CAPÍTULO 25
La cita había llegado. Misaky esperaba el taxi toda emocionada por encontrarse con su idol favorito, mientras tanto San caminaba rumbo al auto que lo llevaría al restaurante. Vestía una camisa negra de mangas largas, las cuales había arremangado hasta un poco más arriba de sus muñecas; traía también un pantalón negro de vestir junto con unos elegantes y lustrados zapatos del mismo color.
—Hermoso el restaurante a donde se dirige —le comentó el chofer.
—Nunca he ido, Seonghwa lo reservó por mí. Saben que voy así que me prepararon una mesa alejada de todos los comensales, en un salón especial.
—La mujer que salga con usted debe ser una privilegiada.
—Bueno...—se aclaró la garganta —no la conozco. Esto es como una especie de cita a ciegas.
—Oh... ya veo, bueno espero le vaya muy bien. Yo conocí a mi mujer también en una cita a ciegas y ahora ya llevamos veinte años de casados. Hoy es nuestro aniversario —le comentaba el chofer.
—Felicidades por su aniversario —dijo el idol —muchos años juntos.
El chofer asintió mientras una nostálgica sonrisa se dibujaba en su rostro.
—¿Necesita que lo espere, joven? —le dijo luego.
—No, vaya a festejar con su mujer. Cualquier cosa, llamo a otro chofer. —respondió San.
—Gracias, de verdad se lo agradezco.
San sonrió y volvió a felicitarlo. Descendió del auto e ingresó al restaurante. Allí lo atendió un hombre de traje que ya sabía de su llegada.
—¡San! Bienvenido a Evalencia's Restaurant —el idol hizo una reverencia.
El encargado lo acompañó hasta una habitación que había preparado para él, allí había una mesa de mármol blanca con líneas desordenadas grises, arriba de ella había dos individuales de yute color marrón y encima de los individuales estaban dos juegos de vajillas, perfectamente acomodados. Un bajo plato negro abrazando al plato blanco principal con bordes dorados; sobre ellos había una servilleta verde petróleo doblada en forma de flor y los palillos enredados en ella. En el lado izquierdo los tenedores y en el lado derecho los cuchillos y las cucharas; el vaso de agua y la copa de vino en la parte superior acompañándose como una pareja inseparable. En el centro de la mesa se lucía un fino y elegante vino negro Luigi Bosca al que San tomó en sus manos una vez que se sentó a la mesa.
—¡Un Luigi Bosca! ¡un vino argentino! Te luciste Seonghwa —comentaba mientras lo observaba detenidamente.
Mientras San admiraba aquella bebida, Misaky había llegado al restaurante, le pagó al chofer y descendió del mismo muy contenta.
— ¡Evalencia's Restaurant! —exclamó sorprendida al ver el lugar donde cenaría —en mi vida podría venir a un restaurante como este.
Se acomodó un poco el vestido rojo que traía puesto, el cual era bien pegado a su cuerpo, corto, con mangas tres cuartos y tenía un escote que daba una perfecta vista a sus hombros y clavículas. Tomó el pequeño espejo que llevaba en su bolso y controló su maquillaje, una vez que parecía todo estar en su lugar, ingresó al restaurante.
—¡Buenas noches señorita! —le dijo el encargado —¿tiene cita? Me diría su nombre.
—Sí, mi nombre es Misaky.
—¡Ah! —exclamó el encargado —eres la cita del joven San, sígueme por aquí, por favor.
Ella hizo una reverencia y caminó al lado del encargado.
—Dígame... —susurró Misaky —¿está bien guapo?
El encargado dio una carcajada.
—Lo está. Se ha arreglado muy bien para usted señorita —respondió —Ya hemos llegado, él la esta esperando en aquella habitación.
Misaky volvió a hacer una reverencia para despedirse del encargado. Respiró hondo al mismo tiempo que una sonrisa de emoción se dibujaba en su rostro y abrió la puerta.
El postigo negro anunció finalmente a la mujer que acompañaría al idol. San volteó curioso al escuchar el sonido de la puerta, observando a una delgada mujer que le sonreía de oreja a oreja.
<< ¡Que no sea quién creo que es, por favor!>> pensó para sus adentros mientras se ponía de pie.
Misaky comenzó a caminar hasta la mesa donde estaba su bias y a medida que se iba acercando su sonrisa se agrandaba.
<< ¡Por Dios, si es ella, es la amiga de Akira!>> pensó San al mismo tiempo que tragaba saliva e intentaba dibujar una sonrisa de felicidad en su rostro.
Ella estaba a metros de él, cuando tropezó e inmediatamente el idol la sostuvo en sus brazos y la ayudó a ponerse de pie nuevamente.
—¡Esto parece un k-drama! ¿Te diste cuenta?, acabas de sujetarme en tus brazos como en esos dramas —dijo emocionada, ella —seguramente terminaremos enamorados después —agregó divertida.
El idol rió totalmente nervioso, anhelando que esa cita terminara pronto.
—Nos sentamos... —sugirió el idol, mientras la acompañaba a la mesa y le corría la silla para que ella se sentara.
—Pero que caballero —agregó ella mientras lo miraba detenidamente —nunca lo dude de ti, sabía que eras todo un caballero, por eso eres mi bias.
—Muchas gracias —respondió él mientras se sentaba en frente —¿te parece si elegimos que cenar? —dijo luego de unos segundos.
Ella asintió y San tomó la carta que estaba a su lado y comenzó a ver el menú. Una vez que decidió que pediría levantó la vista para preguntarle a Misaky que comería ella cuando la vio tomándole fotos.
—¡Oh! —exclamó San sorprendido al mismo tiempo que pensaba como esconderse debajo de la mesa.
—No te preocupes, no publicaré estas fotos, solo las quiero para mí, para recordar este momento para siempre —respondió ella mientras dejaba el celular en la mesa y tomaba la carta para escoger que comería.
En ese interín en que ella elegía, San tragó saliva, tomó su teléfono para escribirle a Seonghwa cuando Misaky lo asustó.
—¡Listo! —gritó, haciéndole dar un pequeño brinco al idol —ya se que pediré.
San sonrió nervioso y llamó al mozo. Allí ambos pidieron su comida, el mozo les abrió el vino y sirvió un poco en las dos copas.
—En seguida les traemos sus platillos —dijo el mozo y se marchó.
—¿Cómo has estado? —le preguntó San luego de darle un sorbo al vino.
—Muy bien, emocionada de cenar contigo. Me sorprende que me recuerdes —comentó ella.
—Te recuerdo... me regalaste una remera con tu cara en el fansing —dijo el idol algo apático.
—No puedo creer que recuerdes ese regalo, de hecho, ahora te traje otro, espera que lo busque —comentó ella buscándolo en su bolso.
<<Trágame tierra>> pensó San cerrando sus ojos algo agobiado.
Misaky sacó dos pulseras, una con la cara de ella y otra con la cara de él.
—¡Ten! —dijo estirando el brazo para entregarle la pulsera con la cara de ella —esta es para ti y esta para mí —agregó mientras se colocaba en su muñeca la pulsera con la cara de San.
San miró aquella pulsera con algo de desagrado, pero inmediatamente fingió una sonrisa al ver que ella lo miraba totalmente emocionada.
—Te lo agradezco —dijo tragando saliva.
—Tienes que ponértela, así me recordaras siempre —comentó Misaky, pero antes que el idol se colocara la pulsera ella lo detuvo —¡no, espera! —gritó —te la pondré yo.
Misaky se puso de pie y se acercó a San, tomó su mano y lentamente colocó la pulsera mientras hacía contacto visual con él. Los ojos del idol se abrieron completamente asustados, hizo la silla hacía atrás y le dijo:
—Iré al baño un momento —y rápidamente corrió hasta el mismo.
Una vez dentro, respiró hondo, se mojó un poco la cara y comenzó a caminar de un lado al otro mientras pensaba como huir de ahí.
<<Tal vez... si me trepo al inodoro y salto hasta la esquina de la puerta pueda salir por los conductos de ventilación..., ¡no! Eso es demasiado arriesgado, y si tal vez... me hago el desmayado, aquí en el baño y que tengan que venir por mi... no, tampoco servirá. Seonghwa da por hecho que te mataré>>
Volvió a tomar aire profundamente y salió del baño. Vio como Misaky le sonreía al teléfono y deseaba que se olvidara de él y conociera a otro hombre para que San pudiera escapar en paz.
<< ¡Momento!>> pensó San <<no es mala idea, podría hacer que se enganche con alguna persona de aquí... pero corro el riesgo de que me reconozcan... mierda, estoy destinado a tener que estar en esta infernal cita >> se respondió inmediatamente mientras sus cejas se arrugaban y sus labios hacían una pequeña curva hacía abajo.
—Tú puedes San, has superado cosas peores —susurró y regresó a la mesa.
—Al fin vuelves, ya te extrañaba —comentó Misaky —nos trajeron la cena, se ve todo delicioso — agregó mientras le daba el primer bocado a su comida.
<<Bien... concéntrate en comer y nada más, pronto terminaremos esta cita >> pensó mientras la miraba de reojo.
—¿Te gustaría probar lo que pedí? —le dijo Misaky luego de unos minutos.
—Esta bien así, no te preocupes, comeré lo mío.
—¡Anda! Prueba un poquito —suplicó Misajy mientras le extendía el tenedor con un trozo de pasta.
—¡Soy alérgico a la pasta! —reaccionó rápidamente el idol.
—¿De verdad? ¿y como es que yo no sabía eso? Necesito anotarlo en mi libreta de cosas sobre ti.
San suspiró algo fastidiado, tomó el teléfono y le escribió un mensaje a su hyung: "Sácame de aquí, Seonghwa":
—No sabía que tenías una lista con cosas sobre mí —agregó mientras le daba un bocado a su comida.
—Sí, yo tengo de ti y Akira de Seonghwa. Nos gusta saber todo de ustedes.
—Ya veo... —respondió San fingiendo nuevamente una sonrisa.
<< ¿Akira será así de intensa?>> se preguntó << no lo creo, seguro Seonghwa no ha tenido una cita con ella y me obliga a mí a salir con esta mujer tan atosigante>> se respondió.
Pasaron unos minutos más y terminaron de comer el postre. San estaba bastante cansado ya y su paciencia estaba llegando al límite.
—¿No te gustaría ir a caminar? —le propuso Misaky.
—Con todo respeto y con el cariño que te tengo porque eres atiny no iré a caminar contigo, no estoy interesando en nada contigo y no quiero que volvamos a tener otra cita. Lo siento —comentó el idol.
Misaky por primera vez se quedo callada sin saber que responder.
—Yo solo quería vivir el sueño de toda atiny... —dijo con la cabeza gacha.
—Ya lo viviste, ahora cada uno puede seguir por su lado —respondió el idol.
—Entonces regálame la caminata, solo eso, por favor —le suplicó.
—No, lo siento —agregó el idol y se levantó de la mesa.
Salió a toda velocidad del restaurante sin percatarse que había olvidado pedir un auto que lo buscara, rápidamente se escondió detrás de unos árboles que antecedían a la entrada del restaurante y tomó su teléfono para marcarle a algún chofer, cuando vio un mensaje de Seonghwa: "Espérame allí, iré a buscarte".
<<Bien, San... aguanta unos minutos más escondido aquí y nada malo sucederá>> pensó.
A los minutos, vio salir a Misaky del restaurante, ella estaba cabizbaja y caminaba a pasos lentos y atontados mientras arrastraba su bolso por el suelo.
—Akira... creo que San me odia... —mandaba un audio.
San se sintió mal por ella en ese momento, pero al mismo tiempo no quería volver a verla. Misaky llegó a la vereda y suspiró.
—No eres buena con las citas, Misaky —se reclamó.
De pronto unos hombres que pasaban por allí la vieron sola y le ofrecieron su ayuda, ella se negó, pero los hombres volvieron a insistir, incluso uno de ellos la tomó del brazo.
—Te acompañaremos a tu casa —le dijo algo borracho.
—Suéltame —exclamó Misaky.
Pero los hombres aún seguían insistiendo, querían llevársela con ellos. Forcejearon un poco más con ella, cuando alguien los golpeó. San se había encargado de dejar a esos hombres en el suelo, se posicionó delante de su fan y les dijo a los hombres que se marcharan. Así lo hicieron, el idol volteó y le preguntó si se encontraba bien.
—Estoy bien —dijo ella sonriente.
—Por favor... —le suplicó el idol al ver las expresiones de su rostro.
De pronto, la gente comenzó a susurrar, San la tomó de la muñeca y la llevó junto a él para esconderse detrás de un árbol, pero no pudieron lograrlo ya que chocaron con una persona.
—¡¡San!! Te estuve marcando —le dijo Seonghwa.
—¡Hyung! —exclamó el idol mientras se lanzaba a sus brazos, angustiado.
Akira se acercó a su amiga y le preguntó que había sucedido.
—Luego te cuento —respondió ella.
—¿Te comportaste? ¿Verdad? —pero su amiga no respondió.
—¿Qué haces con Seonghwa? —le preguntó luego.
—Después te cuento —respondió.
—¡Un momento! —exclamó San cuando descubrió que su hyung había llegado acompañado —¿Por qué Akira está contigo?
"Es Ateez" se escuchó a lo lejos. Los cuatro se miraron preocupados.
—¡Debemos huir, pero ya! —exclamó San, alterado.
—Vinimos en taxi, nos esta esperando. Vamos rápido —dijo Akira.
—¿Un taxi? Hyung no podemos ir en un taxi.
—San es eso o nada, ¿no tienes con que taparte el rostro? —le preguntó, pero el idol negó.
—Yo tengo un barbijo —gritó Misaky mientras rápidamente lo buscaba en su bolso y se lo daba a San.
—¡Ten! —dijo Seonghwa mientras le daba la gorra que traía y él se quedaba con su barbijo y los lentes.
De esa manera, los cuatro subieron al taxi y se dirigieron a la casa de Akira.
Los minutos de más adrenalina habían acabado y ahora ambas parejas estaban sentados a la mesa esperando respuestas a todas sus interrogantes.
NOTA DE AUTORA: Hola queridos lectores/as finalmente descubrimos porque San envió ese mensaje, la verdad que admiro la paciencia que le tuvo ¿Qué opinan ustedes? ahora la nueva interrogante, ¿Akira y Seonghwa le contaran la verdad? Veremos que más sucede en los siguientes capítulos.
Abrazo de oso.
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