Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 38: ¿Preciosa?

[Capítulo 38: ¿preciosa?]
El capítulo va dedicado al primer capítuloღ

alex's pov

El camino a casa fue en completo silencio. Papá estaba furioso, más que furioso al notar que ni yo ni las chicas dormimos en el hotel (no hace falta decir que Chad y Thomas tampoco). Separarme de Matt fue difícil, le pedí que me dejara en la esquina del hotel para que papá no lo insultara por robar a su hija toda una noche. Se negó en primera instancia pero luego al ver como le suplicaba que no cometiera una estupidez cedió.

La cálida brisa de la ciudad nos daba la bienvenida, observé el cielo y pude deleitarme del hermoso ocaso que se dispersaba en distintas direcciones. Ya anochecería y mañana debería enfrentarme a un nuevo día de instituto. Entre ello, soportar las miradas de todos cuando me vean junto a Matt...¿dirá que somos algo más o simplemente se avergonzará de mí y no le dirá a nadie de nuestra...extraña relación? de solo pensarlo un nudo se formaba en mi estómago.

Observé a las chicas y podía distinguir el cambio que había en ellas. Sus ojos brillaban de felicidad, todo su cuerpo irradiaba felicidad, por muy idiotas que fueran Chad y Thomas, no cabe duda que eran los indicados, las hacen felices y de una forma magnífica. El auto se detuvo a las afueras de la casa de Kate, la rubia de ojos espléndidos se despidió de un gran abrazo para luego bajar. Una sonrisa me produjo notar como Thomas que venía en el coche de atrás junto con Chad se bajaba para ir en su busca. Susurró algo cerca del rostro de mi amiga y luego pegó sus labios junto con los de ella. Mi querida amiga ingresó a su casa con una sonrisa estúpida en sus labios. Está jodida y perdidamente enamorada de Thomas, no cabe duda.

Papá siguió manejando un par de cuadras y se detuvo en casa de lily, era irónico que lo hiciera ya que vivía en la casa de alado pero decidí no debatir su elección, de seguro lo hizo para ver si se encontraba Matt y ejercer su posesión como padre autoritario. La pelirroja bajó y seguido de eso divisé a Chad llegar hasta ella, tomó su cintura y la pegó a su cuerpo para luego unir sus labios a los de ella besándola con brutalidad como si de una droga se tratase.

Debo admitir que la expresión se apagó la llama no contaba con ellos, sin duda. Papá rodó los ojos y estacionó su coche en la entrada, fue el tiempo suficiente como para buscar con la mirada si se encontraba la motocicleta de Matt estacionada. Algo dentro de mí se removió, no estaba.

¿Cómo es posible que yo llegue antes que él? olvídalo Alex, Matt ha cambiado no sería capaz de estropear todo nuevamente... ¿no es así?

(***)

Su llamada será derivada a un buzón de mensajes, ¡bip! ...

— Seguro se le ha apagado el móvil — mascullé.

Abrí mi cama y me acosté entre las suaves sábanas con olor a lavanda. Cerré mis ojos intentando evitar todo tipo de suposiciones horribles con respecto al móvil de Matt «solo está apagado» me dije. Conecté unos audífonos a mi móvil y reproduje una lista aleatoria para borrar los múltiples pensamientos que atravesaban mi mente. Stop the clocks inundaba mis oídos, genial. Solo esa canción es capaz de recordar a mi grosero vecino como si de una alarma se tratase.

El coro solo podía aumentar más mis horribles pensamientos pero un ruido detuvo mi atención, quité los audífonos y me giré en dirección a mi ventana. Un gran grito nació desde mis cuerdas vocales pero unas manos en mi boca impidieron que saliera. Mi respiración era agitada, estaba a punto de llorar. Eso, hasta que una ronca voz me habló al oído.

— Sh...tranquila princesita, soy yo — inmediatamente quitó la mano de mi boca y yo dirigí las mías a su rostro.

— ¡Estás loco! ¡casi me matas de un espanto!— susurré.

Mis manos buscaron con desesperación la lampara ubicada en mi mesita de noche hasta que la hallé y la encendí vislumbrando a esa extraña rareza humana que parecía hecha a mano y con una etiqueta citando «este accesorio no incluye buen carácter, cómprelo por separado en todas las tiendas adheridas»

Me sonrió y se acercó a mí.

— No fue mi intención asustarte Alex, solo...solo quería ver si podía dormir contigo.

Su vulnerabilidad tocó mi corazón. Maldito tramposo...

— ¿No puedes dormir? — pregunté aturdida. Negó con la cabeza.

— Alex...no sé lo que es dormir desde los jodidos cuatro años, pero olvida que dije eso esta noche no quiero hablar ese tema.

Asentí sin decir más, porque sé que si le pido que me revele sus secretos esto acabaría fatal. Abrí mi cama para que se acostara. Pegó su cuerpo al mío y reposó su cabeza en mi cuello.

— ¿Matt? cuando dijiste que probablemente serías lo peor que me iba a suceder en esta vida...¿a qué te referías?

Su cuerpo se tensó y tardó unos segundos en recomponerse.

— A nada, olvídalo. ¿Tu padre se enfadó mucho por robarte anoche?

Su repentino cambio de tema me enfureció.

— Te hice una pregunta, respóndela.

— Joder, déjalo ya Alex.

— No puedo solo dejarlo Matt. Me gustaría saber porqué razón hiciste esa afirmación y también porqué tu móvil estaba apagado.

Tomó su cabello en señal de frustración y luego levantó mi barbilla para que lo observara a los ojos.

— ¿Por qué siempre tienes que fastidiarme? he estado con papá charlando sobre mi repentina desaparición ¿contenta, señorita sabelotodo? — besó la comisura de mis labios.

— Mucho mejor.

Me acurrucó contra sus brazos nuevamente y yo inspire su exquisito olor.

—Gracias por dejarme dormir junto a ti—susurró en mi oído—prometo desaparecer antes que nos descubra tu padre.

Me giré hacia él y besé su frente.

—Más te vale o de otro modo te cortará en pedacitos. Ahora ven aquí—apoyó su cabeza sobre mi pecho— duerme.

Un aura de paz inundaba su rostro como si aquellos demonios que tanto lo atormentan hubieran desaparecido por completo. Acaricié su cabello de forma delicada mientras sentía su respiración entre cortada.

— No sé lo que es querer Alex, nunca lo he experimentado pero sin duda esto que siento se le acerca demasiado.

Se aferró más a mi cuerpo y cerró los ojos para dormir. Su confesión me dejó pasmada, más que todas las anteriores. Este hombre lleno de miedos e inseguridades acaba de afirmar que podría quererme. A mí, a nadie más que a mí. Me atormenta escuchar que nunca a experimentado el querer, el que alguien lo quiera. Se me encoge el corazón de solo pensar qué es con exactitud lo que lo ha convertido en esto; alguien que reniega el amor, la compasión, alguien que solo se cree capaz de destruir y no merecer a nadie.

Por más que demuestre ser el hombre frío y calculador, sé que solo es una forma de auto-defenderse de todo el mundo. Matt no es más que un adorable niño atormentado y vulnerable, al igual que yo. Ambos llevamos un peso más grande sobre nuestros hombros, ambos tenemos un pasado que nos atormenta y solo espero que esos demonios que gobiernan nuestras vidas, no puedan con nosotros.

Unos adorables ronquidos dieron aviso a que Matt estaba profundamente dormido y solo fue ahí cuando me atreví a nombrar esas tres palabras que tanto me aterraban.

—Te quiero Matt...

Y fue ahí, no antes ni después, que supe con certeza lo jodida que estaba. Lo quiero, a pesar de haberlo negado miles de veces, lo quiero. Éste extraño e irritante chico de cabellos castaños y ojos grises, aquel que es grosero y borde, a tal punto de hacerme explotar se ha ganado un pedazo de mi atormentado corazón. Acaricié por última vez su cabello y me aferré a su cuerpo para mitigar esas últimas palabras que me llevó tanto tiempo confesar...

