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Capítulo 39: Revelaciones.

Al primer comentario va dedicado el capítulo, ¡disfrútenlo!

[Capítulo 39: Revelaciones]

alex's pov

Solo dos días habían transcurrido desde que Matt y yo pasamos a esta extraña etapa de "más amor- menos odio" y las miradas y cuchicheos en los pasillos cada vez eran con mayor intensidad. Claro que comprendía el desconcierto de todo el mundo, de observarnos innumerables veces gritándonos o provocándonos bromas macabras a caminar por los pasillos junto a él o incluso los posesivos besos que me robaba en la cafetería para ahuyentar a uno que otro jugador, realmente debía ser confuso.

Todo debe ser confuso a ojos ajenos. A decir verdad para mí también lo es. No hay día en que no piense que todo esto podría acabar, es extraño permanecer junto a Matt más de dos días sin querer llorar o sentir ganas inmensas de golpearlo e gritarle mil barbaridades en el rostro.

Quien se mostró más impactada con la situación seguía siendo Lindsey Crawsford. Su mal humor aumentó a medida que avanzaban los días y cada vez que yo daba media vuelta intentaba trepar en el cuerpo de Matt.

Maldita ábrete sésamo.

Abrí mi casillero seguido de un suspiro. Por fin la semana ha terminado. Teclee un texto en mi móvil preguntándole a Matt por que no había asistido a clases hoy, este último tiempo ha desaparecido de forma misteriosa y luego cuando le pregunto donde se ha encontrado, evade con otra pregunta o simplemente terminamos discutiendo.

Apilé los libros que no necesitaría y cerré el casillero de un golpe. Una delgada hoja cayó de él y me agaché por acto de reflejo para recogerla. Toqué el fino papel con mis manos y mi rostro palideció. Es una nota.

Cada día te regalaré una letra. Hoy es la S, de sucia.

La arrugué y continué mi camino completamente confundida. ¿"S" de sucia? A menos que el estúpido chico o chica de la nota hayan permanecido a mi lado luego de la clase de gimnasia no podrían decir eso.

A no ser que.... no. Eso...eso no podría ser cierto.

Llegué al estacionamiento en busca de mi motocicleta ya que Kate y Lily corrieron a sus casas porque tenían una cita. Doblé en una esquina para encontrar la sección b-33 cuando un cuerpo se lanza sobre mí estrellandome contra la sólida pared de concreto.

Abro los ojos aturdida y observo a Lindsey con los ojos medios desorbitados. Se detiene para respirar y ajusta su pequeña falda de cuero.

—Mira querida, debo confesar que mi odio hacia ti no ha cambiado pero el hecho de saber algo que tú no y que ello me deje el camino despejado con Matt me carcome por informártelo.

Quito sus ridículas manos de mi cuerpo en el momento que noto que las tiene sobre mí y luego la fulmino con la mirada.

—Ahórratelo Lindsey, no caeré en tu juego.

Me aproximo para continuar con mi camino cuando su voz me detiene, logrando su objetivo. Odio que utilice la curiosidad en mi contra.

—Pues mañana habrá una gran fogata en el lago south minds y él asistirá. Todos los años lo hace, no lo dejaría por ti—aunque muera por admitirlo, dolió oír aquellas palabras. Soy consciente de que prácticamente no sé nada acerca de Matt aunque sienta que lo conozco mejor que cualquiera.

Su voz me volvió a la realidad.

—Cuando se encuentre lo suficientemente ebrio para confiscarle su móvil, hazlo y luego me agradeces.

Y después de su astuto discurso sus tacones resonaron por el lugar sembrando lo que ella deseaba. Intriga y curiosidad.

A eso de las cinco ya había terminado mi ensayo sobre la evolución humana, los homínidos y sus cavernarias personalidades se mezclaban con las palabras que dijo Lindsey. En cierto modo había algo de lógica en mezclar sus palabras con nuestros posibles antepasados, incluso llegué a la conclusión de que Lindsey aún podría ser un autrolopithecus afarensis ya que su cerebro era similar al tamaño de el de un chimpancé.

Apilé mis libros y mi ensayo sobre la mesa del ordenador cuando mi móvil vibra sobre ella. Lo cogí confusa y vislumbré el nombre de Matt en la pantalla, rodé los ojos y leí su mensaje de texto.

¿Estás libre?

Siempre tan mandón. Le devolví el mensaje furiosa, ¿ahora tiene tiempo para mí, después de pasar ignorándome los últimos días?

Para ti, no. ¿el pequeño mimado no tiene nada con qué entretenerse?

Respondió al segundo en que mi móvil citaba ¡enviado con éxito!

¿Acaso son...celos lo que persivo en tu voz? Prepara tus cosas estoy cerca.

Su tono autoritario me fastidió. Mi móvil comenzó a vibrar indicando una llamada entrante de Matt, la ignoré. Siguió vibrando por al menos un minuto.

Dios, es un ser irritante. «Alex prepara tus cosas» «Alex estoy cerca» «Alex no respires» «maldito lame pollas»dije imitando su voz.

Una ronca carcajada se oyó a mis espaldas, me giré y contemplé a Matt junto a mi ventana. Lucía distinto, no traía su ropa negra que de costumbre. En su lugar, una camiseta blanca y un adorable gorro gris adornaba su cabeza a excepción de sus ajustados pantalones negros que no suele dejarlos por nada.

Elevó una ceja para luego hacer relucir su perfecta sonrisa.

Por favor dime que yo no sueno asíllevó una mano a su pecho ofendido para luego cruzarse de piernas.

Rodé los ojos y me crucé de brazos imitando su posición.

 Jódete Matt.

Caminó al rededor de mi cama para luego recostarse en ella y apoyar sus manos tras su cabeza. Sus expuesto brazos hacían relucir a la perfección sus tatuajes, dificultando mi postura de indiferencia.

—Sí, definitivamente estás enojada. ¿Sabes? leí en un artículo que los primeros síntomas de «estar enamorada de un macho Como Matt dawson» eran los celos.

Sus ridículos hoyuelos solo corroboraban dos cosas, uno: se está mofando de mí,  y dos: lo asesinaré.

— Y yo veo que sigues siendo un idiota—mascullé furiosa.

Sonrió a carcajadas cubriendo su rostro para luego dedicarme una osada mirada de arrogancia.

—Pues jamás he dicho que dejaré de serlo. Viene con el paquete Alex; sonrisa perfecta, cuerpo perfecto y dinero. Todo ello se reduce a un idiota llamado Matt Dawson.

«¿me está tomando el pelo?»

 Me crucé de brazos y le di la espalda. A Los pocos segundos sus gigantescas manos acariciaron mi cintura.

—Eres adorable cuando estás medio enojada. Solo bromeaba Alex...aunque debo admitir que adoro a mi chica posesiva. Te queda el papel de controlarlo todo preciosa. Ahora vamos, nos esperanintenté ocultar la sonrisa que se escapaba de mis labios.

Un momento... «¿nos esperan?»

Me voltee buscando su mirada.

¿Quién nos espera?—sonrió y luego rodó los ojos.

¿Siempre tienes que hacer tantas preguntas?—asentí—en el camino sabrás.

Cogí mi bolso y mi móvil para salir de allí, no sin antes enviarle un texto a papá indicando que estudiaría cálculos en casa de Marie —la chica de anteojos que saca sobresalientes y que papá siempre estipula que debería aprender de ella— ya que no me arriesgaría a que me descubriesen con Matt luego de lo que sucedió en el hotel.

Salimos fuera, la brisa golpeaba mi rostro entumeciendo mis mejillas. Ajusté mi chaqueta de cuero y me monté en la motocicleta de Matt para emprender rumbo a un nuevo destino y como de costumbre, sin saber a que lugar.

(...)

Las ruedas se detuvieron dejando a mis ojos una gigantesca casa de color beige, ubicada a las afueras de la ciudad. A simple vista se podía distinguir que era un fundo de familia adinerada. A las afueras de la casona había un pórtico en donde reposaba una mecedora junto a un sin fin de flores repartidas en distintos maceteros de diferentes tamaños.

Matt entrelazó sus dedos junto con los míos pero tal acto fue suficiente para transmitirme seguridad. Subimos los escalones del magnifico pórtico. Toqué el timbre dos veces.

A los segundos una señora de al menos sesenta años salió a abrirnos con una gigantesca sonrisa. Llevaba el pelo recogido en una orquídea de color dorado y vestía casual, para nada excéntrico ni recatado.

Cielo, jamás pensé que llegarías tan pronto. ¡Adelante! ¡ven y saluda a tu olvidada abuela!

«¿abuela?»

Las mejillas de Matt se tornaron rojizas al momento en que su abuela le daba un estrecho abrazo.

¡Estás gigantesco! ¡oh cariño, no sabes cuanto te he extrañado!—luego de llenarlo de besos observó en mi dirección y yo me volví pequeña— ¡tú debes ser Alex!

Y literalmente corrió a abrazarme. Matt tosió ocultando la incomodidad, mientras yo me encontraba absorta en el cálido abrazo que me daba su abuela. Resulta irónico que la abuela de Matt me aprecie más que mi misma abuela.

Cariño es un placer conocerte al fin—dice luego de separarse de mi cuerpo.

para mi también es un placerrespondo una vez que me libera.

Observo a Matt que asiente con su cabeza musitando «esa es mi chica»

Mi nombre es Graciela tesoro, pero llámame Grace, solo este molesto chico me llama Graciela y simplemente lo hace por fastidiar—apunta sonriendo en dirección a Matt y seguido de eso ruedo los ojos «créame, fastidiar es su especialidad»

Nos dirige hacia la cocina que es cuatro veces más grande que la mía. En las paredes se encuentran cuadros de uvas con algo escrito junto a ellas. Enfoco mi vista para observar de mejor forma los cuadros y noto que detallan las cepas del vino. Me detengo en el último cuadro y diviso una etiqueta dentro de él que cita «Misiones Dawson» y abajo de aquello «la unión hace un buen vino»

etiquetas...vinos...cepas...misiones Dawson... ¡Jesús la familia de Matt tiene una viña! ¡y hasta su marca propia!

La abuela de Matt le pregunta cosas sin sentido mientras mi mente viaja lejos, pensando en la gran cantidad de dinero que posee la familia de Matt y en lo distinto que es él de aquello. Matt jamás ha intentado demostrar a los demás que su apellido es importante o que posee más dinero que cualquier chico del instituto. Siempre ha sido él, idiota a su manera pero él. Y de pronto sin razón alguna una sensación de orgullo invade mi pecho. Y todas aquellas palabras que Lindsey me dijo está mañana parecen sin sentido alguno.

¿y tú cielo, deseas probar un poco de tarta de fresa? ¡está deliciosa!

Su voz me devuelve a la realidad y las miradas interrogatorias de ambos me obligan a asentir.

Luego de que terminamos todos nuestro trozo de tarta Grace nos invita a cabalgar. Mi cara de espanto les informa que no sé absolutamente nada acerca de montar un caballo pero insisten en que me enseñarán.

No protesto más y los acompaño hacia una camioneta ubicada en la parte trasera de la casa. Matt menea las llaves de sus manos y luego ajusta su adorable gorro gris. Unos mechones ondeados caen en su frente y yo lo observo embobada. Grace toma mi brazo y me sonríe indicándome que suba a la camioneta.

Le cedo mi asiento delantero pero se niega rotundamente. Observo a Matt por última vez de soslayo y mis mejillas se encienden al notar que fui descubierta. Su mano viaja hasta mi rodilla y la acaricia, doy un ligero brinco por la sorpresa y por desgracia el aparta su mano avergonzado.

Ignoro la agria sensación que invade mi estómago y me concentro en observar por el ventanal el hermoso paisaje que me rodea. Una viña del tamaño de una hectárea completa obstaculiza mi visión. Las hojas verdes y sus oscuros frutos lucen más espléndidos a medida que los rayos de sol los iluminan.

Termino por observar el último parrón y Matt se introduce en un camino de piedras. Nos mantenemos saltando constantemente por al menos unos diez minutos cuando una gigantesca puerta de madera color caoba detiene nuestro viaje. Sobre ella el apellido Dawson tallado en madera de forma de una hoja parece imponente y abrumador.

Matt baja del coche y se acerca a la gigantesca puerta. Introduce un código en una tabla electrónica y luego poco a poco la puerta comienza a deslizarse hacia los costados. Sube a mi lado y abre paso hacia un ostentoso lugar.

A simple vista contemplo una cabaña del tamaño de una mansióntal vez exagero ubicada a unos cien metros desde mi lugar. A su alrededor reposan unas mesas con vista a un enorme campo en lo que supuse es donde salen a cabalgar.

Estacionamos fuera de la gigantesca cabaña.

—Iré a preparar algo para cenar, y tú cariño—se dirigió a Matt—ya sabes hacia donde ir, estás en casa.

Su mirada fue tan compasiva que fue inevitable apartar mi vista de ellos, pareciera como si compartieran algún tipo de secreto. Algo que solo ambos saben. Grace se alejó dentro de la cabaña mientras Matt me dirigía a una especie de establo.

al ingresar el olor a paja y tierra se mezclaba en mi nariz. Matt se detuvo en la cuarta alcoba e ingresó para luego salir con un caballo negro como el carbón. Su cabello reluciente y sus ojos sumamente negros te provocaba una extraña sensación que te erizaba la piel. Sus toscas facciones, sus movimientos tensos y su determinada mandíbula te transmitían temor y obscuridad absoluta.

Matt llegó hasta mí entregándome la correa del animal.

—él es Marcus, mi caballo.

Ninguna palabra que salió de su boca salió acompañada de una sonrisa y fue ahí cuando comprendí que acababa de entregarme un pedazo de él. Por primera vez estoy pisando terreno nunca habitado, por primera vez siento que desea revelarme una parte de él. Por primera vez conoceré un poco más de mi atormentado chico de ojos grises. Asentí y lo acaricié, su cabello grueso y oscuro se mezclaba con cierto temor en mis manos, aquel caballo grande y imponente, no era más que uno frágil y temoroso. «Al igual que Matt» decía algo en mi cabeza.

Observé el caballo nuevamente acariciándolo de vez en cuando, era magnífico admirar como entrecerraba los ojos con cada caricia que le daba, era como si a través de las caricias me transmitiera todos sus temores. La vista de Matt no se quitaba de mí, lo observé y frunció sus cejas para luego acercase.

 — Es...extraño— la vena que siempre se marca en su frente se contrajo aún más mientras yo no comprendía que quería decir con exactitud.

— ¿Qué es extraño? 

—Todo...Marcus jamás deja que lo acaricien Alex. Creo que ha visto lo mismo que yo veo en ti.

Mis ojos se conectaron con los suyos y perdí la movilidad de mis piernas.

—¿Qu...qué es lo que ves en mí?— sus ojos dignos de admirar se encontraban neutros. Dio un paso hacia mí y tomó mi mejilla entre sus manos.

—Un ángel cariño. Veo a una chica distinta, a mi chica Alex. Eres...estás hecha para mí. Seguir cuando no puedes más es lo que te hace diferente a las demás, por más que sepas que seré tu destrucción sigues junto a mí, porque tienes esperanza en que yo cambie. 

Mis mejillas tomaron color y agaché la cabeza avergonzada. Probablemente luzca como la mujer más patética por permanecer aún junto a Matt y él lo corrobora.

—Hey, no lo digo de la forma en que lo piensas. Me refiero a que nadie nunca ha visto esperanza en mí    Alex, nadie. Absolutamente nadie. Solo tú y eso, eso es algo inexplicable. Jamás dejas de sorprenderme, jamás— besó mi frente para luego tomar mi mano y con la otra coger la correa de Marcus—Ahora ven, mi sexy chica necesita clases de equitación.

Me dirigió a campo abierto con el corazón latiendo apresurada mente y no sabía con claridad si era por las dulces palabras de Matt o porque probablemente ese caballo me patearía.

(...)

 Te dije que era mala idea cruzar por ese arroyo Matt.

elevó una ceja irritado¿Me estás tomando el pelo? fui yo el que dijo que ese arroyo no nos traería más rápido a casa pero claro, como la cabezota que eres ¡no me escuchaste! 

Sacudió sus botas en la parte trasera de la casa junto a la puerta que daba hacia la cocina

¿Yo soy una cabezota? discúlpame pero fue tú idea no atar la correa de Marcus a aquél árbol, ¡¿debo recordarte que si no se hubiera escapado nos hubiéramos ahorrado el caminar entre todos esos arbustos?!  

Se giró abriendo los ojos más que irritado. Contuve las ganas de reír al notar lodo en su frente.

—  ¡Podrías dejar de buscarme un segundo! admite que esto es tú culpa, ¡estamos repletos de lodo por la maldita idea de cruzar ese arroyo! ¿y todo por qué? ¡por esquivar la hierba y los malditos insectos!

— ¡A mí no me eleves la voz!  ¡y bueno pues que suerte que yo tuve la culpa, al menos caí sobre ti y ups creo que te llevaste la peor parte!—caminé hacia la puerta y la abrí para ingresar a la cocina pero antes me detuve a observar a Matt que se encontraba perplejo observando en mi dirección—  y creo que deberías darte un baño, tienes lodo en el culo.

Y sin decir más ingresé a la cocina con una sonrisa en mi rostro.

Al ingresar observé a Grace sonriendo en mi dirección. Oh no...creo que también se ha enterado de la espléndida conversación que acabo de tener con superlodoman. Matt ingresó a la cocina dejando el suelo con restos de lodo.

 Me iré a dar un baño Graciela y se fue sin decir más, ni siquiera se inmutó en mirar en mi dirección. 

Me encogí de hombros disculpándome con ellaTiene...tiene un carácter un poco difícil.

SonrióOh sí cariño, la palabra difícil se le hace pequeña—observó mi ropa y luego a mí—creo que deberías quitarte esos vaqueros, en la sala de estar a la izquierda hay una habitación creo que ahí tengo un par de pantalones de hacer yoga, de seguro te quedarán son a la medida del cuerpo.

 ¿En serio? vaya, muchísimas gracias.

Y caminé hacia la habitación. Afortunadamente los pantalones me quedaron a la medida, aunque un poco más ajustados de lo que pensé. Una vez que regresé por la sala pude notar que la mesa estaba puesta, regresé a la cocina y divisé a Grace preparando ensalada de patatas.

 Yo la ayudome ofrecí. 

Comenzamos a picar patatas en cubos mientras una canción clásica sonaba en una radio ubicada en una esquina de la cocina. Cuando terminé de picar las mías cogí otras de un bol y continué mi tarea pero la voz de Grace me detuvo.

 Debes ser una chica muy importante para él si te trajo hasta aquí cielo.

No hizo falta que dijera su nombre para saber que la conversación se trataba de él.

 Yo...no lo sé. En realidad no creo que signifique gran cosa.

Negó con la cabeza.

 Créeme cariño, él jamás ha traído a una chica aquí y jamás deja que nadie se le acerque a Marcus, y con nadie no solo me refiero a sus novias. Hace un tiempo hablé con él y te nombró en una ocasión, debo admitir que me impacientó conocerte, él jamás llama, solo se deja caer cuando...cuando necesita despejarse.

«¿despejarse?» y sin darme cuenta quise aprovecharme de la vulnerabilidad de Grace. Quizás ella sea capaz de revelarme más cosas sobre Matt. 

¿Él nunca viene?negó con la cabeza consintiendo mi afirmación— ¿entonces...por qué me trajo aquí?

Dio un suspiro y luego sus ojos comenzaron a brillar como si quisiera llorar.

 No lo sé cariño, supongo que porque quiere compartir algo íntimo de él contigo. Cielo, créeme cuando te digo que debes ser especial, él...sé que es un chico difícil de sobrellevar pero sea lo que sea que estés haciendo con él...no lo dejes de hacertomó una servilleta y se limpió los ojos— su pasado...dios, ha sido muy duro y veo la influencia que hay de ti en él, lo puedo notar. Ahora sus ojos brillan cielo, nunca antes habían brillado, nunca antes había visto un trazo de vida a través de sus ojos, nunca antes hasta ahora, y no sabes lo feliz que me pone eso.

Lágrimas continúan viajando desde sus ojos hasta sus mejillas y yo no sé con claridad como reaccionar.

 Él...su pasado...

Su madre...él...Diosse calla y yo comprendo su silencio, no quiere revelarme demasiado sin que él lo haga antes no sabes cuantas noches he pasado llorando y rogándole a Dios junto a Harold para que mi pequeño atormentado logre ser felizun nudo se forma en mi estómago y me entran ganas de llorar— sufre insomnio desde los cuatro años, cada pesadilla...una cada noche...hora tras hora—continúa sollozando— lo marcaron para siempre a tal punto que cuando cumplió diez no dormía por temor a revivirlas.

Mis vista se nublaba anunciando lágrimas. Grace me ha revelado más de lo que podría imaginar. Matt tiene pesadillas es algo que lo sabía pero no con tal profundidad. Desde los cuatro años mi atormentado chico de ojos grises no logra dormir con tranquilidad. Se me encoge el corazón de solo pensar la razón por la no puede dormir.

¿Su madre? ¿Qué le sucedió a su madre? ¿Qué le hizo John?

Iba a exteriorizar todas aquellas preguntas cuando escucho pasos en la escalera y luego a Matt llegar hasta la cocina. Grace se hace a un lado rápidamente para secarse las lágrimas pero Matt nota que algo extraño está ocurriendo. Me observa con absoluta indiferenciadebe seguir enojado y yo lucho por no correr a sus brazos y besarlo hasta que logre dormir todo lo que no ha podido en este tiempo.

Nota de autora:

¿Demasiado sin leernos? las extrañé </3 ¿Qué les pareció el capítulo? no sé si lo notaron pero intenté hacerlo más largo...en fin. ¿Intrigadas por lo que ha dicho Grace? ¿Qué tendrá que ver Marcus con todo esto? ¿Creen en las palabras de Lindsey? y por último pero no menos importante ¿Qué significa la nota que le enviaron a Alex?

Guau, demasiados misterios.

Las quiamo, nos leemos la próxima vez y gracias por todos sus comentarios alentadoresღ

Domiღ


    











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