El sol comenzaba a asomarse por el living de la familia Baek, quien intrigado deseaba observar lo que sucedía dentro de la vivienda. Akira y el idol se miraron preocupados cuando escucharon la voz del padre de la casa.

—¡Mujer! ¿por qué no me dijiste que ya había llegado nuestra pequeña? —se escuchaba desde la cocina que le reclamaba a su esposa.

Rápidamente salió y con toda la emoción corrió a recibir a su pequeña hija cuando la vio parada al lado de un hombre que no conocía y que encima le sonreía. El enojo invadió su cuerpo.

—¿Por qué le sonríes a mi hija? —preguntó el padre mientras la tomaba del brazo y la alejaba de Seonghwa.

—¡¡Papá!!... —exclamó ella —es un amigo, él es un amigo.

—¿Un amigo? ¿desde cuando tienes amigos hombres? ¡te quiero lejos de mi hija, joven desgraciado! —le reclamó.

—Señor... —intentó hablar Seonghwa pero fue interrumpido por el padre de Akira.

—Tu te callas, que nadie te invitó —respondió mientras lo miraba amenazantemente —Suji, mujer, porque no me dijiste que nuestra hija tiene amigos varones —agregó después dirigiendo su voz hacia la cocina.

—Jun cálmate, no lo molestes... tu niña ya es grande, puede tener todos los amigos que quiera y más si quieren probar mi comida —gritaba Suji desde la cocina.

Jun refunfuñó.

—Papá, tranquilo, es solo un amigo. Lo quiero mucho, no te pongas así.

—¿Lo quieres mucho? Ahora sí es tu fin —agregó enfadado —cariño, alcánzame la escopeta del cuarto —le ordenó a su hija.

Pero al ver que ella no lo hacía, rápidamente caminó hasta la habitación y la buscó. Seonghwa se escondió detrás del sofá algo asustado. Akira miraba la situación totalmente preocupada <<no tendría que haberle dicho eso >> pensó. Corrió a la cocina y solicitó la ayuda de su madre.

—¡Mamá! Papá se volvió loco, sacó su escopeta ¡Mamá!

Suji rápidamente apareció en la sala y enfrentó a su esposo.

—¿Qué haces, viejo loco? —exclamó mientras le quitaba el arma y la volvía a guardar —No te preocupes, no funciona, solo la usa para asustar —le explicó al idol que la miraba desde una esquina del sofá.

Seonghwa se puso de pie y se acercó a Akira, ella lo miró algo avergonzada y le pidió disculpas.

—Viejo tonto, vas a asustar a nuestro invitado —agregó la madre mientras le daba una palmada en la cabeza.

—Te tengo en la mira —lo amenazó el padre mientras entrecerraba los ojos.

—¡Dios papá! Eres peor que Namoo —exclamó su hija.

—Si mi niño mayor estuviera aquí tu querido amiguito estaría muerto.

—Papá... —se quejó su hija.

—¿Qué intenciones tienes con mi niña? —lo enfrentó nuevamente Jun, quien volvía a alejar a su hija del idol.

Akira puso los ojos en blanco.

—Ninguna, señor, simplemente somos amigos.

—No sé porque no te creo, yo huelo tus deseos para con mi niña.

—Ya papá, o te calmas o no vuelvo a venir nunca más —amenazó Akira.

Su padre la abrazó en demostración de que ella era solo de él y de nadie más.

—¡Papá! —se quejó mientras se soltaba de los brazos de Jun.

—¿Dónde trabajas? ¿A qué te dedicas? ¿Desde cuándo conoces a mi hija? —comenzó a preguntar sin parar.

Seonghwa tragó saliva, eran demasiadas preguntas y estaba muy asustado. Pero como si el destino lo quisiera, fue salvado por la voz de la madre de Akira.

—¡Jun, cariño, rápido prende el televisor! —exclamó la mamá —este joven está en la televisión, creo que nos mintieron... es famoso.

El padre prendió el aparato que estaba en la sala y allí vieron una nota que les estaban haciendo a la banda. Akira y Seonghwa se miraron preocupados, ya no había marcha atrás, debían decir la verdad.

—¿Tu amigo es famoso? —preguntó el padre —forma parte de una banda ¿desde cuando tienes amigos famosos, Akira?

—Papá... —reclamó ella.

—No es un simple famoso —expuso la madre quien miraba con atención el televisor —es el ídolo de Akira. ¿Recuerdas cuando nos hacía escuchar la música de ellos? Ateez se llama el grupo. Él es uno de los integrantes.

—¿Es eso cierto Akira? ¿Él es tu ídolo? —preguntó el padre.

—Sí papá, él es Seonghwa uno de los integrantes del grupo. Tuve que ayudarlo porque lo estaban siguiendo unos fotógrafos, necesitaba mi ayuda —respondió ella resignada al ver que habían descubierto su mentira.

—O sea... ¡que no es tu amigo! es un completo desconocido para ti —agregó enfadado el padre.

—No papá, no es un desconocido para mí... —fue interrumpida.

—Éramos desconocidos, señor, independientemente que yo sea famoso, ella es mi amiga y es muy importante para mí —explicó el idol.

Akira lo miró asombrada por sus lindas palabras.

—No me agradas... pero no te veo malas intenciones, aceptaré esa amistad. Solo espero no me salgan con un martes trece —dijo el padre mientras se sentaba a la mesa.

Akira juntó ambas palmas de sus manos y le agradeció a Dios que su padre se haya calmado.

—Qué emocionante tener a un famoso en nuestra casa —exclamó la madre con una sonrisa de oreja a oreja mientras ponía la comida en la mesa —lo importante ahora es que este viejo tonto ya se calmó y qué ahora pueden comer mis mandus.

Seonghwa asintió y Akira respiró. Los dos estaban algo nerviosos por todo lo que había sucedido, pero el caos había acabado y ahora podían disfrutar de una rica comida sin enojos ni malas caras. Hasta que de repente algo rompió con esa paz que se había generado.

El timbre de la casa sonó. El papá de Akira se puso de pie y caminó hasta la puerta y la abrió, descubriendo detrás de ella a siete chicos que lo saludaban alegremente. Su rostro se puso serio provocando el terror en los jóvenes que esperaban afuera.

—¡Akira! —gritó enfadado.

Seonghwa y Akira se miraron preocupados...

NOTA DE AUTORA: Pobre de nuestro querido Seonghwa, conoció al padre de Akira quien le hizo la bienvenida a la casa un tanto complicada, pero ahora Jun ya no tiene cerca de su hija a un solo hombre sino que le acaban de llegar siete más. ¿Qué hará nuestro padre celoso ante esa inesperada sorpresa? 

Lo descubriremos en el próximo capítulo.

Abrazo de oso gigante.