Alex 

2 horas después... 

— ¡Dónde está Chad?! ¡Llámalo Lily, inténtalo una vez más!—grito con desesperación mientras tomo la mano de papá— Por favor no... no me dejes, no lo podría soportar. Quédate ¿sí? nada de esto ha sido tu culpa, ¡por favor papá abre tus ojos!

— Calle génova, casa 1233 por favor, ¡dense prisa al parecer ha sido un infarto!— grita Marta a través del teléfono.

Dos horas, dos horas bastaron para que todo empeorara aún más. Los recuerdos de papá llorando tras mi confesión y como luego se enfureció y comenzó a llamar al padre de Seth para presentar cargos, todo pasaba rápidamente por mi cabeza hasta reducirse en esto; papá tirado en el suelo de la cocina con su móvil en la mano.

La ambulancia comienza a escucharse cada vez más cerca, hasta que el fuerte golpe en la puerta me sacan de mis pensamientos y desesperación. 

— ¿El hogar del señor Collins? —oigo de lejos— ¿Dónde se encuentra?

Unos enfermeros entran a la cocina con una camilla tras ellos, la enfermera comienza a hacerme preguntas pero se me hace imposible responder, todo me da vueltas, mis manos comienzan a sudar y de pronto me cuesta respirar.

— Crisis de ansiedad, ¡Carol, encárgate de ella!—grita la enfermera a cargo. Mientras la enfermera designada me aparta, observo como la enfermera a cargo comienza a hacerle preguntas a papá— Señor Collins soy Ann, ¿puede escucharme?— al no oir respuesta continúa con otra pregunta—  ¿Sabe en qué lugar se encuentra?— Papá observa a su alrededor pero no responde solo mantiene su mano en su pecho hasta que finalmente cierra los ojos.

La enfermera nos pide espacio, luego desabrocha un par de botones de la camisa de papá mientras levanta su barbilla y se acerca a su cara para verificar si respira o no. Cuando termina comienza a realizar reanimación cardiopulmonar.

—Un, dos, tres, cuatro, cinco, seis...—comienza a contar mientras aprieta ambas de sus manos contra el pecho de papá. Todo parece una pesadilla.

—¡Papá, papá!— grita ángel desde otro lado de la habitación— ¿QUÉ LE ESTÁN HACIENDO A MI PAPÁ? ¡ALEX HERMANITA PORFAVOR DILES QUE PAREN! 

—Alex mírame—dice Carol sacudiéndome los hombros— cariño no estás respirando, hazlo conmigo, contemos hasta diez, ¿sí?

 Carol comienza a calmarme, contando hasta diez, mi respiración comienza a regularse y vuelvo a la realidad, papá y aquella enfermera llamada como mi madre. La enfermera grita algo y luego dos paramédicos comienzan a subir a papá a la camilla, le ponen una especie de mascarilla con oxigeno y lo sacan de casa. Me pongo de pie rápidamente para acompañarlo pero la enfermera ''Carol'' me lo impide.

— Cariño, es mejor que tu madre nos acompañe—dice refiriéndose a Martha— ¿siempre sueles tener crisis de pánico?—niego con la cabeza.

—No, hace años solía tenerlas pero hace mucho no volvía a tener una, hasta hoy—confieso con lágrimas en mis ojos.

la enfermera me observa con tristeza— ¿Esta noche te acompañaré sí?, no es recomendable acompañes de inmediato a tu padre porque no te encuentras bien, ni tu hermano pequeño tampoco, una vez que estés más tranquila y él también, pediré una ambulancia para llevarlos al hospital.

Asiento con debilidad pero agradecida de su preocupación. Camino hacia Ángel y a penas me ve corre a mis brazos.

— ¿Papi se ha puesto así por pedirle muchos regalos no? Alex, prometo que jamás pediré regalos para navidad, sé que él es Santa Claus, y ahora solo deseo tenerlo de regreso, mamá debe extrañarlo pero no puede llevárselo tan pronto, ¿no? —comienza a llorar— no puede llevárselo Alex...

Martha se acerca rápidamente a nosotros mientra seca sus lágrimas para no preocuparnos.

—Corazón —dice refiriéndose a mí— acompañaré a Adam, he llamado a tu abuela para que venga a acompañarlos, sé que su relación no ha sido del todo buena pero sé que ella cuidará de Ángel tan bien como tú, Adam nos necesita allí junto a él, es un hombre fuerte y sé que querría que t{u estuvieras allí también para acompañarlo—toca mi mejilla y luego me da un abrazo de despedida— te llamaré a penas tenga noticias de su estado y he puesto una demanda en contra de ese malnacido, cuando tu papá despierte lo enfrentaremos como corresponde. Adiós cariño—dice dándole un beso a ángel— tu papá estará bien.

Tras eso, corre hacia la salida.

Seth, dios... con todo esto olvidaba lo que apenas hace unas horas acababa de ocurrir, él es el causante de todo esto, por su culpa papá se encuentra en este estado. Jamás olvidaré el rostro de papá cuando le conté todo, sus ojos vidriosos y su abrazo, aquello solo evidenciaba lo destrozado y mal padre que se sentía, sin embargo nada de eso era su culpa, solo había un culpable y ese era Seth.

— Hermanita — me pregunta Ángel— podemos dormir, es que solo cuando duermo veo a mamá y quiero pedirle que no se lleve a papá aún, quiero pedirle que lo cuide hasta que yo sea mayor y me case con la odiosa de mi compañera.

Sonrió ante su última confesión.

— ¿Esa que una vez cortó las correas de tu mochila con una tijera?

— Sí ¡ella!, es una genia ¿no?

— Así es campeón una genia. Ahora vamos a dormir y no tengas miedo, papá es fuertísimo y mamá demasiado buena como para llevárselo, ven aquí mi pequeño.

Acurruco a Ángel en el sillón y luego caminamos hasta su habitación. Me toma unos veinte minutos pero finalmente se queda dormido, sonrío ante lo tierno que se ve durmiendo, se parece muchísimo a mamá, Ángel sacó sus ojos, cafés pero no cualquier café, uno muy especial que cuando les da el sol toman un color miel que te provoca ternura a pesar de que sea un travieso. 

Un golpe en la puerta me saca de mis pensamientos.

— ¿Alex?— es Lily, entra a la habitación despacio para no despertar a Ángel y luego comienza a susurrar— he intentado comunicarme con Chad pero aún contesta mis llamadas, tengo miedo de que haya cometido una locura, jamás lo he visto tan furioso que cuando contaste lo que había sucedido con el repugnante de tu ex novio, ¿crees que haya ido por él?

Me levanto con cuidado de despertar a Ángel y luego salimos de la habitación. Chad, su reacción aún no la olvido; sus gritos, el como lanzó el vaso que tenía en la mano al suelo para luego salir corriendo a buscar sus llaves y desaparecer, tras maldecir a Seth.

—No lo sé Lily, conociendo a Chad es lo más probable, solo espero que no cometa ninguna estupidez y venga pronto a ver a Papá, ¿podrías quedarte cuidando de Ángel mientras llega mi abuela? Kate me acompañará al hospital junto a Ann la enfermera y me gustaría que tu estuvieras aquí por si Chad aparece, necesitará de tu apoyo y solo tú logras calmarlo... por favor amiga.

— Por supuesto que sí Alex, ve tranquila yo cuidaré de Ángel, te quiero.

Me abraza y yo agradezco su gesto, la verdad hasta hoy no me había dado cuenta de lo afortunada que soy por las personas que me rodean, supongo que es porque siempre tendemos a no valorar lo que tenemos hasta que estamos al borde de perderlo, como casi pasó con Papá. De solo pensarlo se me hace un nudo en la garganta. Bajo las escaleras y me encuentro con Ann y Kate que me devuelven una débil sonrisa.

— Bien, es hora de irnos me han informado que van a hospitalizar a tu padre así que tu amiga me ha ayudado a preparar unas cosas para llevarle, pero tu debes estar tranquila, ya lo sé todo tu amiga me lo ha contado y aunque quieras evadir lo que ha sucedido con lo que pasó con tu padre debes saber que es algo que luego debes enfrentar, ¿sí?

La enfermera Ann se refería a lo de Seth, y esta vez estaba dispuesta a aceptar, ya no quiero que esto siga siendo un impedimento para ser feliz, quiero que sea parte de mi pasado pero antes de que eso suceda, enfrentarlo de una vez. Asiento ante las palabras de Ann y nos preparamos para ir por papá. El camino cada vez se hacía más largo, no sé si era por la preocupación que sentía al pensar en perder a otra de las personas más importantes de mi vida o si era que hace años no venía a este hospital. Cuando llegamos Ann nos lleva al tercer piso, saluda a unas enfermeras de turno que caminan por los pasillos hasta que finalmente llegamos a una sala de espera en donde me encuentro con Martha.

—Cariño ya estás aquí—dice para luego abrazarme. Al principio me toma por sorpresa pero luego me acostumbro ante su cariño.

— Bien, mi turno comienza ahora Alex, entraré a ver a tu padre así que pueden quedarse aquí hasta que tengan noticias del Doctor a cargo—dice Ann para luego irse por un largo pasillo.

— ¿Haz sabido de papá?—pregunto a Martha.

— Sí, luego de entrar a urgencias al rededor de una hora después un médico me comentó que tu padre había sufrido un infarto y que quedaría hospitalizado, sus primeras 48 horas serán cruciales para ver su evolución así que solo queda esperar, nuestro Adam es muy fuerte cariño estará bien.

Kate me abraza y luego le entrega las cosas de papá a Martha para que se las entregue a la enfermera pero Martha se queda con una caja pequeña, la miro no comprendiendo qué era pero me observa con ternura.

— Adam en navidad te tenía este regalo, bueno, es de parte de tu madre, de ambos en realidad pero cómo saliste de casa en busca de Ma... de él, decidió que te lo daría cuando llegaras.

la observo confundida.

— ¿De... de mamá? pero si ella está muer... muerta.

Me entrega la pequeña caja del tamaño de un libro aproximadamente.

—Creo que deberías verla, Adam dijo que era el tiempo correcto para dártela y quiero que lo veas, es lo que él querría y tu madre también.

Kate me dedica una mirada asintiendo y yo solo me limito a abrazar a Martha. La verdad es que tiene algo que me inspira confianza, se ha ganado el corazón de papá sin necesidad de opacar la memoria de mi madre, o de fingir un falso interés en nosotros, ella siempre ha estado ahí sin esperar nada a cambio, creo que ahora comprendo por qué papá le está abriendo su corazón a ella y sé que mamá estaría feliz de su elección.

Camino por el pasillo hasta sentarme en un rincón en el suelo, me pone nerviosa el saber que mamá tiene algo para mí, siento culpa, siento que no lo merezco por todo lo sucedido pero a la vez sé con exactitud de que su voluntad fue que así fuera. Desato las cintas de la pequeña caja con nerviosismo y veo dos sobres de papel y un libro. Abro uno de los sobres y mi corazón late con rapidez, es la letra de papá. Al principio pienso que es una carta de él pero cuando mis ojos viajan hasta las siguientes líneas noto que mamá le iba diciendo todo para que él lo escribiera.

Alex...no, mejor no. Mi pequeña rebelde de ojos como el mar...

Probablemente estés recibiendo esta carta y te preguntarás ¿por qué ahora? ¿por qué no la recibí antes? y te sorprenderás, arrugarás tu nariz como cuando algo te disgusta y fruncirás tu ceño confundida, lo sé porque veo mucho de mí en ti. Obviamente mucho de esta Annie Greene, porque tu papá es el que está escribiendo esto ya que no puedo porque estoy en el hospital.

Mi Alex... por donde comenzar, desde que supe que estaba embarazada de ti y eras niña imaginamos como serías—no es que con Chad no nos pasara, pero tu eras una niña y ya quería llevarte a mis marchas en contra de la urbanización en santuarios naturales o obsequiarte mis libros y hablar por horas sobre como escoger un buen chico— en fin, tu padre decía que sacarías mi físico, mis rasgos, pero su personalidad mientras que yo decía que serías una mezcla de ambos pero sacarías mi terquedad y mi don para poner apodos ingeniosos— a tu padre lo llamaba homúnculo pegajoso— porque como sabrás éramos vecinos y donde iba yo estaba estaba él y sus chistes de mal gusto.

Definitivamente saqué su don para poner apodos— pensé mientras mis ojos se volvían vidriosos producto de las lágrimas.

Te amo Alex, te amo y sé que no estás aquí porque no quieres enfrentar la realidad, porque temes que el doctor salga de la operación y te diga que yo ya no estoy aquí, en este mundo. Sé que te sientes culpable por ese accidente que cambió nuestras vidas, ese accidente que evidenció el tumor que tenía en mi pulmón y que me obliga a someterme a esta operación, pero quiero decirte que nada es tu culpa, jamás cambiaría la decisión que tomé aquella noche de quitarme el cinturón para abrochar el tuyo, te amo corazón, te amo. Veo tanta bondad en ti y espero que eso jamás cambie, permítete sanar, permítete soltar aquello que te atormenta. Perdona cariño, siempre perdona, porque no perdonar nos detiene, nos frena no nos permite ser libres, no sé por qué escribí eso, supongo que te imaginé en un futuro.

 Le he dicho a papá que te entregue esta carta cuando tengas la madurez necesaria para recibirla, no quiero despedirme porque tengo una pequeña esperanza de despertar y darte un abrazo y de regañarte porque ese tal Seth no me agrada y lo sabes.

Siempre serás mi pequeña y si esta operación no sale como lo esperamos quiero decirte que siempre te acompañaré, jamás me iré de tu lado. Cada vez que caigas ahí estaré brindándote mi apoyo desde el cielo para levantarte, cada vez que estés triste recuerda las caras graciosas que pongo cuando estás enfadada conmigo para que me perdones, recuerda que cada vez que le entregues tu corazón a alguien debes cuidarlo, el corazón es frágil y si no sanamos nuestras heridas primero, si no nos detenemos a cuidarlo como a una pequeña planta, podemos sangrar sobre otros que no tienen la culpa...

Ya me tengo que ir, el médico vendrá por mi pero quiero que sepas que tu padre y yo estamos orgullosos de la familia que hemos formado, estamos orgullosos de nuestros hijos y te entrego esta carta a ti porque sé que eres la más fuerte por fuera pero por dentro demasiado frágil y confío en que sostendrás a esta familia en mi ausencia. Sé feliz hija, sé muy feliz y perdona, perdónate a ti porque conozco lo dura que puedes ser contigo misma. No quiero que esto suene a despedida, tu padre ya está llorando, es tan gallina... sí Adam, pon eso en la carta, cuida de tus hermanos y de tu abuela, sabes que desde que murió el abuelo ella no ha podido ser feliz así que compréndela y si yo no estoy asegúrate de que tu padre sea feliz con una buena mujer.

"¿Para qué evocar el pasado cuando el presente es mucho más seguro y el porvenir mucho más luminoso?" Jane Eyre.

Te amo mi pequeña rebelde, sé valiente, sé muy valiente, para amar se necesita valentía recuérdalo, jamás lo olvides, y no permitas que el pasado arruine tu futuro.

Mamá.

Lágrimas comienza a salir disparadas, porque al leer su carta es como si estuviera parada frente a mí, con su característico olor y sus ojos color miel, con aquella sonrisa que te contagiaba de alegría con tan solo mirarla. Ella es Annie Greene, ella es mi madre y estaba recordándome lo que tanto he deseado oir, es como si supiera con exactitud lo que pasaría, lo que vendría...Te amo mamá y prometo que mi pasado no arruinará mi futuro.

—¿Familia de Adam Collins?— La voz de un doctor me saca de mis pensamientos. Inmediatamente me paro temiendo lo que dirá— Es sobre su padre...

Mi estómago se aprieta mientras mis ojos buscan a Martha... 

nota de autora:

Okkkkkkkkkkkkkkk, este capítulo es muy sensible :c sé que muchas esperaban quizás que se supiera de Matt en este capítulo pero ya sabrán que sucedió con él :c

Cuéntenme de donde nos leeeeeeeeeeeeeeeeemos, y le he dedicado este capítulo a las lectoras que respondieron la historia de alex en instagram, así que si deseas que te ponga en las dedicatorias de los capítulos inserta un ''YOOOO♥'' Aquí

pd: mi hermano pequeño dice que le de los créditos por ayudarme a dictar los nombres de las lectoras aquí abajo jajaja lol ♥

@_cerezaytristeza__

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MeluarayaParra

Kathycasanova

Para ustedes gracias por leeeeeeeeeeeeeeeeeeerme♥ en realidad gracias a todas no tengo palabras para agradecerles por cada mensaje que recibo, son las mejores♥ nos leemos el próximo viernes a las 21.30hrs hora Chile uwu♥ y pásense por mi proxima novela espero que les guste tanto como esta! 

El beso que no debimos darnos se llama y quiero hacerla trilogía, las leo por allá, gusbai♥