Había dos chicas en el departamento, una de ellas consumía cocaína en la mesita de centro mientras que la otra estaba en la computadora, revisando la grabación que había hecho la cámara que tenía justo en el pasillo, se lograba grabar en su mayoría las partes del departamento, así que Camille creyó que tendría aquella grabación que desesperadamente estaba buscando.

Pasó horas del día de hoy por la mañana queriéndolo encontrar, incluso estaba tan enojada y frustrada que no había comido pero eso no le importó, eran revisar meses de grabación pero dio una amplia y victoriosa sonrisa cuando lo encontró; rápidamente entró al editor de video y cortó las horas innecesarias del video y solo lo dejó en la parte que por supuesto le convenía.

Lo descargó en la computadora y lo pasó luego a su celular.

—¿Lo encontraste? —le preguntó la chica a Camille.

Ella asintió con esa sonrisa de oreja a oreja que nada ni nadie podría quitársela.

—Por supuesto, sabía que lo tenía.

—¿Y qué harás con el video?

Camille se acercó el vaso de vodka que tenía a lado y le dio un pequeño trago, saboreando lo amargo, recordando como Evan había tenido sexo con ella y después la había abandonado, ella estaba enfadada por eso y no iba a perdonárselo, lo peor es que Camille sabía que Evan se había ido para buscar a Amber y ese pensamiento resultó peor.

—Tengo muchas ideas pero solo una me interesa, tendré que hablar con Jordan.

—¿Y cómo sabes que él está con Amber? Ni siquiera Jordan sabe de él, seguro que no está en Chicago. —su amiga se dejó caer en el sofá, encendió la televisión y comió del bowl de bocadillos que Camille preparó.

—Él sigue enamorado de ella, eso es seguro, solo quiero darle una lección a los dos, no me verán la cara, Evan es un imbécil adicto que ya me debía muchas, lo voy a hacer pagar, estoy harta de él.

—Quizá deberías dejarlo, no vale la pena —comentó su amiga con tono amable, si se lo decía para llevarle la contra seguro que Camille no la escucharía. —Evan es un completo estúpido y no debería tener tu tiempo.

—Tuvo más que mi tiempo —replicó ella con la mandíbula apretada y los ojos desafiantes —¡Me convirtió en su jodida marioneta! Y eso se acabó, ¡Ya me harté y me las va a pagar!

Cerró la computadora con fuerza, dejando a su amiga completamente inerte, se estremeció al escuchar el portazo que dio Camille cuando entró a su habitación, estar ahí le dolía pues el último recuerdo que tenía era a Evan durmiendo con ella en esa misma cama, empezó a llorar y a maldecir contra la almohada, aceptaba una y otra vez que se había enamorado de Evan desde que lo conoció, disfrutaba cuando eran un dúo increíble para todo, incluso disfrutó de cuando Evan jugó con Amber pero en algún punto ella lo percibió diferente después de un tiempo, al parecer el juego del enamoramiento falso de Amber se había salido de control y eso a ella ya no le pareció un juego nada más, sino un enamoramiento real; pero mientras siguieran viéndose y teniendo sexo como siempre a ella no le importaba, solo hasta que él se divirtió con Camille para abandonarla una última vez, ahí ella supo que ya no volvería a sentirse utilizada jamás.

(...)

Amber POV

Llegar después de dos semanas en París fue agotador pero el trabajo estaba terminado y completo, me dio un orgullo poder entregárselo a Nancy mañana cuando fuera al trabajo, estaba satisfecha por mi equipo de trabajo y de lo mucho que se habían esforzado para acabarlo a tiempo. Desempaque toda mi ropa y los regalos que llevaría mañana a la oficina, tenía unos lindos dulces parisinos para Nancy y Florence, seguro que los amarían, un reloj de pared para Emma, un llavero para Mía y perfumes para mi padre y Laura.

Me puse a preparar la presentación del reportaje para mañana cuando recibí un mensaje al celular, supe quién era ya que el sonido del tono personalizado era para una sola persona.

—¿Estás dormida?

Sonreí.

—No, estoy terminado la presentación de mañana mientras me como unos ricos macarrones.

—¿Son los que elegimos antes de que me fuera al aeropuerto?

—Sí, que por cierto están muy buenos. ¿Todavía no te duermes?

—Ojalá pudiera estar ahí para que me  compartieras unos cuantos. No, hice un desastre en la cocina, intenté cocinar una lasaña pero fue un horror, debo limpiarlo todo.

Me mandó una foto adjunta de la cocina en su departamento, había un montón de salsa de tomate tirado en el piso y pedazos de carne molida regada en el horno, no pude contenerme y rompí a reír.

—¡Wow! Te tomará toda la noche limpiar eso, jaja, ¿Por qué hacías lasaña a esta hora?

—Podrás creer que la había empezado a las nueve, llevo tres horas intentando seguir la receta de un libro de cocina, necesito más práctica.

—La lasaña es mi platillo favorito.

—Entonces con más razón debo seguir practicando para que me salga mejor, espero recibirte en mi departamento con una buena lasaña. Este lugar se siente realmente vacío, antes la soledad no parecía ser tan terrible pero ahora de verdad es insoportable, ¿Suena precipitado decir que te extraño? Qué más da, te extraño.

Sonreí más fuerte.

—Suenas como si nunca hubieras ligado en tu vida jajaja lo cual sabemos no es verdad.

—No estoy ligando a cualquier mujer, estoy ligando a la única mujer que amo, si pudiera tomar un avión a Chicago para demostrártelo, lo haría ahora, porque esa última noche en París no fue suficiente para mí.

—Volveremos, quisiera hacerlo.

—Lo haremos, recuerdas, nuestras iniciales en nuestro santuario.

—No es completamente nuestro jajaja pero es un buen lugar, incluso tiene flores, eso es lindo, si no fuera un lugar público.

—Bueno, buscaremos por todos los rincones de París alguno que sea digno de nuestro amor, hay muchos lugares que debemos recorrer, creo que debo dejarte, debo recoger el desastre del tomate y todos mis utensilios.

—Te espera un largo trabajo jajaja, yo también debo terminar esto, ¿Te parece si mañana hablamos por skype? Es una buena forma de comunicarnos y así te vería.

—Estoy feliz de que lo hayas propuesto, claro que sí, mañana saliendo de la oficina te llamaré, no podría perderme la oportunidad de verte aunque sea por computadora. Duerme bien, suerte con la presentación de mañana.

—Gracias, me hará falta aunque sé que es un trabajo bien hecho y decente. Descansa también, mañana nos vemos.

—Te extraño, Amber.

Sonreí tan fuerte que las mejillas se me entumecieron, no podía ignorar los latidos de mi corazón, retumbándome en los oídos.

—Te extraño, Evan.

Dejé el celular en la cama y me recosté, hundí mi rostro sonriente en la almohada por solo unos segundos, no debía dejar que me dominara del todo este sentimiento pues la última vez que lo hice sufrí las consecuencias de un dolor y un sufrimiento del que todavía me recuperaba; todavía me costaba confiar un poco en Evan así que no debía entregarme del todo a este nuevo viejo amor.

(...)

Evan POV

Recibí un mensaje de Karen, esperaba poder hablar con ella de toda esta situación pronto, no quería presionarla así que no le mandé un mensaje pidiéndole hablar con ella, me sorprendió que tomara la iniciativa y fuese ella quien me mandara el mensaje. No contaba con auto por lo que ir a su departamento me costó tres viajes en bus, no sabía que esperar de nuestra charla, podría estar molesta aún o solo quería pedirme una versión completa de todo este tiempo de ausencia.

Cuando llegué, me hizo esperar en la sala, tenía la visita del contador de Pharma Bio, esperé a que terminara la cita y ella salió de su despacho, se acercó y lo primero que hizo fue verme de pies a cabeza, su expresión de sorpresa no se pudo ocultar, sus ojos no se podían mantener fijos en otra cosa que no fuera mi diferente apariencia.

—Amber tenía razón, te ves completamente diferente, algo has hecho bien para lucir así. —admitió mientras tomaba lugar en el sofá más grande, yo estaba en el más pequeño, a pocos metros de ella.

—Ejercicio y dieta —respondí con voz baja, acomodándome el cabello hacia atrás. —Me adapté a eso en la clínica.

Alzó ambas cejas, todavía sorprendida del cambio, percibí que no estaba molesta ni tensa como la última vez que nos vimos, ella también se veía diferente pero para bien, seguro que tenía mucho trabajo y la responsabilidad de manejar Pharma Bio con Douglas era un reto enorme pero a pesar de eso todavía conservaba bien su actitud.

—Sí, tengo tu historial clínico en el despacho, me lo entregaron mientras estabas con Tom en París, hablé con él para que me otorgara el permiso, estoy realmente sorprendida de lo mucho que te ha ayudado, en lo personal y monetario, quería pagarle el tratamiento que te dio en la clínica.

—Ya lo estoy pagando yo —le aclaré con seguridad —Despreocúpate de pagárselo, estoy cubriendo los gastos que hizo para mí, estoy esperando a que mi entrenamiento de asistente termine para poder invertir el poco ingreso que tengo de las acciones de Pharma Bio en la empresa que tiene.

—Sí, me contó de eso también —se acercó para estudiarme con más detenimiento —Creí que me estaba jugando una broma cuando me dijo que te dio trabajo, también que tenías un departamento y que ahora te haces cargo de ti mismo, es como si me hubiese hablado de otra persona, debes sentirte bien por este cambio.

Asentí.

—Lo estoy —declaré con voz tajante —Todavía me falta mucho por recorrer pero estoy aprendiendo rápido, me han estado ayudando.

—¿Quiénes?

—Supongo que debería contarte toda la historia para que entiendas de lo que estoy hablando, quiero que sepas todo lo que hice estos meses de ausencia, mereces cada detalle de eso y también lo que pasó en París.

Empecé a contarle mi miserable vida antes de entrar a rehabilitación, lo mal que me sentía y la culpa que me embargó al darme cuenta que no podría recuperar a mi familia ni a Amber estando tan perdido y pasando mis días como un miserable drogadicto, tuve que recurrir a Tom ya que ella no podría ayudarme, estaba molesta conmigo así que me disculpé con Tom y le conté mis planes, también le conté sobre Riley y Natalie, lo mucho que me ayudaron en esos meses dentro, ya después al salir lo mucho que me esforcé para aprender en el trabajo y cómo Tom me invitó a la convención en Paris, el encuentro con Amber sin añadir lo que hicimos en el parque y por último a Sebastian y Mónica, el accidente de Sebastian y lo esperanzado que estaban él y su madre por volver a verla.

En todo el relato ella se mantuvo callada, algunas veces sonreía y otras solo me miraba fijamente, cuando llegué a la parte de Sebastian y Mónica ella quiso llorar pero se limpió rápidamente todo rastro de sus ojos. Al acabar ella simplemente tenía los ojos rojos, meneaba la cabeza y otra vez, se veía frustrada y lo entendía, había mucho que decir.

—No es fácil para mí asimilar todo esto —suspiró fuerte, se tocó la frente, mirando hacia todos lados —No conocer toda la historia me hizo pensar que todo lo habías inventado de nuevo pero ya veo que no, necesitaba aclarar dudas y ahora es difícil para mí saber todo lo que ha pasado.

—No es fácil —coincidí con ella, asombrado también de haber escuchado mi propia historia —Era para mi importante que lo supieras y que lamento todo lo que pasó y no solo de William y las mentiras, me refiero a ti y Tom, me disculpé con él hace poco por lo que hice.

—¿De verdad?

—Sí, no debí haber arruinado la grandiosa amistad que tenían, fui un completo imbécil y quizá si no hubiera hecho lo que hice, tú y él seguirían siendo tan amigos como antes.

Dio una sonrisa torcida, sus ojos se pusieron rojos de nuevo, las ganas de llorar que se contuvo al principio de verdad esperaban salir, era aceptable que se pusiera melancólica porque le había dado a conocer tanto que era toda una locura poder manejarla al mismo tiempo.

—No fue toda tu culpa, Evan, yo me aproveché de lo que hiciste para alejarme, en ese entonces estaba embarazada de Emilia e iba a casarme con Martin y la amistad que tenia con Tom era muy fuerte y cercana, sabía que habría problemas con Martin si mantenía esa amistad y por eso me alejé —su expresión decayó, su sonrisa se borró y una densa lágrima bajó por su mejilla, lucía tan arrepentida y molesta —Después del divorcio de Martín debí haber hablado con él pero no quise hacerlo por vergüenza, no se si ahora quiera hablar conmigo, tal vez no le interesa estar cerca de mí otra vez.

Quise tomarle la mano y brindarle consuelo, solo me acerqué y traté de hablarle de la manera más comprensible.

—Aún le importas, Karen ¿Y sabes cómo lo sé? Porque me ayudó, no me dejó solo y bien pudo hacerlo y lavarse las manos, echarme de su oficina ese día y dejarme como el vago drogadicto que era pero le hablé de ti y de quería recuperar a mi hermana, me escuchó y mírame ahora. Es una gran persona, te escuchará como a mí, inténtalo.

Comenzó a llorar, está vez no pude resistirme, tomé su mano y ella la apretó, le di una sonrisa en apoyo y ella me la regresó.

—Perdóname a mi también, Evan, te traté horrible pero estoy feliz de que hayas regresado a Seattle, te extrañé mucho.

Sonreí más fuerte al escucharla decirlo, habían pasado años que nosotros nos mostrábamos afecto, eso pasó solo cuando mamá falleció, después de eso existió siempre una tensión, el odio que sentí por Michael al abandonarnos me obligó a ser distante con ella, pues todavía lo defendía mucho.

Hoy solo quería reconstruir la relación con ella y después resolvería el de mi padre, cuando fuera el momento.

—Yo también te dije cosas horribles, nunca fui un buen hermano, tampoco un tío para Emilia, estuve lejos de ti cuando me necesitabas y solo fui un dolor de cabeza, quería cambiar por ti, eres la única familia que me queda y no quiero perderla.

Sus ojos se suavizaron, me apretó la mano más fuerte y me senté a su lado para brindarle un hombro donde llorar, no podía perderme más años en la vida de Karen y Emilia, debía ser aquel hermano que ella necesitó cuando Martin la destrozó con ese divorcio y un tío pendiente de su sobrina cuando sus padres se separaron, quizá esos años jamás los recuperaría pero al menos esperaba sembrar unos buenos desde ahora.

—También te extrañé Karen, desde ahora prometo ser el hermano que esperabas desde el principio, un hombre responsable y honesto, tal y como William quería, lo haré por ti y por él, ya no volverás a sufrir por mis errores. Perdóname por todo.

Recargó su cabeza en mi hombro y me pasó el brazo por la espalda y la cintura, la abracé también, me reconfortó mucho sentir que nuestra relación de hermanos iría por buen camino desde ahora, empezaba a recuperar lo que creí perdido, no podía esperar en recuperar a Amber también.

—Te perdono Evan, eres y serás mi pequeño hermano menor, solo quiero lo mejor para ti y sé que llegarás lejos, eres audaz solo necesitas motivación, ¿Lo sabes verdad?

—Sí, por supuesto que lo sé, mi motivación es superarme a mi mismo en todo y créeme que lo lograré, quiero recuperar todo lo perdido.

—¿También a Amber? —levantó sus ojos hacia mi rostro, buscando mi mirada.

Mi rostro seguramente reflejaba la ilusión y la felicidad que traía consigo el recuerdo de nuestra noche en París, ese beso bajo la lluvia y nuestro encuentro en aquel parque, la sensación de felicidad era indescriptible.

—Sí, también a Amber, sinceramente no puedo vivir sin ella y espero que ella pueda creer en todo lo que pienso prometerle desde ahora. Será un desafío demostrárselo de lejos pero no imposible.

—Sé que podrás —me alentó Karen con una sonrisa —Es una gran mujer, no puedes darte el lujo de perderla.

—No la perderé, créeme, ella es todo lo que he querido  desde siempre.

Me da gusto saludarlas de nuevo con otro capítulo, chicas/os, la verdad es que  he pensado cada día más respecto a la novela y lo cerca que está por llegar a los treinta capítulos, todavía hay tanto que contar y sucesos que van a marcar un antes y un después, estoy pensando seriamente en la necesidad de hacer un 3 libro, no estoy segura aún de cuantos tendrá esta novela pero al paso que voy tal vez unos cuarenta, casi llegando a los cincuenta, eso dependiendo de los cambios que haga.

Estoy escribiendo a diario, lo cual me hace creer que posiblemente pueda llegar a esa cantidad de capítulos, todo es posible. 

Espero que hayan disfrutado de este capítulo, ya me moría de ganas por que Karen y Evan se llevaran bien como hermanos, me gusta cuando entre hermanos hay una reconciliación. Trataré de ya no atrasarme con las actualizaciones. 

Besitos.