Capítulo 43: Tu secreto está a salvo conmigo.
El capítulo va dedicado al primer comentarioღ
[Capítulo 43: Tu secreto está a salvo conmigo]
Alex's Pov.
Por primera vez en el año me levanto más temprano que de costumbre. Todo sea para evitar ver el rostro de papá y la ideada escusa que debió preparar toda la noche. Estaciono en una cafetería y pido un machiatto, mi favorito. Observo mi reloj de mano y noto que son las siete y veinte. Bebo de mi café hasta dejar la mitad y luego lo guardo en el comportamiento de mi motocicleta esperando que no se derrame.
Me monto en ella y acelero hasta llegar al instituto en donde el gigantesco estacionamiento que se encuentra vacío me da la bienvenida. Retiro mi café del compartimiento y agradezco que no se haya derramado. Camino a mi primera clase del día; biología, cómo no. Acomodo mi bolso al hombro y doy un suspiro antes de entrar al salón, el profesor Morrison arregla unos apuntes y cuando observa en mi dirección sus ojos se agrandan con rareza.
—Temprano en la primera clase del día, espero que esto se vuelva a repetir señorita Collins.
Le dedico una sonrisa forzada y me siento en uno de los primeros asientos.
— Profesor, ¿sería mucho pedir que Matt no sea mi compañero de puesto el día de hoy?
Ordena unos apuntes pero luego se detiene en seco.
—Señorita Collins...usted sabe que cumplo al pie de la letra mis castigos y ustedes este año han sido un verdadero dolor de cabeza. Lo siento, pero me temo que no podrá ser, al menos hasta que ambos aprendan a respetarse mutuamente.
Ruedo los ojos y doy un leve suspiro apenas audible.
— ¿Ha...ha sucedido algo entre ustedes dos?— pregunta alarmado y yo no comprendo su expresión.
— Cosas malas nos ocurren a diario— termino por decir acompañada de una débil sonrisa.
— ¿Él se ha comportado mal últimamente? dios...— observa por el ventanal y se pierde por unos segundos.
— Matt siempre se comporta mal pero... no lo comprendo, ¿por qué le preocupa nuestra...situación?
Sus ojos se conectan con los míos y diviso un atisbo de temor a través de ellos.
— No es nada...solo curiosidad, él es un buen chico es solo que... olvídalo, solo te pediré que intentes observar su situación desde otro punto de vista, Matt no es tan malo como parece y creo que tú eres la única que puede ayudarlo a que note eso.
Quedo anonadada ante el hecho de que Morrison me esté dando consejos y más aún sobre Matt. Es como si él supiera algo que yo no, es como si Morrison ocultara algo que no quiere que sepa. Intento responder a su pregunta pero mis compañeros de clase comienzan a entrar y él evita mi mirada concentrándose en sus papeles.
(...)
Matt no asistió a biología ni a mi segunda clase literatura universal. El resto de las clases avanzaron sin notarlo ya que en mi mente solo vagaban las palabras de Morrison y en si Matt estará con aquella chica nuevamente. Camino por el pasillo en busca de las chicas pero alguien me empuja con su hombro y agradezco no llevar libros sobre mis manos o de tal modo hubiera caído de bruces al suelo. El chico con sudadera negra se gira y mis piernas tiemblan.
— Lo siento — dice Matt y luego al notar que soy yo, continúa con su camino.
Sí asistió a clases, sólo no asistió a las que compartíamos. Bueno, creo que es mejor que sea de ese modo, así no tendré que cruzar ninguna palabra con él. Caminé a la salida ignorando los llamativos afiches promocionando el baile trimestral, hasta que recordé mis apuntes de literatura.
Corrí a mi casillero y lo abrí en un santiamén pero un papel sobre mis apuntes llamó mi atención. Lo cogí entre mis dedos y un escalofrío me caló los huesos.
Hoy será la ''M'' rima con mentirosa, ¿te suena?. Sucia, mentirosa.
Observé a ambos lados y la cantidad de estudiantes no me permitían descubrir quién era el dueño de esa nota. Mis manos temblaban y mi cuerpo revivía las situaciones que tanto intenté enterrar hace cuatro años atrás. Esto solo debe ser una broma de mal gusto, es... imposible. Solo una persona sabe mis más oscuros secretos y se encuentra a miles de kilómetros.
Arrugo la nota e intento olvidar todo aquello que me atormenta. Camino a la salida y desecho la nota en un bote de basura que se encuentra en la esquina de un pasillo. Continúo mi camino hasta que encuentro a las chicas esperándome.
No alcancé a saludarlas porque Kate ya había comenzado a hablar.
— ¿Cómo es eso de qué no asistirás al baile? ¿Es que se te ha pegado la imbecilidad de tu ahora ex-novio?
— Vaya Kate, esas sí que son excelentes formas de decir buenos días.— ironicé.
— Buenos días cariño, pero repito ¿estás demente? hoy ni siquiera almorzaste con nosotras ¿qué te ocurre Alex, dejarás que ese idiota logre que te vuelvas un alma en pena? porque créeme, si te vuelves de las chicas que se quedan observando telenovelas románticas y comiendo golosinas los fines de semana, conocerás el lado malo de Kate...— se cruza de brazos y yo sonrío.
— No te preocupes Kate, no me convertiré en nada. Es solo que no tengo deseos de ir al baile y bueno, hoy no almorcé con ustedes porque tenía una tarea para la siguiente clase y no la había terminado— mentí.
— Claro...y Thomas saca sobresalientes...
— Kate...
— De acuerdo, basta de discusiones. El baile es el miércoles y Alex me prometió que lo pensaría así que ese día pasaremos a tu casa y veremos que decisión tomaste, ¿vale?— añade Lily y yo le agradezco.
— Bien, pero necesitamos ver un vestido.—agrega Kate.
— No, creo que tengo uno guardado desde el matrimonio de una tía. No es la gran cosa pero solo fue hace dos años así que supongo que me quedará bien.— digo y Kate me fulmina con la mirada.
— ¿Hace dos años? señor dame paciencia porque si me das fuerza la mato...— dice Kate y yo comienzo a reír.
— Muy bien yo también las adoro pero creo que me iré a casa porque necesito una ducha.
— Vale, ¿cuídate sí? y nada de novelas románticas— dice Kate mientras me abraza y Lily se une a ella.
— Lo prometo, adiós.
Camino por el estacionamiento hasta encontrar mi motocicleta y emprendo rumbo a casa. Luego de unos pacíficos treinta minutos mi garage me da la bienvenida. Retiro mi casco y me bajo de la motocicleta pero las llaves de casa se me caen entre los extraños arbustos que dividen mi jardín con el de Matt. Me agacho torpemente y busco entre la tierra fértil logrando que mi mano quede sucia. Busco por otro par de minutos cuando el motor de una motocicleta pone alerta mis sentidos.
Me agacho aún más entre los arbustos ocultándome de Matt cuando oigo una conversación de él con otra persona al otro lado del teléfono.
— Lo sé, pero ayer no podía quedarme más tiempo— dice riendo y la bilis me sube por la garganta— ¿te parece que nos veamos ahora dónde siempre? prometo que la comida va por mi cuenta — ríe nuevamente— en cinco estoy allá cariño, adiós.
El corazón me late con más irregularidad que antes y el mal augurio me consume por dentro. Oigo como sube a su motocicleta y luego como acelera para finalmente desaparecer de mi cercanía. Jamás pensé que le tomaría tan poco tiempo involucrarse con otra chica, a decir verdad, aún mantenía la esperanza de que aquella chica fuera su amiga pero por lo visto son mucho más que eso. Me pongo de pie convencida en que lo debo confirmar con mis propios ojos, necesito saber si es la misma que durmió con él en su habitación. Porque anoche no oí que ella se fuera y eso es lo que más me pesa.
Subí rápidamente a mi motocicleta y lo seguí antes de que perdiera su rastro o de que perdiera mi valentía con averiguar más sobre lo que está sucediendo. Llegué hasta la avenida principal y divisé su motocicleta en una esquina alejada de mí. Mantuve una distancia no sospechosa y continué su camino. Finalmente me llevó a una parte de la zona centro de la ciudad en una cafetería camuflada de toda la demanda de transeúntes. Estacioné mi motocicleta en la calle de en frente y divisé como entraba a la cafetería y tomaba asiento en uno de los asientos de la ventana.
Esperé impaciente otro par de segundos cuando diviso a la chica de la noche anterior entrar a la cafetería y luego como llegaba a su lugar tapando los ojos de Matt en señal de diversión. La morena toma asiento frente a él y conversan durante un par de minutos acompañados de risas y miradas lascivas. Cuando la chica toma la mano de Matt y el no la aparta comprendo que mi presencia sobra y que la escena que tengo ante mis ojos es obvia.
Subo a mi motocicleta con menos ánimos que antes y ruego por llegar a casa. A medida que me voy acercando la opresión en mi pecho disminuye y la reemplaza la incertidumbre de saber quién es el dueño de aquellas notas, es demasiado lo que abunda en mi cabeza que a penas soy capaz de analizarlo. Al llegar a casa papá no se encuentra y Ángel tampoco, deduzco que lo cuida Martha ya que es la favorita de papá y de él, irónico.
Termino mis deberes y rezo porque el día acabe.
Al día siguiente una nueva nota me esperó en mi casillero, pero no fue hasta la última clase que apareció allí.
Hoy es una ''A'' de asesina. Sucia, mentirosa y asesina ¿suena horrible, no?
Ignoré la escalofriante nota y me concentré en lucir presentable para la cena de Grace. El vestido rosa pálido que me prestó Lily y las sandalias que me regaló papá hace dos navidades, hacen un perfecta combinación. Cepillé mi cabello y por último añadí mi fiel chaqueta de cuero a mi atuendo. Repasé mi vestimenta en el espejo nuevamente y cuando mi móvil vibró indicando una llamada de Kate bajé las escaleras. Ésta noche me llevaría Kate ya que llevar un vestido y añadirle una motocicleta es igual a un resfriado que no lo quitan ni mil medicamentos.
Llegué a la sala principal y me despedí rápidamente de papá. Sé que es fatal que reproche su relación con Martha pero al menos necesito tiempo para digerirlo, siento que la muerte de mamá fue hace pocos días en vez de hace años. Salí fuera y observé el reluciente yaris sedan de Kate, es de segunda mano pero lo cuida como si su vida dependiera de ello.
A penas subí la cálida calefacción me dio la bienvenida.
— ¿La feliz pareja ya se ha ido? — dice girando en una esquina.
— Sí, agradezco que me hayas salvado de ir con ellos.
— No es nada, solo es un aventón— dice nerviosa.
— ¿Te sucede algo? — digo y Kate evita mi mirada— Kate...
— Estoy con retraso Alex...tengo miedo, muchísimo miedo— dice y aprieta el volante con brusquedad.
Me quedo paralizada y luego vuelvo en sí.
— ¿Cuánto llevas con retraso?— pregunto alarmada.
— Dos semanas...la primera semana pensé que podría ser un problema hormonal o algo por el estilo pero ahora que es la segunda las señales son evidentes y no lo sé...estoy aterrada.
Su confesión me deja pasmada.
— ¿Seré tía? dios Kate....— toco su hombro y una lágrima rueda por su mejilla— no llores cariño, sé que debes estar asustada pero los bebés siempre son buenas noticias, quizás no ahora ni de este modo pero ya verás que todo mejorará en un par de meses más. Solo...solo debes acostumbrarte a la idea y no creas que no tendrás nuestro apoyo. Prometo ser la mejor tía de este mundo y prometo ser la mejor cambiadora de pañales.
Solloza pero continúa manejando.
— Gracias Alex, todo es mejor cuando tú y Lily están junto a mí. No sé qué haría si las perdiera...pero eso no es lo que me preocupa ahora, es Thomas. ¿Y si decide dejarme? ¿y si no quiere a nuestro bebé? ¿y si la cesárea me deja gorda?— pone énfasis en lo último y me entran ganas de reír.
— Thomas no te dejará, se ve demasiado enamorado de ti y dudo que lo haga. Confía en que todo saldrá bien—doy suaves golpes en su espalda hasta que se calma y detiene le auto.
Hemos llegado. Se acerca a mí y me da un gran abrazo.
— Muchas gracias por todo, te aseguro que este bebé ya desea tener a una tía tan buena como tú cargándolo y estoy muy segura de que algún día serás una grandiosa madre Alex, ahora ve y disfruta tu cena.
Imito su abrazo y deposito un beso en su cabeza pero me detiene.
— Antes de que te vayas, ¿me contarás qué es lo que te ha estado sucediendo estos días?
— No es nada, lo prometo— digo pero no se conforma con eso— me han estado llegando notas Kate, y no necesariamente de san valentín o de felicitaciones.
— ¿A qué te refieres?
— Cada día hay una nota en mi casillero, a la primera no le tomé importancia pero las siguientes comenzaron a alertarme.
— ¿Qué tipo de notas Alex?— dice aterrada.
— Pues, notas malas Kate, notas relacionadas con mentirosa, sucia y asesina.— sofoca un grito.
— ¿Crees que...ha vuelto?
— No lo sé, lo dudo... pero debe haber alguien que ha averiguado más de lo que me permitiría revelar y me aterra Kate... me aterra que todo se repita. Las pesadillas, los pensamientos, todo...
Me abraza y contengo las ganas de llorar.
— Tranquila, sabes que tu secreto está a salvo conmigo y que puedes contar con mi ayuda para lo que sea. Descubriremos quien es el de las notas, lo prometo.
Asiento y deposito un beso en su cabeza.
— ¿Cuídate mucho en el camino, sí?— asiente— adiós, te quiero y gracias por todo.
— Y yo a ti. Disfruta la cena.
Bajo y el frío pone mi piel de gallina. Hago señas a Kate hasta que diviso que se pierde entre la carretera y luego subo el pórtico de la familiar casa que me dio la bienvenida días antes. Es increíble como puede cambiar todo en un par de días, incluso en un par de segundos.
Toco dos veces y Grace abre la puerta. Su gran sonrisa me demuestra que se alegra de verme y su abrazo lo confirma.
— No sabes cuanto me alegra que estés aquí cariño, perdía las esperanzas de que llegaras.
Me lleva por el pasillo a la sala principal y diviso a Lily junto a Chad, Harold a la cabecilla de la mesa y dos puestos vacíos. Saludo a Harold y luego Lily se pone de pie de forma dramática y se acerca.
— Alex yo...te juro que no lo sabía— dice con ojos suplicantes y yo no comprendo el por qué de su reacción.
Unas botas resuenan por la sala y el estómago se me contrae.
— Hm... esa comida huele jodidamente bien...
— Matt...—digo.
— Sí— responde Lily afligida.
Mi mirada se encuentra con la suya y sus ojos me recorren el cuerpo. Su expresión vacila pero luego se recompone.
— Está aquí... — termino por decir.
Está aquí...
Nota de autora:
¡Hola a todas! sé que he estado muy desaparecida pero preparar el especial (y envolver regalos) me ha tenido la cabeza revuelta y con pocas ideas. He decidido revelarles un poco de misterios en este capítulo... ¿qué les pareció?
preguntas del capítulo: ¿Qué sabe Morrison? ¿Quién es el de las notas? ¿Quién era la jodida chica? ¿Qué secreto le guarda Kate a Alex? ¿Matt habrá ido junto con la chica misteriosa a la cena o solo?
Yisus, esas sí que fueron demasiadas preguntas...
¡FELICES FIESTAS Y PRÓSPERO AÑO NUEVO A TODAS MIS LECTORAS!
*Sexy jamie para llamar su atención*
Nos leemos pronto para el especial, intentaré tenerlo para estos días festivos como regalo. ¡Besos las quiamo!
ღDomiღ
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro