quería escuchar- ambos soltamos una risita.

-Te amo pequeña.

-Te amo piojoso.*

Desperté por los rayos del sol, los cuales daban en mis ojos. Puse una mueca de dolor a la vez que agarraba mi cuello, me había quedado dormida en el sofá, eché un vistazo a la cama y vi que mi madre ya no se encontraba en ella.

Me levante, fui al baño, lave mis dientes y baje a la cocina, donde estaba mi madre haciendo el desayuno para ambas. Hacia mucho tiempo que no me preparaba el desayuno ni desayunábamos juntas.

-Oh Bella, ya despertaste- dijo tímidamente.

-Ajam- susurre apoyándome a su lado.

Vi que evitaba mirarme a los ojos, porque sabía que teníamos que hablar.

-Mama- la llame y agarre el plato de sus manos- Tenemos que hablar.

-Lose- suspiro sonoramente- Bella, se que es muy hipócrita de mi parte pedirte que me perdones, porque si, se que te hice muy mal con todo lo que te decía y hacía, también que me equivoque muy feo, que no estoy en el derecho de pedirte nada, pero quería pedirte si podemos empezar de 0...

-Mama- susurre.

-Déjame terminar- me pidió, asentí- Era un momento en el que necesitábamos estar juntas. Estar juntos los tres, tu padre, tu y yo, pero no, todo se fue a la mierda por mi culpa, por no aceptar que la perdida de Sara no fue tu culpa sino un accidente- soltó el aire- Trato de buscarle alguna explicación, pero no la hay, pero lo que mas deseo en el mundo es recuperar la relación que tenia con mi hija. Se que estas muy enfadada conmigo y quiero que sepas que lo entiendo perfectamente, que no tengo derecho de reclamarte nada. Espero que puedas perdonarme en algún momento de tu vida, que podamos avanzar en nuestra relación- termino de decir.

Mi cabeza no podía armar una oración coherente, me había olvidado como se habla. Limpie mis lagrimas que estaban en mis mejillas y la abrace.

-Te prometo que tratare de ser una buena madre hija- confeso.

Me senté en la mesa cuando mi móvil sonó.

*-Hola pequeña- dijo Marco al otro lado.

-Hola mi piojoso favorito- susurre.

-¿Alguien se levantó de buen humor?

-Jajajaja, si algo así- dije agarrando mi vaso.

-¿Tu madre como esta? ¿Hablaron?

-Bien, si- suspire- Recién.

-¿Y?

-Te cuento luego- y con eso entendió que mi madre estaba conmigo.

-Vale...- escuche el timbre de la escuela- Mierda, tengo que entrar princesa- soltó con enojo.

-Si escuche, ve, luego hablamos.

-Genial pequeña, a lo olvidaba tengo que llevarte el top que te presto Chiara, así que cuando salga voy a tu casa- dijo.

-Mierda, ya sabes como voy a ir vestida.

-Jajajaja, tranquila princesa si quieres me hago el sorprendido. Me tengo que ir cariño.

-Idiota, si ve, nos vemos luego.*

Solté un suspiro y mi madre me escuchó.

-¿Todo bien Bella?- pregunto mi madre.

-Sisi, era Marco- la tranquilice.

-¿Cómo te está yendo con el?, bueno en realidad no hace falta que me cuentes...- la corte.

-Mama- levanto la mirada de su plato y me miro- Nos está yendo muy bien...

Y comencé a contarle como avanzaba nuestra "relación". Pasamos toda la mañana hablando como no lo habíamos hecho en mucho tiempo. 

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Nota de la Autora.

Pfffff, lo que llore escribiendo este capitulo no se lo puedo explicar.

Espero que les guste como a mi, quiero leer sus opiniones en los comentarios. No se olviden de seguirme en mi bookstagram (maruchabooks).

Nos vemos en el próximo capitulo. Recuerden que actualizo los Lunes y Viernes a las 22:10 (HORA ARGENTINA).