Capítulo 1: Vaya manera de despertar.
ANTES DE LEER: Deben saber que esta historia NO es de la chica débil que se somete a todo el mundo, o es sumisa con su autoritaria madre, ni con el fuckboy que hace insufribles sus días. En esta historia encontrarán a dos protagonistas con pasados que les atormentan, y ambos están rotos emocional y psicológicamente, por ende tienen patrones de conducta que pueden ser "exagerados o demasiado agresivos u ofensivos" (también considerando que fue mi primera historia escrita en wattpad que comenzó cuando tenía 16 años aprox y ahora tengo 22) así que puede que existan fragmentos en los que ya no me sienta cómoda leyéndolos y que futuramente serán corregidos. Obviamente sin alterar la esencia de los personajes que al final de los capítulos irán comprendiendo el por qué son así y también, como van madurando los personajes.
Sin más que decir, disfruten la historia pinches masoquistas❤️❤️
Con amor, Domi<3
Alex POV.
Cualquier adolescente normal despierta con el sonido del maldito despertador, pero como yo solo tengo la parte de adolescente porque mi vida no se puede considerar como "normal", desperté con un dulce chorro de agua impactando mi rostro.
¿what the fuuuuuck?
Abro los ojos, mi vista se vuelve borrosa y lo primero que diviso es al estúpido de mi hermano, Chad.
Voy a matarlo, juro que voy a matarlo.
—¡Chad!— el muy imbécil no hacía más que reír tomándose su estomago de una forma exagerada.
—Buenos días querida hermanita—dijo apoyado en mi puerta.
—¡NO TIENEN NADA DE BUENOS!—Grité.
Sequé con la almohada mi rostro mojado. Miré de reojo mi reloj y, no puede ser.
¡SON LAS SEIS DE LA MAÑANA!.
Cerré mis ojos, los abrí y nada. Seguían siendo las seis. Volví a cerrarlos pero esta vez me los refregué—quizás no vi bien y en realidad era un ocho...—Los abrí nuevamente y no. El maldito reloj seguía marcando las putas seis de la mañana.
¡ME DESPERTÓ DOS HORAS ANTES!.
—¡SAL DE MI HABITACIÓN AHORA!— grité aún más fuerte, lanzándole mi reloj por la cabeza, pero el muy idiota fue más rápido y lo esquivó, produciendo un ruido sordo y miles de piezas saltando en distintas direcciones.
Pasaron unos segundos y se escucharon los murmullos de papá en el piso de abajo. Luego solo oí el golpe del palo de escobillón que impactaba con el techo.
Bienvenidos a la vida de Alex, donde es más posible que vuele una vaca, antes de que tenga un buen despertar.
Si las princesas despiertan con el dulce canto de los pájaros, yo despierto con el dulce golpe del palo de escobillón.
Chad levantó sus brazos en son de paz y luego habló.
—Está bien, cálmate. Es que te veías tan dulce dormida que entendí que mi labor de hermano mayor tenía que ser cumplida—abrió la puerta y me miró sobre su hombro—Me voy a encontrar con unos amigos... y —hizo una pausa como imaginando algo— unas amigas — guiñó un ojo y atravesó la puerta.
Pensé que eso sería todo, pero en menos de cinco segundos su horrible rostro apareció por mi puerta.
—Deséame suerte hermanita, quizás encuentre nueva novia.
Dicho eso se dio media vuelta y desapareció de mi vista.
Chad, es el típico mujeriego que atrae a un sin fin de chicas, si contara las innumerables que he corrido de casa por él no acabaría nunca.
Me levanté en busca de un suéter para dejar sobre mi almohada mojada pero tropecé con una zapatilla enviando mi rostro directamente al suelo.
Puta zapatilla.
Me levanté sin ánimos y sin una pizca de sueño. Puta vida, puta zapatilla, puto chad que me levanta antes de tiempo, puto instituto, PUTOS TODOS.
Caminé hacia mi mesita de noche y le envié un texto a kate. Somos mejores amigas y vecinas de infancia, eso no cambió cuando me mudé, nunca perdimos el contacto, creo que por eso es mi mejor amiga, nunca me abandonó cuando la necesité.
Ahora que seremos vecinas nuevamente todo será más fácil, digamos que me hizo demasiada falta y la Alex que se fue a los trece años ya no es la misma que ha vuelto.
Respondió mi mensaje con un «¿Problemas en el paraíso?, nos vemos en clase, tengo que hacer unas cosas antes«
Dejé mi móvil sobre la mesita de noche y dí un gran suspiro. Está claro que no podré seguir dormida y todo esto es por culpa de chad.
Caminé perezosamente al baño y me dispuse a dar una ducha. Luego de treinta minutos de relajo sin interrupciones, salí de el baño envuelta en una toalla.
Tomé de mi cajón lo primero que pillé. Una sudadera de arctic monkeys y unos jeans oscuros.
Digamos que no soy de esas típicas adolescentes superficiales que lo único que les preocupa es verse atractivas para el asqueroso género masculino.
Recuerdo la última vez que alguien intentó ligar conmigo. Eso fue igual a: yo denunciada por violencia, un idiota llorón, una nariz rota.
Está bien lo admito fue más que una nariz rota
Y el regaño que me llevé por mi padre, en fin nadie nunca me entenderá.
Me miré al espejo y mi reflejo me asustó. Estaba pálida y ni siquiera mis ojos azules amortiguaban las bolsas que tenía bajo los ojos. Apreté con mis manos mis mejillas para que tomaran un poco de color y apliqué máscara en mis pestañas.
Sin necesitar nada más bajé las escaleras para comenzar mi hermoso día nótese el sarcasmo.
Al llegar a la cocina encontré a mi padre desayunando con el pequeño demonio, Ángel. Sí, se llama Ángel irónico ¿no?.
Es increíble como tu pequeño hermano de siete años puede ser la reencarnación de anabelle, en cuerpo y alma.
Me senté junto a ellos y fijé mi vista en la comida. Tenían preparado pancakes. En la mesa habían cereales, leche y Nute...
Jódeme.
Me acerqué a la mesa y tomé MI frasco besándolo frenéticamente.
—Hola hermanita, veo que aún enloqueces por esa cosa—ángel me miraba de forma extraña. No, no de una forma extraña. Me miraba como un niño normal.
O la nutella era popo de perro o este pequeño estaba tramando algo.
Ignoré su comentario y desayuné rápidamente porque mi padre tenía que llevar a Ángel a su escuela. De acuerdo, también porque me deboré mis pancakes con Nutella en menos de cinco segundos.
Papá como siempre no habló nada, desde la muerte de mamá que el no es igual; se volvió más cerrado no demuestra como se siente realmente, bueno creo que todos nos sentimos así, pero de algún modo lo superamos con algo...
Creo que toda su tristeza la bloquea con trabajo, y si digo trabajo es porque con suerte lo veo a la hora de desayunar y la cena.
Se levantó de la mesa sacándome de mis pensamientos y se despidió con un beso en mi mejilla.
—Adiós que tengan un buen día y procuraré ser buena con todo aquel idiota que se cruce por mi camino, pero no prometo nada...—les dije, papá dio un suspiro.
Desordené el cabello de ángel y le lanze un disparo imaginario, si así nos despedimos. Tomó su corazón imitando dolor por el disparo y prosiguió a marcharse, lo admito ángel es peor que... Todos los dioses revueltos, pero aún así lo adoro.
Me levanté de la mesa, dejando los platos en el lavadero, cogí mi móvil, mi bolso y salí de casa para subir a mi...
«¡Demonios! ¿Dónde está mi moto?»
En su lugar estaba el auto de Cha...
Claro. Seguro que el imbécil quería impresionar a sus asquerosas fresitas y por eso tomó mi moto, pero esto no se quedará así, claro que no. Le arrancaré lentamente sus órganos y los venderé en el mercado negro, sí, ¡eso haré!.
Entré furiosa a la casa tomé sus llaves y salí para subir a su chatarra cuando... Veo a papá aún estacionado fuera de la casa, tomando frustradamente su rostro. Oh no, él sólo se pone así cuando ángel hace alguna travesura y, si mis hipótesis son correctas eso era lo que había hecho.
Busqué a ángel con la mirada y lo divise sentado en la acera de enfrente con una sonrisa maléfica en su rostro, es como la sonrisa de el wason o peor.
Me acerqué a papá para preguntar que había pasado, en fin tengo bastante tiempo gracias al caracol deforme de Chad.
—¿Qué hizo ahora?—pregunté.
—Ésto—apuntó hacia las ruedas de su auto y reee fuuuuuck , estaban totalmente desinfladas.
Sin querer se escapó una leve sonrisa de mi rostro, ángel es mi ídolo algún día tengo que hacerle ésto a alguien.
—No te rías Alex, ¿ahora como iré al trabajo?—dijo frustrado.
—¡Sonríe te estoy grabando!. No, enserio Sonríe porque en verdad te estoy grabando esto merece un recuerdo y... Varias visitas en YouTube. tengo varias visitas con los videos que le hago a Chad y con ésto seré millonaria.
—Alex no estoy para bromas— dijo cansado.
—Vale— me encogí de hombros— Ten. Coge el auto de Chad yo puedo ir caminando.
Guardé mi móvil y le entregué las llaves. Las recibió frustrado y yo me acerqué a ángel.
—Tú pequeño demonio, me ayudarás a jugar una broma como ésta, cuando encuentre a un ser más idiota que Chad— dije chocando nuestros puños.
Se subieron al auto y yo me dirigí al instituto pero no crean que se me olvida lo que hizo Chad, los órganos no serán nada comparado con lo que pensaré hacer con él.
(***)
Llegué al infierno llamado instituto beacons pensando en las mil y un formas de asesinar a Chad, cuando de pronto lo divisé. A él y su asquerosa forma de coquetear con las chicas.
—¡Chad!—grité.
Se giró hacia mi y su rostro se tornó pálido. Pude notar como sus labios susurraban "mierda". Llegué tan rápidamente a su lado que no tuvo tiempo de correr.
—¡Chad! Entrégame las llaves de mi moto, estuve a punto de subir a tu asqueroso auto que quizás ¡cuantas zorras haz subido allí!— grité aún más fuerte para avergonzarlo.
Miré a su lado y me di cuenta de una pelirroja que me miraba asqueada.
—Y tú ¿Qué miras?— le dije. La pelirroja me miró ofendida y parecía que le costaba procesar mis palabras.
—Tic toc, ups creo que fue una pregunta muy compleja para tu pequeño cerebro. Cuidado creo que sale humo desde allí— Dije indicándole su cabeza. La chica abrió sus ojos como platos y al fin logró hablar.
—Hum... Miro tu horrenda manera de vestir.
Lo que me faltaba, probablemente ésta chica tenga el coeficiente intelectual de una piedra.
Y no lo digo para ofender, sino que me parece ilógico que en pleno siglo veintiuno alguien crea que lo que vistes define lo que eres.
Ilumínala señor y sí, me refiero a que envíes un rayo y que caiga justo sobre ella.
—Chad mis llaves ¡Ahora!— tomó las llaves de su bolsillo y me las entregó con una mirada de vergüenza.
Di media vuelta y Caminé un par de pasos, pero luego retrocedi otros mirando por sobre mi hombro a Chad. Él sólo me dedicó una mirada confusa.
—Chad...— pensé por unos segundos y elevé la voz—llamó tu doctor—mentí—dijo que debías comenzar luego el tratamiento para los herpes que tienes en las bolas. Es lamentable verte rascarlas cada cinco segundos, deberías...—apreté mis labios para aguantar la risa, todo esto me lo inventé—Deberías ir, créelo todos te apoyamos...
Una vez visto el rostro desfigurado de chad, caminé hacia la entrada del instituto orgullosa.
¿Creías que ibas a salir ileso de esto hermanito?.
Seguí caminando pero las miradas de todos no se aportaban de mí. Fue ahí cuando sentí que me tomaron del brazo.
—¿Qué quie...?—No alcancé a terminar la frase porque me di cuenta que no era Chad.
En su lugar estaba un chico de cabello castaño claro, ojos grises que por alguna razón me eran muy familiares, estatura extremadamente alta, y una sonrisa que seguramente derrite hasta al ice Berg más grande. Es atractivo pero no lo suficiente para dejar de recordar lo que todos—o gran mayoría busca—meterse bajo tus pantaletas.
—Hola preciosa, ¿te he visto en algún lado? Porque de ser así recordaría un rostro tan lindo como el tuyo— me guiñó un ojo. Definitivamente lo bonito no le quita lo tonto.
Zafe mi brazo de su agarre y le di un leve empujón.
—Que me sueltes. Y Creo que no, porque de ser así, también reconocería un rostro tan desagradable como el tuyo— le dediqué mi peor mirada de desprecio y seguí mi camino.
No quise quedarme a presenciar alguno de sus insultos así que continué caminando pero su torpe voz se oyó nuevamente.
—Tranquila bonita que después serás tú la que me estará pidiendo de rodillas que te agarre— gritó.
Predecible.
Lo ignoré nuevamente no sin antes mostrarle mi tercer dedo.
Evité la miradas sorprendidas de algunas chicas y caminé por los pasillos en busca de mi casillero número "312", sí "312" eso quiere decir que caminé demasiado para poder encontrar el jodido casillero.
Cuando al fin lo encontré lo abrí y coloqué los cuadernos que me tocaban hoy. Lo cerré quedando solo con mi libro de biología. Al girarme me sobresalte al ver a una rubia de ojos verdes que me miraba con una gran sonrisa.
—¡Kate! cuanto te extrañe— respondí a mi amiga dándole un gran abrazo.
—Alex también te extrañe muchísimo, ¡vaya! Ese aura oscura te sienta bien, de seguro ya tienes a varios babeando— dijo enarcando las cejas con un tono seductor en su voz.
—Ni lo digas, lo menos que quiero es una mente idiota en mi vida y créeme acabo de encontrarme con el rey de los idiotas y ya no quiero más.
—Debe ser Kyle o alguno de su grupo, son los que se hacen llamar "dioses griegos" del instituto o quizás uno del equipo de fútbol.
—Ni idea pero será mejor que me deje en paz o mi puño será el mejor amigo de su rostro.
(***)
Después de varios minutos de una larga conversación sobre como estaba respecto a la muerte de mi madre, mi antiguo instituto y cosas cotidianas nos decidimos a entrar a la clase de biología; Nos sentamos alado de la ventana varios lugares atrás.
Pasaron unos minutos cuando ingresó el profesor, tenía una credencial en su delantal que citaba "Christian Morrison, profesor de biología". Comenzó la clase dando un sermón sobre no llegar tarde, no comer, no hablar, prácticamente solo respirar, vaya idiota creo que no nos llevaremos bien.
Estaba a la mitad de su sermón cuando un golpe interrumpe la puerta, mejor dicho varios golpes, agradezco a quien sea porque si no paraba de hablar yo misma le metería su zapato en la boca.
No le dio tiempo de abrir la puerta porque quien estaba de el otro lado ya la había abierto por él. El profesor salió y solo se podían escuchar sus gritos.
—Señor Dawson estas no son horas de llegar.
—Morrison querido, tu sabes que echar un polvo en el baño no es fácil— mierda esa voz me era familiar pero no, el mundo no me puede odiar tanto.
Ignoré sus gritos y comencé a garabatear flores en mi cuaderno. Estaba concentrada en mi dibujo cuando el golpe de la puerta rompió por completo mi concentración.
Elevé mi vista y mis músculos se tensaron. Es oficial, definitivamente el mundo me odia. Era él, el idiota de esta mañana.
Nota de autora:
Hooooola, disculpen si hay faltas de ortografía o cosas así pero es mi primera novela. ¿Qué les pareció el capítulo? Estoy agradecida de todos los leídos que tenemos puede que sea poco pero significa mucho, actualizaré todos los jueves - salta y grita por toda la habitación - eso ¡voten y comenten!
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×Domi
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