Una semana había pasado desde el encuentro que tuvo BaekHyun con Joy y la madre de ChanYeol.

Agradeció que en esos días no se había cruzado con el alto, cuando tenía que entregar algunos papeles importantes a este, mandaba a alguien de su sector o su secretaría. Cuando los chicos planeaban comer todos juntos, metía la excusa de tener mucho trabajo que tenía que terminar y cuando estaba sólo en su oficina lloraba en silencio. Sin que nadie sea testigo de como se desmoronaba por dentro, fingiendo sonreí ocultando su dolor de todos.

Porque no es nada fácil olvidar lo que sentía por ChanYeol, de la noche a la mañana. No lo puede arrancar de su corazón.

Bajando del taxi, se adentró al edificio alto donde vivía. Saludando al encargado del edificio, camino por un pequeño pasillo. Podría haber subido por el ascensor pero prefirió ascender a su departamento por las escaleras.

Ya adentro de las cuatro paredes de su hogar, dejo la bolsa que contenia una pequeña bandeja de comida preparada en la mesa del comedor, se dirigió al refrigerador agarrando la jarra de vidrio que estaba llena de agua, sirviéndose en un vaso una cierta cantidad se dispuso a beber, dejando que todo el líquido pase por su garganta sintiéndose hidratado.

Tomo asiento, acercando la bolsa sacó la bandeja destapando pudo ver esa rica y exquisita lasaña.

<<que delicia>>

Agarrando un trozo con el tenedor, se llevó la lasaña a la boca deleitandose con el sabor que hacía que sus papilas gustativas cosquilleen de la felicidad, de por fin a ver probado bocado en todo el día. 

Sin interrupción alguna, terminó de comer y con el estómago lleno. Se levantó y tiró la bandeja al cesto de basura.

Se fue a su cuarto a cambiarse de ropa por una más cómoda y holgada.

Decidió que mañana antes de irse al trabajo se daría una ducha, ahora no tenía ganas ya que le pesaban los párpados y el dolor de cabeza había disminuido sólo un poco.

Sólo quería dormir.

Escucho como el timbre sonaba constantemente, tallandose un poco el ojo derecho, agarró el celular del estante que estaba al lado de su cama, deslizando el dedo miro el reloj y vio que ya era de madrugada.

- si es LuHan y esta borracho juro que lo mataré.- se quejaba mientras caminaba hacia la puerta.

El timbre volvió a sonar.

- ¡ya voy!.- agarró la perilla de la puerta y la abrió.- Lu ¿qué te dije de be-. - no terminó de hablar, ya que se quedo sin aliento al verlo...- tu...

- si, yo.

<<ChanYeol...>>

Todo el cuerpo de BaekHyun se volvió rígido, su corazón volvió a acelerar y descontrolar con sólo mirar a los ojos de ChanYeol.

- ¿no me dejarás pasar? - pregunto el peli negro.

<< no sólo vete >>

Baekhyun sólo se corrió a un costado, dejando entrar al alto.

- ¿qué haces aquí?

- vine a visitarte ¿acaso no puedo?- ChanYeol se sentó en el sofá.

- c-claro que si, después de todo somos amigos.- su dolor de cabeza volvía otra vez.- me enteré que volviste antes.- sólo recibió como respuesta una afirmación con la cabeza de ChanYeol.

- y no fuiste a verme.

<<como me pides eso, si sabes lo que siento por ti.>>

- ya sabes que no puedo...

- todos se alegraron de mi regreso, hasta hicieron una fiesta.

<<lo sé>>

- ¿porque no fuiste? Espere que estuvieras ahí. Eres mi mejor amigo.

<<sólo tu mejor amigo>>

- no me sentía bien.- era mentira, sólo no quería ver los felices que eran los recién casados.

- mientes.- respondió cortante.

<<si lo sabes, porque me lo preguntas.>>

- te digo la verdad.- levantó la vista de sus manos, ya que desde que habló con ChanYeol la tenía agachada y lo encaró.- si es todo lo que vienes a decir, sólo vete.

- ¿porque me evitas?

<<porque quiero olvidarte, quiero dejar de amarte.>>

- sabes porque lo hago...

- no, por supuesto que no lo sé.

- ¡basta!- gritó y el dolor se intensificó más.- porque preguntas, si ya sabes lo que siento por ti...- las comisuras de sus ojos amenazaban con desbordarse por las lágrimas retenidas.- tan sólo déjame olvidarte...

- ¡NO! - ChanYeol gritó y lo estampó contra la pared.

El alto no estaba siendo consciente de lo que lo llevo a hacer aquello, pero ya era tarde para retroceder.

- porque... Eres así...

ChanYeol retrocedió un paso.

- esa vez, cuando me confesé a ti...- sollozo.- tan sólo me hubieras rechazado y ya... no puedo... Ya no soporto este dolor en el pecho.- cayó lentamente hacia el piso, agarrando sus piernas y apoyando su cabeza en esta, sin dejar de llorar.- y también después de aquello, tan sólo me dijiste que lo olvidemos... pero no pude... 

"Olvidemos lo que paso aquí. Es mejor para ambos."  Esas palabras martillaban en su cabeza.

- Baek...- se sintió un desgraciado, por haberle hecho tanto daño al castaño.

- ¡no me toques! - se pegó mas a la pared.- no lo hagas, no quiero sentir tu tacto sobre mi, me haría caer otra vez y ya no quiero. Quiero olvidarte Chan...

"Quiero olvidarte Chan." "Quiero olvidarte Chan." "quiero olvidarte Chan."  <<No, no, no, no. No lo hagas BaekHyun, no me olvides.>>

- aunque duela, estoy tratando de arrancarte de mi corazón. A veces... hay algo dentro de mi que hubiera deseado nunca haberse enamorado de ti.- sollozo más fuerte.- pero la otra gran parte se niega a hacerlo... ¿será que me estoy volvió un masoquista? Si supongo que es eso...- río tristemente.

ChanYeol sólo lo miraba estático, no sabía que hacer o que decir. Sólo se dejo envolver por el aura de tristeza que desbordaba por los poros de Baek.

- vete, tu esposa debe estar preocupada por ti.- Baek se paró, limpiandose las mejillas.- ya no la hagas esperar.

Abrió la puerta de la entrada, dejándole en claro a ChanYeol que ya era momento de que se vaya.

El peli negro salió del departamento sin decir nada, escuchando como la puerta era cerrada tras su espalda.

Ya en el ascensor, se maldecia por lo cobarde que volvió a ser.

"Quiero olvidarte Chan"  Esas palabras volvían a retumbar en su cabeza.

Después de que cerró la puerta, BaekHyun sintió un terrible y fuerte dolor de cabeza acompañado de un mareo, que provocó que se incline a un costado. Ayudándose con ambas manos, camino hasta su habitación.

Una vez allí, se tiró a la cama haciéndose bolita y permitiéndose otra vez a llorar.

Sin darse cuenta, se quedo dormido y la última lágrima que derramó esa noche era amortiguada en la almohada, dejando así un rastro de su llanto y sus ojos un tanto hinchados.