CAPÍTULO 8
Dicen por ahí que "...no existen las coincidencias, que caminamos cada día sin darnos cuenta hacía los lugares y las personas que nos esperan desde siempre...". Así parecía ser que estaban destinados Seonghwa y Akira. Sin querer ellos se encontraban, sin querer iban al mismo lugar, sin querer y aún sin saberlo se esperaban.
Esa mañana la estación de tren se había transformado en una escena particular para Akira. Esta vez se encontraba sola frente a la persona que más admiraba. No estaban los demás integrantes, ni su grupo de baile, ni siquiera su amiga, eran solo ellos dos. Comprender que él estuvo a centímetros de su boca le dio escalofríos, sentía como si su cuerpo perdiera sensibilidad y su corazón quisiera salir de su pecho.
—Seonghwa... —dijo sorprendida al ver que se trataba de él.
—¿Akira? —agregó él también, atónito —lamento tanto lo de recién, pero necesitaba escapar de los fotógrafos que me perseguían. Fue lo primero que me vino a la cabeza para zafar de la huida y que dejen de seguirme.
—Está bien, no te preocupes, solo me asusté por como sucedió todo —respondió ella.
—Seguramente volverán, necesito esconderme —exclamó el idol mientras miraba para todos lados —¿Tomarás el tren?
—Sí, voy a ir a visitar a mi familia.
—Iré contigo, no tengo tiempo, van a volver. Saben que estoy aquí.
—¡¿Qué?! —preguntó boquiabierta.
—Por favor, te lo suplico, ayúdame a escapar de ellos. Te prometo que te compensaré con entradas para próximos conciertos.
Akira se quedó pensativa ante las palabras que estaba escuchando. Realmente él estaba dispuesto a viajar con ella, si bien solamente era por la necesidad de escapar, le emocionó la idea.
—Bien te ayudaré —agregó al verlo tan nervioso —y no hace falta que me compenses con nada, a fin de cuentas, eres mi idol favorito, obviamente te voy a ayudar.
—Gracias —respondió él mientras agachaba su cabeza y volvía a corroborar que los fotógrafos no estuvieran cerca.
—Deberías cambiarte de ropa, ellos saben lo que llevas puesto —sugirió ella y Seonghwa la miró alarmado hasta que entendió a lo que ella se refería —tengo un buso en mi mochila, es de mi hermano, puedes ponértelo, seguro te quedará bien y toma esto también —agregó mientras le entregaba unos lentes —creo que con esos dos elementos puedes distraerlos un poco.
Seonghwa se colocó el buso y sostuvo en su mano los lentes que ella le había dado.
—¿Qué opinas? —preguntó él mientras extendía sus brazos a sus lados para que ella lo observara.
Akira lo miraba pensativa, recordó entonces que el buso tenía una capucha, se acercó más al idol, e hizo puntitas de pie. Seonghwa inconscientemente movió un poco su torso hacia atrás mientras ella tomaba la capucha y la enganchaba en su cabeza provocando que sus ojos se reencontraran y sus corazones palpitaran a gran velocidad. De pronto, mientras ambos se perdían en sus miradas, un joven pasaba corriendo a toda velocidad, mientras sujetaba su sombrero, estaba llegando tarde al embarque de su tren, provocando de esta manera que en su carrera empujara sin querer a Akira. Ella perdió el equilibrio en ese veloz intento, pero Seonghwa rápidamente la sujetó por la espalda y la acercó más a él. Se miraron nuevamente mientras las mariposas comenzaban a revolotear en su interior. Akira se alejó de él algo nerviosa por la situación y mientras se acomodaba la ropa le dijo:
—Creo que así puedes distraerlos, deberías ponerte los lentes —y así lo hizo el idol —tengo un boleto demás, por lo que no será necesario que compremos otro —agregó mientras tragaba saliva.
En ese instante, el tumulto de gente que lo perseguía se aproximaba hacia donde ellos estaban. Seonghwa los observó acercarse, tomó la mano de Akira y a toda velocidad la alejó de ese lugar.
—¿Cuál es el tren que debemos tomar? —gritó mientras aún corrían. Ella lo señaló con la mano y ambos abordaron el mismo.
Una vez arriba del tren, caminaron un par de vagones, aún tomados de la mano hasta que encontraron sus asientos. Seonghwa se sentó del lado de la ventana y Akira del lado del pasillo. Cuando finalmente el ferrocarril arrancó, el idol pudo respirar, volvió a agradecerle a Akira por su ayuda y luego le preguntó a donde se dirigían.
—Vamos a Daegu, allí viven mis padres.
—¡¿Daegu?! —preguntó sorprendido — Tenemos unas dos horas de viaje más o menos —Akira asintió —llamaré a los chicos que me están preguntando donde estoy.
Seonghwa hablaba con Hongjoong y le explicaba lo que había sucedido, mientras tanto, Akira tomaba su cuaderno y comenzaba a escribir esa escena tan especial que acababa de vivir junto a su idol, seguramente podría usar ese momento para alguna novela romántica.
El idol terminó su llamada y cuando volteó a verla le fue inevitable esbozar una pequeña sonrisa. Ella estaba muy concentrada escribiendo en su cuaderno, recordó cuando le había contado que era escritora y que soñaba con ser publicada. Fue entonces que Akira notó esa mirada penetrante invadiendo su cuello, giró su cabeza hacía la izquierda y lo miró, provocando que él saliera de ese trance en el que se encontraba.
—¿Todo bien? —le preguntó ella.
—Sí, enviarán a alguien por mí. Podrías decirme la dirección de la casa de tus padres para mandárselas.
—Sí, claro —respondió ella mientras se la dictaba.
El silencio los invadió, ambos eran tímidos, pero Seonghwa tenía un pequeño lado más extrovertido, debido a su profesión por lo que sabía cómo romper el hielo y cortar ese silencio tan incomodo.
—¿Qué escribías? —le preguntó.
—Emm... nada, solo ideas —respondió ella mientras cerraba su cuaderno.
—¿Puedo leer algo de lo que escribes?
—No, lo siento, pero no dejo que nadie toque mi cuaderno. Es muy personal para mí.
—Ya veo, no hay problema. Respetaré tu privacidad —ella sonrió agradecida.
—¿Y tú que hacías sin seguridad? Según tengo entendido siempre salen con personal de seguridad —preguntó luego de unos segundos de silencio.
—La verdad es una larga historia. Todo comenzó por culpa de Jongho y San.
Akira lo escuchaba atentamente mientras el idol le contaba la anécdota que lo había llevado a estar con ella en el tren. Las risas invadieron el espacio y poco a poco empezaban a sentirse más cómodos.
Habían pasado unos minutos y Seonghwa se había quedado dormido. Akira lo miraba apreciando esa belleza tan única que solo él tenía. Estaba tan feliz de tenerlo a su lado que todo le parecía un sueño, fue entonces cuando la realidad le dio una cachetada y le mostró que su idol estaba viajando junto a ella a la casa de sus padres.
—¡Momento...! —exclamó exaltada mientras se ponía de pie, provocando que Seonghwa despertara.
—¿Sucede algo? —le preguntó preocupado.
—Oh... lo siento tanto, no quería despertarte.
<<Que tonta eres Akira>> se recriminó.
—No te preocupes, estoy acostumbrado a dormir poco.
—De verdad lo siento —repitió mientras volvía a sentarse.
Seonghwa le sonrió y le dijo que iría a comprar algo para beber. Ella asintió y él salió para la confitería que estaba dentro del tren. Por otro lado, Akira comenzó a hablar con ella misma preocupada: <<Seonghwa vendrá conmigo a casa de mis padres, ¿qué les diré? No puedo decirles que famoso... ¿o tal vez sí? Tampoco puedo decirles que es mi pareja, porque no lo somos; aunque me encantaría; no... basta, cálmate Akira. Además, papá se volvería loco si le digo eso... podría decirles que es un amigo y ya... pero si Seonghwa les dice que no somos amigos, mi madre me matara... ahh Dios ... ¿Qué les diré?>>.
Mientras su monólogo interno la confundía cada vez más, Seonghwa había llegado en el momento exacto en que ella intentaba confirmar que la mejor opción era decirles que eran amigos.
—Le diremos que somos amigos, no te preocupes —agregó mientras le entregaba una bebida.
—¿Qué? ¿escuchaste todo lo que estaba hablando? —preguntó ella preocupada.
—Algo escuché, pero no todo. Igualmente, como te comenté vendrán por mí, así que no estaré mucho tiempo en tu casa. Además, suelo llevarme muy bien con los adultos, no creo que haya ningún problema —respondió él mientras le daba un sorbo a su gaseosa.
Ella asintió algo nerviosa <<eso porque no conoces como es papá>> pensó. Viajaron un par de minutos más tranquilos y en silencio, a veces alguna que otra conversación surgía, pero Akira estaba tan nerviosa que no le salían palabras y Seonghwa no era una persona muy conversadora por lo que el silencio acompañó en varios momentos.
El tren había llegado a Daegu y aun los nervios invadían el cuerpo de Akira.
—Debemos tomar un taxi —le dijo —mi padre tiene roto el auto y no puede venir a buscarnos —él asintió y ambos tomaron el taxi.
En el camino iban muy callados, Akira comenzó a jugar con los dedos de su mano, estaba muy nerviosa. Su familia era un tanto especial, principalmente su padre, quien era muy protector con ella. Sabía que el día en que Akira llevara un hombre a la casa, su papá se volvería loco. Por un lado, la dejaba tranquila el hecho que su hermano mayor ya no vivía ahí y Seonghwa solo tendría que enfrentarse a su padre. Temía que no lo recibieran de buena manera y no quería incomodar a su idol favorito, respiró hondo e intentó calmar sus nervios.
Habían llegado a la dirección, Akira tomó su billetera para pagarle al conductor, cuando Seonghwa la detuvo y le dijo que pagaría él. Ella intentó evitar esa situación, pero el idol ya le estaba pagando al hombre. Descendieron del auto y caminaron unos metros hasta la puerta principal.
—¡Que precioso lugar! —exclamó Seonghwa.
—Gracias, mis padres aman la naturaleza y son muy perfeccionista con todo lo que tiene que ver con ello, algo totalmente distinto a mí, que se me mueren hasta los cactus —el idol rió.
Akira tocó el timbre y aguardó que sus padres abrieran, en ese ínterin que esperaban Seonghwa le preguntó cómo se llamaban, no quería ser descortés con ellos. El postigo blanco se abrió y detrás apareció la mamá de Akira, quien feliz saludó a su pequeña hija, luego dirigió la mirada al idol y le preguntó quién era.
—Buenos días señora, mi nombre es Seonghwa —respondió él mientras agachaba la cabeza para saludarla.
—Es un amigo, mamá —agregó rápidamente Akira al ver la mirada de su madre —nos encontramos en el tren, le dije si quería acompañarme que no podía perderse tus famosos mandu.
Akira miró a su bias y esa mirada fue suficiente para que él entendiera el punto al que quería llegar su fan para convencer a su madre de su presencia.
—Si, me ha comentado que sus mandu son los mejores de Daegu y me atreví a acompañarla para probarlos —dijo Seonghwa.
—Oh... pero que grandes halagos... ven pasen... claro que te haré probar mis mandu, ya verás que no probarás otros iguales —dijo la mamá de Akira quien muy feliz marchó a la cocina a preparar la comida.
Los dos se miraron victoriosos, habían podido convencer a su madre, pero el mayor problema se les presentaría cuando el papá de Akira apareciera. Ella respiró, pero inmediatamente los nervios volvieron a su cuerpo cuando escuchó la voz de su padre.
NOTA DE LA AUTORA: Hola queridos lectores y lectoras. Finalmente conocimos que sucedió después de que ellos se encontraran en la estación de tren, pero ahora nuestros queridos protagonistas tendrán que enfrentar un reto mayor... conocer al padre de Akira. ¿Cómo creen que reaccionara al ver a su pequeña niña acompañada de un hombre? Esperemos que nuestro querido Seonghwa salga con vida de esta particular escena. Nos vemos en el próximo capítulo.
Abrazo de oso.
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