Los te quiero arruinan vidas Alex, son simples promesas vacías que se aferran a un sentimiento de necesidad absoluta. ¿Lo recuerdas?

(...)

Los golpes en la puerta me provocaban jaqueca. A cada segundo eran más constantes. Ignoré el ruido y la sofocante calor que envolvía mi cuerpo cuando escucho una voz.

—Alex se hace tarde, levántate—reconocí de inmediato la voz de papá.

Abrí Los ojos adormilada y mi nariz comenzó a picar debido a una mota de pelo que la tocaba. Luego un cosquilleo se expandió por mi columna vertebral al sentir como una mano misteriosa se abría paso bajo mi camiseta. Me aferró con fuerza y luego expulsó un extraño ronroneo, parecido al de los gatitos furiosos. Solo en ese momento entendí de quien se trataba.

—¡JESÚS MATT DESPIERTA, PAPÁ ESTÁ AQUÍ!—Me zafé de su agarre pero aún así no despertó, en su lugar se giró dándome su espalda para luego tapar su cabeza con una almohada.

¡MALDITO CABEZA DURA!

—Alex si no te levantas ahora iré yo por ti. Tienes cinco minutos.

Y luego sentí como sus pies se alejaban por la puerta. Santo dios, tengo solo cinco minutos para mover el trasero de este holgazán con tendencias felinas. Me acerqué a su lado de la cama y comencé a mover su espalda.

—Matt—susurré como si estuviera hablando con un bebé— Matt, es papá debes largarte ahora mismo— no obtuve respuesta y rápidamente perdí la paciencia.— ¡DESPIERTA MATTHEW DAWSON!

Se removió abriendo uno de sus ojos y yo sonreí victoriosa pero la sonrisa se esfumó de mi rostro al momento en que realizó una maniobra de admirar quedando a horcajadas sobre mi.

—¿No has escuchado el dicho, nunca molestes a un hombre cuando está dormido?

Su cabello perfectamente desordenado y sus labios perfectamente perfectos solo podían corroborar mis hipótesis acerca de que Matt jamás lucirá espantoso. Intenté levantarme removiendo mi pelvis como si mi vida dependiera de aquello.

—¡Mi padre vendrá en un par de minutos debes moverte de aquí!— empujé su pecho pero tomó mis muñecas llevándolas a cada costado de mis caderas.

—Yo que tú no me movería tanto, estás despertando a mi amigo allí abajo y es muy descortés hacerlo Alex.

Mis mejillas se encendieron como si fueran antorchas humanas y luego sentí un extraño bulto expandirse a la altura de mi intimidad. Santo dios...

—Solo vete ¡prometiste hacerlo antes de que papá despertara!

La desesperación en mi voz fue evidente.

—Vale, solo déjame hacer una cosa.

Lo observé confusa al momento en que llevó su boca lentamente a mi cuello besándolo, mi cuerpo tembló ante su intrusión y una carga eléctrica ondeó a lo largo de él. Luego llevó su boca a mi frente y depositó un nuevo beso, por último se detuvo en mis labios dando paso a su boca con tendencias posesivas y cegadoras, mis labios iban al compás de los suyos, lentos sin pausa hasta que se detuvo por completo observándome a los ojos.

—Buenos días princesita.

Y se puso de pie como si nada, como si no acabara de desplomar a mi organismo. Una vez que se puso sus zapatillas se subió a la ventana observándome y yo aún permanecía atónita sobre mi cama.

—Nos vemos en el instituto— se subió a las gruesas ramas del árbol y me observó nuevamente por la ventana— por cierto, te veías adorable mientras yo fingía estar dormido. Cuando tu papá llamó a tu puerta en cualquier minuto pensé que te perdería.

Una energía negativa brotó desde mi piel apoderándose de mi cuerpo por completo.

— ¿ESTUVISTE DESPIERTO TODO ESTE TIEMPO?

Me dedicó una ridícula sonrisa— Nos vemos cariño y...— sus ojos cambiaron en una fracción de segundo, ahora parecían serios, sin una pizca de humor— gracias Alex, anoche pasé la mejor noche de mi jodida vida.

Y caminó a través del árbol para llegar a su ventana.

¿cariño? ¿la mejor noche de su jodida vida?

Un hormigueo invadía mi estómago. Maldito Matt Dawson y sus exuberantes encantos, creo que jamás seré capaz de sobrellevar sus arrebatados momentos de dulzura. Ingresé al cuarto de baño para asearme y cuando estaba lista me preparé para un nuevo día de instituto.

¿Cambiará algo ahora que estamos juntos?

(...)

Estacioné mi motocicleta y caminé hacia la entrada del instituto en busca de las chicas. Las hallé esperándome con un paquete de patatas fritas en sus manos.

— ¿Preparada para las miradas de odio que te dedicará cada chica de este instituto?—kate llevó una patata frita a su boca mientras lily rodaba Los ojos.

— Buenos días Kate también me alegro de verte, yo estoy bien ¿y tú?—dije plantando un beso en su mejilla.

—Ignórala Alex, nada de eso sucederá Matt no lo permitiría —añadió lily.

—De acuerdo, será mejor que entremos antes de que se nos haga tarde— dije ignorando la horrorosa sensación que atravesaba mi pecho.

Caminamos por las áreas verdes que rodeaban el patio central y mi estómago se contrajo cuando divisé a Matt rodeado de sus amigos incluido Chad que se encontraba conversando con Thomas. Lily y Kate ocultaron sus gritos de nerviosismo mientras yo solo deseaba escapar de allí. Mis ojos encontraron los suyos y pude divisar como fumaba por última vez su cigarrillo para luego lanzarlo al suelo.

¿Cómo puede estar fumando? ¿acaso no le importa en absoluto las consecuencias que pueda contraer? pero lo más importante... ¿Será que no piensa hablarme?

A medida que nos íbamos acercando divisé a Lindsey y su tropa de porristas acercarse a su grupo. Algunos quedaron embobados observando los atrevidos escotes que enseñaban sus cortos trajes de tela. Algunos, porque Chad y Thomas llamaron a las chicas para que se acercaran a sus lados y Matt...Matt estaba siendo acosado por los brazos de Lindsey que rodeaban su cuello.

Una punzada de decepción golpeó mi pecho al notar que el no los quitaba. Algo dentro de mí predecía esta horrible escena pero no caeré en el juego de la estúpida chica que corre a llorar en cada rincón porque fue utilizada. No, yo no seré una más del montón. Ya no más.

Hice caso omiso a su tortuosa mirada que me acechaba en todo momento. Lily llegó junto a Chad y me observó con compasión, yo por el contrario le sonreí e hice un ademán para que aguardará allí. Yo estaría bien, siempre lo he estado y siempre lo estaré. Continué mi camino sin mirar atrás, pasé junto al grupo y evite todo contacto visual, caminé un par de pasos más y sentí su asquerosa voz.

— ¡Ay!— chillaba Lindsey, de seguro los cariños de Matt se excedieron de los límites.

Ignoré la opresión en mi pecho y continué mi camino, como si mi dignidad no estuviera por el piso, hasta que escucho su voz, esa voz cargada de misterio e odio contenido.

— Alex— y luego otra vez— ¡Alex!

Me giré por instinto preparada para gritar el mejor de mis insultos pero mis ojos se abrieron al notar que todos me observaban y lindsey se encontraba lloriqueando en un rincón, acompañada de sus amigas.

— ¿No piensas venir hasta aquí... princesita?

Y fue ahí cuando mis piernas literalmente se hicieron pasta. Dos finas tiras de pasta mutante. Caminó hacia mí con la absoluta arrogancia que lo caracteriza y me tomó en un ágil movimiento para observarme a los ojos.

— Creo que Lindsey aún no asume que la única chica que deseo es a ti.— sus palabras eran como abofetearme mil veces— ¿no pensabas saludarme como corresponde?

No me dio tiempo de negar con la cabeza porque pegó sus labios a los míos deseoso de nuestro contacto. Soy consciente de que solo he pasado horas sin tocar sus labios pero ya pareciera que son unos nuevos labios los que me besan. Cada vez es diferente, algunas veces con deseo, otras con ternura y así, varía. Siempre es una sensación distinta. El sabor a menta que los caracteriza me enloquecía por completo, es como si tuvieran cierto químico que me vuelve adicta cada vez que los siento.

Alejó su boca de la mía al momento en que se escucharon abucheos y chistes privados de parte de sus amigos. Sonrió pegado a mi frente para luego elevar mi mentón.

— ¿Me creerías si dijera que jamás me cansaría de besarte?

Sonreí ante su coincidencia. Pienso exactamente de igual forma. Decidí cabrearlo un poco.

— Creo que...no, no te creería.

— Vaya...— tomó mi cintura y me elevó para quedar a su altura— pues si deseas podrías ponerme a prueba. Aunque, siendo honesto no acabaríamos jamás. Y créeme amor, cuando digo...jamás.

Su elección de palabras y el atrevimiento con que las dijo me avergonzó por completo, no puedo creer las cosas que dice y la seguridad con que las acompaña. Tocó mi mejilla acariciándola con su dedo pulgar contemplándome en serenidad absoluta.

— Eres adorable...— sus mejillas se tornaron de color rojo como si aquellas palabras hubieran escapado de sus labios. Acercó su frente a la mía y yo cerré mis ojos— ¿en quién me has convertido Alex? a veces...cuando estoy junto a ti, siento una pequeña esperanza de que algún día lograré ser alguien bueno.

me separé de su frente y tomé su mentón para que me observara a los ojos, se sorprendió ante el contacto de mi mano pero lo ignoré.

— Tú ya eres bueno Matt... es solo...es solo que aquello que te atormenta te impide verlo.

Besó mi frente ignorando mi confesión y luego entrelazó sus dedos junto con los míos. Caminamos hacia el grupo y todos comenzaron a hacer bromas sobre nuestra pequeña escena. Por suerte Lindsey se había largado junto con sus amigas.

El timbre que daba aviso a la primera clase resonó por los pasillos y áreas verdes, rápidamente todos comenzaron a dispersarse. Las chicas se despidieron para luego marcharse junto a Chad y Thomas. Finalmente solo quedamos Matt y yo.

Me acomodé el bolso al hombro y lo observé nerviosa al momento en que entrelazó sus dedos junto con los míos. No sé que había cambiado entre nosotros pero había cierta energía extraña en el aire durante los últimos minutos. ¿Habrá sido lo que le confesé sobre ser bueno? Me llevó hasta mi siguiente clase; geografía. Se detuvo junto a la puerta y me acercó a su cuerpo.

—¿Na...nada ha cambiado en estos últimos minutos, no?— pregunté cuando comenzó a jugar con mi cabello. Expulsó un suspiro para luego observarme a los ojos con sus magníficos ojos grises.

—Nada ha cambiado preciosa. Nos vemos— y besó mi frente para luego marcharse.

¿Preciosa?

Un calor explotó en mis mejillas aturdiéndome por completo. Lo que faltaba, el efecto Dawson apoderándose de todo mi cuerpo.

_____________________________


Nota de autoras:

¿Qué les pareció el capítulo? Lamento tenerlas abandonadas pero a decir verdad mi imaginación no estaba muerta andaba de parranda (?) espero que les haya gustado este Matt más civilizado y menos idiota.

¡Nos leemos cuando...bueno, cuando pueda!

las quiamoღ

ღdomiღ
















Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro