En las últimas horas he estado socializando con los amigos de Susana y me resultan muy simpáticos.

Hairon es muy carismático y dramatiza cada cosa que ve o nos cuenta, Joe lo he escuchado hablar pocas veces, pero a todo le sonríe, y Gael es de las personas a las que nunca te cansarías de escuchar, tiene tantas historias que el solo hecho de la seguridad su voz te transporta a otro lugar, nos cuenta cosas difíciles de creer pero que hizo que nuestra tarde fuera divertida.

—Recordarles a todos los estudiantes que a las nueve no quiero a nadie fuera de su habitación—gritó la profesora Marlan.

—Chico después de las nueve, que tal si se vienen a nuestra habitación y salimos por la puerta trasera hacia el bosque —propuso Susana sonriendo como el gato de Alicia en el país de las maravillas.

Cierto, nuestra habitación tiene una puerta trasera, el por qué no lo sé, pero la idea de Susi sigue siendo algo loco, no sabemos que hay en este bosque.

—Susana no conocemos el bosque, no sabemos si hay animales o incluso podríamos perdernos— respondió siendo razonable Joy.

—Por favor, no vamos a ir tan lejos, en serio quieren quedarse en la habitación, vinimos a pasarla bien.

—En realidad, vinimos a un proyecto para pasar de año no a divertirnos—traté de explicarle.

—No va a pasar nada— dijo haciendo un leve puchero que la hacía lucir tierna.

Que chica más loca.

Exactamente conciencia, yo creía que era alguien súper mega responsable.

—No nos podemos negar, no sean aburridos— respondió Gael restándole importancia.

—Buenos si nos pasa algo será todo culpa de ustedes— murmuró Joe.

—¿Qué les va a pasar a dos chicas junto a tres chicos una noche en el bosque?

La miré como si tuviera dos cabezas.

Sé que suena estúpido, pero venga tendremos una bonita experiencia.

Todos accedieron y realmente prefiero morir en el bosque que quedarme sola en la habitación así que yo también estuve de acuerdo.

—A las ocho y cuarenta nos vemos chicos.

Mi amiga y yo fuimos a alistarnos a nuestra habitación, revisé las redes sociales mientras ella se duchaba y cuando terminó entré yo.

Es la tercera vez que te duchas en el día.

Lo sé.

Demoré unos quince minutos y luego me vestí con unos jeans oscuros y un abrigo lila.

Las horas pasaron relativamente rápido. Dieron dos toques en la puerta y Susi fue a abrir.

Me miré nuevamente en el espejo terminando de acomodar mi cabello.

—Hola, trajimos un amigo más Susan espero no te moleste—dijo Hairon.

—Mucho gusto.

Dos palabras que me hicieron estremecer por el simple hecho de la persona de las que provenía… Gyron, su voz era inconfundible pero aun así para reafirmar mis sospechas me giré y ahí estaba.

Sus ojos relucían con un brillo impresionante, la ladina sonrisa que nunca desaparece de su rostro y la ropa que siempre le queda ajustada haciendo notar sus abdominales y fuertes brazos. Su outfit esta vez era más casual, llevaba un pantalón estilo cargo, botas grises y una camiseta negra con un letrero de rock. Su mirada atrapo la mía e inmediatamente la evité.
Igualmente, soy Susana y ella es mi amiga Alis.

No recordaba que mis nuevos amigos no sabían que nos conocíamos.

Me sonrió con sus manos puestas en los bolsillos del pantalón.

—Bueno entren que debe de estar al pasar la profesora.

—¿Cuál es el plan?— preguntó Gyron.

—La idea es que cuando Marlan se vaya a dormir salimos por la puerta trasera hacia el bosque, allí haremos algo divertido, aunque aún no he pensado en nada.

—El bosque no es algo muy extremadamente peligroso.

—Alguien con uso de razón—respondí girando los ojos.

Sentimos pasos por lo que todos hicimos silencio. Le hice una seña a los chicos para que fueran hasta el baño y Susi y yo nos acostamos. Marlan abrió la puerta nos observó y luego se fue murmurando un buenas noches y apagando la luz.

Todos suspiramos sonriendo.

—No sé que vamos a hacer pero alguien trajo alcohol—preguntó Hairon.

Todos se miraron un segundo y Gyron fue el que contestó.

—Yo tengo en la mochila una botella de tequila—respondió señalando la mochila negra que había traido.

Todos aplaudieron y yo lo miré asustada.

Se puede decir que el alcohol y tú no se llevan.

Exactamente.

Todavía no has pensado en lo de tu misterioso novio.

Miré mi entorno y se me vino una idea a la cabeza.

—Gael podemos hablar en privado un momento—murmuré apenada.

Asintió extrañado y nos dirigimos al baño.

—¿Podrías ayudarme con algo?—pregunté avergonzada.

—Por supuesto—respondió sonriendo.

—¿Podrías ser mi novio?

Sus ojos se abrieron de manera rápida dándome a entender que la pregunta salió con un sentido equivocado.

—Me refiero a que sea falso, solo para que me ayudes a encubrir una pequeña mentira.

Me miró expectante.

—Lo siento, olvidalo, soy una idiota—murmuré bajando la cabeza.

—Acepto, ¿A quién quieres poner celoso?—preguntó reaccionando.

—No es poner celoso es solo que quiero olvidarme de él.

Asintió comprendiendo.

—Es Gyron—susurré avergonzada.

No se sorprendió solo se limitó a sonreirme.

—Bueno bonita, entonces a fingir se a dicho.

—Dame la mano para dar una salida triunfal.

Nos tomamos de la mano y abrimos la puerta con la sonrisa más falsa de mi vida, la mirada de todos era de sorpresa excepto la de Gyron pareciera que ya él sospechaba algo.

—!Muchas Felicidades para la nueva pareja¡—exclamó sonriendo.

Todos aplaudieron y yo me sentí incómoda ante la situación.

—A la aventura equipo.

Salimos por la puerta trasera hacía el bosque.

¿Es una aventura loca?

Si, es una aventura más que loca.

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Nota:

Espero que les haya gustado.

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