Todo marchaba bien para Min Yoongi, se había acoplado tan bien a la casa, que ya hasta hacia los postres más ricos si tener que ver los videos de YouTube o estar repitiendo a cada momento pasos de la receta en el video. El frasco de groserías ya iba a la mitad con lo que le quitaba de la mesada a sus hijos, se llenaba rápido, gracias a la participación de Jungkook y los videojuegos. La relación con sus hijos era muy amena. Jungkook lo abrazaba de vez en cuando pero su bebé Bora, le decía todos los días que lo quería.

 Las tareas de la casa, eran más fáciles con la ayuda de sus hijos, los mayores ayudaban a los pequeños, mientras el lavaba la ropa, había comprado un suavizante de telas de una nueva marca, tenía buenas recomendaciones en el foro de padres, porque eso era otra cosa, Yoongi se había metido a un foro con el nombre de "TE APOYO EN CASA" uno donde los padres contaban las dificultades que tenían en el hogar o con alguno de sus hijos y otros ayudaban dando consejos. 

Uno de ellos en una ocasión publicó una foto del nuevo suavitel recomendando que dejaba un rico aroma, suavidad en la ropa, y era mucho más barato que otras marcas, así que tomando el riesgo y las opiniones de los padres del foro se atrevió a comprarlo y se sintió bien cuando sus hijos y esposo, opinaron que el aroma del nuevo suavitel era delicioso de oler.

No iba a mentir, su ego; aumentó.

Sus hijos pequeños habían dejado la maña de dejar la basura de sus lápices y dulces en los sofás y la mesita de la sala. Su hermana Chae había diseñado un pequeño búho con una lata para que ellos colocaran la basura de sus lápices.   Todo parecía ir bien.

"RIN RIN"

Yoongi que se hallaba tendiendo la cama, apago la alarma que lo debía despertar, considerando qué tal vez lo mejor sería quitarla, porque últimamente le ganaba a su deber. Su esposo salió del baño ya arreglado, se despidió de su esposo con un beso y ganando una palmada en su trasero, rieron un momento antes de darse el beso final que anunciaba su salida de la casa hacia su trabajo.

Levanto a sus hijos pequeños, en estos últimos días, también había tomado el atrevimiento de besar los cachetes de su hijo Bora, ganándose pequeñas risas tímidas y sus respectivos "te quelo" si no eran al despertar o cuando lo bañaba, eran al final del día cuando lo arropaba, había tomado el consejo de Jimin y se había acercado poco a poco a él, a veces cuando lo veía colorear en su mesita de su cuarto, se acercaba y le decía si podía colorear con él, el niño tímidamente estiraba su manita prestándole algún color. Aun no le hablaba mucho, pero con esas tímidas sonrisas y la única frase que le decía. Yoongi se sentía feliz. 

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Se hallaban en el coche camino a las escuelas.

-Padre. -La voz de Hoseok sonó de repente. Yoongi giro su cabeza hacia su hijo, ya que este siempre iba en el asiento de copiloto. –Quería pedirle permiso, para salir con mis amigos al parque, habrá un show de baile callejero y me gustaría ir. Empieza una hora después de salir, así que mis amigos quieren ir por pizza y después al show, le prometo una vez que acabe tomare el autobús a casa.

-De acuerdo, pero trata de no llegar tan tarde, si no tu padre me regañara a mi. – Una vez que estuvo estacionado en la escuela de los mayores, ambos bajaron, Yoongi tentando su pantalón y sintiendo su cartera, saco la billetera entregándole un par de billetes a su hijo mayor.

El mayor vio los billetes en la mano, y con una sonrisa negó entregándole el dinero a su papá, solo él, Chae y Jungkook sabían la situación de la casa. – No te preocupes padre, tengo un poco de ahorros, y no creo ocupar...- no termino de hablar porque Yoongi de nueva cuenta había puesto los billetes en su mano.

-No te preocupes hijo, si no tuviera te lo comentaría, pero estamos bien. – Hoseok sonrió y se acercó para abrazar a su padre.

-Gracias padre. – y salió del carro junto con su hermana. 

Yoongi siguió conduciendo hacia la escuela de los menores. Vio por el retrovisor como Kook tenía los audífonos puestos, Nayeon tenía en una de sus manos la bebe que decía cincuenta frases –Si, nunca se le olvido- y su hijo pequeño tenía entre sus manos un pequeño peluche de un búho.

-Papá, en mi salón una maestla dijo que se iba ablil un tallel de baile y canto, yo quielo entlal -Yoongi tenso sus manos en el volante, eso sonaba muy caro y no creía que era algo que se podrían costear en estos momentos, estaba escuchando lo emocionada de su hija por unirse al taller, que temía decirle que en estos momentos era imposible, hasta que escucho

-Yo también quisiera unirme padre, los van a dividir por edades y grados. – Jungkook se había unido a la plática. – Y lo mejor de todo es que va hacer gratuito. - Jungkook sabía de la situación como sus hermanos mayores, por eso recalco lo gratuito del taller, para que este no se preocupara, pero, aunque no le gustara sabía que su padre Yoongi se preocupaba por el dinero en general, él siempre hacia lo mejor que podía para que sus hijos no se vieran afectados con el cambio de sueldos y los ajustes en su casa.–El curso dura dos horas después de la escuela. Solo son dos días a la semana. ¿Podrías pasar a firmar en estos momentos? Así seriamos de los primeros, porque es cupo limitado, por lo mismo que no tiene un costo. 

-Pues si se quieren unir, adelante, pasare a firmar lo que sea necesario. - Yoongi pude liberar la tensión de sus hombros, un curso gratis y sus hijos contentos.

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Yoongi había firmado tres documentos, ya que cuando había dejado a sus hijos en sus salones, el pequeño de tres años había corrido hacia el tomando desprevenido por la pierna, tímidamente le dijo que, si podía también entrar al de pintura, Yoongi asintió abrazando a su hijo. Aunque no sabía que el de pintura no era gratuito. Pero cuando firmo el documento el encargado del taller, le dijo que era por comisiones de recuperación para la pintura y material. No era un pago grande como tal, así que lo firmo, pensando que podía dejar de comprar menos cosas de las innecesarias, incluso podría vender algunos de sus postres en su casa, para poder pagar lo que hiciera falta para el taller de sus hijos.

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De regreso a su casa, mientras estacionaba su carro afuera de su casa ya que no se le hacia lógico guardarlo ya que en unas horas tendría que volver a ocuparlo para poder recoger a sus hijos. Vio como su vecina se acerco a su puerta con una taza en mano, pero Yoongi no entendió por que se arreglaba el cabello antes de tocar su puerta, no dándole importancia, bajo del carro y se aproximo a su puerta.

-Vecino, no sabia que no estaba, venia para pedirle una taza de azúcar, si no es molestia. –Dijo tímidamente la chica.

-Si, por supuesto que si.- Yoongi abrió la puerta. Dándole el paso a su vecina.-Adelante tome asiento en lo que lleno su taza.

La chica tímidamente se acercó al sofá, sentándose. Veía alrededor de la casa como tenía ese porte elegante pero hogareño, en una de las paredes posaba una foto enmarcada en madera, lucía brillante por el vidrio en el que estaba. En ella se hallaban siete personas, un niño con sonrisa muy alegre posando un traje color negro, a lado se hallaba sentado el esposo del señor Min con un bebé en brazos, con ojos abiertos y un par de orejas que no destacaban tanto por el maquillaje leve que traía, el bebé vestía un pantalón negro y de la parte superior solo una corbata, del otro lado se hallaba una niña con un vestido color crema con un listón rojo, tenía el cabello arreglado en una coleta alta, también se hallaba sonriendo, enfrente de la niña se hallaba un niño más chico con ojos entrecerrados por la sonrisa y en ellos un par de dientes de conejo se asomaban. Y detrás de la silla se hallaba el Señor Min con un traje negro sonriendo, mientras en sus brazos sostenía a una niña pequeñita con un vestido rojo con un listón blanco, ella estaba peinada con una media cola, y esta lo adornaba un listón rojo, ella también sonreía.

-Fue hace como dos años, si no mal recuerdo, queríamos una foto familiar, con todos, recientemente él bebe que trae Jimin había cumplido seis meses. -La voz de Min interrumpió el silencio que se había prolongado en la sala.

-Tiene una familia muy linda, vecino. –Estiro tomando la taza que Yoongi ofrecía. –Muchas gracias, por la tasa, me tengo que ir, estoy buscando un instructor de piano y necesito hacer algunas llamadas.

Yoongi abrió los ojos sorprendido. - ¿un instructor de piano?

-Sí, mi tío me heredo un piano, y está en mi casa sin ser usado, y últimamente trabajo desde casa, así que poseo más tiempo libre y pues quiero aprender un poco, tampoco es que quiera tocar como un prodigio o algo así. –La chica empezó a reír suavemente, y pasó un mechón de cabello detrás de la oreja,  Yoongi le secundo en la risa.

-Yo se tocarlo, por si no llega a encontrar instructor, espero me de trabajo a mí. –La vecina se hizo la sorprendida, aunque no lo estaba, ella sabía quién era Min Yoongi.

-Pues no se diga más, está contratado. Solo dígame que días puede. Le dejare mi número, y cuando sepa me puede mandar un mensaje. –Yoongi estaba feliz. Pero en su mente solo pensaba que con ese dinero podía pagar la cuota de los materiales del taller de pintura de su hijo sin reducir productos de la casa. Aun así pensaba seguir con su plan de vender postres.

Intercambiaron números, y cuando la vecina salió de su casa Yoongi recordó que no sabía cómo se llamaba, así que solo la registro como vecina y un emoji de un piano, para recordar porque tenia el número.

Dejando de lado todo eso. Se dispuso hacer la comida y el aseo antes de que tuviera que ir por sus hijos.

GRACIAS POR LEER 💜🏡