C6
Amber POV
Tocaron a la puerta del departamento de Karen, yo jugaba con Milly en la sala, tenía una buena cantidad de pinturas, crayones y libretas para colorear, aunque ya le faltaba poco para ser una pre adolescente me parecía lindo que aún le gustara colorear. Tuve dudas de venir a Seattle pues tenía miedo de volver y no sabía porque, era como si la ciudad me trajera recuerdos extraños, sabía que me sugestionaba pero el dolor, la tristeza y la incomodidad estaban ahí, esperaba que no durara para siempre pues quería dejar de relacionar todo con Evan.
—Pasa Zac —escuche que decía Karen con un tono cordial.
Milly y yo levantamos la mirada al mismo tiempo, un hombre con un abrigo ligero, alto, con cabello café pero con entradas pronunciadas se acercaba lentamente hacia nosotras junto con Karen, llevaba lentes cuadrados y nos sonrió con amabilidad, me saludó con un asentimiento.
—Ella es Amber, la esposa de mi hermano.
Al escuchar aquello me estremecí, una acidez viajó por mi esófago, me fue difícil tragar saliva, millones de pensamientos me embargaron, todos aquellos me empezaron a molestar y a hacerme sentir enferma.
—Mucho gusto, Karen ya me mantuvo al tanto de lo que debemos hacer —se acercó para darme la mano, me levanté, dejando a Milly jugando y me fui con ellos hacia la mesa del comedor, dónde podríamos hablar con más tranquilidad.
Karen y Zac hablaban de muchas cosas que realmente no entendía del todo pero confiaba en que harían un excelente trabajo porque si Karen confiaba en Zac para mí todo estaba perfecto, además ella ya había pasado por el divorcio, sabía lo que se tenía que hacer en estos casos.
—Entonces ¿Es divorcio mutuo? ¿Ambos están de acuerdo?
Karen y yo nos miramos, quise leerle el pensamiento en ese momento pues yo no sabía que responder, ella también esperaba buscar una respuesta en mí pero no podía hablar cien por ciento en lo que Evan en ese caso podría querer.
—Estoy segura de que sí —terminó diciendo Karen, un poco pensativa, dudosa. —Pero en dado caso que él no quisiera ¿Se puede conseguir el divorcio, cierto?
Zac titubeó un poco pero ni eso podía hacerme sentir mal, debía ser buen abogado para que de repente tuviera mucha seguridad al hablar con naturalidad del tema, seguro mi caso no debía ser el primero ni el último de este nivel.
—Sí, solo se deberían tomar en cuenta que debemos entonces cambiar de estrategia pero por lo que me contaste, es seguro que podemos presentarle al juez suficientes pruebas para que pueda conseguirlo sin problemas.
—¿Para cuándo estará lista la demanda de divorcio? —pregunté, manteniendo oculta mi desesperación por escuchar una fecha cercana, en verdad quería terminar con esto, no quería que esto terminara siendo un procedimiento tardado, yo sabía que Evan firmaría.
—En unos días, sé cómo agilizar el trámite —sonrió, para mi sorpresa con bastante seguridad, no dudaba en que lo tendría en menos de una semana —Tengo bastantes colegas que podrían ayudarme a que esté en poco tiempo, no es necesario esperar tanto. En ese caso, tendré que enviarte la demanda de divorcio por mensajería para que se la entregues a él ya que tú no resides en Seattle.
—Por mi no hay problema —añadí —Si necesitas cualquier cosa siempre estoy disponible en mi teléfono.
—De acuerdo, entonces, pongamos algunas cosas en orden y trabajaré en esto hoy en la tarde.
Estuvimos con Zac aproximadamente casi una hora, en lo que poniamos en claro algunas cosas, en las recomendaciones que me dio, también a las millones de preguntas que con mucha amabilidad me aclaró; se fue dejando con mucho énfasis que la demanda no sería tardada y que yo la recibiría pronto, el único problema que existía era ¿Quién se la entregaría a Evan?
Zac se fue y yo estaba más aliviada pero todavía el hecho de que tendría que verlo cara a cara para entregarle la demanda de divorcio me aterraba demasiado, incluso me puso a temblar, no iba a soportar verlo, no después de acostumbrarme a su ausencia estas semanas.
—Yo se la entrego, Amber, no hay problema —me aseguró, ella seguía animándome con una sonrisita, pudo interpretar mi silencio de hace un momento como un disgusto por no saber que hacer respecto a eso —Lo citaré en algún momento para entregárselo, sé que no deseas verlo.
—Tú tampoco —me mordí el labio, nerviosa.
Ella lucía pensativa, meditaba mirando hacia el otro extremo del departamento porque la verdad era difícil de ocultar, lo sabía, se le veía en los ojos.
—Sí, debo admitirlo pero las cosas deben terminar, lo que se debe hacer es avanzar, si siempre vamos a querer huir de Evan nunca vamos a poder recuperarnos, dejando de pensarlo no soluciona las cosas. Sé lo que es un divorcio, aunque para ti esto no fue un matrimonio real.
—No lo fue —susurré, apretándome el labio de nuevo —Nunca lo sentí como un matrimonio real, nunca fue un compromiso de amor, siempre me quedó claro que era solo un juego, un contrato que literalmente firmé casi en contra de mi voluntad.
No quise llorar de nuevo pero mis lágrimas estaba ahí, acumulándose para querer salir una tras otra, tuve que distraerme y pensar en otra cosa, quería que Karen no tocara el tema y agradecí que no lo hubiera hecho, la razón más simple fue que me vio desmoronándome poco a poco que no quiso empeorar las cosas.
—Mi primer matrimonio tampoco fue un cuento de hadas, no sé si sabrás la historia de mi matrimonio con el padre de Emilia —puso los ojos en blanco, creo que ahora pensar en su ex marido le parecía un dolor de cabeza y ya no tanto un dolor profundo. —Me casé justo acabando la universidad porque quedé embarazada, o bueno, quedé embarazada y luego me casé, creí que sería mi príncipe azul, rescatándome de los obstáculos y llevándome siempre a su lado con una sonrisa y palabras de consuelo, pero no lo fue, al menos después de dos años de casados se terminó el cuento de hadas.
"Resultó que nos dimos cuenta que lo nuestro no llevaba a ningún lado, a pesar de tener una hija, al menos de mí parte me di cuenta que no era Martin con quien yo quería estar toda mi vida, no sé qué fue lo que pasó, simplemente las cosas pasan y uno se levanta por la mañana y siente que algo está mal, entonces supe que mi vida con Martin no era algo que me hiciera sentir satisfecha; poco después él también sintió lo mismo, sobre todo porque discutíamos todo el tiempo, a veces por estupideces, a veces nuestras conversaciones normales se transformaban en discusiones de la nada. No era lo que quería, ni para mí ni para Emilia"
Le dirigí una sonrisa suave, tranquilizadora, al parecer habérmelo dicho le resultó como una buena terapia, se veía más relajada y sus ojos verdes se veían absolutamente familiares, tal y como yo los recordaba, así como en los viejos tiempos.
—Eran muy jóvenes, había cosas que tú deseabas experimentar, quizá no habías descubierto que era lo que en verdad deseabas en ese entonces. Martin no era la persona que te hubiera enriquecido personalmente —admití con voz casual, tratando de analizar con coherencia el problema.
—De hecho no —soltó una carcajada —No era la persona quien yo creía, yo no esperaba ser madre tan joven, yo pensaba casarme a los veintisiete, supongo que el embarazo ya había sido un gran reto y el matrimonio lo terminó por hacer más difícil.
—¿Cómo es, ya sabes...como padre?
—Bien —respondió sin problemas pero luego se frenó pensativa, recordando algo y entonces resopló —Lo que detesto es que a veces olvide las cosas importantes por su trabajo, he discutido tanto con él por eso, ya sabes, es tan imbécil que no fue al cumpleaños de Emilia porque lo olvidó, esos detalles son por los cuales lo detesté cuando estábamos casados y lo detestó también hoy. Ya que lo pienso, fue un estúpido de cara bonita que no resultó ser mi príncipe, quise creerlo pero solo me cegué, lo único que saqué bueno de todo esto fue Emilia y espero que Martin se dé cuenta también que ella es lo único bueno que tiene en su vida.
(...)
Evan POV
*Una semana después*
Me cité con Karen, su llamada me sorprendió el día anterior, dijo que debíamos reunirnos porque necesitaba decirme algo importante, ella me explicó que hubiese ido a mi departamento pero recordó que ya no vivía ahí, que lo había vendido; ella sabía a dónde había ido a parar el dinero de mi auto y mi departamento, además la tercera parte de las acciones que tenia de Pharma Bio ya estaban en manos de Brody, lo poco que tenia lo mantenía bien guardado.
Llegue al café donde nos veríamos, no podía mentir, estaba sumamente nervioso, tenía miedo de que Tom me hubiera delatado, eso podía ser lo más probable, siempre quiso quedar bien con Karen, estaba enamorado de ella desde que los dos iban en la secundaria hasta la universidad, era obvio que quería tener una razón para hablar con ella después de muchos años y que casualidad que fuese yo el motivo perfecto para hacerlo.
La vi llegar cuando yo estaba a punto de ir al baño, tenía un rostro inexpresivo, ella también me vio pues me senté en un lugar accesible de ver, me mantuve erguido cuando arrastró la silla para sentarse delante de mí.
Me preparé para lo que tuviera que decirme acerca de Tom, aunque su rostro no estaba furioso, se mantenía cautelosa.
—Creí que estarías en Seattle —susurré, bajando muchas veces la mirada, a veces me era difícil verla al rostro, se podía adivinar porque.
—Volví porque necesitaba arreglar unos pendientes personales, regresaré esta noche —me explicó con voz neutra.
La camarera nos quiso tomar nuestra orden, ella pidió solo una rebanada de pastel Red Velvet y leche caliente con chocolate, yo me reservé, no tenia hambre. Quise acabar con esto y pedirle que me dijera todo lo que Tom pudo haberle dicho, no quería rodeos, si me acusó era buena hora de saberlo, ya estaba demasiado perdido con el largo tiempo que me dio de espera.
—Bien, entonces, ¿Qué deseas decirme? —pregunté al fin, un poco avergonzado pero firme.
Suspiró y buscó en su bolsa, me pregunté de que se trataría, quizá Tom le dio algo, un comprobante de que fui a verlo, una copia de nuestra conversación, lo que fuera. Entré en pánico cuando vi un sobre manila, contuve un jadeo de horror porque era seguro que debía ser nuestra conversación por escrito o cualquier documento que validara mi pedido de auxilio hacia Tom.
Maldito imbécil traicionero, sabía que estaría más de lado de Karen que mío.
—¿Tienes abogado? —inquirió, entrecerrando los ojos, dejó el sobre manila en la mesa, segundos después lo hizo a un lado cuando la camarera trajo su chocolate y su pastel.
Trague saliva, esto no era lo que me esperaba, ¿Él me demandó? ¿O que jodidos sucedía? Me quedé con expresión ausente viéndola a ella y después al sobre.
—No, ¿Por qué? —pregunté, indeciso mientras la miraba con más firmeza.
—Es la demanda de divorcio de Amber, quedas notificado.
La sangre me bajó hasta el suelo, no supe ni que responder, realmente sentía que me había vuelto de piedra, no pude parpadear, lo que acababa de decirme me era imposible de procesar, negaba creerlo, realmente enmudecí, lo único que escuché en ese momento fueron los latidos de mi corazón, dispararse de puro miedo y al mismo tiempo a descender de melancolía.
—¿Divorcio? —dije, con la voz quebrada, carraspee y al hacerlo involuntariamente hice un gesto de dolor —¿Me demandó para tener el divorcio?
—Son los procedimientos legales.
No quería nada que tuviera que ver con leyes ni procesos que involucraran juzgados ni nada parecido, no quería problemas, no de los que ya tenía ni agregar otro a la lista. La única manera de evitarlo era no negarme a su petición, aunque me hiciera añicos por dentro el tener que ceder fácil, quería luchar por ella, lograr que nuestro matrimonio funcionara pero ella no nos veía así y yo desde un inicio fingí igual.
—Podemos hacerlo sin abogados, no necesitamos todo esto.
—¿Firmarás así sin más? —alzó una ceja, confundida, preguntándose si lo decía en serio, me leyó la expresión a profundidad —Creo que lo entiendo, no tienes dinero siquiera para un abogado.
—Es que no le veo sentido —añadí rápidamente, esperando que olvidara el asunto del dinero. —¿Acaso pensó que sería difícil conseguirlo? ¿Tanto como para requerir un abogado? Si lo que espera son bienes y todo eso...
—No digas estupideces —me lanzó una mirada envenenada y una sonrisa arrogante —No tienes nada que ofrecerle a Amber, ni para compensarle lo que le hiciste, deja esa jodida fantasía, aun crees que tienes tanto, debes reaccionar, ya no tienes nada.
Me apreté la mandíbula, agaché la cabeza para respirar hondo, no quería que me viera atormentado, no quería que pensara que fingía pero me hería cada vez que me recordaba que no era suficiente para Amber, ni para nadie.
—Debí suponer que no desaprovecharías este encuentro sin humillarme lo suficiente, quedó claro toda la intención que tienes conmigo, me desprecias y sinceramente no necesito nada de ti, ni de nadie. —agarré el sobre manila y lo abrí, prácticamente rasgue un poco de el y leí lo que tenía sin darme cuenta de que no era el acta de divorcio, así que lo hice una bola de papel —Cuando tengas la jodida acta de divorcio, llámame, de otro modo no quiero volver a encontrarme contigo. Si eso es lo que ella quiere, lo tendrá sin protestas mías, así que nada de abogados.
—A fin de cuentas, Amber no tiene nada que quitarte.
Se equivocaba, me estaba quitando la parte de mi vida que aun brillaba con fuerza, la de mi esperanza de estar junto con ella de nuevo y gran parte de mi corazón que se desvivía por ella, la razón y el motor que hacia andar a mi vida todo el tiempo.
Me levanté no sin antes mirarla con frialdad, nunca la había mirado así pero ahora no sentía más que coraje hacia ella, ya después arreglaríamos nuestra relación familiar, que era la que más me daba problemas, por el momento recuperar a Amber era mi prioridad, no podía pensar ni vivir más días sin ella.
—Habla por ti misma —mascullé, con los dientes apretados. Salí de la cafetería con una sensación agresiva, poderosa y enfermiza, esa misma me dominaba todo el tiempo, me atormentaba, no podía luchar con ella, me arrastraba hacia un abismo oscuro, frío y malévolo, y justo ahora se aprovechaba de mi debilidad para hacerme consumir más.
Hoy estamos de manteles largos pues justo un día 26 de febrero publique la primera novela de esta bonita historia "Mi Contrato Favorito" pues ni yo imaginaba en bonito recibimiento y aceptación de todas ustedes con la primera parte (:
En un año ya ha alcanzado las 137k leídas y esperemos que sea por mucho más, confío en que más personas llegaran a la novela y así sucesivamente, recomendando entre amigos, familia, etc.
Hoy este día les traigo el primer capítulo del maratón que acabará el sábado, así que tendrán mucho que leer estos tres días, espero que los capítulos les gusten mucho. Me voy no sin antes agradecerles de nuevo el apoyo y el cariño <3 ¡¡Las amo!!
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