Capitulo 12
22 de Marzo de 2019
-¡Niña, por fin despiertas! ¡Ya era hora!
-¿Dónde estoy y quien es usted?
-Mi querida Bella, ya me vas a ir conociendo de apoco, no te preocupes.
-¿Qué es todo esto? ¿Estoy soñando verdad?
-Así es pequeña. Vamos ser compañeros en esta aventura. Ven sígueme.
-¿Aventura? ¿Cómo te llamas y porque sabes mi nombre?
-Soy José Páez, te conozco porque de alguna manera estamos destinados. Perdón nosotros no, pero personas que conocemos sí.
-José no entiendo nada.
-Tranquila, lo vamos a ir descubriendo juntos. Yo llegue hace poco, tampoco conozco mucho.
Me desperté sobresaltada por el sueño que acababa de tener. Se sentía tan real. ¿Quién era ese tal José? ¿Personas que conocíamos estaban destinadas?, no entendía nada.
Sentí que la remera que utilizaba para dormir estaba toda mojada por la transpiración, levantó el edredón, tome una remera y me encamine al baño. Todavía estaba en shock por el sueño raro que tuve, encima dijo que nos íbamos a ir conociendo de apoco ¿ósea que voy a soñar más veces con ese señor?
Volví a mi habitación, me acosté para tratar de dormir lo que quedaba de la noche, ya que eran las 4am. Minutos después intentando dormir y no lográndolo, me levante agarre lo que quedaba del porro que había fumado con Lucas, que pensandolo desde ese día no volví a fumar.
Abrí la ventana, me senté en ella y lo prendí. Me quede ahí sentada pensando en todo lo que estaba pasando en mi vida, en que tenía que hablar con mi madre, con mi padre que desde aquel llamado no volvimos a hablar, en Marco el cómo estaba intentándolo realmente. También pensaba en el sueño, iba a ser mi gran duda hasta que volviera a hablar con José.
Sacudí mi cabeza para que todos los pensamientos que estaba teniendo se fueran, apague lo que quedaba del cigarro, entre a mi habitación para tirar el filtro del mismo. Nota mental tenía que comprar más.
10:00am, ese era el horario en el que mi alarma sonó, saque la cabeza debajo de la almohada, tomo mi móvil y apague la alarma. Después de hacer fiaca en la cama, me levante al baño, hice mis necesidades, lave mis dientes y emprendí mi viaje la cocina.
Cuando llegue me encontré con mi madre, estaba desayunando a la vez que usaba su ordenador para adelantar trabajo.
-Buen día- dije secamente.
-Hola- respondió.
Estaba preparándome el desayuno, cuando mi móvil sonó, cuando vi quien era sonreí tontamente.
*-Hola.
-¿Princesa? ¿Cómo estás?
Se lo notaba nervioso.
-¿Bien? ¿Oye te encuentras bien?
-Sisi, ya estoy, estaba terminando de arreglar unas cosas para hoy.
-¿Cosas para hoy? ¿Qué vas a hacer?
-¿Qué vamos a hacer princesa? Te paso a buscar a las 11:00.
-¿¡Que!?
-Que te paso...
-No, si ya escuche, ¿pero dónde vamos?
-Sorpresa.
-Agg, sabes que odio cuando no me dices donde vamos.
-Jajajaja, tranquila pequeña.
-Bien, ¿Entonces a las 11:00?
-Así es, ah y ponte ropa cómoda.
-Tengo miedo, te juro.
-Lo vas a disfrutar te lo prometo.
-Si tú lo dices, me voy a preparar, nos vemos luego.
-Princesa espera.
-¿Quép?
-Te quiero.
-Y yo a ti piojoso.*
Empecé a tomar lo que me había preparado, estaba media apurada porque ya eran las 10:30. Una vez termine estaba lavando lo que había usado hasta que mi madre hablo.
-Veo que no le dijiste nada- soltó aun mirando el ordenador- Te dije que ese chico se va a cansar de ti en algún momento- mi pecho subía y bajaba con rapidez, ya me estaba poniendo de mal humor por culpa de mi madre- Yo todavía no llame a su madre para decirle que se vaya despidiendo de su hij....
-¡¡CIERRA LA PUTA BOCA!!- le grite enojada, por primera vez me miro con los ojos bien abiertos.
Comencé a caminar para salir de la cocina cuando dije.
-Y para tu información ya lo sabe. TODO. Hasta la mierda me madre que estas siendo conmigo- y sin más fui a mi habitación, antes de que mis lágrimas salieran.
Miraba mi closet mientras mordía mi dedo, no sabía que ponerme. Marco me dijo que me vista cómoda, ¿Adónde íbamos a ir? Ni idea.
Decidí ponerme un jogger gris, con un top negro, mis converse que iban a juego con la parte de arriba y una campera, ya que el día estaba medio frió.
Marcaban las 10:50 cuando mi móvil sonó. Era Marco.
*-Estoy afuera.
-Bien, ya bajo.*
Tome mi mochila y baje. Vi de reojos que mi madre seguía en la cocina con su ordenador.
-¿Te vas?- pregunto tímidamente.
-Si- respondí seca.
Agarre mis llaves para salir de mi casa. Una vez fuera suspire con la mirada fija en el piso y una pregunta se me paso por la cabeza.
¿Me habré pasado con lo que le dije a mi madre?
No quería que esos pensamientos me arruinaran el día que iba a tener con él, así que sacudí mi cabeza, la levante y lo vi. Apoyado en su auto con un cigarro en la mano, sonriéndome. Estaba tan sexy.
Le devolví la sonrisa para después hablar.
-¿Adónde iremos?- solté de una.
-Hola si yo también te extrañe y estoy muy bien gracias por preguntar ¿y tú?- respondió sarcásticamente.
Gire los ojos con una sonrisa en mis labios- Hola ¿cómo estás?, te extrañe mucho, estoy muy bien- hable rápido- ¿Dónde iremos?- volví a preguntar.
-Te diré si me das un beso- susurro acercándose a mí.
-Agg...bien- me pare en las puntas de mis pies para poder besarlo. Tomo mi cintura y mis manos volaron a su nuca. Cuando notamos la falta de aire rompimos el beso, pegamos nuestras frentes hasta finalmente hable.
-Ahora sí, ¿Dónde vamos?- repetí por tercera vez.
-Jajajaja, ya lo veras pequeña- respondió separándose de mí.
-¿No me vas a decir verdad?- pregunte levantando una ceja y con una sonrisa en mi cara.
-No- se encaminándose a su lado del auto- Tómalo como una venganza de lo del otro día- dijo mientras se apoyaba con una mano en el techo y con la otra en la puerta.
-¿Lo del otro día?- consulte.
-Sí, cuando no me dejaste besarte porque Ana me había besado en la mañana- contó moviendo la mano que tenía arriba del techo.
-Ah...si...eso- murmure con cara de asco subiéndome al carro. Esa expresión hizo que el riera mientras terminaba de subirse.
-Ey mírame- susurro agarrando mi barbilla ya haciendo que nuestras miradas se conectaran- Te dije que te olvidaras de eso, sabes que ella no me interesa en lo absoluto- decía mientras acariciaba mi mejilla con su pulgar- Lo digo en serio princesa- repitió.
-Sí, lose- suspire para volver a hablar- Pero imaginarme a esa besándote me molesta- le confesé.
¿Estaba celosa? Si. ¿Se lo iba a decir? No.
-¿Estas celosa?- pregunto con una sonrisa en sus labios.
-Pfff, no- mentí cruzándome de brazos.
-Yo creo que si- dijo encendiendo el carro.
-Cállate- dije frunciendo el entrecejo.
-Jajajaja, te quiero princesa- me murmuro cerca del oído.
Y sin más nos metimos en el camino que nos llevaría al lugar que aún no sabía dónde quedaba.
El camino había comenzado a ser puro campo, no tenía ni idea donde iríamos. Una hora después el carro se detuvo. Vi por la ventanilla de este y note una gran casona.
-¿Dónde estamos?- pregunte dudando.
-Ya verás- dijo eso y yo gire los ojos dejando ver mi molestia- Cambia esa cara princesa, ven sígueme- susurro agarrando mi cintura.
-¿Me mataras?- dije en broma.
-Si, a besos- mire hacia otro lado para que no notara que me había sonrojado- Amo cuando te sonrojas- repitió dejando un beso en mi cien.
Llegamos a la entrada de la casona y nos recibió una señora mayor.
-Hola bu- dijo Marco abrazándola.
-¿Cómo estas hijo? Tienes que venir a visitar a esta vieja más seguido- contesto agarrándolo de las mejillas, eso me hizo sonreír.
-Vendré más seguido, lo prometo- soltó.
-¿Y esta hermosura?- pregunto mirándome.
-Ella bu, es Bella mi futura novia- eso ultimo me hizo girar la cabeza velozmente y mirarlo con los ojos bien abiertos- Bella ella es mi abuela o mejor conocida como bu- nos presentó.
-Ohhhh, es un placer preciosa- me susurro su abuela abrazándome.
-Un gusto conocerla señora- dije.
-Oh no, nada de eso mi niña, dime Fátima o bu como me dicen mis nietos- me reprendió separándose de mí- Vengan niños, pasen- nos dijo Fátima.
-¿Porque no me dijiste que vendríamos a ver a tu abuela?- le pregunte a Marco.
-Porque no vinimos a eso- respondió tomando mi mano.
-¿Y entonces?- repetí.
-Ya estamos cerca niños- nos informó bu.
-Princesa cierra los ojos- pidió Marco.
-¿Para qué?- pregunte sin entender.
Sentí las manos de mi piojoso en los ojos, note como seguíamos caminando. Así estuvimos unos 5 minutos más, hasta que frenamos y me pregunto.
-¿Lista pequeña?- a lo que solamente asentí- Pues bienvenida a un día de campo.
Quede con la boca abierta, vi una manta de cuadrados rojos y blancos, la típica que se usa en un día así. Me fije en la cesta que había con comida y bebida, una vez termine de echar un vistazo a las cosas. Note dos bicicletas apoyadas contra una pared.
Mi corazón estaba a punto de explotar. Pase mi mirada varias veces sobre las cosas que tenía adelante. Sin pensarlo fui corriendo y salte a los brazos de Marco, como pudo me atrapo, tome su cara entre mis manos juntando nuestros labios.
-Gracias- le susurre cuando nos separamos.
-No tiene que agradecerme princesa- me contesto depositándome en el suelo.
Volví a mirar las bicis, las señale y le pregunte.
-¿Me vas a enseñar a andar en bici?
-Así es- murmuro aun con los brazos alrededor de mi cintura.
No tenía palabras, estaba totalmente en shock. Nunca nadie había hecho algo así por mí. Lo abrace y esa sensación de seguridad me volvió a invadir.
-Bien, ¿qué quieres hacer primero?- dijo.
-Emmmm, no lose- solté riendo tímidamente.
Negó divertido- Ven, vayamos a comer- soltó.
Al ver que no me movía de mi lugar, volvió a hablar porque sabía que era lo que quería hacer primero.
-¿Quieres andar en bici primero?- asentí reprimiendo una sonrisa- Bien, andando- dijo guiándome.
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Nota de la Autora.
Mores como estas??. Amo como nuestra Bella callo a su madre, ¿Se paso en lo que le dijo? PUES NO, odio a esa señora. Pero amo como Marco la presento con su abuela.
Les tengo que contar que estaba llorando cuando busque y elegí la canción para este capitulo.
Otra cosa a José tómenle cariño porque va a aparecer varias veces en este libro y en el segundo.
Si les gusto vote y síganme.
Nos vemos el Lunes con una nueva actualización.
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