Capítulo 23: "Celos y arrebatos"
Bardock se encontraba reunido con los socios de su empresa para ultimar los detalles de la fiesta que realizarían para celebrar el aniversario de la empresa.
Y eso es lo que tenemos pensado señor, decía una mujer de moño recogido y lentes mirando a Bardock.
¿Qué opinas Dieciséis?, dijo Bardock.
Me parece una buena idea celebrar un año más de fundación de la empresa en un lugar así, además considerando la cantidad de personas que invitaremos creo que es el lugar ideal, ¿o tú que opinas mi amor?; decía Dieciséis mirando a la castaña que estaba junto a él mientras Gine que estaba junto a su esposo miraba a la castaña disimuladamente.
Estoy de acuerdo, dijo Milk ocultando su incomodidad al escuchar la forma como la llamo el hombre de cabello naranja.
Entonces ya está decidido, en ese lugar será la celebración de nuestro aniversario, dijo Bardock.
Entonces me encargare de separar el hotel más grande padre, para que todos nuestros invitados tengan donde alojarse, dijo Raditz.
Me parece bien hijo, invita a todos nuestros mejores clientes y sus familias, dijo Bardock.
Eso haré padre, dijo Raditz.
Si ya no hay más que decidir, ¿Ya puedo retirarme padre?, dijo Gokú.
Si hijo, ya puedes retirarte, dijo Bardock.
Minutos después:
Milk y Dieciséis platicaban fuera de la empresa.
Y eso es lo que hasta ahora e averiguado, decía Milk.
Pues la fiesta de aniversario será el lugar ideal para conocer a más personas que puedan brindarnos infamación sobre lo que Raditz y Bardock hicieron ese día pues el hecho de que Raditz ese día haya estado en Fri pan no demuestra que él sea el asesino, además en ese pueblo nadie lo ha visto a él cerca de Freezer, a menos qué...., decía Dieciséis.
¿A menos que qué?, dijo Milk.
A menos que haya tenido algún secuaz, dijo Dieciséis.
Túrles, si Túrles, él y Raditz siempre se han llevado bien pero como no me acorde de ello, lo malo es que Túrles no va la empresa, salvo una vez a la semana y buscarlo en su casa, no podría, no tengo pretexto apara platicar con él, decía Milk.
¿Quién es Túrles?, dijo Dieciséis intrigado.
Es sobrino del señor Bardock, él y Raditz se entendían muy bien, decía Milk.
¿El irá a la fiesta?, dijo Dieciséis.
Supongo que si, ¿por qué?, dijo Milk.
Porqué allí podrías acercarte a él y hacerle algunas preguntas a manera de plática, dijo Dieciséis.
Si tienes razón, eso haré, dijo Milk sonriendo.
Entonces vamos con Gohan, dijo Dieciséis dirigiéndose a su limosina seguido de Milk.
Horas después:
Raditz le entregaba la lista de invitados a su padre.
Estoy conforme hijo, que procedan a invitarlos, dijo Bardock.
Eso haré padre, dijo Raditz mientras pensaba: Esa fiesta puede ser el lugar propicio para causar una sutil discusión entre Dieciséis y la belleza.
Días después:
Milk se encontraba en un discreto café con su pequeño hijo en brazos esperando la llegada de alguien.
Hija, ¡disculpa la espera¡ decía Gine mirando con ternura al pequeño niño que la jovencita tenía en brazos.
Es su nieto, dijo Milk dulcemente entregándole a su pequeño hijo a la mujer de cabello corto.
¿Cuántos meses tiene?, dijo Gine mirándolo dulcemente.
8 meses en unos días cumple los 9, ya habla algunas palabritas, se sienta solo y también esta dando pasitos de la mano, dijo Milk sonriendo.
¡Que bello es¡ me recuerda mucho a su padre cuando era un bebé, decía Gine dándole besitos en el rostro al pequeño niño.
Milk al escuchar ello solo bajo la mirada.
¿Milk irás a la celebración de aniversario, verdad?; dijo Gine.
Si tía Gine, dijo Milk dulcemente.
¿Llevarás a Gohan?, dijo Gine con ilusión.
Si, desde que salí de la cárcel no habido una sola noche que no duerma junto a mi bebé, decía Milk.
Pues me dará mucho gusto ayudarte a cuidarlo allá, me imagino que aprovecharas la fiesta para buscar más pistas, ¿verdad?, decía Gine.
Así es ti, dijo Milk.
Milk, acerca de lo que me pediste que te investigue ya te tengo información, dijo Gine.
¿En verdad?, dijo Milk.
Si hija, el producto que me dijiste solo se vende con receta veterinaria, eso quiero decir que quien lo adquirió lo hizo directamente o lo compro con alguna receta que algún veterinario se la proporciono, decía Gine.
Si algo de eso le dijeron a Dieciséis los investigadores que contrato, dijo Milk.
Pero hay más hija, dijo Gine.
¿Qué tía?, dijo Milk.
Como te dije mi esposo no ha viajado a ninguna de las sucursales de las empresas que tenemos pero si lo ha hecho Raditz, él lo representa desde hace más de un año, los meses en los cuales tú te fuiste a vivir a Fri pan mi hijo también fue por los negocios, pero no solo fue él, encontré un recibo en donde figura que mi hijo viajo con otra persona pero no figura el nombre de esa persona, decía Gine.
¿Tal vez algún nuevo socio o algún encargado de la sucursal en Fri pan?, dijo Milk.
No lo sé hija, solo pensé que deberías saberlo aunque si te soy sincera yo no creo que Raditz haya hecho algo tan espantoso, decía Gine.
Tía tal vez sea mejor que ya no me apoye en esto, podría lastimarse, dijo Milk.
No hija, como te dije no dejare que la injusticia reine y si para ser justicia tengo que entregar a la policía a mi hijo lo haré, dijo Gine con firmeza.
Fin de semana:
Una sexy rubia llegaba a la casa de los Son con una pequeña maleta en la mano.
Ya estoy lista para una espectacular noche, decía Lunch.
¡Bienvenida hija¡ dijo Bardock saludando a la rubia.
Señor Bardock, ¡gracias por la invitación¡ dijo la rubia.
De nada hija, dijo Bardock al tiempo que sus hijos y esposa llegaban junto a ellos y saludaron a la rubia.
Sus habitaciones se las diré en cuanto lleguemos al hotel, dijo Raditz mientras todos salían de la casa.
Mansión de Dieciséis:
Solo estaremos fuera por dos días, decía Dieciséis al tiempo que la pelinegra y Gohan subían a la limosina.
¡Que se diviertan mucho amo¡ decían los empleados de la mansión.
Le dijiste a Raditz que nos aparte dos habitaciones, decía Milk.
No, no lo hice si hago ello solo levantaremos sospechas. No te preocupes, Gohan y tu ocuparan la cama yo ya veré donde dormir, dijo Dieciséis con molestia.
Horas después:
Varios autos se estacionaban frente a un lujoso hotel.
Es este, decía Raditz.
Pues se ve muy bien, dijo Bardock.
El salón donde se llevara a cabo la fiesta es maravilloso, ya lo verás padre, pero mejor voy adelantándome ya que tengo que asignarles sus habitaciones a nuestros socios y clientes. ¡Ah¡ nuestras habitaciones son las del último piso, dijo Raditz sonriendo antes de retirarse.
Minutos después:
Raditz, ¿por qué no me diste la misma habitación que mi hermoso?, dijo Lunch.
Como se te ocurre mujer, mi madre y mi padre se enfadarían además entre mi hermanito y tu no ha pasado nada aún por lo tanto no creo que a él le guste la idea de compartir habitación contigo, decía Raditz.
Hay Raditz a veces eres insoportable, decía la rubia berrinchuda mientras llevaba a rastras su maleta al tiempo que Milk su hijo y esposo se acercaban a Raditz.
Raditz, ¿cuál será nuestra habitación?, dijo Dieciséis,
Será la habitación principal, este es el número, dijo Raditz entregándole el número de la misma en una tarjeta al hombre de cabello naranja.
Mientras tanto:
Gokú se encontró con sus amigos de gimnasio que habían sido invitados con sus familiares al ser clientes de la empresa de Bardock.
Pues esta fiesta se ve que será fantástica, decía Yamcha.
Si lo mismo opino yo, decía Ten mientras Piccolo asentía.
¿Y Krilín y Vegueta?, dijo Gokú.
Con sus chicas mirando la playa, dijo Piccolo sonriendo.
Claro ya veo, dijo Gokú sonriendo.
Horas después:
Gokú caminaba por el borde de la playa con los pies descalzos cuando un par de risas llamaron su atención. Una era una dulce risa de bebé y la otra era una dulce risa de mujer. El joven de cabello alborotado giro su rostro al lugar de donde provenían las risas y se encontró con una dulce imagen que le enterneció el corazón.
Milk y su bebé jugaban en una pequeña poza de agua, el pequeño Gohan con sus pequeñas manitas jugaba con el agua mientras la jovencita castaña le daba tiernos besos en su rostro.
Gokú dejándose llevar por sus emociones se acerco a ellos.
Jugando con el agua, dijo Gokú sonriendo mientras acariciaba con una de sus manos la cabecita del pequeño Gohan.
¡Gokú¡ dijo Milk.
¿Tú esposo está por aquí?, dijo Gokú sintiendo una ligera opresión en el pecho al decir ello.
No esta con tu padre ultimando detalles para la noche, dijo Milk.
¿Tú hiciste esa poza para que se llenara agua de mar?, dijo Gokú sonriendo.
Si, dijo Milk sonriendo cuando escucho: Gokú hermoso, ¿dónde estás?.
La pesada de tu prometida te anda buscando, dijo Milk con rabia.
Gokú solo miro a la jovencita pero no le dijo nada. Iré a darle el encuentro, nos vemos por la noche, dijo Gokú antes de marcharse dejando entristecida a la castaña.
Por la noche:
Milk terminaba de alistarse mientras su pequeño hijo que ya esta listo para la fiesta lo miraba mientras estaba sentado sobre la cama.
¿Cómo esta mamí?, decía Milk que vestía un bello vestido largo de color azul que hacía resaltar su bella figura.
El pequeño Gohan solo sonrío.
Mi bebé bello, dijo Milk abrazando a su pequeño bebé antes de tomarlo en sus brazos para ir junto a Dieciséis.
Fiesta:
Gokú platicaba con sus amigos y las novias de estos mientras una melosa Lunch se sujetaba de su brazo mientras tenía su cabeza apoyada en su hombro.
Y así como te decimos Gokú en ese lugar la pasamos divertidísimo, decía Krilín.
Pues me alegro, decía Gokú cuando escucho.
¿Y esa belleza?, dijo Yamcha.
Yamcha respeta que tiene un bebé, decía Ten.
Se parece mucho a......nadie, dijo Piccolo ante la mirada de rabia de Lunch.
Gokú giro su rostro y vio a la castaña que tenía en brazos a su pequeño hijo. Gokú al verla del brazo de Dieciséis por primera vez se sintió extraño.
Milk y Dieciséis ocuparon la mesa que les correspondía al poco tiempo Gine se acerco a ellos y tomo a Gohan en sus brazos para que Milk pueda empezar a buscar las pistas que necesitaba para dar con el verdadero asesino de Raditz.
Dieciséis y Milk se acercaron a la mesa donde estaba Túrles y empezaron a brindar con él y sus acompañantes mientras Gokú los miraba desde su mesa.
Es muy bella y joven la esposa del socio de tu padre dijo Vegueta mirando al joven de cabello alborotado.
Si, dijo Gokú tomando una copa de licor para empezar a beberlo.
Minutos después:
¿Bailamos amor?, decía Lunch. No tengo ganas, mejor baila con Ten, dijo Gokú poniéndose de pie.
¿A dónde vas?, dijo Lunch.
Voy a tomar un poco de aire fresco ya vuelvo, decía Gokú mientras caminaba hacia la salida con una copa en la mano. En su trayecto escucho a la castaña reír ante las palabras seductoras que le decía Túrles al oído al bailar con ella.
Todas son iguales, dijo Gokú con rabia continuando su camino.
Ya Túrles eres muy galante, pero recuerda que soy una mujer casada y con un hijo, decía Milk sonriendo.
Pero eso se soluciona con el divorcio y yo podría ser un excelente padre para tu hijo, decía Túrles.
Mejor sígueme contando de tus aventuras con Raditz, decía Milk sonriendo.
¿Por qué te interesa tanto saber lo que e pasado con Raditz?, decía un mareado Túrles acercando su rostro al de la pelinegra.
Por nada, creo que es mejor que descanses un poco, decía Milk.
No, yo quiero aún bailar contigo, decía Túrles.
Pero yo quiero descansar un poco, voy a tomar un poquito de aire fuera, decía Milk sonriendo.
Está bien, dijo Túrles.
Milk salió a caminar por la orilla de la playa, ella llevaba sus tacones en la mano. Luego de algunos minutos de caminata vio al joven de cabello alborotado sentado en la arena bebiendo de una copa.
¡Gokú¡ ¿qué haces aquí?, dijo Milk sentándose junto a él.
Ya te cansaste de coquetearle a mi primo, ¿a quién más coqueteaste hoy a mi hermano, a mis amigos?, decía Gokú con voz de ebrio.
¿Estás celoso?, dijo Milk sonriendo.
Yo celoso, no, me da pena tu esposo, es un pobre tonto, no se como te deja sola en brazos de otro hombre si tú fueras mi esposa yo no te dejaría ni un minuto sola, dijo Gokú.
¿Por qué acaso te gusto?, dijo Milk sintiendo alegría y tristeza a la vez pues si su amado confesaba estar enamorado de ella significaría que se olvido de la verdadera Milk.
No, tú no podrías gustarme, tú me recuerdas a ella, ella era como tú una coqueta, dijo Gokú en sus celos tratando de ponerse de pie.
Yo no soy ninguna coqueta, tú no sabes porque estoy actuando así, no puedes juzgarme, dijo Milk con rabia tomándolo del brazo evitando que el joven de cabello alborotado se ponga de pie.
¡Ah, no¡ ¿entonces por qué estás actuando así?, dijo Gokú mirando a los ojos a la castaña pero al hacerlo sintió la misma electricidad que sentía cuando miraba los ojos de Milk y dejándose llevar por el deseo la beso de manera apasionada.
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