06. Una fiesta no tan agradable
-¡Aarón, sube a comer! -me dice mi madre en un grito.
Salgo de mi oficina secreta, así le llamo, ya que nadie sabe.
En mi oficina tengo todas las cosas que empece a conocer a los doce. Tengo documentos sobre personas de otros países, si tengo un fetiche por saber la vida de los demás, pero también porque me ayuda a encontrar alguna presa. Cuando investigo lo hago cuando no tengo tiempo o simplemente estoy aburrido.
Camino por el largo pasillo, al finalizar me encuentro con un ascensor que me lleva a la planta de arriba. Donde se encuentra mi oficina, es como en el sótano, algo así, pero este queda mucho más abajo. Introduzco la contraseña, el ascensor cierra las puertas para llegar arriba.
Nadie de mi familia sabe la contraseña, solo mi padre, él es el jefe del pueblo. El que maneja todo, pero no solo el, está el rey de la mafia y los estúpidos indios, que cada vez que hacen algo nosotros tenemos que tapar.
Hace 300 años, ellos eran los rey del pueblo, los indios enseñaba su idioma a los demás, por eso el pueblo creció, pero cuando llegaron mis ancestros, y vieron que aquí había potencial para hacer lo que ellos querían, mataron al rey de los indio y torturaron a los demás, también los ponía a trabajar horas extras, para construir esta casa y todas la que conforma este pueblo.
Los que viven aquí, tiene prohibido salir para conocer, a cambio que sea algo urgente, pero casi nunca seda. Poco después se creó la mafia, en donde ellos tiene su territorio, obviamente ellos tiene bastante control en este pueblo.
Y aquí en donde estoy yo, debo de matar a Kelly para poder tener poder de todo esto, así como mi padre. Sé que no va hacer fácil, pero debo matarla, me prometí no sentir ningún sentimiento hacia ella, debo de tenerle odio.
Al llegar arriba camino hacia el comedor, donde se encuentra mi padre, mi madre y mi hermana.
Mi madre está al lado de mi padre Alessandro, al frente está mi hermana de tan solo diecisiete años. Me siento de mala gana al lado de mi hermana.
La mesa es redonda, caben diez personas, es de madera color marrón.
Las empleadas sirven la cena, como cada día de sus vidas. Las personas que no entra, no podrán encontrar empleo, porque son pobre o no quiere participar, pero eso conlleva a que tiene que trabajar como sirvientas de personas millonarias, claramente firma un contrato donde dicen que tiene que entregar su vida, después las personas millonarias pueden comprarlas a un gran precio, es ahí donde ellas estarán a su disposición, así sea aseando, cocinera o siendo una esclava sexual, ya sé que suena algo loco, pero así es este mundo. Donde el dinero tiene más poder.
Hoy mi padre esta vestido, con una camisa de botones blancos, las mangas le llegan hasta los codos, unos pantalones de vestir negros y un conjunto con unos zapatos negros bien brillosos. Mide dos metros, su piel es blanca, tienes los ojos grises. Tatuajes por sus brazos, cuello incluso y la cara. Su cabello es entre negro y un poco gris. Es intimidante, grosero y posesivo.
Esas últimas tres palabras me resbalan. Mi padre no tiene control sobre mí, que si le tengo que hacer caso cuando son misiones, ya que eso me suma puntos para avanzar a la segunda fase.
Mi madre, tiene una camisa de botones y unos pantalones de vestir marrón. Su cabello es castaño, ojos marrones, mide 1.50. Tiene tatuajes en sus brazos, su piel es blanca. Es amorosa, posesiva, un poco intimidante y muy comprensiva.
Mi hermana, que hoy lleva una falda de cuadros, con un top negro. Su cabello negro como el de mi padre, es ondulado. Blanca con los ojos grises, mide 1.60. Es muy cariñosa, amable, amorosa y un mal carácter como el del mi padre.
-Aarón -dice mi padre -, hijo mío, tengo una chica que quiere conocerte. Acuérdate que tienes que casarte para que te puedan aceptar... -no deje que terminara la frase.
Odio cuando se pone en la fase de querer casarme con cualquiera. Además horita en estos momentos no estoy preparado para estar en una responsabilidad, como el matrimonio.
-Sabes que todavía no estoy preparando para eso... -le digo mientras tomó un sorbo de mi jugo -. Además casarse es un poco frustrante ahora que tengo la presa lista para matarla.
Casarme no está entre mis planes. Que si en el futuro quiero tener hijos, pero ahorita no. Apenas tengo 26. Y estar amarrado con una persona no es que se vean muy bonito. No quiero ser como mi padre, que esta con mi madre solo para que las personas crean que esto es una linda familia sin problemas, detrás de toda esa estúpida mascara somos una familia rota. Ni siquiera tenemos comunicación a la hora de resolver un problema.
Lo único que me importa es el poder, quiero, necesito gobernar todo esto. Que las personas del pueblo cada vez que me miren se arrodillen delante de mí.
Y también que los altos supremos me acepten y me den la oportunidad. Y no solo es un pueblo que quiero gobernar, es un país, el mundo. Todos tienen que saber que Aarón no lo destruye nadie.
-¡Me importa una mierda si estás preparando! Yo quiero que te cases y punto, igual va para ti Valeria -grito por todo el comedor, que hasta las empleadas que estaban de pies se asustaron -. ¡Estoy harto que siempre tengas una excusa! Las cosas no son como tu creés Aarón, me estoy jugando mi pellejo para que puedas quedar al mando de este pueblo, y que nuestro legado continúe, y si te tienes que casar que la hija del presidente lo haces porque es una jodida orden.
Alessandro callo todo, incluso la suave melodía que sonaba. Las empleadas temblaron, pero a mí me resbalo todo lo que dijo. Ni siquiera me importo que estuviera jugándose el pellejo. Tome un sorbo del jugo y seguí comiendo.
Pude ver por el rabillo del ojo, como a mi hermana Valeria se le llenaron los ojos de lágrimas. Me no me gusta que ella vea este sufrimiento.
-¡¿Ahora te importo?! Porque que yo sepa siempre me decías que yo era un desgraciado que no servía para nada, que tú mismo me ibas a matar cuando creciera, eres el peor padre del mundo -brame. Yo tengo el mismo carácter que mi padre, por eso siempre terminábamos la cena así, ni siquiera han probado bocado -. ¡No vale la pena comer en la misma mesa donde se sienta el diablo!
Me levanto de la mesa, lo más relajado posible, no demuestro ninguna emoción en mi rostro. Camino hacia mi habitación.
Siento la voz de mi madre. La verdad me quedo unos minutos escucho como mi padre trata mal a mi madre. La e defendido muchas veces, pero ella está amarrada a él.
-¡Hijo...! -llamo -. No debiste ser tan duro con él.
-¡Que aprenda cómo son las cosas en...!
Niego con la cabeza. Nunca, pero nunca podremos ser padre e hijo.
-Tu siempre haciendo que nunca tengamos paz en esta casa.
Me di la vuelta para poder ver. Alessandro agarra del brazo con mucha fuerza. Eso le dejara una marca. No se quejó, solo lo miro a los ojos. Valeria solo lloraba en silencio, a tener que presenciar lo que va a pasar a continuación.
-Por muy mujer mía, no pienso tolerate que me vengas a dar órdenes, el único que debe dar órdenes aquí soy yo, así que horita te vas a la habitación y me esperas como buenas esposas que eres -la soltó. Cayó al piso, se levantó y si rechinar se fue a la habitación, hacer lo que mi padre le dijo.
Sin querer presenciar más, camine rápido a mi habitación. Estoy cansado de que siempre mi padre nos trate como si fuéramos un perro.
Me siento tenso y molesto mejor dicho furioso, de que mi padre tome decisiones por él. Tanto odio a ese ser, le tengo asco, desprecio.
Me tumbo en la cama, tomo mi teléfono y veo un mensaje de Madison.
Madison: hola, lindo. ¿Nos vemos esta noche?
Ella me manda una foto donde sale en ropa interior. Tiene un sostén rojo y una tanga súper pequeña, también es roja.
Aarón: ¿a qué hora?
Madison: en la fiesta de esta noche, te mando un mensaje cuando este haya.
¿Fiesta? ¿Qué fiesta?
No le respondí, eso daba que era un sí.
Tocan la puerta. Ojala que no sea mi padre. Abre la puerta es mi hermana.
-Dice mi padre que te arregles porque a la una hay fiesta.
Ella cerró la puerta, se acostó en un pouf, que hay en la habitación. Lloro, ella sabe que su único lugar seguro soy yo. La abrazo y deje que ella botara todo lo que tiene reservado.
-Tranquila, solucionaremos este problema -le bese la cabeza -. Juro que te voy a sacar de este infierno, así tenga que morir en el intento.
Nos quedamos un rato, hasta que sueño nos venció.
Siento una voz femenina, hablando con alguien por teléfono. La voz se escucha fuerte, parece que tiene una discusión. Abro poco a poco los ojos. Mi hermana esta rendida incluso se escucha un leve ronquido. Quito la cabeza de mi hermana, la acomodo para que pueda dormir tranquila. Me levanto con cuidado de no hacer ruido. Voy directo al balcón. Y la veo, tiene una pijama de Hello Kity. Su cabello recogido en un moño desordenado. La brisa hace que se vea radiante.
-Papa escúchame, yo solo quiero que me escuches, que no creas lo que dice las personas.
Tiene problemas con sus padres. Tengo que investigar porque y cuáles son los problemas.
-Está bien no me escuches, yo lo entenderé, no vuelvo a fastidiarte -y cuelga.
Se ve triste, como si quisiera que alguien estuviera ahí, para consolarla. Se mete para adentro, sin darse cuenta que la estoy observando.
Me quede perplejo. Ella se ve tan inocente. Hasta parece que no rompe un plato. Las cosas que uno se entera.
Entro de nuevo a la habitación, mi hermana me mira. Ella se está recogiendo el cabello.
-¿Ella es tu presa? -pregunto.
Me senté de mala gana en la cama. Asentí con la cabeza.
-Pobre de ella, cuando se entere que su vecino es... -subí la mirada la vi con mala cara.
-Quien dijo que ella se va enterrar -abrí mi closet donde escogí un traje negro. Lo tendí en la cama. Ya está planchado -retirarte, voy a bañarme, me esperas abajo.
Entro al baño. Ya son las doce de la noche tengo que estar listo en veinte minutos. Después de bañarme, me vestí.
Después de estar listo, salgo de la habitación bajando las escaleras. No siento ningún sentimiento por ir a esa fiesta, solo que va a estar Madison y pues tengo que saciar mis ganas de follar. Tengo una semana sin follar.
Mi madre esta vestida con un vestido dorado brillante. Me hace recordar el vestido que tenía Kelly el día que su prometido regreso.
Mi hermana tiene un vestido de dos piezas. Uno es un top blanco, igual que la falda. Mi padre tiene un traje gris.
Abordamos al auto. Las calles de este pueblo están solas. Ni un alma se asoma. Bueno son la una de la mañana, es normal que las personas están en fiesta o durmiendo. No todos en este pueblo tienen derecho de ir a una fiesta.
La fiesta es como para pasarla bien, para que todos se distraigan un rato, pero la fiesta o las discotecas se dividen en tres partes. Las personas pobre, donde solo les alcanza para comprar un trago o solo bailar, las entradas son más baratas, la de clase media, es para esas personas que pueden disfrutar de unos cuantos tragos y contratar a una sola mujer para la noche. La verdad es que no es muy elevado pero si puedes disfrutar y por ultimo está la de clase alta, donde los millonario pueden estar con las mujeres que quieran sin importar el costo. También pueden hacer reuniones o cosas así. En este caso solo voy porque la hija del ministro está de cumpleaños.
El chofer estaciona, nos bajamos. Como las entradas ya están pagas, solo nos adentramos. En el primer piso no hay muchas personas. Todo aquí huele a alcohol con pobre. En el segundo piso todo es más relajado.
Mi corazón da un brinco al ver a Kelly tomando una bebida que de lejos se puede ver, es vodka.
-Ya vengo, voy a cobrarme a alguien que lo tengo en la mira -le dije a mis padres. Ellos asintieron. Valeria como no quiere estar cerca de mi padre, se queda conmigo.
Caminamos hasta donde Kelly.
Se ve hermosa con ese vestido gris brillante. Por otro lado Valeria se sorprende al ver a las dos mujeres. Las dos son linda pero la morena le robo el corazón.
"Nunca e visto a alguien tan hermosa como ella."
-Hola, señoritas -saludo con picardía -, ¿están solas? -pregunto.
Amber levanta la mirada y me observa con cara de asco, después ella responde. -No, ¿por qué?
-¿Puedo acompañarlas? -pregunte con fastidio. Admire la cara de Kelly por unos segundos. Es un revoltijo de emociones. Nerviosa, incomoda, molesta... tal vez-. Claro, si no es molestia -trato de suavizar la cosa, pero Kelly sigue nerviosa.
Me gusta hacerla sentir así. Siento que tengo todo el control.
-Bueno está bien. Siéntese voy a buscar bebidas -Amber dijo con flojera. Tengo la oportunidad para fastidiar a la chica. Valeria entendió a la perfección, por eso se le ocurrió ir con Amber.
-Oye chica yo te acompaño.
Amber y Valeria se fuero por el pasillo lleno de personas. Ahora yo y Kelly nos quedamos solos.
Oportunidad perfecta para llevar acabo todo el plan, pero solo la voy a fastidiar."
-¿Te pasa algo? -pregunte con un poco de preocupación fingida.
-No -respondió secamente.
Solo por fastidiar, le quite el celular, para molestarla. Me encanta ver la cara de ella.
-Oye dame mi teléfono -me grito con mucha molestia -. Cómprate tu propio teléfono con tu propio dinero -se cruzó de brazos.
Quería soltar una carcajada. Me gusta su actitud de niña pequeña, le queda estupenda.
-Ay vecinita, yo soy el hijo del gobernador y puedo mandarte a votar de este pueblo -dije con autoridad.
Kelly se quedó muda por unos minutos.
-Bueno, bien por ti -dijo ella tomándose su bebida alcohólica. Sonreí de lado. Me e dado cuenta que ella le gusta mis sonrisa.
-Pues gracias -la mire por un momento detallando la -, ¿haber vecinita, cuando me vas a dejar entrar otra vez a tu casa para comer esa salsa bechamel tan buenas, que tu preparas? -comento -, porque quiero verte asiendo esa salsa con unas de mis camisetas.
Es verdad. Quiero verla con una de mis camisas. Después que la folle, como pienso. Después que disfrute de su cuerpo puedo matarla, aunque no, tampoco llego a esos extremos.
-Jamás voy a tener sexo contigo -dijo Kelly. Vale me gusta las duras, la que no quiere, pero después cae rendida a mis pies.
-Yo nunca dije que tuvieras sexo conmigo, solo dije que quería que cocinara... -se levantó de la silla.
No le tome importancia, de todas maneras me la voy a follar. Me levanto buscado a mi hermana. La visualizo a pocos metros con una morena, creo que se llama Amber. Le aviso a Amber que Kelly fue al baño. Agarro a mi hermana por el brazo arrastrándola para el último piso donde se encuentra la fiesta.
Llegamos. Saludo algunas personas que se encuentra ahí. La decoración es de un dorado brillante. Hay muchos globos y la sesión de fotos, también esta la pista de bailar y por ultimo esta la mesa donde se encuentra el pastel y algunos aperitivos con bebidas en una mesa larga.
Todo parece muy bonito, pero aburrido. La cumpleañera se acerca para darme un beso en los labios.
Ella se llama Karla, tiene 24, es alta, su cabello liso le llega hasta las nalgas. Es muy hermosa, sus curvas envidiables, el gran trasero que tiene.
-Aarón aquí, en una fiesta mía, ¿acaso estoy soñando? -pregunta con ironía.
Mantengo una expresión seria, sin expresar ningún sentimiento.
-Siempre hay una primera vez -le dio seco.
Converso un poco con Karla. Pido un trago de ron, para que por lo menos se me baje un poco la puta erección. Mi teléfono vibra, lo reviso viendo un mensaje de Madison.
Madison: ¿estás en la fiesta?, estoy llegando, así que espérame en el estacionamiento.
No le contesto, solo salgo de ahí y bajo hacia el estacionamiento. Al llegar veo a una pelirroja bajarse de un auto. Sonrió al ver su hermosura. Desde pequeña siempre a sido hermosa. Es una ventaja por lo que mi padre quiere que me case con ella.
Tiene un vestido verde claro, su cabello suelto le cae como una cascada de sangre por detrás de su espalda.
Me coloco detrás de ella. Poso mis manos más debajo de su vientre. Puedo ver como sonríe. Se voltea agarrándome la cara.
-Te extrañe, hace mucho... -la callo con un beso salvaje.
La llevo contra la columna del estacionamiento.
Tengo una erección de mil demonios. Bajo mi mano hasta llegar a su sexo. Meto la mano dentro de su braga. Meto un dedo, después meto dos más. Ella lo disfruta ya que empieza a gemir cuando juego con los dedos.
Hago maravilla con mis dedos. Lo saco para desabrochar mi pantalón. Cuando voy a meter mi miembro en el sexo de Madison, escucho unos aplausos.
-¡Bravo, bravo! sigan que yo solo me voy a montar en mi auto y me voy.
Acomodo mi miembro y abrocho mi pantalón. Suelto un suspiro por la interrupción de dicha personas. Suelto a Madison para ayudar a Kelly que se cayó. No es algo que yo haría. La verdad nunca lo he hecho con nadie.
-Suéltame, no quiero que me toque con otro olor de otra mujercita -trato de caminar sola pero de nuevo se cayó, la cargue y la lleve a su auto.
La deje acostada en el asiento de atrás, se ve tierna. Parece una niña pequeña.
"Juro que esa inocencia te la voy a quitar."
Camino hacia Madison, que se ve enfadada.
-Nos vemos después, yo te llamo -ordene. Madison furiosa se dio la vuelta y camina hasta perderse por el estacionamiento.
Volví con las chicas. - ¿Es tu novia? -la pregunta de Kelly me sorprendió. Madison jamás será mi novia y tampoco llegara hacer nada mío.
-No -le respondí secamente.
La ayudo acostarse en el asiento de atrás. Se queda dormida en los pocos minutos.
"De tan solo mirarte la polla se me pone dura."
-¿Pasa algo? -pregunto con preocupación fingida. Amber me mira por un momento después devuelve su vista al frente.
-No quiere arrancar el carro -dijo mientras intentaba hacerlo de nuevo -. ¿Tienes carro?
-Si -respondí -. Oye Amber quisiera hablar contigo sobre Kelly.
La verdad es que no me interesa hablar nada con ella, pero quisiera saber algunas cosas de Kelly para poder seguir con la investigación.
-Sí, ¿de qué?
-Pero después, te parece -Amber asintió.
Busque en el maletero, una cuerda para comentar con el carro de Kelly.
Manejo por la desolada calle del pueblo.
Amber se a quedado dormida por eso pensé en pasar por una tienda en busca de una gaseosa. Descarte la idea cuando vi que dentro de un rato tengo una reunión con unos socios de mi padre. Mi padre me encargo de eso, ya que desaparecí de la fiesta.
Estaciono el auto en el garaje de la cada de Kelly busco en la cartera de Amber la llave. Saco primero a Amber. Abrí la puerta y la lleve a unas de las habitaciones que imagine que es de ella. Después baje por Kelly. Ya sé dónde queda la habitación de Kelly.
Salí de la casa. Cuando entre a la mía, vi a las sirvientas haciendo el desayuno y arreglando la mesa.
Observe la hora en el gran reloj de la sala. 5:48 a.m.
Me cambió la ropa por algo más cómodo. Me lance en la cama. Estoy cansado. No pasó nada cuando mis párpados se cerraron solos.
-Señorito Aarón -lo llamo una de las criadas.
-¿Mhumm...?
-Tiene unas reunió dentro de veinte minutos.
Abrí mis ojos como platos. Me metí directo a la ducha. Me coloco una camisa gris con un pantalón negro. Me peino un poco. Bajo a la cocina, agarro un panecillo y salgo de la casa.
Llegue a la imperio, así se llama la empresa donde se mueve todo más rápido. Es un gran edificio. Hay muchas personas de aquí para allá. Me saludan pero solo pasó de largo, como si estuviese solo en esa empresa.
Llego hasta la sala de reuniones. La secretaria me da unos papeles. Me adentro a la sala. Muchos vejatorios están hablando de negocios o que se yo.
Todos se cayan cuando escuchan mis pasos. Me siento.
-Buenos días -saludo con educación -. Vengo a representar a mi padre, ya que él está ocupado con algunas cosas.
-Me parece bien -Dijo un señor calvo, piel blanca, ojos verdes.
"Espero que esto termine rápido."
Llevo dos horas sentado en una silla, solo porque esos viejos no se ponen de acuerdo en firma el contrato.
Al menos lo firmaron y dejaron las cosas claras. Le pregunto a la secretaria si tengo más reuniones, por lo que ella niega.
Voy director a mi casa. Paso sin saludar a nadie. Por lo menos no está mi padre, así no lo aguanto. Llego a mi habitación. Salgo al balcón, para agarrar un poco de aire fresco.
Mi mirada se dirige a su balcón.
La veo.
Está sentada leyendo algún libro y tomando alguna bebida. Siento mi corazón latir muy rápido, hay algo que no me deja tranquilo. Ella se ve tan inocente y delicada.
¿Será que me gusta? No, jamás debo sentir sentimientos hacia la presa. Solo tengo que hacer mi trabajo para terminar todos esto y volver a tener mi rutina de antes.
En el fondo no la quiero matar, es como si algo me digiera que ella me traerá algo ¿bueno? Tal vez.
"Te vez linda con ese vestido verde claro. Creo que mi cuerpo pide a gritos que pruebe tu cuerpo."
Holis, ¿Cómo están?
Se que nadie lee estás notas, pero les vengo a recordar que no se aburran. Está historia viene con todo, Aarón y Kelly les trae algo preparado. 😉
Perdón por siempre retrasarme es que las tareas me quita tiempo.
Nos vemos después, los quiero mucho ❤️
Con amor y cariño gene...
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