CAPÍTULO 28
El día había amanecido lluvioso, Akira terminaba de ponerse sus zapatos cuando una ráfaga de viento abrió la ventana de su departamento y depositó en su interior un folleto.
—Llegaré tarde —refunfuñó mientras caminaba hasta la ventana y volvía a cerrarla.
Rápidamente regresó a la puerta y salió de su departamento. En el camino se cruzó con el influencer que se daba de escritor.
<<Genial>> pensó.
—Ey, Akira ¿vas para la editorial? —preguntó y ella asintió —Estoy yendo para allá, también ¿vamos juntos?
<< ¿Qué? Desde cuando este hombre es tan bondadoso conmigo>> se preguntó.
—Sí, podemos caminar juntos hasta el edificio —respondió ella.
—Vengo en auto, bajé por un café y te vi. ¡Ven, te llevaré! Así no te mojas.
Akira lo siguió hasta el vehículo completamente confundida por sus actitudes, Lee Yunjo se estaba comportando de una manera peculiar.
—¿Por qué de repente eres tan amable conmigo? —le preguntó ella.
—Sé que empezamos con el pie izquierdo y la verdad que me he comportado como un idiota contigo, solamente estabas haciendo tu trabajo. Soy un poco orgulloso por eso siempre defiendo todo lo que hago, lo lamento. Espero que podamos empezar de nuevo —le dijo el influencer mientras esperaba que el semáforo se pusiera en verde.
Akira lo miró con desconfianza, no comprendía realmente lo que estaba sucediendo, asintió, pero algo en su interior le decía que Lee Yunjo estaba tramando algo. Estuvieron en silencio por unos segundos cuando finalmente llegaron a la editorial. Akira estaba por bajar cuando él la detuvo.
—¡Espera! —exclamó mientras le sujetaba el brazo —eres la hermana de Baek Namoo ¿no es así? —ella asintió —¿podrías ayudarme? Necesito encontrarme con él, es uno de los mejores abogados. Llamé a su oficina y su secretaria me dijo que recién tiene libre su agenda para dentro de dos meses. No puedo esperar tanto, necesito una cita con él, urgente.
<< ¡Vaya! Ahora veo porque tanta amabilidad de repente. Descarado>> pensó.
—Lo siento, pero yo no puedo hacer eso. Tendrás que esperar que pasen los dos meses —respondió ella y bajó del vehículo.
El influencer se recargó sobre el asiento del auto algo molesto.
—¡Maldita perra! Esto no se va a quedar así —exclamó mientras le daba un golpe al volante.
Respiró hondo y descendió del mismo rumbo a la editorial. Hanna lo recibió como si se tratara del escritor más famoso del mundo, según su lógica debía mantener el contacto con este influencer ya que era la persona que más ingresos le daba a la editorial.
—¡Lee Yunjo! ¿cómo estás? Gracias por acercarte a la editorial ¿quieres tomar algo?
—Un té está bien, me bebí un café hace un ratito.
—¡Akira! —gritó Hanna. Ella apareció en la oficina —ve a traerle un té a Lee Yunjo.
—Sí señora —respondió Akira y marchó a la cocina.
Una vez allí puso a hervir el agua mientras en su interior pensaba en la posibilidad de envenenar ese té.
—¡Vaya Akira! Odias el terror y ya estás ideando un posible asesinato, tal vez deberías animarte y explorar ese género —hablaba con ella misma.
Claramente, ella no era ese tipo de personas, no puso ningún veneno en el té del influencer pero en su interior ya lo había asesinado. Regresó a la oficina de su jefa y le entregó la bebida a Lee Yunjo.
—¿Y el mío, Akira? —le reclamó Hanna.
—Usted no me pidió nada.
—Ve ahora mismo y tráeme un café. Los jóvenes de hoy en día no tienen ganas de hacer nada —le comentaba Hanna al influencer. Lee Yunjo dio una pequeña carcajada mientras observaba con malicia a Akira.
Ella regresó a la cocina mientras pensaba que Hanna tendría que formar parte de sus asesinatos ficticios. << Si tan solo tuviera ese poder, les aseguro que ustedes dos serían los primeros en morir >> pensó. Sirvió el café para su jefa y se lo alcanzó a la oficina.
Regresó a su despacho y antes de retomar la corrección del libro del hombre que se hacía pasar por escritor, apoyó su espalda sobre la silla intentando calmar sus emociones. Su trabajo la estaba estresando demasiado, luego de unos segundos, colocó los codos en la mesa y recargó su mentón en las manos mientras un par de lágrimas comenzaban a asomarse por sus ojos.
<<estoy tan cansada>>
En ese preciso momento, su teléfono le anunció la llegada de un nuevo mensaje. Ella cerró los ojos, respiró hondo e intentó recomponer fuerzas para seguir adelante. Tomó su celular cuando vio que tenía dos mensajes.
Leyó el primero, Seonghwa la saludaba, sonrió ante su lindo mensaje y le respondió.
Pasó al siguiente mensaje de un número desconocido.
Inmediatamente pensó como Mingi había obtenido su número y el recuerdo de esa noche invadió su cabeza.
Esa noche en la casa de Akira.
—¿Saky? —preguntó curiosa Akira.
—¡Chicos me respondió la manager! —exclamó Hongjoong haciendo que todos se desconcentraran de lo que sucedía afuera y llevaran su completa atención a lo que su líder decía.
—¿Qué te dijo? —preguntó Yunho.
—Viene para acá, la empresa se está encargando de desmentir ese rumor.
—Pero la gente no se va —dijo preocupado Yeosang.
—Lo sé, por eso nuestra manager viene para acá se hará cargo de ese tema.
De esa manera, su mujer salvavidas apareció en el condominio acompañada de dos guardaespaldas, se paró frente a la gente que estaba allí y les anunció que ese comunicado no era cierto, que el grupo descansaba plácidamente en su casa. La gente comenzó a quejarse y los fotógrafos a tomar fotografías del anuncio de la manager, poco a poco la gente comenzó a marcharse del lugar.
—Vayan por ellos, es el departamento 117 —les ordenó la manager a los guardaespaldas.
El timbre de la casa de Akira sonó, allí aparecieron los hombres que rápidamente les pidieron que los acompañaran. Los miembros del grupo se despidieron de las chicas y agradecieron su hospitalidad. Mientras todos iban saliendo, Seonghwa se acercó a Akira, tomó sus manos y le dijo:
—Te escribiré —ella sonrió.
Seonghwa salió del departamento y detrás de él, San y Wooyoung. Mingi fue el último en salir del departamento que estaba muy entretenido jugando con el gatito. Se acercó a Akira y le dijo:
—Te escribiré —ella lo miró confundida.
—¿Cómo? No tienes mi número —preguntó.
—Namoo me lo paso, luego te cuento, nos vemos —respondió y salió del departamento.
Las chicas se quedaron mirando su partida, anhelando que la empresa pudiera solucionar ese mal entendido y que ellos no tuvieran ningún problema.
Akira terminó de responder el mensaje de Mingi al mismo tiempo que buscaba el número de su hermano y le preguntaba el motivo por el que le había pasado su teléfono. Namoo no respondió, cuando su hermano trabajaba no respondía mensajes, solamente a su mujer.
<< ¿Debería decirle a Seonghwa, que Mingi me escribió? >> pensó justo en el momento exacto que Lee Yunjo entraba a su oficina.
—Akira... —dijo mientras se sentaba en el sofá que antecedía el gran ventanal de su despacho —necesito que hables con tu hermano. Te ayudaré yo también, si tú me colaboras yo te haré publicidad en mis redes y diré que tú has corregido mis libros y que eres la mejor correctora.
Ella dio una carcajada.
—No gracias, no me beneficiaria en nada, corregir tus libros ya es una tortura. De hecho, le pedí a Hanna que no pusiera mi nombre en esta nueva publicación que sacarás. No te preocupes, no me interesa esa colaboración contigo.
Lee Yunjo se quedó en silencio por unos segundos, luego se puso de pie y caminó hasta la silla donde estaba Akira y de un golpe tiró el recipiente que contenía todas las lapiceras que estaban en el escritorio de ella. Akira dio un pequeño salto del susto.
—¡Escúchame bien, zorra de mierda! Estas colmando mi paciencia, intento ser benévolo contigo, pero tú no colaboras —tomó su muñeca derecha y la presionó con fuerza. Ella lanzó un quejido de dolor.
—¡Suéltame! —exclamó.
—Lo haré cuando me digas que concretarás una reunión con tu hermano.
—¡No lo haré! Yo no puedo andar pidiéndole que deje de lado a los clientes que ya tienen cita por ti —expuso intentando liberar su mano.
—¡Ya lo veremos! —respondió el influencer y la soltó. Salió de su oficina dejando a Akira completamente asustada.
<<!Qué miedo!>> pensó cuando su teléfono comenzó a sonar.
—Hola —dijo ella algo agitada.
—¿Terminaste de trabajar? —preguntó Seonghwa al otro lado del teléfono.
Ella suspiró y le respondió que sí.
—Estoy afuera, esperándote.
—¿Afuera? ¿tú solo? —preguntó, preocupada.
—Sí, estoy en un auto. Un Génesis azul, placa 임 184 —respondió el idol.
Akira colgó la llamada algo confundida, según la información que ella tenía de los integrantes del grupo, el único que sabía manejar era Yunho. <<Tal vez viene con algún chofer>> pensó. Tomó sus cosas y a toda velocidad caminó hasta la puerta de salida de la editorial.
La lluvia no se había detenido. Una vez fuera del edificio, Akira se resguardó en el toldo mientras intentaba visualizar el auto que Seonghwa le había dicho. Cuando parecía lo había encontrado, comenzó a buscar su paraguas dentro de su mochila, el cual no estaba encontrando.
—Pero... —dijo —sí yo salí con él de mi casa ¡qué extraño!... ¡Oh! Lo dejé en el auto de Lee Yunjo —recordó.
Volvió a mirar el piso de piedra que antecedía al edificio y pensó que no tendría que correr mucho, si hacía pisadas firmes y mantenía el equilibrio no se resbalaría y llegaría al auto donde estaba su novio. Una vez segura de su estrategia, se animó a salir del toldo que la cubría de la lluvia cuando descubrió que alguien colocaba el saco de un traje sobre sus hombros. Miró hacía su lado izquierdo curiosa por saber de quien se trataba. Esos ojos alargados y profundos que la tenían enamorada, la estaban saludando, Seonghwa estaba ahí.
—Piensas que voy a dejar que te mojes —le dijo.
Ella sonrió enternecida.
—Seonghwa ¡pueden verte aquí! —comentó, alarmada.
—Por lo mismo, debemos correr rápido hasta el auto —respondió el idol que la tomó por sus hombros y la acercó más a él.
De esa manera los dos corrieron hasta el auto. Seonghwa abrió la puerta del copiloto para que Akira subiera, él pasó por delante del vehículo y subió en el lado del conductor.
Una vez dentro el idol dio un suspiro mientras sacudía su cabello como un pequeño gatito, Akira lo miraba embelesada escondida en el saco como una niña pequeña.
Seonghwa dio una carcajada una vez que la vio.
—Eres muy tierna —dijo mientras acomodaba su flequillo.
Sus miradas se encontraron en ese instante, ambos tragaron saliva para luego mirar sus labios. Seonghwa respiró hondo mordiendo su labio inferior.
—Ya no lo soporto más —comentó volviendo a acomodarse en su asiento.
—¿Qué cosa? —preguntó ella curiosa.
—Quiero besarte, Akira. Pero estoy seguro que tendremos alguna interrupción.
Ella se sonrojó.
—Estamos solos aquí, no creo que nada pueda interrumpirnos.
Él sonrió, volvió a acercarse a ella, quitó el saco de los hombros de su novia, acarició su mejilla y...
NOTA DE AUTORA: Hola queridos lectores, por fin tenemos capítulo nuevo. Y la verdad que este capítulo estuvo extraño ¿Qué piensan ustedes? ¿Qué hará Lee Yunjo? ¿Seonghwa y Akira finalmente tuvieron su beso? los leo. Nos vemos en el próximo.
Abrazo de oso.
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