—Te llamaba para decirte…

—Podrías venir a buscarme—le corté ya que me había comenzado a asustar.

—¿Dónde estás?

—Te paso la dirección en un mensaje, por favor no te demores que estoy en medio de la nada.

—Debería dejarte ahí.

—Gyron juega con otra cosa, si muero llevarás el no haberme ayudado en tu conciencia.

—Está bien, pásame la dirección que ya salgo, eres dramática.

Colgué y le mandé la dirección, comencé a caminar hacia la carretera y después de esperar unos minutos que se me aparecieron eternos escuché un murmuro detrás de mí.

—¿Qué hace una pequeña tan guapa en esta zona?— preguntó un chico bastante alto y musculoso.

No le respondí pues no estaba para problemas.

Gyron llega ya- supliqué en mi mente.

—No me vas a contestar guapa—dijo mientras se acercaba más.

—Me gustan las calladitas, son gatitas en la cama.

Cuando el chico avanzó yo retrocedí sabiendo sus intenciones, pero fue algo inútil ya que intenté correr y me agarró fuerte del brazo.

—Suéltame imbécil—dije intentando zafarme, pero su agarré era demasiado para mi poca fuerza.

—No te resistas bonita o te irá muy mal.

 —Creo haber escuchado que te dijo que la soltaras.

Por primera vez en mi vida tengo algo de suerte, apareció Gyron con cara seria mirando muy mal al chico que aún me sostenía.

—¿Y quién lo dice?, un niñato- preguntó con una sonrisa.

—Sí,te lo estoy diciendo yo— respondió Gy acercándose más a donde yo estaba.

Aproveché que se estaban sumergidos en una guerra de miradas y le di una patada al chico que hizo que me soltara y corrí detrás de Gyron.

—Podemos compartirla si quieres—propuso el chico, según pude notar ahora tiene los ojos color miel.

—Yo no comparto— respondió mientras estampaba su puño en la mandíbula del idiota que me había tenido agarrada.

Así comenzaron una pelea, hasta que apareció dentro de la oscuridad dos hombres más que los apartaron.

—Voy a llamar a las autoridades—dijo el que sostenía al chico.

— No hace falta, nosotros ya nos vamos—dijo Gy mientas me tomaba del brazo.

A lo lejos lo divisé el auto nos acercamos, aún no soltaba su mano, tenía un poco de miedo.

—Entra—dijo mientras me abría la puerta.

—¿A dónde te llevo?— preguntó mientras comenzaba a conducir.

—Bueno a mi casa no puedo ir, mis padres están ahí, si llego a estas horas me mataran.

—¿Se puede saber que hacían en medio de la nada?—preguntó molesto

—Estaba en casa de una amiga.

—Claro una amiga que no se dio cuenta de la hora que es.

No contesté, sé que tenía razón en realidad se me pasaron las horas y cuando salí no pensaba que fuera tan tarde.

— Llamaré entonces a mis padres para decirle que no iré a casa, en cambio tú me llevarás para la tuya.

—¿Qué?— dijo nada más escuchar mi idea—¿Por qué?

—Porque si se enteran que tú me fuiste a buscar sabrán que era tarde, es mejor que les diga que me quedé en casa de mi amiga.

—Y que hacemos si mi mamá te ve.

— Pues no podrá verme.

—Ya, y eres invisible—dijo en un tono gracioso.

—Entraré a tu cuarto por la ventana.

Asintió con la cabeza lo que me pareció extraño, se estaba comportando demasiado raro, él no acostumbra ser así, si no estuviera planeando algo hubiera dicho algo como que ni loco dormiría conmigo.
                                                                   (…)

Llegamos y no hizo falta entrar por la ventana porque ya todos en la casa estaban dormidos.

— ¿Quieres cambiarte de ropa?

—No tengo.

  —Pues ponte una camisa mía, aunque después tenga que lavarla para quitarle tu horrible olor- murmuró abriendo la puerta de su habitación.

Al prender las luces pude observar que tenía un ojo morado y había sangre saliendo de su nariz.

—Te duele—pregunté señalando su rostro.

—No—respondió simple.

— Espera y busco algo para limpiarte.

Me encaminé al baño para ver si tenía algún botiquín.

—¡Bingo!— exclamé cuando encontré algunas gasas y alcohol.

Salí en dirección al sofá donde lo había dejado y me lo encontré en la misma posición, pero sin camisa, pude notar que también tenía un pequeño corte en el abdomen.

—¿Con qué te hizo ese corte?—pregunté sin entender.

—Llevaba una navaja.

—Espera, me estás diciendo que ese loco podía habernos matado de verdad.

Me posicioné a su lado y con las gasas empecé a limpiarle la sangre, él tenía una mirada neutra posada sobre mis movimientos, ni siquiera hizo alguna mueca.

—Listo— dije poniendo el botiquín en la mesa que estaba delante del sofá, el día que entré aquí no pude observar bien la habitación, era bastante amplia y acogedora.

Un sonido raro me sacó de mis pensamientos y fue que Gyron estaba muy cerca de mí.

¿Pero qué hace?

Y yo que sé.

La tensión aumentaba entre nosotros, sabía que estaba jugando, sabía que quería vengarse, pero es que sus ojos eran tan cálidos. Me tomó de la cintura y me sentó a horcajadas sobre él.

Huye si no quieres ser su presa.

Ya era tarde para hacerle caso a mi conciencia, sentí sus labios en el lóbulo de mi oreja mordiéndolo levemente, luego descendieron hasta mi cuello y sus manos apretaban el agarre en mi cintura, me estaba torturando, estaba jugando sucio, cuando dejó de succionar mi cuello me miró a los ojos con lujuria y se fue a acercar a mis labios, me quedé como tonta esperando un beso, pero en cambio recibí un susurro de su parte.

—La venganza es un plato que se sirve frío estrellita y este es solo el comienzo, te dejo el sofá para que duermas— me quitó de encima y me tendió la camisa junto a una sábana.

—Dulces sueños— murmuró mientras se acostaba en la cama.

Yo seguí estática, sin moverme, creo que me será difícil conciliar el sueño hoy.

*Porque fuiste tú, mi salvación y a la vez mi tormento*
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Nota:
Hola aquí os dejo otro capítulo, si te gustó no olvides comentar y votar❤❤❤

Sabri💖