4. En la carretera
Ya había pasado una semana desde la última vez que hable con mi hermana, Sam desde aquel día se había limitado a solo saludar cuando me veía o sea que tampoco había tenido noticias sobre el chico misterioso que me había venido a visitar, aunque, siendo sincera a veces pensaba que todo había sido un invento de mi hermana.
Solo faltaba una semana para ir a la escuela y como era costumbre en mí, tenía que salir de compras por ropa nueva.
Me di una última mirada en el espejo y sin más baje las escaleras para encontrarme con mi hermana en pijamas.
-hola - se acerco Sam para saludarme con su típico beso doble, me asombré. ¿No que no me hablaba?
- ya me voy - le avise mientras tomaba mi bolso. Sam se llevó una galleta a la boca como si lo que acababa de decir era algo completamente loco.
- espérame tengo que arreglarme un poco más y vamos - dijo dándole otro mordisco a la galleta. Era costumbre que siempre fuéramos juntas a comprar ropa o lo que sea que necesitaríamos en la casa, al fin y al cabo, solo vivíamos las dos.
- vamos tarde - dije dándole a entender que quería ir sola, aunque, nunca lo habíamos hecho a pesar que cada una tiene un auto diferente: Sam tiene un Camaro y yo tengo un Mercedes; aquello fue un regalo de nuestros padres por nuestros 16.
-entonces corre yendo - dijo mirándome con sus grandes ojos azules. Sonreí para mis adentros.
Era justo lo que quería escuchar.
- ¿En que carro voy a ir? - trate de fingir que la necesitaba, ella me miró con obviedad, como que si lo que acababa de decir era lo más tonto del mundo. - en tu carro - dijo.
- pero...
- Mer tienes prisa, yo todavía me voy a demorar así que... corre yendo - Dijo. Sonreí de lado, en realidad, creí que lograría convencer a mi hermana de ir en su auto.
Vaya que equivocada estaba.
- bye - dije. Hoy no era un buen día para estar arruinándolo peleando. Emprendí no camino a paso firme hasta que llegue a la cochera.
Saque mi auto, cerré la cochera y sin más empecé a conducir. Gire en la avenida grande para luego tomar otra carretera, mi favorita. A mí hermana y a mí, nos gustaba ir por allí porque siempre podías ir en paz mientras veias el bosque junto con todos sus árboles y aparte porque no había tráfico.
Conecte mi celular al auto para poder escuchar música. Give me love de Ed Sheeran, inundó mis oídos, y como era una de mis canciones favoritas sin pensarlo dos veces subí el volumen; tataree la canción hasta que otra canción inundo mis oídos haciendo que bajara el volumen de lo que yo escuchaba.
>> Solo en tu boca yo quiero acabar, todos eso besos que te quiero dar... a mí no me importa que duermas con él... Porque sé que sueñas con poderme ver, mujer, que vas hacer, decídete pa' ver, si te quedas o te vas, sino, no me busques mas.
Si te vas yo también me voy, Si me das yo también te doy mi amor<<
¿A quién se le ocurría escuchar una canción a tan fuerte volumen? Sabía que había personas que amaban el reggaetón, pero subirlo hasta que parezca que estaban en el mismo concierto era ya otro nivel; no era que tuviera algo en contra del reggaetón, pero yo personalmente ¡Lo odiaba!
Fruncí el ceño al darme cuenta que aquella persona tenía planeado pasarme, mire por el retrovisor esperando ver su rostro, pero sus lunas eran polarizadas. Rodé los ojos.
Reduci la velocidad al ver que de verdad aquel carro me pensaba pasar. No pasaron demasiados segundos cuando el carro se colocó al lado mío dándome el pase para poder ver su rostro.
Unos grandes y hermosos ojos color caramelo conectaron con los míos, me dejó sin aliento, continúe observándolo, su cabello era un poco más oscuro que el castaño, pero no llegaba a ser negro. Trate de apartar la mirada, pero simplemente mis ojos se habían quedado pegados a los de él. Una sonrisa se formó en la comisura de sus labios, algo en mi decía ¡Sonríe! pero mi cuerpo no respondía.
Una vez que recupere la movilidad de mi cuerpo, aquel chico ya no se encontraba al lado mío, ya estaba a unos metros lejos de mi. Suspiré.
Genial, perdí la única oportunidad de sonreírle y lo peor: jamás lo volveré a ver.
Ya solo faltaba dos dias para que acabaran las vacaciones, por otro lado no habia vuelto a ir a la casa de Mer desde la semana pasada, no sabía que hacer...
El sonido de mi celular me sacó de mis pensamientos, lo llevé a mis manos y miré que la llamada es de Kate, si quería que Mer se fijara en mi necesitaba olvidarme de todas y solo concentrarme en ella. Contesté.
-si - dije de frente sin saludarla
- hoy estoy sola - dijo con voz melosa - no quieres venir - estaba por responder que no, pero se me pasa por la mente una idea mucho mejor: que vaya para decirle que ya no podemos seguir siendo lo que somos.
- voy para alla -
- te espero - dice antes de colgar, me paro de la cama, me voy al baño y luego regreso para cambiarme.
Me miro en el espejo y cuando siento que ya estoy perfecto tomo las llaves de mi auto y bajo a la cochera.
~•~
Por suerte tome esta ruta para poder llegar mas rápido a la casa de Kate, ya quiero acabar con todo esto, necesito fijarme solo en Mer.
Subo el volumen al escuchar la canción de Enrique Iglesias - Duele el Corazón, piso el acelerador al darme cuenta que no hay nadie delante mio...
Quién es el que te quita el frío
Te vas conmigo, rumbeamos
Con él lloras casi un río
Tal vez te da dinero y tiene poderío
Pero no te llena tu corazón sigue vacío
Pero conmigo rompe la carretera....
Presioné el freno cuando me di cuenta que estaba detrás de un Mercedes que iba muy lento, era negro... y si no me equivocaba era el auto de Mer. Sin pensarlo dos veces me fui al carril del otro lado, empecé a avanzar esperando que sea ella, y pues no me equivoque. Mi corazón empezó a latir mucho mas rápido cuando pase al lado del auto avisándome que estaba Meredy.
Y joder, me sentí minúsculo cuando su mirada se centró en mí.
Sus grades ojos verdes se posaron en mi justo en el momento en que mi carro paso al lado del suyo, un brillo extraño paso por sus ojos, y fue ahí la primera vez que sentí que me miraba, sentí por primera vez que ella me miraba en verdad.
Seguía pensando en el chico de la mañana nunca lo había visto ¿en qué colegio estaría? ¿Dónde viviría? ... No tenía idea, solo sabía que me gustaba, me gustaba más de lo que me debería de gustar al ser una persona que lo había visto una vez.
Ignoré mis pensamientos y aparqué en el estacionamiento del centro comercial, esperaba que con comprar ropa se me quitara las ganas de seguir pensando en... ¡mierda! Ni siquiera sabía su nombre.
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