Capítulo 3
CAPÍTULO 3
Al depertar sentía cierta pesadez y cansancio en mi cuerpo, mis labios estaban tan secos que me senté casi de inmediato aún medio dormida.
En ese entonces quise tomar el vaso con agua que llevaba cada noche hasta la cómoda cerca de mi cama pero no estaba.
—Anoche lo traje —fruncí el ceño frotándome los ojos hasta que observé lo que llevaba puesto —¿que es esto?
Llevaba una camisa blanca y no era mía.
—Despertaste... —aquella voz hizo que quedara en shock —el almuerzo acaba de llegar
—¿Almuerzo? —cuestioné por impulso
—¿Te sientes mal?
Lo escuché acercarse hasta quedar delante de mi. Mi expresión era totalmente sorprendida o quizá, asustada.
—¿De-Demián? —pude articular con dificultad mientras perdía la conciencia
Al abrir los ojos me dolía la cabeza, todo parecía haber sido un sueño un tanto incómodo pero muy real.
Suspiré sentándome de nuevo con cierto mal humor.
—Tiffany, ¿te sientes bien? —preguntó acercándose
—¿Tiffany? ¿Demian? —intenté tocarlo pero me detuve para que no pensara que era una fanática obsesiva.
—¿Te sientes bien? —tocó mi frente haciendo que me sonrojara —estas bien, ¿acaso te golpeaste la cabeza?
—¿Que? —no podía dejar de mirarlo
—Es muy posible, con lo que hicimos anoche —sonrió coqueteando
—¡¿QUE?! —me sorprendí
—Toma una ducha y vamos a almorzar, muero de hambre... —besó mi frente retirándose
—Eso explica porque llevo esto... —observé la camisa —muy bien Sara, este es el sueño más loco que has tenido. Es momento de despertar
Nada parecía cambiar, de hecho era muy real. Había un móvil sobre la cómoda, lo tomé para ver la fecha.
Sábado 13 de noviembre, 12:35 pm
—Pude haberme golpeado la cabeza y estar en el hospital. Cambio de planes, disfrutemos de esto...
Me acerqué a una puerta, la abrí con cuidado, era el baño. Busqué ropa en una maleta, era de Demián por lo que la volví a cerrar. Abrí otra que contenía ropa femenina, tomé algunas prendas para tomar una ducha.
No pude evitar observarme en el espejo, era yo misma con algunos cambios. Era un poco más alta, un cuerpo excepcional, una piel suave y limpia, con cabello más largo con algunos reflejos rubios.
—Wooow, ¿realmente soy así? —negué tomando una ducha
Al salir fui a la sala donde Demián esperaba con paciencia.
—¿Porque tardaste tanto? —me miró
—Necesitaba relajarme —sonreí sintiendo mis mejillas arder
—Está bien —señaló la silla para que me sentara
—Claro —lo hice liberando un suspiro casi inaudible
Comenzamos a comer, mientras lo hacia mis manos temblaban por el nerviosismo evitando mirarlo.
—Tiffany... —lo escuché decir e hice una mueca —Tiffany —repitió y lo miré
—¿He?
—¿Realmente estás bien? Podemos llamar a un médico...
¿Y que arruine este maravilloso sueño? No gracias. Pensé
—Estoy bien, solo me siento agotada... —bebí un poco de jugo
—Después de anoche, claro. Eres magnifica Tiffany —sonrió de lado
Por lo dicho escupí el jugo comenzando a toser. No podía creer lo que estaba escuchando.
—Eres tan modesta, mi novia es magnífica... —repitió y reí con nerviosismos
—Si, eso es lo que soy. Soy Tiffany, tu novia... —respondí pero en realidad intentaba convencerme a mi misma
—Lo eres... —bebió de su jugo —por cierto, nos quedaremos dos semanas en la ciudad, haré conferencia de prensa, iré a programas de televisión, debo tener más contacto con las fanáticas... —asentí por lo último —y daremos otro concierto antes de partir, será inolvidable. Es mejor que te prepares muy bien
—¿Prepararme? —me confundí
—Recuerda que no eres solo lo novia, también la mejor bailarina que tengo
—Si, a veces lo olvido. Son tantas cosas —disimulé y sonrió
—Bajaré al gimnasio, luego busca al mánager para que sepas un poco la agenda. —se levantó acercándose
—De acuerdo —lo miré un poco incomoda
—Nos vemos luego —besó mis labios y no pude corresponder por la sorpresa —no sé porque, pero hoy luces tan adorable como una niña...
Sonrió acariciando mi mejilla, no pude responder y se fue.
—Demián me besó... —toqué mis labios
En mis sueños era yo quien lo besaba y a veces lo perseguía por muchos lugares.
—No es como otros sueños, se siente tan real —murmuré escuchando el sonido de un móvil por algún lado de la habitación.
Me levanté a buscarlo y lo encontré debajo de la cama, y sólo por eso quería saber que había sucedido la noche anterior.
—Pensamientos impuros... —renegué de mí misma
Tomé el movil viendo que en la pantalla decía, llamada entrante de Mánager Albert.
—El mánager... —me apresuré a responder —¿si?
—Tiffany, Demián dijo que despertaste un poco confundida. Enviaré al doctor en un momento —respondió del otro lado
—¿Que? No, no, claro que no. Estoy perfectamente bien. Solo estaba agotada por el concierto de anoche... —intenté sonar coherente
—Aún así...
—Estoy bien —interrumpí —y ya que estamos, podríamos tratar la agenda
—De acuerdo, ven a la sala de abajo
—Bien —colgué —¿que hago? Se supone que en mis sueños lo sé todo pero ahora... —negué
Salí de la habitación observando el extenso pasillo, claramente era un hotel lujoso. No sabía para cual dirección tomar hasta que apareció una empleada.
—Disculpe, ¿el elevador?
—Ahí —señaló exactamente delante de mi y me golpeé mentalmente.
—Gracias, y... ¿sabe donde está el mánager? —pregunté dudosa
—Disculpe Señorita, los empleados no sabemos de eso. Consulte en recepción —respondió amablemente y agradecí
Bajé por el elevador con nerviosismo, literalmente no sabía que hacer o a donde ir. Llegué abajo dirigiéndome a la recepción.
—¿Si? —me miró el encargado
—Sonará raro pero, el mánager de Demián me dijo que estaría en la sala de abajo y no sé cual es exactamente —intenté explicar
—Si, vaya por ese pasillo... —señaló —luego doble a la izquierda, es la puerta del final
—Muchas gracias —sonreí tomando el rumbo.
Al llegar abrí la puerta encontrándome con un hombre sentado.
—¿Albert? —llamé su atención
—Tiffany —sonrió levemente —ya te dije que a solas puedes llamarme padre...
—¿Padre? —me confundí
—Realmente estas muy confundida hoy, pero no importa hay que organizar la agenda de Demián —asentí —me encargaré de eso y tú de lo otro, también prepara una nueva coreografía para el nuevo vídeo musical. Porque seas su novia no puedes relajarte, el trabajo demanda —me miró con atención
—¿Trabajo? Esto es un Maravilloso sueño —respondí impulsivamente con una sonrisa.
—Esa es la actitud, continúa así y con seguiremos muchas cosas. Ahora ve a sumarte a las prácticas
—Claro, pero ¿donde es?
—Es la puerta continúa, por las dos semanas que nos quedaremos aquí el hotel nos ha cedido estos lugares.
—Entiendo —me levanté para ir al otro salón.
Al entrar un grupo de chicas me miró y unos cuantos chicos estaban con otro hombre.
—Bien, llegó Tiffany podemos comenzar con los ensayos —dijo aquel hombre juntando sus manos provocando el ruido de las palmas —lo mismo que siempre, comencemos...
Quedé totalmente perdida mientras los demás tomaban sus posiciones.
—Tiffany... —volvió a llamarme y lo miré, señaló mi lugar pero me fui al final —eres la mejor bailarina, debes ir delante para marcar el paso
—Justamente por eso, hoy quiero observar desde atrás la practica. Sorprendanme... —levanté los pulgares y un par me miró mal
—De acuerdo, como quieras
La práctica se llevó a cabo donde claramente no sabía ningún paso pero me esforzaba, provocando un horrible dolor en parte de mi cuerpo.
—Bien es todo por hoy —dijo el hombre con una sonrisa, deduje que era el coreógrafo.
Todos se retiraban e intentaba hacer lo mismo cuando me detuvo.
—Tiffany —esperó que salieran todos para proseguir —noté ciertas fallas en tus pasos, ¿algún problema?
—No —negué de inmediato
—Los demas no lo notaron, pero si sientes alguna dolencia no dudes en decírmelo. Pronto comenzará la grabación del nuevo vídeo musical y hay que estar en plena forma.
—Lo sé... —desvié la mirada —solo necesito descansar
—Espero que sea solo por eso y no por ser la pareja de Demián. Ya muchos te miran mal por eso
—Tambien lo sé, las fanáticas me odian —suspiré
—No solo eso, aquí también muchos no están de acuerdo. Por eso mismo no bajes el rendimiento o serás centro de atención para las criticas con tus pares. Recuerda que antes de Demián eres una bailarina profesional, con una carrera excepcional...
—Si, lo tengo muy presente —desvié la mirada
Regresé a la habitación para observarme en el espejo, era yo pero a la vez no.
Era una persona que odiba sin conocerla, pero amaba su vida por el simple hecho de ser pareja del hombre al cual yo quería.
Suspiré con pesadez.
¿Acaso lo que estaba viviendo era real o un sueño?
Dudaba mucho que estuviese en el hospital totalmente inconsciente, ya que recordaba absolutamente todo del día anterior habiendo llegado en perfecto estado hasta mi departamento. Además, si fuese un sueño ya habría despertado.
Todo parecía muy real, incluso las dolencias que me gané por intentar bailar.
—¿Será posible? —fruncí el ceño recordando algo.
Si era así, posiblemente estaba en problemas. No por donde estaba si no en la persona en la que me había convertido, no sabía absolutamente nada de ella.
Negué para observarme detenidamente, y luego abofetearme con fuerza.
—Demonios, es real... —me froté la mejilla con arrepentimiento. —bien, soy Tiffany la novia de Demián. Aprovechemos de esto...
Me animé a mí misma, intentando convencerme de que todo marcharía bien.
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