Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 23: Problemas, otra vez.

Matt's POV.

El día transcurrió lento. Dos horas eternas de geografía más otras dos horas de trigonometría hicieron mi día eterno.

La última hora me pasé gran parte de la clase de geografía garabateando dibujos en mi cuaderno y de vez en cuando lanzándole papeles a algunos nerds de la clase. Eso, hasta que un mensaje me interrumpe.

Desconocido:

Cariño, recuerda a las cuatro en el despacho del director. Te tengo una sorpresa.
Lindsey xx.

Juro que hoy es la última vez que me acuesto con Lindsey, se está tomando demasiado en serio ésto de ser "novios". Me prometí hace un par de días que no lo volvería a hacer pero luego de mi salida con Alex, todo se volvió confuso. Comencé a sentirme extraño, me hacía feliz pasar tiempo con ella y cuando tomé su mano... Por primera vez en años me sentí, libre.

Agh, esto es malo. Muy malo.

Luego de la alocada no-cita que tuvimos me aterré del sólo pensar que ella podría enamorarse de mí, ella no puede hacerlo eso arruinaría todo. Tengo que dejar de meterme con ella si quiero que esto funcione.

Tomé mi móvil y le envié un mensaje de vuelta a Lindsey.

De acuerdo, pero luego tenemos que hablar. En cinco minutos llego.

Me paré de mi asiento tomé mi bolso y le indiqué al profesor que me sentía mal. El asintió y me dijo que fuera a la enfermería, de todos modos solo queda una hora más de clase y nos vamos.

Me eché el bolso al hombro y salí de la sala. Ya fuera, tomé el camino rumbo a la oficina de Smith. Al llegar noté de que la puerta estaba semi abierta, me alarme un poco pero al ver el cabello anaranjado de lindsey me relajé. Tomé una gran bocanada de aire y entré, cerrando la puerta tras de mí.

—Cariño, veo que llegaste justo a tiempo—decía la pelirroja.

No lo había notado cuando entré, pero estaba con una ridícula braga color blanca con una mini falda (casi inexistente) a cuadros rojos. Y arriba tenía una blusa amarrada a sus tetas.

Al mirarla de pies a cabeza no me producía nada, mi pequeño (olviden lo de pequeño, solo es para no presumir) amiguito allí abajo no reaccionaba. Estaba en modo apagado.

Hey amigo que sucede, es hora de entrar en acción.

Mierda, esto no puede suceder, no a mí. Seguí incentivando a mi amigo allí abajo pero nada sucedía. Eso, hasta que el rostro de Alex apareció en el rostro de lindsey y sin pensarlo me quité la camiseta negra. Proseguí a hacer lo mismo con mis vaqueros negros, los tiré junto con la ropa de Alex, digo... Lindsey y me acerqué a ella para poseerla de todas las maneras posibles.

Comencé a repartir besos por su cuello y ella gimió en respuesta, eso desconectó automáticamente mi mente de mi cuerpo. Es lindsey, no es Alex, nunca lo será. La seguí besando pero ahora con un nuevo propósito, quitarme de la cabeza a Alex.

Pegué mis labios a los de ella y la besé agresivamente, sin siquiera darme tiempo de respirar o pensar. Fue ahí cuando recordé mi primer beso con Alex.

—A... a-alex— susurre sin darme cuenta.

Seguí besándola y tocando sus puntos débiles para que se encendiera un poco más pero detuvo el beso y me miró ofendida.

Oh no...

alex's POV.

Estaba disfrutando en los pasillos, junto con todo el instituto, los gemidos de Lindsey y Matt. Debo admitir que me da asco pero el hecho de saber que obtendrán de su propia medicina anula todo el asco que siento. Seguían sus asquerosos gemidos y gritos de parte de Lindsey, como: «Oh si bebé» «dame más» «oh esto solo tu lo sabes hacer papi» Hasta que todo el mundo prestó aún más atención.

—A... a-alex— gemía matt.

¡¿QUEEEE?!

Todo el mundo se volteo a mirarme y sentí mi rostro arder. Luego para empeorar la situación se oyeron gritos de Lindsey preguntando por que Demonios la llamaba Alex. ¿Pero qué le sucede, por qué dijo mi nombre?, tengo que salir de aquí antes de que todo se estropee.

Corrí de ahí en busca de Thomas hasta que lo encontré.

—¡Hey! Es ahora o nunca, antes de que este idiota arruine mi plan—dije furiosa y nerviosa a la misma vez.

—De acuerdo, deséame suerte—dijo tocando su corazón de forma exagerada para luego correr.

Al ver como se alejaba hacia el casillero de Lindsey a divulgar que es una perra psicópata, me relajé.

Luego de que el nerviosismo se fuera caminé hacia la oficina de smith con el megáfono sobre mi mano y, en menos de cinco minutos todo el pasillo comenzó a llenarse. Excelente, todo ocurre como lo esperaba.

Divise a Thomas en medio de toda la gente haciéndome señales. Se acercó a la puerta y me indicó una última mirada. Es mi turno. Tomé mi megáfono y grité.

—DAMAS Y CABALLEROS, PORRIPLÁSTICAS Y ESTÚPIDOS JUGADORES DE LACROSSE. TENGO EL HONOR DE PRESENTARLES ¡AL REY Y LA REINA DE LOS IDIOTAS!, SUS APLAUSOS POR FAVOR...— Ironicé.

 En ese momento Thomas abrió la puerta hasta atrás, producto de eso la bocina de incendios que pegué tras la puerta resonó por todo el instituto dejando a la vista a un desnudo Matt y una desnuda Lindsey. Entró a la oficina aprovechando la distracción de los idiotas y tomó la ropa de ambos para luego salir corriendo. Matt gruñó he intentó alcanzarlo pero se percató de toda las personas que lo esperaban fuera. Lindsey en cambio, comenzó a chillar y a llorar como la idiota que es.

Se levantó de la mesa del director y cubrió sus tetas con sus manos para luego salir corriendo en medio de todos los estudiantes.

—LINDSEY ESPERA, SE TE CAYÓ TU DIGNIDAD RECÓGELA—Grité a través del megáfono y todos comenzaron a reír pero luego se me ocurrió algo mejor—AH LO SIENTO, CASI LO OLVIDABA, SE CAYÓ HACE AÑOS...

—Cállate idiota. Al menos soy yo quien ha sido follada por Matt una y otra vez. En cambio tú, no eres más que una segunda opción—dijo furiosa.

Tan furiosa que en cualquier momento me lanzaba rayos láser por los ojos.

—¿PERO POR QUÉ TE ENFADAS?—Grité a través de el megáfono—¿SABES?, TE PATEARÍA LA VAGINA PERO ME DA MIEDO PERDER MI ZAPATO.

Hice pucheros. Me dedicó una última mirada de odio y corrió a su auto. Ups. Su auto.

Cuando me giré vi a Matt corriendo hacia el estacionamiento. Claro que no dawson, tú no te escapas.

—HEY PERO QUE LINDO TRASERO Y, MATT— se detuvo por un momento—CREO QUE TU AMIGO ALLÍ ABAJO TIENE COMPLEJO DE NUEZ AL IGUAL QUE TU CEREBRO— Grité.

Todos a mi alrededor rieron y lo siguieron hasta el estacionamiento.

Lo escuché maldecir una gran cantidad de veces durante el camino y le tomé al menos una cien fotos. Llegamos a la calle y Matt buscaba su motocicleta. «Solo mira al frente queridisimo Dawson»

Cuando se percató que su motocicleta no se encontraba en el estacionamiento, comenzó a patear las llantas de un auto estacionado. La vena que tiene en su frente comenzó a inflarse como de costumbre. Estaba rojo de furia. Por un momento pensé que iba a destruir todo a su paso, incluyéndome.

Siguió el camino por el estacionamiento hasta que encontró con el auto de Lindsey.

Oh no... ¡Me lo perdí!. Lindsey estaba sentada en su carro chillando.

—¡NO¡ ¡MALDITA ALEX!— Lloraba—¡MIS LABIALES MAC!, ¡DIOS MIS LABIALES MAC!— Gritaba histérica.

Se jalaba el cabello y luego se tocaba las sienes. Se volvía a jalar el cabello y se volvía a tocar las sienes, así fue repetidas veces hasta que Matt subió a su coche. Se gritaron muchas cosas dentro pero luego se fueron. Comencé a tomarle fotos a su coche rápidamente. Dios, esto es épico.

"Ni todas las brujas andan en escoba, ni todas las zorras viven en el bosque"

Tenía escrito el vidrio de su coche con labial pijo rojo puta. Eso, y los tiernos dibujos y frases que garabatee. Vi como el auto de Lindsey se alejaba y luego tomaba dirección hacia la avenida de en frente.

Jaque mate.

Pasó junto al semáforo como si nada pero de un momento a otro paró en seco. Ya me extrañaba que se tomara tanto tiempo en darse cuenta. Matt se bajó furioso a intentar sacar su motocicleta mientras lágrimas se escapaban de mis ojos producto de tanto reír.

Comenzó a darle puñetazos al semáforo al percatarse que no tendría éxito alguno, de vez en cuando gritaba «puñetera alex, me las pagarás» pero eso solo podía aumentar las lágrimas en mis ojos. Por otro lado Lindsey no paraba de llorar en el auto. Luego de unos minutos de jalar la cadena, Matt se dio por vencido, dio media vuelta y fijó su mirada en mí, furioso.

Sus ojos grises se tornaron de un color oscuro como de costumbre y no paraban de lanzarme misiles para asesinarme. Finalmente fuimos interrumpidos por la bocina de Lindsey que al parecer, se volvió más histérica que antes y comenzó a azotar su cabeza contra el volante.

«Bipppp» «Llantos» «Bippppppp» «Gritos» «¡BIPPPPP!» «Más llantos»

Era lo único que podía escuchar. ¿Pero que Demonios?, es solo un pequeñito rayón en su coche y sólo con lápiz labial. Debería estar agradecida de no usar mi plan b, que consistía en envolver su coche en papel transparente.

Matt se subió al coche para tranquilizar a Lindsey que tocaba repetitivas veces la bocina con su frente. Luego que se calmó se alejaron por la gran avenida.

Iba a entrar al instituto pero todos comenzaron a aplaudir y a gritar la épica broma que había hecho. Eso, hasta que las chicas llegaron.

—Alex tu broma fue subida más de veinte veces a YouTube, ¡En menos de cinco minutos!—dijo Kate sonriente.

—¿Enserio?. Maldición, eso me correspondía a mí. Con los videos de Chad no tengo muchas visitas y con esto ¡Tendría por lo menos unas mil!—dije derrotada.

—¿Lo tenías todo planeado verdad?. Por más que te pregunté, ¡me lo ocultaste!—dijo Lily exasperada.

—Lo siento. Temía que te enojaras y me impidieras hacerlo—dije.

—¿Bromeas?, por más que me disguste que te metas en problemas. ¡Dios, humillaste a Lindsey! Ha sido una zorra conmigo desde que llegué a este instinto, lo merecía— dijo dedicándome una gran sonrisa. Al oír eso me quité un gran peso de encima.

—Estamos orgullosas de ti —gritaron ambas y me abrazaron.

Estreché ambos brazos y las apreté. Cuando por fin nos soltamos los gritos de todos los estudiantes me sobre saltaron.

—¡EL DIRECTOR SMITH, TODOS CORRAN!—gritó un desconocido entre la multitud.

Mierda. Mierda. Doblemente mierda. Tengo que salir de aquí.

—¡Vete Alex!—gritaron Kate y Lily al unísono. Asentí y corrí por el estacionamiento en busca de el auto de papá.

Al llegar a él, subí y arranqué el motor a lo que más daba, crucé la calle del instituto y aceleré aún más, dejando a un molesto Smith mirándome desde las afueras del instituto.

Estoy en problemas, en muy graves problemas.

(***)

Llegué a casa. Tengo veinte llamadas perdidas de papá y diez mensajes de voz.
Soy. mujer. muerta.

Subí directamente a mi habitación y traté de idear un plan para que mi castigo sea menor, pero nada venía a mi cabeza. Genial.

Miré por mi ventana nerviosa, caminando de un lado a otro. Hasta que fijé mi vista en la ventana de Matt. Ningún rastro de él. Muero por ver el rostro del idiota y de Lindsey cuando se percaten que no dejé combustible en su chatarra. Una leve sonrisa perversa se dibujó en mis rostro, si tan solo el inepto de Smith no se hubiera presentado... Podría haber disfrutado el sufrimiento de ambos.

Un golpe en la puerta me sobresaltó «Demonios» han llegado.

—¿Papi?—decía ángel— ¿Alex está en peores problemas que yo?.

—Hijo créeme, tus problemas no son nada comparado con lo que pienso hacer con tu hermana.

Tengo que salir de aquí, puedo ver como la luz al final del túnel me pide a gritos que la siga. Es mi fin. Tengo que encontrar la manera de huir.

Oí los pasos de papá subir los escalones, sin pensarlo dos veces abrí mi ventana y me subí al árbol. Dude unos segundos entre saltar, que probablemente eso me lleve a quebrarme una pierna pero aún así cojear a donde sea o, ver si la ventana de Matt está abierta y ocultarme en su habitación.

Oí los pasos de papá aún más cerca. Creo que prefiero la opción que no implica ninguno de mis huesos rotos.

Caminé por las gruesas ramas y me acerqué a la ventana de Matt. Ni siquiera tuve que hacer el menor esfuerzo para abrirla porque estaba semi abierta.

Oí la voz de papá en mi habitación.

—Alex, ¡¿Dónde estás?!— gritó.

Santa mierda.

Salté hacia la habitación de matt y caí de cara al piso, ¡auch!.

—¡Alex, sal de ahí!—gritó papá. Maldición, me descubrió.

Guardé silencio por varios segundos, quizás si me callo piensa que no estoy aquí o que estoy... muerta(?)

....

—¡Alex, te vi entrar en la habitación del vecino, sal de ahí! ¡Necesitamos conversar tu y yo jovencita!— gritó aún más fuerte.

Dios... Sólo me queda mi última opción. Ayúdame, enserio, prometo ser buena.

—No soy Alex—grité imitando la voz de Matt. Aunque más bien parecía la de un travesti.

—Hum... Lo siento— guardó silencio y suspiró, bien se lo ha creído.

—¿Oí que estás saliendo con mi hija es cierto?— preguntó de pronto con voz amable.

«¡¿QUÉ-QUEEEEEE?!»

—¡Que yo no estoy saliendo con nadie!— chillé y lo miré por la ventana.

—Ajá, sabía que eras tú. Ven aquí, te doy cinco minutos.

—Pero papá, estoy hablando con Matt sobre mis clases de... Biología, sí... Biología— mentí.

—Ni clases ni nada, VEN AQUÍ AHORA.

—Maldición... —abrí completamente la ventana de Matt y salí de ahí.

Que suerte que el idiota no se encontraba en su habitación o si no todo hubiera sido más difícil.

Caminé por las ramas hasta mi habitación y entré. Papá me hizo un gesto con la mano para que bajara las escaleras y asentí. Es mi fin, lo presiento. En cualquier momento gritará que le corten la cabeza, y seré servida para la cena con una manzana en mi boca, como en las películas.

Llegamos a la planta baja y se dirigió al sofá. Me senté frente a él y me crucé de brazos.

—En mi defensa, te aseguro que exageraron—dije.

— ¿Exageraron?. Alex, fui interrumpido en mi reunión por marta indicándome que tenía una llamada URGENTE de tu director. ¿Eso es exageración?. Estaba a punto de cerrar un trato con los irlandeses que elevaría altamente los capitales de la empresa. Y por si fuera poco, tu director me dice que dejaste desnudos a ¡DOS ESTUDIANTES DE TU INSTITUTO!. Claro... Y eso no acaba ahí. También me dijo que le rayaste el coche a una chica y que le amarraste el coche a un chico a UN SEMÁFORO ALEX, ¡UN SEMÁFORO!—gritó lo último.

Al menos no le contaron sobre los preservativos...

—Sé que suena horrible ¿sí?, pero no es tan malo como te lo pintan. Sí, le rayé el coche a la idiota de... A Lindsey. Pero fue con lápiz labial, ¡sólo tiene que lavarlo y ya!. Y con respecto a lo del coche del chico. Es falso, porque amarré su motocicleta. No su coche.

—¿Te estás escuchando?, ¿su motocicleta?, ¡lo dices como si fuera lo más normal del mundo!. Un momento... No creo que... No creo que tu famosa "broma" se la hayas hecho al vecino, ¿no?— enarcó una ceja.

Oh no, porque tiene que ser tan inteligente...

—Em... Es que... Yo... Em... ¡En mi defensa es un auténtico idiota!— Chillé.

—Esto está totalmente fuera de límite. Estás castigada, un mes. Nada de salidas, nada de amigas. Nada de nada. Y cuidaras a Ángel hoy.

—¿Es qué me quieres matar?, ¿cuidar a ángel?. Cualquier cosa menos eso te lo pido.

—No. Ya he hablado. Lo cuidarás y se acabó la discusión.

Iba a responder pero un ruido en mi habitación nos sorprendió a ambos. Nos quedamos en silencio hasta que sentimos pasos en la escalera. Caminamos hacia ella y Genial, Mi día no puede empeorar. Era... Matt.

¿Co-cómo es posible que esté aquí? ¿Cómo se atreve a entrar sin avisar? ¿Me viene a asesinar?¿No se supone que debería estar remolcando el coche de lindsey? y lo peor de todo, ¿Qué está haciendo en MÍ casa?.

Traía una sudadera negra y unos vaqueros también negros. ¿Es que toda su maldita ropa es negra?. De acuerdo, estas son muchas preguntas. Se metió la mano en los bolsillos y se encogió de hombros como disculpándose, idiota.

—Lo... Siento, no quería entrar de esta forma.

—No te preocupes, acababa de indicarle a Alex que te ayudará a cuidar de Ángel en mi ausencia— Acaba de decir... No. Mis oídos deben estar sucios. No acaba de decir eso.

—Vale —gruñó matt.

—Eh... Hola, aquí ¡Alex llamando a papá!. ¿Acabas de insinuar que debo cuidar a Ángel con éste parásito?—Bufé molesta.

—¡Cuantas veces tengo que decirte que a las personas no se les trata con apodos de animales! y...— dijo mirando su reloj— Debo irme justamente ahora. Suerte en tu castigo... corazón— ironizó.

Caminó hacia la puerta y dejó un enorme silencio cuando la cerró. Es oficial, mi padre es el rey de los castigos.

Y esto, cada vez se pone peor...

Nota de autora:

¿Qué les pareció el capítulo? Dejen sus votos y comentarios❤ pobre Lindsey... Nah muerte a la hija de fruta.

Pd: ¡Hagan sus preguntas en el apartado!. Subiremos la entrevista que le hicieron a Matt hace un par de semanas ¡esperaremos sus leídos! ❤

Instagram's:_iamalex_xx y _mattdawson__

× domi

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro