Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 10

Dos semanas después

Micaela

¿Qué has hecho?
Me repetí una y otra vez hasta cansarme mentalmente. Lo único que debias hacer era ignorarlo y seguir tu vida. Sí, ya era muy típico que hablara sola. O mejor dicho que hablara con mi intachable conciencia.

----¡Mica!----. Gritó por enésima vez Erick. Rodando los ojos, me puse los altos y peligrosos zapatos negros.
Abriendo la puerta, me encontré con un Erick que estaba irreconocible.
Por varios segundos, lo quedé mirando impactada sin decir nada.

----¡Lo sabía! ¡Me veo horrible en este traje!

----¡No! ¿Qué barbaridades dices hombre?- Expresé, sonriéndole- ¡Te ves estupendo! Melisa va a caer rendida a tus pies----. Reí para darle un beso en su mejilla izquierda.
Dejándolo más rojo que un tomate fui al salón para buscar mi abrigo.

----Mica...- Rodando los ojos, esperé a que preguntara----En serio, ¿crees que impresionaré a Melisa?----. ¿Ven lo que les digo? Puede ser el mejor bailarín pero a veces es tan inseguro y más en tema de chicas.Tomando su brazo, agarré las llaves del auto para salir. Camino al hotel, donde se realizaría la inauguración del concurso "Bailar en mi pasión", pensé en cómo reaccionaría al verlo a Sebastián, quien seguramente iría con la malvada Sara. Negando con la cabeza, dirigí mi mirada hacia el inmenso mar que se extendía sobre el horizonte.

----Preferiría mil veces estar en la playa que cenando con desconocidos.

----¿Cuentas como desconocidos a la familia Galli? No sabía que lo eran.

----Bueno, no lo son pero ojalá no fueran ciertas personas----. Y por "personas" ya saben a quienes me refiero. 

----Si fuera tan fácil....----.Susurrócon sus ojos llorosos.----Mi hermana estaría aquí----. Con el corazón cayendo a mis pies, apoyé mi mano en uno de sus hombros.

----Sé que la vas a encontrar, solo debes tener fe- Sonreí, tratando de no abalanzarme sobre él. Varios minutos después al entregar el coche, lo estreché en mis brazos tratando de calmar su dolor. Y posteriormente,
como todo un caballero, ofreció su brazo, caminando ambos hacia el salón. Al entrar la decoración me dejó con la boca abierta a causa de que era impresionante. Yendo hacia nuestra mesa, la número siete, nos sentamos para observar cómo se empezaba a llenar el inmenso y lujoso salón del hotel Sheratton.

----¿Quiéres una copa de champagne?----. Ofreció gentimente.

----¿Te digo la verdad? Nunca lo he probado.

----Es algo que lo podemos solucionar ya que hoy lo probarás----. Alejándose de mí lado, reí modestamente ante su comportamiento. Volviendo a mirar el salón, divisé a Maximiliano que entraba del brazo con Melisa.
Minutos más tarde, apareció él vestido con un traje negro que se moldeaba a su perfecto cuerpo acentuando así su belleza.
Muchas mujeres voltearon a verlo, dejando ver en sus miradas cuánto loo deseaban. Apartando mi mirada, busqué en el bolsillo de mi bolso el celular que esperaba no haberlo perdido. Cuando lo encontré, al desbloquear la pantalla, pude ver que tenía una llamada perdida, además de un correo de voz. Carcomida por la curiosidad , llamé para saber de quién se trataba.

"Hola, Mica. ¿Te acuerdas de nosotros? ¿De tus padres? Sé que no es el mejor momento pero debemos hablar contigo, por favor. Devuélveme la llamada para ponernos de acuerdo. Te queremos hija, no lo olvides."

Con lágrimas en los ojos, lo apagué para salir rumbo al baño. ¿Por qué debían arruinarme ésta noche? ¿Para qué querían hablar conmigo?
Volviendo a ponerme algo de maquillaje, decidí volver a la mesa.  No quería que Erick se preocupara por mí. A lo lejos, no solo pude verlo sino que también a otra persona que estaba junto a él. Acercándome, me di cuenta de que era un hombre y bastante joven. ¿Acaso eran amigos?
Sonriendo a Erick, caminé hasta su lado derecho para finalmente verle la cara a nuestro invitado. Mi sorpresa fue mayor, cuando nuestras miradas se fundieron en una sola.

----Nos vemos a encontrar, señorita Hale----.Sonrió, besando mi mano.

----Así es, señor Marcos----.Contesté sonrojada.Mirándolo de pies a cabeza, me quedé anonadada ¿Era real? ¿ Por qué era tan perfecto?

----Tierra llamando a Mica----. Llamó, riendo a carcajadas con una de sus manos.

----Lo siento----.Me disculpé apenada.
Aguantando algunas cargadas más de Erick, cenamos junto a él. Por suerte, era agradable estar a su lado y entre anécdotas, chistes, y historias de la niñez, llegó la hora del gran baile.

----Aprovechá, hoy estás de suerte- Susurró, dándome un beso en la mejilla. Saludando alegremente a Marcos, se retiró rápidamente.

----Parece que nos dejaron solos----. Comentó, tomando un poco más de su copa de vino blanco.

----Así es---- Afirmé, jugando con mis dedos.

----¿Quiéres bailar?

----Claro.
Encaminándonos al centro del salón, nos posicionamos para bailar lo que viniera. Para nuestra desgracia o para la mía, tocó música lenta. Marcos me atrajo hacia él para posicionar una de sus manos en mi espalda, mientras que con la otra entrelazaba una de mis manos. Con cierto temor, puse mi mano en su hombro bajando mi mirada. No quería que viera cómo me afectaba estar cerca de él porque por más que no fuera Sebastián, tenía un gran magnetismo que atraía a cualquier mujer. Disfrutando el dulce movimiento de nuestros cuerpos sincronizados perdimos la noción del tiempo. Cuando la música cambió por una más movediza, nos retiramos de la pista. No era porque la música era horrible, pero estaba cansada, y más con los tacones que había desgraciadamente elegido.

----Bailas muy bien---- Alagó Marcos, acercándome una copa de champagne burbujeante. Tomándolo de a poco, sonreí complacida. No sé si era el alcohol pero quería besarlo.

----¿Qué sucede?----.

----Ven. Acompáñame al balcon----. Indiqué sin responder su pregunta.
Al llegar al mismo, cerré mis ojos dejando que el viento me acariciara.

----¿Estás bien?

----Sí, perfectamente----. Reí, tropezando con mis zapatos y cayendo a sus brazos-.---O lo estaba----. Susurré cerca de su cara.

----El alcohol hizo bastante efecto en ti. Será mejor que te lleve a tu casa----. Propuso, ayudándome a caminar.

----¡No! ¿Por qué no nos quedamos?Además no me dejaste besarte----. Marcos, enarcándo graciosamente una de sus cejas, acunó mi rostro entre sus manos.

----¿Estás segura?

----¡Pues sí!

Rozando nuestros labios, sentí cómo mis piernas comenzaban a fallar al momento que los unimos. ¿Qué me sucedía?
Cuando ambos nos separamos, sonreí.

----Iré a buscar a Erick para informarle que te llevaré a tu casa. No tardo, quédate aquí----. Asintiendo con la cabeza, giré mi vista hacia el mar.

----Así que ¿te gustan los besos en el balcón?----. Girando lentamente, me encontré con Sebastián, quirn desprendía fuego o algo parecido por sus ojos.

----Yo... Es mi...

Cuando pensaba decirle que no se metiera en mis asuntos, él me sorprendió posando sus labios en los míos. Miles de fuegos artificiales explotaron en mi interior haciendo que perdiera hasta la conciencia.

----Espero que lo hayas disfrutado, porque será el último----.Susurró, alejándose y perdiéndose entre la gran multitud, que disfrutaba de la cena e ignoraba a la vez cómo grandes lágrimas mojaban mis mejillas.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro