1
Narrado por Felix
Caminaba por las oscuras calles pavimentadas y me abrazo a mi mismo, dado que mi chaqueta y mi gorro no son suficientes para combatir el frío que me helaba los huesos ¿En que estaba pensando cuando acepte salir con el idiota de SeongHwa? Era obvio lo que buscaba de mi y yo de tonto e ingenuo me deje engatusar por su hermosa sonrisa y su penetrante mirada.
Es el típico chico lindo al que todos y todas se quieren ligar, y el muy imbécil aprovecha la situación para llevarse a media escuela a la cama, o mejor dicho, a la parte trasera de su auto.
Me da una rabia enorme al recordar aquello ¿Cómo pude ser tan tonto?
Ahora estoy regresando a casa solo y caminando, puesto que el idiota se llevó mi bolso donde llevaba mi teléfono y dinero.
Salgo de mis pensamientos al sentir que alguien me sigue; mi corazon comenzó a bombear más rapido de lo normal, mis manos tiemblan y mi respiración se corta.
Apresuró el paso esperando que solo sea paranoia... ¡Mierda! Esto me pasa por andar de coqueto. De verdad, creo que en algún momento me desmayare.
Comenzó a correr con desesperación y un chillido se escapa de mi garganta se escapa al verme perseguido.
¿Por qué no hay nadie en la calle hoy?
-¡Auxilio! -Grite con desesperación y ansioso por que alguien me escuchara.
¡No me puede suceder esto a mi!
Lágrimas comenzando a salir de mis ojos y bajar por mis mejillas, no me molesto en limpiarlas, estoy más enfocado en poner toda mi energía y atención en salvar mi vida, y salir de esta situación con mi dignidad intacta.
Iba a gritar, sin embargo, una mano fría cubre mi boca y siento como mi cuerpo es atraído hacia la oscuridad de un callejón.
De repente me encuentro atrapado por unos brazos masculinos cubiertos por una tela de cuero y el olor a uvas inunda mis fosas nasales.
"Debo ir al baño"
Pienso mientras trato de mantenerme consiente, por que si no me hago encima, me desmayó.
-Sshh...-Escucho un susurro sobre mis oídos y mi piel se eriza- No hagas ningún tipo de ruido o movimiento o estamos fritos. Esos idiotas venían detrás de ti.
Por inercia obedezco al extraño portador de la voz gruesa y sensual, espero que en realidad sea mi salvador y no mi verdugo.
Sentí un escalofrío recorrer mi espalda al ver a tres hombres buscar por las solitarias calles como si algo o alguien se les hubiera perdido.
Lucho por que las lágrimas no salgan de mis ojos y trato de calmarme, no se cuanto tiempo ha pasado, pero para mi ha sido una eternidad. Los hombres han desaparecido hace un rato ya, no obstante, el desconocido sigue sosteniéndome como al principio.
Me separo con algo de violencia de él, y cuando me encara, me quedo sin aliento, me quedo sin habla y creo que he dejado de respirar por un momento.
El desconocido es un chico como de dieciocho años, con cabello color castaño, o eso creo por la poca luz que me impide verlo adecuadamente.
Su cabellera lisa y con un perfecto corte que lo hace lucir misterioso y único. Sus ojos son raros y amarillentos, su nariz perfilada y sus labios pequeños y pomposos.
No se si es por la poca luz ,pero su piel se ve demaciado blanca y pálida. Esta vestido completamente de negro y su ropa es de cuero. El me escudriña como si yo fuera una obra exótica, eso creo.
Tal vez me he emocionado demaciado estar frente a un chico que parece sacado de crepúsculo o de una de esas películas de vampiros atractivos.
-¿Tienes nombre? -Pregunto el chico pálido sin dejar de mirarme, acción que comenzaba a incomodarme.
-Soy Lee Felix, mucho gusto y gracias por salvarme -Extendi mi mano y no se si acabo de imaginarme la pequeña sonrisa que se dibuja en sus labios y que pronto desaparece.
-Es un placer, un placer Paloma -Estrecha mi mano con sorna y yo frunció el ceño.
-Nunca dije Paloma, me llamo Felix -Corregí- Y nada que ver paloma con Felix, ni se parecen.
-No me importa cómo te llames, me gusta Paloma -Responde como si nada y yo todo indignado pongo mis manos sobre mi cintura para reclamar.
-No es paloma, es Felix. Y te agradecería que no uses sobrenombres conmigo, no me gusta.
-Lo siento...Felix -Resopla dando a entender su desacuerdo- Pero pareces una linda tierna paloma y a mi me encantan esas aves -Invade mi espacio personal acercando su rostro demasiado a mi cuello. Por alguna extraña razón, su mirada amarilla me aterra, hay algo en el chico que me paraliza por completo y me hace desconfiar.
Olfatea mi piel y luego esboza una sonrisa maliciosa mientras me mira a los ojos; no sé, tal vez es la extraña situación en la que me encuentro, pero siento que su mirada traspasa mi alma.
-¿Cu-cuál es tu nombre? -No puedo creer que haya tartamudeado.
-Soy Hyunjin, Hwang Hyunjin, si un placer conocer a tan precioso hombre- el pelicastaño toma mi mano con gracia y elegancia y deja un casto beso sobre esta.
-Gracias por ayudarme -Retiro mi mano con brusquedad y aparto la mirada- Ha sido un gusto, debo irme ya -Digo dispuesto a retomar mi camino, aunque me muero de miedo al mirar las calles desoladas.
-Te acompaño -El chico apuesto se ofrece y yo no puedo estar más agradecido.
Asiento y me apresuró, pues estoy ansioso por llegar a casa y olvidarme de esta extraña y loca noche.
Llegamos en un silencio sepulcral, lo cual es genial para mi.
Él ríe con diversión y sus ojos brillan al encontrarse conmigo.
-¡Es increíble! No sé si es casualidad o destino, pero es maravilloso -El chico lindo y raro espeta, más yo no entiendo ni jota a qué se refiere.
-Ah...¿Me perdí de algo? -Pregunte algo incómodo con la rara actitud de este chico, me fastidia que todos los de cara bonita sean unos coquetos empedernidos.
-Pues...Acabo de descubrir que somos vecinos -Sonrie como si fuera un niño pequeño, es una sonrisa que me extraña por que se ve muy tierno y su aspecto es muy parecido a un matón.
-¿Vecinos? ¡Claro que no! A menos...-busco en mi memoria y mis ojos se abren por completo- ¿Eres parte de la familia que se acaba de mudar? -El asintió y yo lo miré extrañado.
-No te vi ayudando con la mudanza, ¿Tan superior te crees? -Bueno no se si lo que dije fue un chiste puesto que el estalló en carcajadas, aunque me llama la atención la forma en la que sus labios se ríen y sus ojos parecen tristes.
Tanto así que me transmiten su tristeza y me hacen sentir miserable.
-¿Qué es tan gracioso? -Me cruzó de brazos y el me esquiva la mirada. ¡No lo creo! Es la primera vez en una o dos horas que este tipo no me traspasa con la mirada y evita el contacto visual.
-Nada, pero no debes juzgar a un libro por su portada. Quizás no es que no haya querido ayudar, podría ser que no haya podido -esta vez sus ojos me invaden y me siento nuevamente acorralado.
-¡Cómo sea! -trato de no sentirme intimidada por sus obres ¿amarillos? Parece un gato este niño- Voy a entrar, gracias por todo -hice una pequeña reverencia y me adentro a mi hogar.
La calidez y el olor fresco del aromatizante me invade, creo que es un olor a rosas o algo así, mi madre se la pasa limpiando, gracias a que ya no trabaja y esa es su forma de pasar el tiempo activa.
Me tiro a la cama y mis pensamientos son invadidos por el chico raro, ¡Rayos! ¿Por qué estoy pensando en él? Mi corazón late tan fuerte que temo que despierte a mis padres, bien, exagero.
No entiendo el por qué de mi estremecimiento. ¿Qué tiene ese chico que llama tanto mi atención?
Narradora
Una sombra en la ventana se refleja en la oscura noche, un chico pelicastaño vestido de una larga camiseta en forma de túnica de color blanco se sienta sobre una silla que le regala una perfecta vista de la parte derecha de la casa de sus vecinos, una ventana en específico llamando su atención, imaginando que esa podría ser la habitación de aquel hermoso chico de cabellos rubios.
Mueve el contenido rojizo en su copa y da un sorbo con sus ojos cerrados.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro