-Yoongi mírame. –Jimin dijo con su voz dulce y tranquila, dándole confianza a Yoongi de darle la cara. –No tienes por qué sentir vergüenza de no tener trabajo, desde muy joven, has dado lo mejor como esposo y padre de familia, nos has dado todo lo que ha estado en tus disponibilidades. Supongo que te liquidaron ¿no? –Yoongi solo asintió, sintiéndose demasiado sensible por lo que su esposo le decía. – Con eso podemos estar un tiempo, en que consigues un nuevo trabajo. No tienes por qué estar avergonzado cariño.-Jimin atrajo el rostro de su esposo y le dio roce con los labios.

Al día siguiente Yoongi se dispuso a buscar trabajo, fue de lugar en lugar, llamo a cada número que se encontraba en el periódico. Esto paso dos días seguidos, en el tercero entro a casa haciendo corajes, tomo el periódico que yacía en la mesa de centro de la sala y lo rompió lanzándolo al suelo. Se sentía frustrado, tenía cinco hijos por los cuales ver, tenía una casa que mantener, en este momento maldijo que su esposo fuera tan malditamente sexy y aún más con una panza de embarazo. Si Jimin no se hubiera puesto mas bello, estando en espera, tal vez no hubieran tenido tantos hijos. Yoongi solo logro frustrarse mas, agarro los cabellos y los tiro en desesperación.

 Jimin llego tomando sus manos y alejándolas de la cabellera de su esposo, se sentó en el regazo de este, y acaricio su mejilla. Tomo su rostro con ambas manos para que lo mirara.

-No estés así amor, no me gusta verte así. –Yoongi acaricio los mulos de su esposo y se relajó.

-Amor, ya son tres días, y solo dicen que llamaran, yo no puedo esperar un te llamaremos. Tengo cinco hijos y un esposo, Jimin ¿Crees que ellos comen aire? Se que ahora estamos bien, por el pago final que me dieron, pero hay que ver el futuro también  -Yoongi bajo la mirada, quería llorar, diablos el solo había llorado muy pocas veces en su vida.

Jimin se sentía mal al ver a su compañero de vida de esa manera, así que solo se le ocurrió decir. - ¿Por qué no intento regresar a mi antiguo trabajo? Amor, no estés triste mi jefe dijo que podía volver cuando Jungkook estuviera un poco más grande para llevarlo a la guardería, pero decidimos que yo lo cuidaría.

-Él te dijo eso, porque quiere contigo. –Yoongi no quería que su esposo ahora tomara la responsabilidad del trabajar. Se escuchaba mal, pero era su orgullo de proveer tanto tiempo.

Jimin le dio una mirada de desaprobación. –Vamos Yoon apuesto que si llamo a Taemin querrá que vuelva, solo déjame hacer la llamada amor, somos un equipo no está de más en que te ayude, tu estuviste más de quince años trabajando para sacar adelante a esta familia, no pasa nada si ahora es mi turno. - Jimin tomo las mejillas de su amado y lo acerco para darle besos repetidamente, uno tras uno. -Lo llamare ¿Si? – roso de nuevo sus labios con los delgados labios de su esposo, en un beso lento, Yoongi atrapo el labio inferior en una mordida, él creía que, si moría, esos labios podían volverlo a revivir. Jimin se separó y se aproximó a la oreja de Min. –Te amo muchísimo. –Susurro. Y mordiscó el lóbulo de esta. Se levantó del sofá y se aproximó a la mesita que se encontraba en la esquina superior de su sala, se acercó al teléfono y marco el número que esperaba aun fuera de las oficinas de Taemin.- Estaba emocionado. No lo iba a negar.

Yoongi veía como su esposo marcaba el numero en el teléfono, y se molestó, ¿Por qué Jimin no buscaba en número en el directorio? ¿Por qué se sabía el número de memoria? ¿Acaso él le marcaba seguido? ¿Tenían comunicación? - ¿Por qué te sabes el teléfono de memoria Min Jimin? – Yoongi grito, haciendo su voz quejosa.  Jimin solo negó y sonrió, iba a responder a la pregunta, cuando se escuchó un "Studio Dance Tae, diga"

-Hola, buenas tardes. Busco a Lee Taemin. Soy Park Jimin un viejo amigo de la escuela. – La señorita en la línea pidió un momento. Jimin afirmo, esperando que quitaran la llamada en espera.

-¿Park?-grito Yoongi.- ¿Park Jimin? Ahora resulta que eres Park y no Min-Decía en modo quejumbroso recostándose en el sofá y pataleando porque su esposo lo ignoraba.

-¿Park Jimin? ¿Eres el Park Jimin que yo recuerdo? – Se escuchó del otro lado de la línea.

-Hola Lee, ¿Cómo has estado? –Jimin sonrió por volver a escuchar la voz de un viejo amigo. Al tener un bebé tan joven, empezó a cambiar las salidas, por las visitas al médico, y la ropa sensual y ajustada, por ropa casual y muy cómoda. A Jimin nunca le molesto el cambio, amaba a sus hijos.
Estuvieron un rato hablando de trivialidades, hasta que Jimin le comento el despido de su esposo y si la oferta del trabajo seguía en pie. La llamada concluyo, con un enorme; "Estoy muy agradecido, mañana a primera hora estaré ahí."

Jimin estaba feliz, hace mucho tiempo dejo su trabajo en el estudio de Taemin. Sonrió en victoria y giro para darle las nuevas noticias a su esposo, pero este andaba con la mirada seria, y en cuanto lo vio a él, aparto la mirada. Jimin negando se acercó a su esposo y se sentó a horcajadas de él.

- ¿Qué es lo que sucede señor Min Celoso? – Yoongi volvió a girar la mirada en otra dirección sin decirle nada a Jimin. - ¡Oh vamos amor! No te pongas así, conseguí el empleo.

Yoongi le dio una mirada de pocos amigos y dijo –Claro, si hasta el tono de tu voz lo hiciste más coqueto, y hasta te sabes el número de memoria y ¿Qué es eso de Park Jimin? Que yo recuerde estas casado y ahora eres Min Jimin y pensé que solo ibas hablar para preguntar lo del trabajo, no para saber toda la vida de ese Lee Taemin. –finalizo su reproche tapando sus ojos con los antebrazos

Jimin tenía la boca junto con los ojos abiertos y de la nada se echó a reír, una carcajada muy grande. – Vaya, olvidaba lo celoso que eres Min Yoongi. Tu sabes que mi voz así es, se me el número de memoria, porque yo trabajaba ahí, si estoy casado, pero estoy seguro que si daba mi nombre de casado no me reconocería, recuerda que nos casamos después de que había dejado de trabajar en ese lugar. Y, por último, no iba solo hablar y mencionarle lo del empleo, amor eso es descortés, por eso hice conversación. Aparte ya deberías de saber que yo solo te amo a ti desde los quince años, Yoon tenemos cinco hijos.

Yoongi no dijo nada, porque Jimin ya apresaba sus labios como los suyos, se besaban con fervor, Jimin empezó una danza con las caderas rozando ambas erecciones que empezaban a crecer más, Yoongi masajeaba el trasero de Jimin apretándolo en el acto. –Arriba. –Susurro Jimin, con dificultad. Yoongi que ahora besaba el cuello de su amado, acato la orden y cargando a este, dio paso hacia las escaleras para ir a la habitación, donde se dispondría a disfrutar el cuerpo de su esposo.