6. Un Simple Hola
Maratón 1/3
Disfruten <3
El sol pega directo bajo el árbol donde estoy sentada. El patio del hospital, aunque no es muy grande, me permite relajarme y leer un rato. Bajo la misma estrella, el libro sobresalía de mi bolsa cuando trate de acomodarlo para entrar. Un libro que me hace identificarme con sus personajes, por obvias razones, claro. Creo que al igual que uno de sus personajes le temo al olvido, temo ser olvidada, temo que no haya nadie que me ame de por vida. Sacudí mi cabeza, mi psicóloga dijo que debo evitar ese tipo de pensamientos.
Me levanté y empecé a caminar hacia el hospital, debo estar de vuelta, pues Peter vendrá hoy, o eso dijo mamá. No quiero perder ni un solo segundo con él. Peter no ha venido desde la última vez, tal vez mamá no lo ha dejado. Ahora que tengo oportunidad no la quiero desaprovechar.
Como siempre, sacudí mis pies antes de entrar, las personas vuelven a saludarme. Todos se ven felices. Todos menos yo, aún cuando me esfuerzo por estarlo. Paré por la incomodidad qué sentí en mi nariz. La cánula se está volviendo incómoda. Suele pasar cuando se desacomoda.
—Oh, Amara querida, ¿Qué tal estas? —me preguntó Babi.
Me giré hacia ella para saludar.
Iba a responderle tranquilamente hasta que me di cuenta quien estaba con ella. Me quedé estática por un momento.
Habla, no seas tonta.
—Bi.. Bien gracias —tartamudee.
—Mira te presento a Math.
¿Por qué me hace esto? Justo el día que decidí no arreglar mi cabello.
—Hola Amara —saludó Math.
Dios, que pena.
—Ho.. Hola, yo me tengo que ir adiós —respondí tan rápido que creo que ni se me entendió.
Corrí hasta el elevador. Mala idea, mis pulmones no son aptos ni para una pequeña corrida. Que vergüenza, no em gusta hablar con otros, menos con él.
Me conozco, sé que si hablo con él le contaré la verdad. Lo haré y no soy yo la persona indicada par hacerlo, no lo soy. Así que debo evitarlo a toda costa, o lo que pueda. Sé que tendré que verlo por Peter pero si yo puedo evitarlo lo haré.
El elevador de abrió sacándome de mis pensamientos y una Karine muy sonriente entró por él.
—Buenos días a mi enfermera favorita.
—Por favor que Babi no te escuche decir eso que me mata.
Me carcajee.
—Justo iba a buscarte mi Mara bella.
—Cuéntame para que soy buena.
Me dio una sonrisa de labios apretados, pasó su mano por su cabello café lacio. Siempre me ha encantado su cabello, le llega a los hombros y es tan bonito porque le queda perfecto a su rostro.
Volví mi atención a su rostro. Oh no. Esa cara yo la conozco.
—¿Qué estás planeando Karine?
Sonrió de oreja a oreja.
—Estamos organizando un baile en el hospital para finales de año.
Un baile, todos sabemos que los bailes en el hospital son de lo mejor, más porque todos los pacientes de todas las áreas del hospital llegan a él.
—Me parece genial. ¿Puedo invitar a alguien?
—Por supuesto, a quien deseas. Si quieres invitarme a mí, a Babi incluso, y de hecho sería muchísimo mejor, a Thomas.
Sonreí.
Claro que a eso se refería. Karine no me lo contaría si no es porque tiene algo planeado. Ella y Babi han intentado por años que le cuente sibre mis sentimientos a Thomas. Me he negado, por supuesto, pero parece que ellas nunca se rendirán.
—De hecho, pensaba en invitar a Peter.
Su sonrisa se desvaneció.
Las puertas del elevador se abrieron, salí de él rápidamente.
—Por Dios mujer, ¿acaso nunca te darás la oportunidad de amar?
—Créeme, desearía dármela.
Caminó más rápido y se paró justo al frente de mí.
—Entonces hazlo, no te prives. ¿Acaso no lo amas? ¿No amas a Thomas?
Solté una pequeña carcajada.
—Más de lo que te imaginas.
—¿Entonces? No lo hagas sufrir.
—Porque no quiero hacerlo sufrir es que no me permito amarlo —expliqué —. Además, a veces el amar también significa alejarse, porque sabemos que la otra persona estará mejor sin uno.
Me quedé callada y ya no dije nada más. No hay necesidad. He dicho todo lo que necesito y ya no hay más que agregar.
—Eso ha sonado demasiado bello. Pero no puedes por eso dejar de lado tu felicidad. Todos sufrimos más de alguna vez en nuestra vida.
Sonreí.
Pero no quiero ser causante del sufrimiento de alguien más, no podría. No soy capaz.
Y no quiero seguir discutiendo de ese tema en este momento.
—Debemos hablar sobre otra cosa. Pasó algo con él ayer.
Me miró extrañada.
—¿Qué cosa?
—Debo ir a tomar medicina, ¿vienes conmigo? Así te cuento.
Asintió, caminamos juntas hasta mi habitación. Cerró la puerta cuando entró. Me senté en mi cama, tomé mi medicina y empecé a contarle todo.
Le conté desde que me llamó para darme mis flores hasta que nos besamos.
Karine terminó con la boca abierta y una lágrima en los ojos.
—Están súper enamorados y son los únicos que no se han dado cuenta de ello.
Sonreí.
Enamorados, estamos enamorados. Guau, nunca creí que lo estaría.
Estar enamorada de él es como un privilegio. Enamorarme de Tomy no tiene comparación a ningun otro sentimiento.
—Yo sí lo estoy.
—Y él también.
Sonreí aún más.
Pero mi sonrisa desapareció en cuanto recordé todo. La dura realidad me golpeó como si quisiera decirme que no puedo hacerlo. Mi sonrisa desapareció de inmediato. ¿Acaso nunca podré ser feliz?
Karine suspiró y volvió a hablar.
—Thomas es un chico muy inteligente, ambas lo sabemos —dijo con voz pasiva, asentí—. Él sabe que cosas le harán daño y cuales no, si él no quisiera estar contigo no te hablaría y se hubiera alejado.
—Él sabe que lo dañare.
—Y aún así sigue allí, contigo, a tu lado.
Remarcó cada palabra. Y por más que quisiera negarlo escuchar aquello me hizo sentirme tan feliz.
—Piensa bien ello Mara, y decide.
—¿Decido?
Asintió.
—Decide si te atreverás o dejaras que pase la oportunidad. Y muy probablemente, te arrepentirás en el futuro.
Dejé salir un gran suspiro.
Lo amo, me ama, y nos amamos. Pero...
Diablos.
—Es que no quiero ser la causante de tanto dolor. A mí me han causado dolor y se lo horrible que se siente. No quiero causar ese mismo tipo de dolor.
—Habla con él, dile lo que sientes y que no quieres dañarlo y amo os decidan en que terminaran.
Asentí.
Karine es la mejor persona que puede existir en el planeta. Me da lis mejores consejos.
Gracias, mil gracias Karine. Gracias a ti viví los mejores últimos meses de mi vida. No sabes lo agradecida qué estoy y estaré.
Lo haré, hablaré con Thomas le diré lo qué siento y le diré que lo amo. Lo amo mucho.
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