Capítulo 51: habrá que averiguarlo.
[Capítulo 51: habrá que averiguarlo.]
La primera en comentar se lleva este capítulo '-'
alex's Pov
Deslizo la falda tubo a través de mis piernas hasta que sube al fin por mis caderas. Que ridículo todo esto, vestirme así solo por complacer a la calculadora de Madeline Greene, mi abuela. Busco en mi cajón una blusa adecuada para la ocasión y escojo la perfecta, aquella que llegó a mis manos en un papel dorado hace cinco navidades, cuando era su preferida. Observo mi rostro en el espejo y luego miro por mi ventana; el sol se ha ocultado y Matt aún no ha respondido a mi mensaje. Supongo que habrá tenido que hacer cosas más importantes.
— ¡Déjame en paz apestoso! ¡Alex, Alex! ¡Chad me quiere dar un beso!— grita Ángel golpeando mi puerta y luego entrando para dejar fuera a Chad.
— Hey enano, quizás Lily no le da los suficientes— digo y comienza a reír pero luego roda los ojos— y eso, ¿a qué ha venido?
Se sienta sobre la punta de mi cama y apoya ambos codos en sus rodillas para tomar su cara.
— Creí que podría conquistarla antes que Chad lo hiciera— suspira derrotado pero luego añade:— ¡siempre consigue chicas! ¡pero ella, ella es muy dulce para un idiota como Chad!— termina poniendo énfasis en la última exclamación.
— Hey, detente ahí vaquero— tomo asiento a su lado y lo subo a mis piernas— todos sabemos que Chad no es normal, pero tú eres muy pequeño para estar pensando en amor...
— Para el amor no hay edad—interrumpe.
— Ehhhh, ¿estuviste viendo comedias románticas con papá nuevamente? — asiente— ese Adam Collins jamás aprende...
— Pero ella me gusta, su cabello huele a rosas y siempre sonríe, ¡hace un par de días me contó un cuento! y...
— Ángel...eres pequeño aún, te queda demasiado por vivir y conocerás muchas chicas a lo largo de tu vida, algunas olerán a rosas y otras no, pero cuando crezcas comprenderás que estar enamorado de alguien va más allá de atracciones físicas o simple simpatía, te das cuenta que alguien realmente te atrae cuando el olor a rosas lo olvidas por completo, ya no tendrá ningún significado porque verás cosas más especiales que un simple perfume, o un par de ojos bonitos. Se meterá allí dentro—toco su corazón— con defectos y virtudes, y harás cualquier cosa que esté a tu alcance para verlo sonreír.
Frunce el ceño— ¡Iug! ¡ahora estás hablando del vecino, Alex!—se pone de pie rápidamente y camina hasta la puerta— igual hay tres niñas que me gustan en mi salón, pero solo con Amy me pasa todo eso que dices, aunque a veces no me deja utilizar sus crayones y se pasa todo el día leyendo el principito... ¡Gracias por el consejo, mañana le cortaré el cabello para que me preste atención!
Sale por mi puerta pero luego regresa— Se me olvidaba decirlo, Martha ha llegado y papá ha dicho que la cena está lista. Sé buena con la abuela, ¿sí?
Observo esos ojos de cordero arrepentido y me lamento haber girado a observarlos.
— Trato, bajaré enseguida.
Cuando estoy sola en la habitación observo por mi ventana la casa de Matt, no distingo luz en su habitación así que ruedo los ojos frustrada. Envío el cuarto texto durante el día, preguntando si se encuentra bien y que lo estaré esperando, al citar enviado suspiro y me preparo para el siguiente movimiento de Madeline.
Bajo con la ironía pura en mi blusa esperando su reacción, saludo a Martha pero mis ojos solo pueden centrarse en aquella veterana que tanto daño me ha causado en los últimos cuatro años. Tomo asiento frente a ella, me observa con detención y le imito, pero no dice nada. Si las miradas mataran, probablemente yo estaría en el cementerio Rosewell, junto a mamá, mil metros bajo tierra, gusanos comerían mi cuerpo poco a poco, y ella, estaría feliz.
— ¿Alex?— Martha agita su mano en dirección a mi rostro desde el otro extremo de la mesa— ¿te encuentras bien?
— Sí, claro, es solo que el aire está un poco tóxico ¿me acababas de decir algo?
Recibo un puntapié proveniente de Chad bajo la mesa pero lo ignoro.
— Sí, preguntaba porqué Matt no ha venido.
— Ah eso, es que tenía asuntos que resolver.
Sirvo patatas en mi plato y diversas ensaladas pero su voz me quita por completo el apetito.
— ¿Matt, quién es Matt?— la veterana de sesenta años convertidos en 55 con todo el maquillaje que lleva sobre el rostro, espeta con curiosidad.
— Es el novio de Alex, vive en la casa siguiente.
Un golpe en la puerta irrumpe el incómodo intercambio de palabras. Me ofrezco a abrir y cuando lo hago veo a Lily.
—¿Cenas junto a nosotros?— asiente— que alivio, ¿has sabido algo de Matt? — niega con la cabeza confundida.
— Creí que estaría acá, al menos eso ha dicho a eso de las cinco de la tarde. ¿Ustedes, están bien?
— Sí, eso creo. Será mejor que entres, la cena se va a enfriar.
Quince minutos de presentaciones, informes sobre excelentes calificaciones y cosas sin relevancia, concluyen cuando un segundo golpe en la puerta nos interrumpe. Voy con la esperanza de hallar a Matt tras ella, y lo hago.
— Alex— dice cuando sus ojos me encuentran. Huele a whisky y por su mejilla enrojecida deduzco que ha estado involucrado en alguna pelea, ruedo los ojos cuando veo que el primer botón de su camisa está colgando en un hilo— he venido presentable como has pedido, ¿puedo pasar?
— ¿Estás jugando conmigo? esto era algo importante para mí Matt, he soportado a mi abuela y sus indirectas durante todo el agonizante día ¿y tú llegas así? si deseabas tanto salir de copas y pelear como es costumbre podrías haber escogido otro día o no molestarte en venir.
— Princesita... —se acerca a mi cuerpo pero retrocedo.
— Estás ebrio, felicidades.
— Eso no es cierto, solo fueron un par de copas— frunce el ceño— tu no entiendes, no entiendes nada. Hoy ha sido un mal día para mí, solo necesitaba distraerme ¿por qué eres tan paranoica?
— ¿Paranoica? deberías enterarte que no eres la única persona con problemas en el mundo Matt, deja ya el egocentrismo por una vez en tu vida. Te necesitaba, en un día como hoy te necesitaba, es increíble como me tomo el tiempo de estar para ti cuando te encuentras mal pero tu no dudas en abandonarme cuando te necesito.
— ¿Qué dices? ¡pero si estoy aquí!—eleva la voz.
— No me grites, y...a las— observo mi reloj de mano que marca las nueve— nueve y te hablé a las una. Será mejor que te marches, que duermas bien Matt.
Cierro la puerta pero un pie intruso la detiene.
— No me hagas esto, no me apartes de ti como si no me necesitaras más— espeta.
— Alex cariño, ¿quién es? tu cena se va a enfriar— dice papá llegando hasta la entrada— Matthew, ¿te unirás con nosotros a la mesa?— Matt asiente— genial, vamos.
Matt pasa por mi lado como si nada, dobla en una esquina y se mete al baño. Mientras lo espero maldigo a mis adentros. Cuando sale luce como nuevo, lleva el cabello húmedo y hacia un lado, y su camisa negra está perfectamente acomodada bajo su pantalón.
— Prometo no cagarla esta vez princesita, solo vamos y luego tendrás tiempo para odiarme.
Utiliza la mirada chantajeadora—que esta vez no ha ejercido ningún efecto persuasivo en mí—para luego ingresar a la habitación. Le sigo y retomo mi asiento.
— Madeleine, él es Matt Dawson nuestro vecino— carraspea y añade—y el novio de Alex.
La veterana lo observa del pecho hasta la cabeza, de seguro lo haría desde los pies a la cabeza si no fuese por el hecho de estar sentada.
— Veo que no te tomó tanto tiempo olvidar al joven Seth, lástima que era lo único que valía la pena en ti— expulsa, la que dice ser mi abuela, con aversión.
— Madeleine por favor— advierte papá pero lo interrumpo.
— Déjala, veo que los años no la han ayudado en nada.
Me llevo una patata a la boca y observo mis piernas. Matt lleva una mano bajo la mesa y toma la mía, observo sus ojos que buscan alguna respuesta en los míos mientras susurra, aquí estoy.
— ¿Han visitado a mi Annie al cementerio? mejor dicho, ¿aún recuerdan que mañana se cumplen cinco años desde su muerte? ¿Alex, cariño?— insiste mi tormentosa abuela con ojos vidriosos.
Las lágrimas se agolpan en mis ojos, mientras Chad le pide que se detenga. Lily observa con incomodidad la habitación al igual que Martha, y Ángel, él se divierte comiendo su cena favorita o al menos finge hacerlo.
— Creí que podría permanecer en esta habitación sin sentir impotencia Adam, pero lo lamento, no puedo. Me alegro que al menos estés rehaciendo tu vida, y que Chad y Ángel estén creciendo sanos y fuertes, pero no me exijas más de lo que puedo soportar.
— Basta— digo finalmente— ¿aún no lo superas? ¿aún me odias? créeme que no existe un día en que no lamente aquella noche pero ¿qué más quieres de mí? he soportado tus malos tratos, tu indiferencia y hasta tu excesivo narcisismo, pero ya no más.
— Cariño— dice Matt tocando mi muslo— no llores, no lo vale— susurra en mi oído.
— No quiero nada de ti, desde aquella noche tu nombre desapareció por completo de mi vida y lo sabes. Espero que al menos no le ocurra a tu padre lo mismo que a mi Annie por tus ridículos caprichos.
—¿Caprichos? ¿acaso sabes lo que pasó aquella noche? deja ya de culparme porque tengo suficiente conmigo misma— grito.
— De acuerdo, Madeleine con todo el respeto del mundo le voy a pedir que se retire— dice papá pero solo sirve para que la mujer que tengo enfrente estalle.
— Sé lo que pasó esa noche a la perfección, tus caprichos provocaron la muerte de tu madre, de mi Annie, mi única hija, lo único bueno que me quedaba luego de que tu abuelo me pidiera el divorcio. ¡Te llevaste lo único valioso que tenía en la vida y deberías saberlo!— vocifera.
— Váyase, le aseguro que yo no tengo la misma paciencia que el señor Collins— gruñe Matt— no me haga olvidar que usted es una mujer.
— ¿Es una amenaza? ¿quién te crees? ¡vándalo!—espeta incrédula.
— Soy el novio de su nieta y no permitiré ningún insulto más hacia ella. He tenido suficiente paciencia con usted, retírese o seré yo quien la saque de esta casa.
— ¡Por supuesto que me voy! — se levanta de la mesa junto con su bolso de mano— Adam, lo lamento— camina hasta la puerta sin decir más y luego me observa con desprecio.
Aparto mis ojos de su mirada y contengo el llanto hasta que la puerta de entrada resuena dejando en completo silencio la habitación. Me pongo de pie rápidamente y corro a mi habitación, ignoro los gritos de papá implorando que me detenga, o incluso los de Matt. Llego a ésta y salgo por mi ventana hacia el viejo árbol de ciruelas. Me siento en él y cuento hasta cincuenta, como de costumbre. Las manos me sudan y el pecho está a punto de explotarme, en mi mente reproduzco todos los insultos que le he soportado a la gran Madeleine Greene y es ahí cuando siento lo húmedo que está mi rostro, todas las lágrimas que he soportado a lo largo de estos cuatro años, salen disparadas, sin freno alguno. Una punzada de dolor asalta mi pecho, es una sensación tangible; un nudo de impotencia atascado en aquel lugar, pidiendo a gritos salir.
Oigo como Matt grita mi nombre en la habitación y como finalmente llega hasta mi lado, en primera instancia se me queda observando sin saber qué hacer, pero luego me aferra a sus brazos con delicadeza.
— Lamento haber sido tan duro con ella...yo solo quería lo mejor para ti— se disculpa.
— No la soporto, no soporto su odio constante hacia mí. Cuando creí que esta era una etapa superada en mi vida, llega y me refriega todo lo que siempre pensó de mí.
— Tranquila...shh— me calla con su dedo— carajo, lamento ser un imbécil egoísta. Debí estar aquí para ti—corre unos mechones dispersos de cabello en mi rostro y me observa— ¿por qué te odia? digo, es evidente que te culpa por la muerte de su hija pero...¿por qué? ¿quién es el tal Seth?
Seth. De solo recordar su nombre las tripas se me revuelven y el vello de mis brazos se eriza. Sabía que este momento llegaría, de alguna forma u otra Matt debía conocer a mi abuela y enterarse que por mi culpa mamá falleció, pero no estoy lista para contarle toda la historia.
— Yo...verás, mi ex novio se llama Seth. Mi abuela lo adoraba, en realidad todo el mundo, era el chico sacado de cualquier cuento; con perfectos modales, una acomodada familia, el perfecto aspecto, todo era bueno en él. La noche en que falleció mamá yo...me iba a reunir con Seth, celebraríamos nuestro primer aniversario y queríamos ya sabes, formalizar nuestra unión, ya que durante todo un año evadí el sexo.
— Ese tío ya no me cae bien, apostaría a que era un aburrido sin remedio— dice con sarna.
— Creo que alguien está celoso. Bueno prosigo, aquella noche mamá no me dejó salir porque visitaríamos a la abuela por su cumpleaños y yo me negué, porque con Seth llevábamos planeando esa cita hace semanas. Discutimos horriblemente y finalmente le envié un texto a Seth cancelando la cita, la cuestión es que al subirnos al coche mamá y papá comenzaron a discutir por mi culpa y yo los ignoré reproduciendo música en mi móvil. Papá se pasó el camino intentando hablar conmigo pero solo aumentó más mi rabieta así que cuando me pidió que abrochara mi cinturón, no lo hice.
— Alex...
—No. Déjame continuar— seco una lágrima intrusa y continúo— esa noche a pesar de decir mil cosas horribles a mamá, ella continuó todo el camino convenciendo a papá de que no estuviera furioso conmigo, Dios...mi abuela tiene razón— las lágrimas que contuve continuaron su paso— luego de eso solo recuerdo como papá decía que un camión venía tambaleándose en la carretera y que abrocháramos nuestros cinturones. Todo ocurría tan rápido que las imágenes en mi cabeza son muy confusas, yo había quedado paralizada observando a ese camión acercarse a nuestro coche, pero recuerdo a la perfección como mamá desabrochó su cinturón para abrochar el mío, y luego de eso...la más intensa luz me arrebató la imagen de su rostro. Ella me salvó la vida Matt, ella murió a causa de mis estúpidas niñerías.
—No digas eso, ven aquí...— me aferro a su cuerpo buscando algún consuelo.
— ¿Sabes lo horrible que fue observar a Ángel cuando preguntó por primera vez por qué su mamá ya no estaba en casa? ver como para navidad en vez de pedir regalos, pedía que su mamá volviera a casa...
— Hey, princesita...mírame— levanta con su dedo índice mi mentón y me observa a los ojos— saldremos de esto juntos.
— ¿Quién lo asegura Matt? ¿y si estamos haciendo cosas equivocadas y jamás somos capaces de superar nuestros pasados?
— Entonces habrá que averiguarlo, y estoy dispuesto a hacerlo solo si eres tú quién esté a mi lado ayudándome a superarlo.
n/a:
que voy a iorar, aiuda. Tráiganme pañueloh ):
¿les gustó éste capítulo? hashtag #todasodiandoaMadeleine ¿qué asuntos estaba resolviendo Matt? ¿Qué parte de la historia no contó Alex? ¿quién es el que acosa a Alex? ajajaja que mala soy por dejarles tantas dudas pero así es más interezante' todoh '-'
¡nos leemos!
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