Capítulo 25
Mica
¿Tristeza?
Era la palabra exacta para explicar mi estado de ánimo y aunque los primeros rayos del sol asomaban por la ventana de mi habitación, todo seguía igual.
----Sebastián...----.Susurré, sintiendo cómo una lágrima resbalaba por mi mejilla.----¿Por qué?----. El sonido de un golpe en mi puerta, hizo que rápidamente pusiera la sábana sobre mi cabeza. Era una aptitud demasiado infantil pero no tenía ánimos ni para salir al baño.
----Sé que estas despierta, Mica----. Riendo, se acercó hasta uno de los costados de mi cama.----Por cierto, buenos días----. Bajando poco a poco la sábana, dejé al descubierto mi rostro.
----Buenos días, aunque no lo sean para mí----.Haciendo una mueca, observé como el rostro de Ana irradiaba felicidad.----¿Sucede algo?----.
----Bueno, quiero proponerte algo----. Sonriendo, acarició su abultada panza.----Hoy voy a saber el sexo de mi bebé y... quisiera que me acompañaras----. ¿Varón o mujer? Era lo que ambos se preguntaban y peleaban todos los días.
----¿Y Harry? No creo que sea buena idea, es algo muy íntimo. Te lo agradezco pero...
----Pero nada, ¡vas a ir!----.Guiñándome un ojo, provocó que sonriera.----Además, el doctor está candente y te lo puedo presentar----.
----¿Candente? ¡Ana!----.Exclamé, riendo. Era extraño hacerlo pero se sentía tan bien.
----¿Quién es candente?----. Girando mi rostro, me sonrojé al encontrarme con Harry. Pobre, si supiera lo que Ana piensa del doctor.
----Nadie, amor. Por cierto, ¿El desayuno está listo? Tengo mucho hambre... Bueno, tenemos mucha hambre.---- Sonrió nerviosamente.
----En eso estoy, cariño----.Rodando los ojos, se alejó. Y poco después, ambas fuimos al comedor.
----A pesar de todo, te ama. Eso es tener suerte----. Suspirando, jugué con los cubiertos.
----Y yo lo amo, Mica. Y te puedo asegurar que vas a encontrar a ese hombre que te haga tan feliz como lo soy con él----. No hace falta que lo encuentre, pensé. Lo he tenido todo este tiempo a escasos centímetros, pero me ha ignorado, me ha dejado de lado.----Ojalá, Ana----.Tratando de sonreir, me concentré en el desayuno.
Luego de unos minutos, cuando acabamos, nos alistamos para salir. No sabía exactamente qué llevar pero como íbamos a ir a una clínica, nada serio.----Bien, estoy lista----. Observándome en el espejo por un momento, tomé mi cartera y salí.
----¡Estamos lista!----.Ana me alcanzó en el pasillo.----Harry, ¿dónde estás?----.
----Aquí, no puedo encontrar mi celular----. Haciendo una mueca, buscó bajo los cojines.
----A veces, no entiendo por qué me casé contigo----. Ana, rodando los ojos, se acercó y colocando su mano en el bolsillo delantero de su pantalón, lo sacó.
----Qué tonto soy----.Haciendo una mueca graciosa, lo tomó.----Lo siento, creo que estoy nervioso----.
-----Tonto y nervioso, te amo igual-----. Ella tomó su rostro y lo besó.----Bien. Vamos, que no quiero llegar retrasada----. Cerrando la puerta, caminé hacia ellos y tomamos el ascensor hasta llegar a la planta baja. Saludando al encargador del edificio, esperamos un taxi y en completo silencio, observamos las calles semi desiertas de Buenos Aires. Para ser día miércoles estaba bastante tranquilo.
Al llegar, Harry pagó el monto y después de bajar, caminamos con algo de apuro hacia la sala de ecografías que se encontraba vacía.
----Voy a tocar la puerta, quizás nos atiendan antes de tiempo----. Habló Harry, dejándonos tomar asiento.
----Espero que sí----.Ana sonrió, aunque se notaba su nerviosismo.
----Se te nota nerviosa... Todo va a salir bien, sea varón o mujer.
----Gracias, es lo que quiero----. Abrazándome, sonreí al sentir el contacto de su panza. Cada vez estaba más grande y parecía a punto de explotar.
----Estamos de suerte, nos van a atender----.Harry, tomando la mano de Ana, comenzó a caminar.----Mica, ¿Vienes?----.
----Claro. También estoy ansiosa----. Confesé.
Al entrar, Ana se recostó en una camilla y levantándose su blusa, la especialista tomó un gel y se lo colocó sobre su panza.
----Está frío----. Ana hizo un puchero y ambos reímos.
----Bien. Presten atención a la pantalla, por favor.----La doctora movió un aparato sobre su piel y sobre la nítida imagen apreciamos a su bebé.----Bien, ¿quieren saber el sexo?----.
----Sí----. Ana y Harry, tomándose de la mano, asintieron.
----Bueno... ¡Felicidades! Es un niño!
----¡No! ¡Sí!----. Se escuchó de parte de ambos y riendo, negué con la cabeza.
Al terminar la ecografía, le imprimió una imagen y felicitándonos, nos dejó ir.
----No puedo creer, que sea un varón----. Dijo Ana
-----Yo tampoco.
- Pues yo estoy feliz. ¡Gracias, Dios!----. Harry, sonriendo, besó su vientre.
----Ahora, ¿quieres más al bebé que a mí?----. Lo que faltaba, pensé.
Este es el momento en que sus peleas comienza. No son tan graves y más, cuando luego terminan, comiéndose a besos. Girando mi rostro, me concentré en la gente caminando por las calles. Una vez que llegamos a nuestro edificio y su pelea parecía haber tenido un final feliz, caminamos con más calma hacia el ascensor.
----¡Debemos festejarlo, Harry!----. Exclamó Ana, sonriendo.
----Sí, me parece buena idea----. Sonriéndole, me dirigió su mirada.
----Mica, ¿vienes con nosotros, no?----.
----No lo sé, no quiero molestar----. Encogiéndome de hombros, salí del ascensor.
----Mica, vos sabés que...
----Siempre vas a molestar, acéptalo----. Sin saber qué decir, caminé hacia el departamento.----Por cierto, deberías alejarte. No querrás perder a tu hijo, ¿No?----. Las lágrimas picaban mis ojos y sabía que no tardaría tanto en venirme abajo. Sara podía ser demasiado cruel y aunque no tenía derecho a insultarme, la culpa que sentía la justifica.
----Lo siento, ella está sensible----. Levantando mi mirada, me encontré con él.----Vamos, amor----. ¿Amor? Mi estómago comenzó a sentirse revuelto. ¿Por qué me sentía así?
----Siento su pérdida, pero no tienes derecho a tratarla así. Ella es mi amiga.Y somos muy felices con su amistad----.Tomando la mano de Harry, caminaron hacia donde estaba.----Entremos. No hay buenas vibras en este pasillo----. Asintiendo, hice girar la llave y abriendo la puerta, entramos.
----Eso fue...
----¡Cruel y despiadado!----.Exclamó, Ana antes de tomar asiento en el sofá.
----Es justo, tengo la culpa de...
----¡Ya basta! No tienes la culpa de nada, Mica. ¿Acaso la obligaste a subir al auto?
----No, pero...
----Tiene razón, Mica----. Habló, su marido. ----Es hora de que dejes de sufrir por algo que no tiene solución. Por cierto, ¿Le has comentado sobre...?----.
----¿Sobre qué..?----. Frunciendo mi ceño, esperé su respuesta.
----Cuando tengamos a nuestro hijo, vamos a irnos----. Anodada, no supe qué decir.----Y como falta para el concurso, queremos invitarte a ti y tu hermano que vengan a pasar unos días con nosotros en Inglaterra. Te haré bien un cambio de aire y más, si es londinense----. Guiñándome un ojo, sonrió.----¿Qué dices?----.
----Bueno, primero que nada, gracias y luego... ¡Claro que acepto!----. Sonriendo, me acerqué y poco después, los abracé.----Son los mejores amigos que puedo tener----.
----Bien, entonces... ¡Es hora de festejar!----. Riendo, los ayudé con los preparativos de nuestra pequeña celebración. No es que había olvidado todo el dolor que sentía pero solo por un momento pasaría de él y sería feliz.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro