CAPÍTULO 6

Salimos de la universidad aparentando ser personas normales, aunque con Jake me sentía así. Por suerte había ido en su auto y suspiré en cuanto me senté.

—¿Como saliste sin ser vista? —lo puso en marcha y me miró

—Siempre se me ocurre algo —sonreí —bueno salí por donde sacan la basura, nadie lo notó —confesé

—Definitivamente eres tú —rió levemente

Fuimos hasta su departamento donde finalmente me sentía cómoda.

—¿Te importa? —me tiré en el sillón sin esperar respuesta.

—Si, ahora necesito que me expliques absolutamente todo... —bajó mis pies para que se pudiera sentar al lado.

—Es confuso pero supongo que mi deseo se cumplió —suspiré

—¿Cual deseo?

—Primero dime, ¿todo sigue igual? Todo lo que pasamos y recuerdo, ¿cierto? —lo miré con atención

—¿Exactamente a que te refieres?

—Quiero decir, lo único que cambió fue mi persona...

—Eso creo —pensó un momento —ahora dime como sucedió.

—Dias atrás, recuerdas el concierto... —asintió —luego del helado caminamos y pasó una estrella fugaz, ambos pedimos algo. Lo mío fue, “deseo ser ella” —hice comillas

—¿Deseaste ser Tiffany? —se sorprendió —¿realmente pediste eso?.

—Si, entiende que soy una fanática...

—No, eres una loca obsesiva —se molestó frunciendo el ceño

—Mirate, extrañaba que me regañaras —sonreí abrazándolo —necesito que me ayudes...

—¿Quieres revertirlo o que te saque de ahí?

—Ninguna de las dos, solo necesito saber más de la verdadera y como ahora aparenta ser yo

—No le hablaré de ésta locura —se negó de inmediato

—No es eso, solo necesito saber cosas de ella. Dime, ¿como se ha comportado estos días? 

—Ahora que lo mencionas... —pensó un momento —es un poco distante, cuando la busqué para ir a la universidad se sorprendió, en ese momento creí que era por lo que había confesado esa noche. En la clase no utilizó el móvil y presta atención a lo que dicen los profesores, de hecho es bastante inteligente.

—Ya veo... —suspiré —pero por las cosas que dicen, me sorprende que no haga un escándalo. No creo que realmente se considere Sara

—Vi las noticias, es toda una sitúacion tensa para ti y todo por ese colgante. No debiste traerlo —lo señaló

—Lo sé pero solo salí a buscarte y no tuve tiempo de quitármelo. ¿Porque no respondías mis llamadas? —lo acusé con lo último

—Con que eras tu —murmuró —no lo sé, ¿como sabría que eras tú realmente?

—Ahora lo sabes

—Si, Sara... —parecía dudar

—Dime

—¿Como son las cosas con Demián? Eres su novia, tu deseo se cumplió pero, ¿es como lo esperabas?

Reí un poco nerviosa, ¿debía decirle que era maravilloso? ¿que no solo me obsequió el colgante, si no flores y algunos besos?
No. Tampoco era tan cruel, Jake se había confesado esa misma noche y no pretendía lastimarlo. A él jamás, era muy importante para mi.

—¿Como decirlo? Es agradable, claro que me trata como su novia pero he intentado evitarlo la mayoría de las veces, aún es raro. Está bien, soy su fan y conozco absolutamente todo de él pero no es lo mismo con Tiffany... —me señalé —no la conozco como tampoco conozco su relación, así que prefiero mantenerme al margen

—Que bueno —sonrió y asentí —¿y la profesión?

—Complicada, no sabía que era la bailarina. Pudieron decir eso antes, ¿no? —rió por mi queja —de hecho soy de madera y ayer me lastimé el músculo... —señalé mi pierna

—¿Como? ¿te duele? —se preocupó

—Si, no es nada grave —sonreí —lo positivo es que debo descansar unos días para recuperarne o podría perderme el próximo vídeo musical

—El vídeo musical... —repitió

—Al parecer muchos me detestan tanto adentro como afuera, y no solo fanáticas. No lo sé, pero al parecer la verdadera era una bruja o eso deduje y si continuó así podrían despedirme o la carrera desaparecería. Imagina a todos diciendo que por ser novia de... Dejé mi profesión. Debo esforzarme, nos quedaremos aquí dos semanas, y nos quedan —conté con los dedos —¿10 días?

—Si, contando desde el primer día si. Son 10 —tomó mis manos —¿que quieres hacer? Porque por lo que me dices, no quieres volver a ser Sara.

—Quiero regresar, claro que quiero porque ésta no soy yo. Pero al menos quiero disfrutar estos días mientras estemos aquí y sé que no puedo hacerlo sola, ahora mismo el pasado de ésta persona es completamente desconocido y necesito a alguien que me dé su apoyo. No quiero sentirme sola.

—Algo dice que me arrepentiré de esto... —me haló hacia él.

Sentí su respiración chocar contra mi rostro y mis mejillas ardieron.

—Pero te ayudaré —me abrazó —conozco tu fanatismo enfermizo y con esto quizá consideres dejarlo. Deja de hacerte daño.

—Solo serán estos días que restan y prometo ser alguien normal —nos separamos

—De acuerdo —sonrió

En ese momento me llegó un mensaje.

Demián ❤: estoy en la puerta, abre 🙁.     ✅✅

—Debo irme —le mostré el mensaje y suspiró.

—Te alcanzaré algunas calles —tomó sus llaves

Me dejó a dos calles del hotel.

—Por favor intenta averiguar algo de mi impostora y escribeme... —abrí la puerta —y también responde cuando te llame

—No te preocupes, Cuidate Sara —sonrió

Devolví el gesto para ir por donde había salido.

—Demonios —chillé. La puerta estaba cerrada desde adentro y no podía abrir.

Golpeé un par de veces esperando que abrieran pero nadie lo hizo.
No Sabía que hacer, por la puerta principal era totalmente imposible y sólo podía llamar a Demián o al mánager. Hacerlo implicaba dar explicaciones.
Tomé el móvil  a punto de marcar cuando escuché la puerta abrirse, me alivié un poco e intenté entrar pero fui chocada por residuos de frutas.

—Demonios... —hice una mueca

—Mira lo que hiciste —regañó una chica a su compañero.

—Lo siento, no era mi intención... —alcé la mirada y ambos se asustaron —es Tiffany

Me extrañé un poco pero apresuré el paso para entrar antes de que alguien me viera.
Corrí un poco hasta el elevador el cual estaba siendo usado. Vaya suerte la mía.
Tomé las escaleras sin prisa para no caer y al llegar entré rápidamente a la habitación, lo primero que hice fue quitarme el colgante para dejarlo correr con el agua y así se limpiara.
Intenté tomar una ducha pero mis cosas estaban en la habitación de Demián.

Suspiré con resignación, de todos modos lo sabría.

Toqué su puerta y no tardó en abrir. Su expresión pasó de ser sonriente a una horrorizada y no lo culpaba, estaba un completo desastre.

—¿Que te sucedió? —se preocupó.

—Un pequeño incidente. Me alcanzas mi maleta, por favor

—Claro.

Las buscó y me las entregó.

—Gracias, tomaré una ducha

Estaba apunto de abrir la puerta cuando se acercó de nuevo.

—No olvides nuestra cena —besó mis labios y sonreí

—Claro

Finalmente pude tomar una ducha y me cambié, casual pero con buen estilo, o al menos lo era para mí.
Me coloqué el colgante cuando recibí un mensaje.

***********: Sara, podría ayudarte a mejorar con el baile pero no quiero poner en riesgo tu gloriosa relación 😒 no puedo entrar al hotel, la única manera es que tú salgas. Soy Jake.

Yo: ¿te conozco? 👀

Jake: disculpe, número equivocado 😒

Yo: como no sabría que eres tu? Me sé tu número de memoria ✌😎

Jake: me alagas 😒 entonces, qué dices?

Yo: obviamente quiero 😥 pero como lo haríamos, existe algún método de genios? 😶

Jake: ya lo verás 😒

Yo: está bien 😉💖

Jake: solo debes decirme antes de salir y pasaré por ti 😄

En ese momento golpearon la puerta.

Yo: de acuerdo 😘 ahora me voy. Cenaré con Demián, deseame suerte 🙈

Jake: suerte 😒

Yo: te quiero 😉💖    ✅✅

Sonreí por haberme dejado en visto, siempre era igual cuando se molestaba.
Abrí la puerta y ahí estaba Demián, totalmente guapo mucho más de lo que era.

—Hola —dije como tonta con una sonrisa

—Hola —devolvió el gesto besando levemente mis labios.

—¿A donde vamos? —me separé

—Preparé algo para ti —tomó mi mano

—Me pregunto que será.

Rió por mi actitud y bajamos hasta la sala que debía ser de reuniones del mánager.

—Espera, cierra los ojos —sonrió y así lo hice

Escuché que abrió la puerta, tomó mi mano y me condujo hacía dentro.

—Puedes abrirlo —susurró en mi oído

Lo hice encontrándome con una mesa bien preparada con comida para ambos.

—¿Hiciste esto para mi? —me sorprendí

—Si, me gusta tratar bien a mi novia —se acercó e intentó besarme

—Que bueno porque muero de hambre —lo detuve observando la comida.

—Tendremos tiempo para nosotros luego —guiñó un ojo —ven...

Nos sentamos y comenzamos, sinceramente la comida estaba deliciosa, no había probado algo igual y realmente la estaba disfrutando.

—¿Muy buena? —llamó mi atención

—Si —sonreí

—Es tu favorita, disfruta...

—Mi comida favorita, si eso es lo que es... —reí un poco nerviosa.

Disfrutaba esa comida que estaba probando por primera vez y resulta ser que era mi comida favorita. Esa chica si que le gustaba lo costoso.

—Entonces creo que me debes una explicación

—¿Explicación? —respondí por impulso.

—Si, ¿que te sucedió hoy? O mejor dicho, ¿a donde fuiste? —dejó de comer para mirarme con atención.

—¿A donde fui?

Debía pensar en algo rápido y no parecer que sería cualquier excusa estúpida, si no parecería que lo estaba engañando.

—Quise dar una vuelta, sabes que no puedo practicar por unos días por mi pierna, así que quise distraerme un poco. Cuando regresaba choqué un bote de basura y así me viste —sonreí un poco avergonzada

—¿Porque no me lo dijiste? Hubiésemos ido juntos

—Eso hubiese llamado la atención y las cosas ya están demasiada tensas, y lo sabes. Creo que deberíamos alejarnos de las cámaras un poco —bebí un poco de vino. No solía beber pero ese sabía exquisitamente dulce.

—Desde hace un par de días no dejas de sorprenderme, ¿que planeas Tiffany? ¿quieres que esté loco por ti? —sonrió

—¿Que? —me sorprendí.

Él negó riendo divertido, se veía tan bien así. Demostrando el Demián que había detrás del artista.
Muchas veces lo había imaginado y suponía que sería así, e incluso dulce pero jamás creí poder tenerlo de esa forma. El único problema era que, no era para mi. Su comportamiento era para otra persona, de la cual yo había ocupado su lugar.
Un sentimiento amargo se presentó haciendo que bebiera toda la copa de un solo sorbo.

—Tranquila, aún es demasiado pronto para beber —dijo con una sonrisa

—Es que estaba sedienta —sonreí comenzando a marearme —que delicioso, ¿como se llama? —señalé la botella

—Es...

—Descuida —lo detuve —no importa, de todos modos no puedo comprarlo.

Reí por el efecto inmediato del alcohol, solo me dediqué a apreciar a Demián y reír como tonta enamorada, evitando decir alguna estupidez que pusiera en riesgo “nuestra relación ”. O eso recordaba.
Si. El alcohol no era lo mio, ya que hacia efecto demasiado pronto.