Capítulo 59 parte 1: He decidido dejar esto atrás.
Alex
— Entonces Clark le dijo a Mark que le dijo Robert que Mason le contó que lo vio en un bar de mala muerte Alex y Chad jamás suele ir a lugares así, además han pasado dos días y no ha respondido mis llamadas... —dice Lily de corrido sin respirar tras ninguna de sus palabras.
Dos días han transcurrido desde la desaparición de Chad, dos días en los que con mi abuela y Lily lo hemos estado buscando o llamando pero aún nada. Dos días desde que mi abuela interpuso una demanda para Seth y orden de alejamiento para él, Lindsey y Logan. Dos días desde que no sé absolutamente nada de Matt, ni del instituto, ni de nada.
— Cariño... —interrumpe mi abuela acercándose a Lily— solo queda esperar, Chad debe estar en algún lugar bien, es inteligente y beber no es uno de sus cosas favoritas, tranquila confiemos en que pronto vendrá.
Es cierto, Chad pudo ser en su tiempo mujeriego, mentiroso, hasta un idiota, pero no es de emborracharse ni armar escándalos o meterse a pubs y espero que no haya escogido esta ocasión para ser su primera vez.
— Yo... solo estoy preocupada por él, me gustaría que no me alejara de él en un momento como éste...
La abrazo, sé lo mucho que quiere a Chad y lo que les ha costado asumir los sentimientos el uno por el otro desde que se conocieron y por otro lado sé que Chad la ama como a nadie ha amado, así que la entiendo, solo espero que mi asunto con Seth no le haya afectado más de la cuenta ni cometa alguna estupidez.
— Bien, póngámonos aleg... — la abuela no termina de completar la frase porque el ruido de la cerradura nos desconcierta mostrando a un Chad ebrio y con un golpe en su pómulo.
— ¡Chad! —grita mi abuela.
— Peeerrr... o, si do son ls mjeres que mss ammmo en... uda misssssmma habitazon—dice a duras penas.
Lily corre a encontrarlo mientras Chad se le queda mirando como un idiota.
— Mi ángel, cntto te extraññie. YO...yo sssiempre te protregeré— dice Chad besando la frente de Lily.
— Lily llévalo a su habitación por favor, enseguida te subo alcohol para que veas su herida— digo y Lily asiente.
— Hrrmanita, ya me ncargué d esoss imbéciless.
Lo observo con ternura y con emoción, si bien con Chad nunca hemos sido los hermanos ideales, que se demuestran cariño o se dicen palabras tiernas, siempre me ha protegido desde pequeña y sé que esto le dolió tanto como a mí. Lily sube al segundo piso con Chad mientras con mi abuela suspiramos.
—Al menos ya está aquí, prepararé la cena, tu padre en cualquier momento llegará con Martha del hospital—Dice para luego perderse en la cocina.
Busco el alcohol y se lo llevo a Lily, cuando bajo escucho la voz de Papá en la cocina hablando con Ángel.
— Y luego me dijo que no te hiciera más bromas y que Martha le parecía bonita, después de eso se fue ¡pero enserio era mamá! — decía Ángel.
— No es justo que mamá solo le hable a este pequeño revoltoso—digo integrándome a la cocina.
— ¡Alex!— grita Ángel y corre hacia mí.
— Bien, bien, bien, es hora de cenar, no exalten demasiado a su padre, acaba de llegar y debe estar tranquilo—continúa mi abuela.
La cena transcurre tranquila, a menudo papá intentaba sacar el tema de la demanda contra Seth a la conversación pero mi abuela y Martha inmediatamente lo hacían callar diciéndole que pronto habría tiempo para informarle sobre aquello, y era lo mejor, el doctor nos encargó encarecidamente que debía mantenerse alejado de este asunto al menos los primeros días de su recuperación.
Martha se despide luego de ayudar a la abuela a levantar los cubiertos y platos, y luego de irse junto con Lily, todos nos vamos a dormir.
Ya en mi habitación me preparo para dormir pero la voz de Chad golpeando mi puerta me lo impide.
— ¿Alex?— dice ingresando a la habitación. Ya no Lucía tan ebrio porque no se tambaleaba y podía al fin, formular palabras sin que pareciera un trabalenguas.
— Veo que dormir te ha ayudado para quitarte un poco esa borrachera— digo en tono de broma pero sus ojos continuaban luciendo tristes— Ven aquí tonto.
Golpeo mi colchón para que Chad tome asiento.
—Yo... yo lamento haber desaparecido durante estos días Alex. Lily me ha contado lo que sucedió con papá y me siento como un completo idiota el no haber estado aquí. Se que me llamaste muchas veces pero no pude atender las llamadas porque rompí mi móvil.
Toco su hombro como diciendo 《descuida, no te sientas culpable》 pero continúa hablando.
— ¿Podrás algún día perdonarme por ser un mal hermano? — termina diciendo y lagrimas se asoman por sus ojos.
— Chad... no digas eso, no eres un ma...
—Lo soy Alex, lo soy. Por favor no te atrevas a negarlo porque sé que no he sido un buen hermano mayor, no he cumplido con lo que más importa y eso fue protegerte. No... no pude protegerte de lo que ese imbécil intentó hacerte hace años y también lo que intentó hacer hace días. Eres... eres mi pequeña hermanita y me odio por no haber estado ahí, para ti.
Comienza a llorar, no sé si sera producto de su ebriedad o el gran Chad Collins al fin mostraba algo más que sus típicas bromas o comentarios de mal gusto. Lo abrazo intentando consolarlo y hacerle entender que nada de esto era su culpa, que su deber no era protegerme porque no necesitamos de alguien que nos proteja constantemente, si no que no existan personas que te acosen o obliguen a hacer cosas sin tu consentimiento.
— Yo... me encargué de todos— dice y me aterra escucharlo.
— ¿A qué te refieres Chad? Por favor dime que no cometiste alguna locura— confieso aterrada.
Solo espero que no haya hechos algo de lo que se pueda arrepentir.
— No es lo que crees, no he matado a nadie, aunque las ganas sobraron, solo me he encargado de todos, pronto lo sabrás, supongo—dice encogiéndose de hombros.
— Y luego la violenta y salvaje soy yo— intento bromear para hacerlo reír.
— ¿Cómo es que puedes hacer eso, Alex?— pregunta confundido.
—¿Hacer qué, Chad?
— Intentar hacer sonreír a todos, o animarlos, a pesar de que tú seas la mayor afectada. ¿Cómo es que
aún puedes preocuparte de la felicidad de otros a pesar de que tú estés destrozada?
Sus palabras son como un balde de agua fría a mi cuerpo.
— Pues, supongo que eso haces cuando amas a alguien. Además, he decido cambiar, he decido dejar esto atrás para continuar con mi vida. Ya no existe nada que me impida ser feliz Chad, y tu no deberías dejar que esto frene el que continúes tu vida, yo cometí ese error durante años, hasta el día de hoy en que llegué a un punto en donde no pude más, y al fin lo he comprendido. Mamá me lo hizo entender.
—¿Sabes lo orgulloso que me siento de tener una hermana como tú? Mañana hay instituto, es la última semana antes de ma graduación. No tienes que ir si no quieres, ¿Lo sabes, no?
Asiento, pero no dejaré que esto interfiera, no puedo pasarme la vida huyendo de los problemas, mamá tenía razón y evadir ma realidad no trae consigo nada bueno. Terminaré mi última semana y me graduaré, para luego postular a la universidad y dejar atrás todo esto. Enfrentaré esto porque no soy una cobarde y los que tendrían que estar escondidos deberían ser ellos, no yo.
Chad se va luego de nuestra conversación y me duermo pensando en todo lo ocurrido y en cómo mañana sería el día de nuevos comienzos.
***
Avances sobre sus mesas— decía el profesor de literatura.
Demonios... lo olvidé por completo, hoy se debía traer el avance de nuestra carta de despedida a "la mejor etapa de nuestras vidas". Rápidamente arranco hojas de mi cuaderno de trigonometría y los apilo sobre la mesa antes que el profesor pase por ella, claro que no sin antes escribir en una hoja en blanco "ensayo de carta de despedida"
El profesor no se molestaría en revisar los avances, solo se encargaría de ver si poníamos un par de papeles sobre la mesa, y así fue. Cuando terminó de recorrer todas las filas prosiguió a pasar lista y mi estómago se revolvió luego de oír mi nombre.
— Alex Collins.
— Presente.
— Matt Dawson— dice pero nadie responde, observo el asiento vacío de Matt y siento una punzada en mi pecho— He dicho Matt Dawson... bien, no está. Ausente.
Odio que nuestros nombres coincidentemente estén tan juntos,
Odio que a la "C" de Collins, en el alfabeto, le siga una " D" de Dawson. Una sensación extraña me invade, quizás llegará a biología o quizás esté en alguna parte del instituto coqueteando con alguna chica. Después de todo no es asunto mío.
Los minutos pasan y cuando son las doce me preparo para mi siguiente clase, la bendita biología. Afortunadamente no he cruzado mi camino con el de Logan o Lindsey. Tuvieron suerte de que el director no les cancelara su matrícula o graduación después de lo ocurrido y mi orden de alejamiento en contra de ellos, pero en cambio de aquello los cambió de letra y ya no tendría ninguna clase en la estuvieran.
Me ubico en los asientos de en medio junto a la ventana y Kate a los minutos se me añade. Ingresa Morrison pero los alumnos se le quedan viendo; no luce como de costumbre, pulcro e impecable, más bien desaliñado, hasta podría decir que sucio y sin ganas de discutir.
¿Será porque Matt ya sabe que es su tío?
Pasa lista y al igual que en literatura, Matt parece estar ausente.
— Morrison está muy raro Alex, ¿no crees? Ni siquiera se ha atrevido a decir que apaguemos nuestros celulares o dejemos de hacer ruido.
— Tienes razón, no es el mismo odioso de siempre, supongo que quizás es porque Matt no se ha molestado en llegar tarde hoy para fastidiarlo, de seguro cuando entre en un par de minutos se le pasará — digo pero Kate parece confundida.
—No lo creo Alex, ¿Lily no te lo ha dicho aún? Matt no se ha presentado a ninguna clase desde hace días. Aquellos días que estuviste fuera por el incidente de tu padre y la orden de alejamiento para Lindsey y Logan que Matt no aparece.
— Ah... y no, Lily no lo mencionó, aunque tampoco era su obligación, la vida de Matt ya no es de mi incumbencia. Quizás se mudó a otro lugar o qué se yo.
— ¿Estás segura de la decisión que tomaron Alex? Insisto en que quizás se apresuraron, debieron al menos no lo sé, ¿contarse mutuamente como en realidad sucedieron las cosas?
—Ya no tiene sentido hacerlo Kate, así que dejemoslo hasta aquí.
Pareció notar mi tono de enfado porque no protestó más ante mi respuesta.
Las clases transcurrieron tranquilas, a menudo debía fulminar con la mirada a más de algún estudiante que me observaba sin descaro alguno, supongo que ya se corrió el rumor del por qué Lindsey y Logan tienen una orden de alejamiento impuesta por mí, pero nada de aquello importaba ya, solo deseaba poder continuar mi vida fuera de este instituto y los recuerdos que me traía. Camino hacia la oficina de la orientadora quién me citó para ayudarme con la postulación para la UW, Universidad de Washington, en Seattle. Si bien mis notas en trigonometría me jugaban en contra, sería la más suertuda si me aceptaran para entrar a psicología.
Si hace cinco años me preguntaran qué iba a estudiar, inmediatamente diría literatura, es algo que desde pequeña ha estado en mí heredado por mi madre, pero aquello no me permitiría ayudar a quienes lo necesiten, y eso es algo que últimamente ha tocado profundamente mi vida. Creo que la salud mental, espiritual y física, son fundamentales y saber que algún día podré hacerlo me llena de alegría, después de todo, no existe mayor complejidad que comprender la mente humana.
Rellenamos mi solicitud y la orientadora me promete que le pedirá una carta de recomendación—positiva— al director, así que todo depende de aquello, porque mi expediente reflejando mis encuentros desastrosos con Matt, no ayudan demasiado. Cuando acabamos me preparo para ir a casa y al salir mi estómago se aprieta, produciéndome náuseas.
Mis ojos se encuentran con Logan que camina desde el pasillo hasta la salida, mi corazón late con rapidez y mis manos sudan, las seco con mi pantalón intentando evitar que los recuerdos de aquella noche vengan a mi cabeza. Luce realmente horrible, su rostro está hinchado al igual que su ojo morado y tiene un corte en su naríz, si no fuera porque lo conozco tal vez no lo reconocería. Me observa durante un par de minutos luciendo cabizbajo y ¿arrepentido? pero inmediatamente los aparta y apresura el paso para perderse en el estacionamiento.
Dios, aún no puedo creer lo sucedido, cómo fue capaz de ser tan... cruel y jugarme esa tétrica ''broma'', si se podía llamarla así. Aquella noche conocí a un Logan completamente diferente al que creía conocer, y puede parecer arrepentido pero no sé si algún día sea capaz de permitir que se me acerque.
Camino en busca de mi motocicleta pensando en lo poco que queda para dejar esto atrás; este instituto, los casilleros, lo chismosos que pueden llegar a ser algunos estudiantes y cómo olvidarlo, mi relación con Matt. Luego de una semana todo ésto no será más que un mal recuerdo, o mejor dicho un buen recuerdo que terminó siendo uno malo.
Enciendo la motocicleta y me preparo para retroceder pero un par de estudiantes gritan que me detenga, alarmándome.
—¡Señorita Collins, soy yo!—grita un Morrison a punto de ser arrollado.
—Morrison casi me matas de un susto, que yo recuerde no estás tan anciano como para no verme salir en mi motocicleta, ¡por poco y quedas como goma de mascar en el pavimento!
—No esperaba un comentario menos ingeniosos que ese para ti, Collins—bufa sonriendo, pero no lo suficiente como para notar que no se siente del todo bien.
— Mmmm... gracias, gracias— digo sonriéndole— y bien, ¿qué sucede? que yo sepa no me he matado con nadie en tus clases como para que estés aquí.
Mira hacia el suelo evitando mis ojos.
—Yo... eh...—se rasca la nuca— necesito que me ayudes, o más bien que me respondas algo.
Asiento dudosa por que sé lo que vendría.
— Necesito saber si sabes algo de Matt, Alex... no sé si el te lo ha contado o quizás su hermanastra, Lily, pero soy el tío biológico de Matt y me siento fatal por habérselo dicho o no lo sé, ya ni sé si hice bien en contarle o mal, porque me aterra saber que no asiste a clases, ni llega a su casa, ni responde mis llamadas. Su número ni siquiera existe ahora y como ustedes...
—Entiendo, pero yo ya no estoy con Matt, Morrison, yo... no sé nada de él desde hace días y la verdad no planeo buscarlo o intentar averiguar su número por si eso piensas, cualquier tipo de relación que haya existido ya no está más, lo... lo lamento—digo y en verdad me duele decirlo. Sé que está preocupado y salta a la vista que lo quiere, pero me apena no poder ayudarlo.
—¿No están juntos? vaya, eso lo explica todo.
—¿A qué te refieres?
— La última noche que lo vi, fue luego de confesarle todo, lo tomó bastante mal, luego se fue y de pronto regresó a mi casa, ni siquiera sé cómo encontró mi dirección, pero cuando se marchó y dejó su motocicleta tirada susurró que no quería más recuerdos que dolían. Pensé en un principio que se trataba de lo que le conté sobre su madre pero ahora veo que se refería a ti, tú eras el recuerdo que le dolía al ver su motocicleta.
Sus palabras duelen, cada una de ellas, no sé si es por lo reciente que fue mi ruptura con Matt, o por saber que soy un recuerdo que duele en su vida. Morrison observa mi rostro y continúa hablando.
—Lamento lo de ustedes Alex, y sé que quizás no quieras ayudarme en otra cosa, pero solo tú puedes ayudarme. Tú eres la única que conoce en realidad a Matt.
— ¿Qué es lo que quieres?
—Necesito que me ayudes, tengo cosas de su madre, fotografías, recuerdos en casa, y me gustaría que los conservaras tú y pudieras dárselos a John, su... su padre. O tal vez solo conservarlas y dárselas a su hermana cuando Matt llegue a casa.
Me debato internamente entre ir o no, pero finalmente lo hago, después de todo no soy quién para negarle a Matt descubrir un poco más de quién era, o cómo eran sus padres y también, lo admito, quizás yo también quería comprender el por qué del trasfondo de todo. Acepto la propuesta de Morrison pero le digo que tenemos que ir en mi moto, al principio se niega con espanto pero como era mi única condición para ir, termina aceptando, así que ahora tenía a un Morrison asustado aferrado a la parte trasera de mi motocicleta.
Cuando vamos en camino, acelero un poco más en la carretera y suelto carcajadas al oír como Morrison se la pasa gritando ¡AH! ¡MÁS DESPACIO ALEX, NOS QUIERES MATAR?! definitivamente son opuestamente diferentes él y Matt. Al cabo de treinta minutos llegamos a lo que supuse era su hogar, muy hogareño a decir verdad, ingresamos a la casa y confirmo lo bonita que es. Al inicio hay fotografías de Morrison con una señora de edad, otras en las que estaba de pequeño junto a un niño unos años mayor que él y finalmente una de jóven junto a una hermosa chica. Deduje que podría ser la madre de Matt.
—Ella era la madre de Matt, la mujer más hermosa que haya conocido, y no precisamente me refiero a lo físico, aunque es evidente que también lo era.
Sus ojos aún lucen como los de un hombre enamorado y me siento mal por él, Matt me contó parte de su historia y es horrible.
Me invita a tomar asiento en la sala de estar y luego sale en busca de algunas cosas, cuando regresa me entrega una caja de madera, parecida a un cofre. En su interior estaba llena de fotografías de la madre de Matt y de él, pero una llamó mi atención; era la madre de Matt junto a un pequeño Matt de ojos grises asustadizos, estaban en un museo de fósiles y Matt levantaba sus brazos imitando a un dinosaurio hambriento mientras su madre fingía cara de espanto, pero lo que llamó mi atención fue su barriga, tenía una barriga de lo que parecía ser embarazo.
— ¿La madre de Matt estaba embarazada?— pregunto confundida. Matt jamás mencionó tener un hermano.
Morrison guarda silencio por unos minutos y entiendo que es un tema difícil para él.
— Sí, aquel hijo era mío, mejor dicho, hija. Matt hubiese tenido una pequeña hermanita—dice con melancolía y mi corazón se destroza.
— ¿Hubiese tenido? Dios...
— No alcanzó a tenerla, mi herm... él, la asesinó antes de que la tuviera.
Llevo mis manos a la boca y es inevitable que una lágrima se me escape. Todo esto es más horrible de lo que pensé.
— Lo lamento muchísimo... disculpa por mi intrusión, jamás debí preguntarlo...
—No te disculpes, Matt no creo que recuerde aquel detalle, era muy pequeño cuando sucedió y el traumatismo que le causó todo fue muy grande, estuvo a cargo de muchos especialistas y aunque yo intenté reclamarlo jamás me dejaron obtener su custodia, por lo que hizo mi hermano, pero siempre lo busqué, siempre me mantuve cerca de él—dice con lágrimas en sus ojos— Era un niño muy dulce cuando pequeño ¿sabías?, siempre ayudaba a su madre en todo, amaba los animales, en especial los caballos y también los libros, amaba oír cuentos o diversas historias. Cuando pequeño leíamos el principito por las tardes y luego él imaginaba que era uno e inventaba historias en las que era un valiente soldado o un sabio maestro, su imaginación era impresionante.
Matt... me apena comprender por todo lo que debió pasar, lo difícil que debió ser todo y cómo eso lo convirtió en lo que es hoy, alguien que no se siente merecedor de poder ser feliz.
—Me gustaría que conservaras esto mientras aparece, creo que solo tú podrías entregárselo sin que lo destroce por completo. Son sus recuerdos y le pertenecen, merece saber que fue un niño amado y que no había forma de cambiar el cómo sucedieron las cosas, debe entender que lo que sucede no está bajo nuestro control a no ser que sean nuestras acciones, y lo que otros puedan hacer no podemos controlarlo, pero sí tenemos los recuerdos, para no repetirlo.
Sus palabras me hacen sentido y asiento, aunque en el fondo me odie por engañar a Morrison, Matt si tendrá sus recuerdos pero le corresponde a su familia dárselos, no a mí, probablemente de la última persona que le gustaría recibirlo, sería de mí.
Amo a Matt pero Morrison tal vez tenía razón, lo que otros hagan no podemos controlarlo, pero sí no repetirlo y es tiempo de permitirle buscar a Matt su propia felicidad.
Nota de autora:
Debí resubir este capítulo porque wattpad lo publicaba pero me llegaron muchos mensajes en los cuales decía que aún no les aparecían las notificaciones :c sooooooooo aquí está, es real, nos acercamos al final.
Inserten los sentimientos que les dejó este capítulo aquí :c ♥
¡Nos leemos!
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