capítulo 15
A lo mejor dejar atrás los viejos recuerdos, cambiar de página o simplemente olvidar todo lo sufrido en el pasado era lo mejor para BaekHyun.
Mientras empezaba a ordenar su maleta, recordaba con nostalgia los momentos vividos por lo largo de su adolescencia en ese pequeño pero acogedor departamento.
Los días de lluvia cuando se sentaba cerca de la ventana, observando las gotas empapar el vidrio y descender hasta perderse al filo de la misma. Las noches de película que pasaba con LuHan y KyungSoo en el viejo pero estable sofá. Las comidas preparadas en su cocina, recordando los viernes de pastas. Se permitió derramar unas cuántas lágrimas por los buenos momentos que formarían parte de su pasado. Le dolía, pero era algo que se veía en la necesidad de hacer para olvidarse de él.
Cuando termino de empacar, dejó su maleta cerca del armario y se fue al refrigerador para tomar un poco de agua.
A pesar de que ya era sábado y el día estaba soleado, no tenía ganas de salir. Prefirió quedarse en casa viendo alguna película o sólo tomar algunas horas para dormir.
Mientras estaba sentado en el sofá recordó cuando de niño su madre le prepara algunas galletas de canela, aunque el recuerdo era un tanto vago, el podía seguir recordando el bello rostro de su madre, su sonrisa tan brillante, sus ojos marrones brillando de felicidad. Símplemente una perfecta mujer.
Recuerda mi pequeño Baek, tu madre siempre va a estar cuidandote. Nunca dejes que te hagan daño, se fuerte y siempre lucha contra los obstáculos que se te atreviesen en la vida. Esa había sido la última vez que escucho la dulce y cálida voz de su madre. Esa había sido la última visita de su madre...
Volvió a su cuarto y se acordó de la pequeña caja que estaba guardada arriba de su armario.
- casi me olvidó de ti...- teniendo la caja en sus manos se fue a sentar a su cama apoyando el objeto cuadrado un poco adelante de sus piernas.
Abrió la caja un tanto ansioso y vio muchas fotos que su madre le había traído. Había fotografías de cuando era un bebé, a sus seis años sonriendo a la cámara, su última foto junto a su madre cuando apenas entraba a su adolescencia y en la cuál había dejado de existir para su padre.
Había otra junto a LuHan, ambos llenos de lodo en la cara y su uniforme de rugby todo sucio; no pudo evitar que una gran sonrisa se formará en su rostro, recuerda bien ese día, fue cuando tuvieron su primer partido ganando justo a tiempo y al día siguiente el dolor que ambos sintieron por todo el cuerpo producidos por las tacleadas que habían recibido. Y a partir de ahí decidieron abandonar el equipo. Sus cuerpos no estaban preparados para recibir tremenda paliza.
Dejó a un lado esa foto y algo nervioso, agarró la fotografía que estaba junto a Yeol. El alto sosteniendolo de los hombros, sonriendo de oreja a oreja. Esa foto fue del día cuando se declaró a ChanYeol.
Viendo detenidamente, pudo ver el rastro de tristeza en sus ojos, a pesar de que su rostro demostraba lo contrario. Su dedo recorrió el rostro de ChanYeol, el rostro de ese gigante no demostraba nada fuera de lugar, como si no hubiera pasado nada antes.
- cobarde...- susurró, levantándose de la cama. Y se dirigió a la cocina.
Una vez estuvo allí, agarró la cajetilla de los fósforos. Encendió una, sosteniendolo con la mano izquierda. Con su otra mano libre, agarró la fotografía llevando una esquina de esta a la pequeña llama, y sólo se quedo observado como la fotografía era consumida por el fuego.
<< cobarde, cobarde, cobarde. >>
¿porque seguir preservando esa fotografía? Lo mejor fue quemarla.
Si fue lo mejor... ¿porque comienza a arrepentirse de lo que hizo? ¿porque le duele? ¿porque...?
<< fue lo mejor Baek, fue lo mejor... >>
- fue lo mejor...- soltó en un suspiro.
Sacudió un poco la cabeza, quitando esa sensación y dejándola de lado. Tan sólo tendría que acostumbrarse a olvidar a ChanYeol. Olvidarlo era lo mejor ¿no?
Cansado de pensar, recordar y acomodar sus cosas, decidió que una siesta no le vendría mal, arrastró sus pantuflas mientras caminaba a su cuarto.
Se tiró con cuidado a la cama, acomodandose mejor, se froto con el dorso de la mano su ojo. Se sentía muy exhausto.
- cambiar de página, es lo mejor para ambos. - bostezo, abrazando con cuidado su vientre.- olvidar, es lo mejor para todos.
~♡~
LuHan revisaba por última vez su correo electrónico, la pantalla de su portátil se reflejaba en sus lentes de marcos negros. Haciéndolo lucir muy atractivo.
Con un poky en la boca, volvía a releer por tercera vez el correo que le había mandado su jefe, confirmado que sus boletos con destino a China ya estaban verificados y confirmados para que mañana por la tarde abordarán el avión.
- ¡Kyung, Kyung, Kyung! - gritó desde su asiento, llamando la atención del peli negro.
- ¿que quieres? - un somnoliento Kyungsoo se acercó al costado de LuHan.- me fastidia que grites.
- lo siento.- sonrió inocentemente.- pero queria avisarte que mi jefe ya confirmó los boletos para mañana por la tarde.
- sólo era eso.- rodó los ojos.- podías decírmelo más tarde. No vez que estoy cansado. Y ayer me dejaste sin energías.- se fue maldiciendo por lo bajo.
- ¡lo siento Kyung! - gritó mas fuerte, sólo para fastidiar al ojon.
- ¡cierra de una vez la boca!
- que bonita amistad... ¡yo también te quiero!
Cerró su correo, dejando a un lado su portátil. Él también se sentía cansado, pero no podía tomarse el lujo de descansar, tenía que hacer su maleta y empacar algunas cosas que enviaría a China.
- si sólo tuviera a un hombre fuerte que me ayude.- hizo un puchero con sus labios.- mejor dejó de soñar despierto y sigo ordenando.
Se fue a su cuarto en donde no se sorprendió de ver a Kyung desparramado por toda su cama, al fin y al cabo era la única. Corrió un poco los pies del peli negro dejándolos colgados de la cama y con suavidad y sin querer despertar a KyungSoo dejo su maleta, necesitaba acomodar lo que le faltaba de ropa.
Tarareando una canción y con algunos balbuceos de KyungSoo, terminó de hacer su maleta. Ya eran alrededor de las seis de la tarde y se le antojó un poco de café. Se preguntaba si despertar al malhumorado de su amigo sólo para preguntarle si quería tomar café no sería una mala idea y no perdería la cabeza en el intento.
Rezó para sus adentros, todavía era muy joven para despedirse de este mundo.
- oye... Kyung...- le movió un poco el hombro, solo recibió un bufido de fastidio por parte de KyungSoo.
- deja de moverme, maldita sea... no ves que estoy durmiendo.- casi recibe un cachetazo, agradeció a sus reflejos por esquivar ese golpe.
- cállate y sólo ponte a dormir.- le agarró por sorpresa de su brazo y lo tiró a la cama.
- ufff... ya debes despertarte.- se acomodó al lado de KyungSoo.- ¿o acaso quieres que te levanté a cosquillas? - aguanto una risa, sabia que a Kyung no le gustaban ese tipo de afecto.
- ¿quieres que encuentren tu cuerpo enterrado cerca del río? - sonrió siniestramente, mientras mantenía sus ojos cerrados.
Rodó los ojos, sabia que KyungSoo no sería capaz de eso ¿o si?
- ja, ja, ja.- río sarcástico.- que miedo.- hizo temblar sus brazos.- vamos levantante, tenemos que ir a a la casa de Baek para cenar.
- ya me levantó...- escuchó el crujido que hizo la espalda de KyungSoo cuando se estiró hacia arriba.- demonios, necesito unos buenos masajes.
- el doctor Kim podría darte algunos.
- cierra la boca, idiota.
Perdón por alguna falta de ortografía.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro